Desde que mi esposa le hicieron aquella cirugía de bariatría que antes era gordísima, y hoy día está delgada coño me la trastearon hasta la dejaron cómo una Isabella Soprano la estrella porno.
Mi esposa no sale nunca de la consulta del médico de bariatría, obsesionada también para rematar siempre ve algo raro, corre hacia el parece que el fuera su esposo en vez, de yo coño.
Y para joder mi esposa ahora entra sumamente fácil en una ropitas de cuerina fruncida, pegada, apretada y ajustada al ser todo una estrella del porno. Pienso que está tan agradecida por salvarle la vida y por ayudarla; que se ha convertido en su esposa postiza y le hace el sexo más frecuentemente que a mí soy su esposo, ante la ley de la iglesia coño.