Wilda muy picara le luce como le ajusta igual le queda un pantaloncito muy corto de cuero con botones que le cierran adelante, que hace juego a un suéter sin mangas que muestra el ombligo. Tiene a su amigo muy excitado pero con unos ojos desorbitados que la tiene muy sentada en su pierna izquierda al acariciarla, manosearla, tocarla, agarrarle sus prominentes glúteos que le siente que no lleva para nada panti.
Le entra a unas merecidas mamadas a sus ricos senos al tenerle levantada el suéter, con una mano le agarra sin darle chance para nada al masajeárselos con los dedos sus pezones que están duros y muy parados por las cosas que esta viviendo con su amigo, que esta endemoniadamente enamorado de ella desde hace más de seis años.
Doblada con todas las manos apoyadas contra la mesa de centro de la sala le baja el pantaloncito a la altura de la rodilla, al entrarle a comerle inclusive, comerle todo su recto vaginal con toda la cara presionándola contra sus enormes glúteos. La voltea al apoyarse en el sobre de la cocina sentada en una silla de bar, con las piernas abiertas como levantadas al besarle y lamerle la parte baja de la zona de su vagina que le acaricia y tiene agarrada las piernas de Wilda; degustándole tremendamente en esa posición y esa forma largamente.
Contra la pared la masturba efervescente, lujuriosa, eróticamente súper sudada de cabeza a pies; pero gozándola, disfrutándola, comiéndosela, jugueteándose y sobre todo entreteniéndola como divirtiéndose sanamente entre unos buenos amigos y amantes que son hoy día.
La carga en sus brazos como estuvieran casados al meterse al cuarto de baño al sentarla en el servicio para que orine, agachado tiene la cabeza metida al besarle apasionadamente sus piernas con todas las manos poseídas en todo sus muslos y glúteos acariciada sin parar, mientras orina le toca y le pone la mano en su cabello que se lo despeina con tal ritmo y deliciosa que la tiene muy cautivada y muy calentona en todos contornos de su cuerpo con una cara de tranquilona pero muy concentradita, la limpia se paran para caminar a la recamara para refrescarse y descansar y nuevamente tirarse otra jornada magistral de puro sexo y más sexo que comparten todos los días de la semana después de que salen de trabajar.