Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: Incestos

AL FIN LO PUDE CONSEGUIR

Hola, hace unos años conseguí algo que había soñado durante muchos años,mi madre era un a mujer muy bella, yo siempre estuve enamorado de ella, aunque cuando era pequeño, sentía mi admiración por ella y solo pensaba que era amor de hijo, con el tiempo y cada vez con mas fuerza, notaba que mi amor por ella iba creciendo y no precisamente como hijo, cada vez que la veía me fijaba en sus pechos y sobre todo en su culo, que era maravilloso y sus largas piernas, preciosas, en verano cuando se refrescaba en el patio con su falda remangada, dejando libre aquellos muslos tan perfectos, que me hacían masturbarme a escondidas en el servicio.
Mi padre había muerto y mis hermanas se habían casado, por lo que nos quedamos los dos solo en la casa, yo seguía deseándola, aunque nunca me atrevía a insinuarme nada, un día cuando yo tenía 23 años y ella seguía siendo una gran hembra, recuerdo que era verano y yo volvía de la playa ella se encontraba duchándose en el aseo que teníamos en el patio , yo sin saberlo abrí la puerta y me la encontré toda desnuda, como una diosa, me quedé un rato mirándola y mi vista recorrió todo su cuerpo, ella solo tapo su sexo con las manos, pero sus ojos delataban que no le había importado, mas bien que le había gustado aquella sorpresa, me disculpé y cerré la puerta, marchándome al cuarto de baño del interior de la casa, cuando terminé y salí, me la encontré sentada en su hamaca en nuestro patio debajo de una gran parra que nos servía de sombrajo para los veranos, al mismo tiempo que nos daba unas exquisitas uvas; me senté junto a ella y la besé en la cara, muy cerca de la boca, al mismo tiempo me volví a disculpar por el hecho anterior de aseo del patio, ella no le daba importancia y ademas me dijo con una gran sonrisa que era mi madre y que podía considerarse como mi esposa, ya que en la casa ella era la mujer y yo el único hombre, nos reímos y yo noté como mi pinga se estaba revolucionando, me acerqué a ella y la volví a besar, en esta ocasión me hice el distraído y la bese en la boca, mi sorpresa fue que ella no solo no se apartó ni molestó por ello, sino que respondió a mi beso abriendo la boca y apresando mi lengua que rápidamente se había introducido en su boca, mis manos la abrasaron y mi madre se me entregó en mis brazos, yo seguía besándola y acariciando su cuerpo con mis manos, sus tetas eran impresionantes, cada vez que tocaba sus pezones ella gemía entregándose mas y mas, noté como sus manos buscaban mi polla y yo le facilité el camino desabrochando mi pantalón y dejándolo caer al suelo, metió su mano por encima de los calzoncillos y me cogió toda la polla sacándola fuera de su escondrijo, estaba enorme, a punto de explotar, se levantó de la hamaca y cogiéndome de la mano, tiró de mi hacia dentro de la casa, nos fuimos a su dormitorio y en aquella cama grande, donde yo la había espiado tantas veces, nos dejamos caer totalmente desnudos,su concha era peluda, grande, yo quedé hipnotizado, fue como de locura, baje mi cabeza besándola desde sus pezones, vientre, muslos y llegué a su concha, ella dio un gemido enorme, hacía muchos años que no estaba con ningún hombre y su estremecimiento era de lo mas normal, metí mi lengua dentro de su chocho chupando los labios y cuando mi lengua tocó su clítoris ella volvió a gemir, no me daba tiempo de besarla, quería comérmela y ella me pidió quela penetrara, que lo deseaba mucho y no la hice esperar, metí mi polla en su coño despacio, pero sin pausa y me volví loco al sentir mi polla enterrada en aquel coño peludo, caliente y precioso, mi madre gemía y movía sus caderas y mi polla entraba y salía del coño con una rapidez increíble, los dos chillábamos como locos, nuestros movimientos eras de posesos, parecía que nos caíamos de la cama, nos vinos los dos al mismo tiempo con gritos, besos, mordiscos y solté dentro de ella mi semen echándome encima de su pecho, así quedamos durante unos minutos y poco después ella quiso decir algo y yo se lo impedí con un beso, no mama, no digas nada, esto es lo que yo deseaba desde hace mucho tiempo, yo lo he provocado y es solo culpa mía, ella reía y me beso muy tiernamente, respondiendo que era culpa de los dos aunque mas bien de nadie, puesto que lo que habíamos hecho era cosa de amor, y era evidente que los dos nos amábamos desde siempre y que seguiríamos amándonos por los siglos de los siglos.
Desde aquella tarde dormíamos en su cama que desde ese día era nuestra cama y nuestro nido de amor.
En otro relatos os contaré otras noches con mi madre, pues deseo contar estas cosa porque me sigo poniendo erecto cada vez que lo recuerdo.
Espero vuestras opiniones, ya sabéis que me gustan vuestras criticas
Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
  • Media: 5.97
  • Votos: 34
  • Envios: 2
  • Lecturas: 10367
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.128.30.46

2 comentarios. Página 1 de 1
JUAN SOHAIL
invitado-JUAN SOHAIL 21-03-2015 21:20:27

Gracias Angel, el amor entre hombre y mujer es infinito, aunque el incesto es criticado, el amor se sabe como empieza pero nunca como acaba, el amor entre madre e hijo es grandísimo, por lo tanto maravilloso. me gustaría me escribieras .

Angel
invitado-Angel 16-02-2012 00:00:00

ME HA GUSTADO TU RELATO, TE COMENTO QUE YO TENGO RELACIONES CON MI MADRE Y DESDE LA PUERTA PARA AFUERA SOMOS MADRE E HIJO Y DE LA PUERTA PARA ADENTRO SOLO MARIDO Y MUJER MI MADRE TIENE 36 AÑOS ELLA ME TUBO MUY JOVEN POR ESO ES LA EDAD QUE TENEMOS

Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 38.434
»Autores Activos: 2.270
»Total Comentarios: 11.895
»Total Votos: 512.038
»Total Envios 21.925
»Total Lecturas 104.850.608