Discutimos aquella tarde, nunca me había sentido tan intimidada ante una mirada tan irascible... pero, a veces, el orgullo de una mujer no permite rectificar a tiempo y, aunque yo hubiera tenido la culpa, no quería reconocerlo.
Estaba tan extresada que fui a darme un baño bien caliente, dejé la puerta entornada. Aquel calor húmedo me excitaba de tal forma que, ante el espejo, empecé a desnudarme provocativamente, como si quisiera seducirlo. Mi cara se contraía y se dilataba cada vez que me acariciaba el cuerpo, el agua ya estaba lista... unmmm, me recorría el pecho una gota de sudor, se me humedecía la espalda... no recuerdo haber sentido tanto placer que aquella vez al contacto con el agua, cuando metí el pie, hervía. Me puse de rodillas y me incliné sobre el agua rozándola suavemente con mi pecho, con los labios... me extremecía cada vez que sacaba la lengua como intentando lamer el agua.
No me había dado cuenta, y estaba mirándome... semidesnudo, apenas con los slips y la camiseta, sus ojos casi me asustaban y me atraían, parecían contener dentro una hoguera. Se me acercó y retirando mi cabello de la espalda me pasó el dedo por la espina dorsal y consiguió que me recorriera un escalofrío de arriba abajo, comenzó a besarme el cuello, con su lengua volvió a hacer el mismo recorrido que con su dedo y al llegar a la cintura se detuvo. Me incorporé, me puse de pie y le tendí mi mano para atraerlo hacia mí, entonces estábamos los dos en la bañera frente a frente, rozándonos los labios sin llegar a besarnos. Metí mis manos traviesas bajo su camiseta, me excitaba sentirle extremecerse con mis caricias alrededor con su ombligo, él acariciaba mi cara y me mordía los labios... entonces él guió mis manos hacia abajo, el deseo se estaba apoderando de nosotros, tiré de su camiseta hacia arriba y entonces paseé mi lengua hacia abajo desde su barbilla hasta su ombligo, y continué un poco más hasta el borde de lo que le quedaba puesto y me detuve, volví la mirada hacia arriba y ví que su cabeza estaba echada hacia atrás, seguí bajando por encima y retrocedí, entonces mordí el borde de sus calzoncillos, tiré y se los solté de golpe... me puse en pie y él cogió la esponja, vertió gel de baño y comenzó a enjabonarme el cuello, el pecho, el estómago, me dió la vuelta y la espalda, el trasero, las piernas, los pies... hice yo con él lo mismo, nos enjuagamos y nos salimos para secarnos.
Cuando intenté volver a besarle, se detuvo ante mis labios dándome a entender que lo de antes no estaba olvidado, así que se cubrió con la toalla y se marchó.
.................................................................................................... me corte!!!! .................................................................................................... ja ja ja