Como había terminado mi relato en la primera parte, después del traumático incidente que pasamos al entrar un par de ladrones, nuestra vida continuó casi en forma normal.

Constantemente estaban en mi mente las palabras de mi abuela cuando me dijo "ahora te ven como hombre", y en realidad estaba casi esperando que algo pasara.

Igualmente pasó una semana y nada pasó, hasta que un día, llego a casa y me encuentro que estoy solo, o al menos eso pensaba.

Al subir a mi habitación, paso por la de Mica y sin que se dé cuenta observo a Beto, parado enfrente del espejo de cuerpo completo, vestido con la ropa de colegio de mi hermana.

Estaba parado enfrente del espejo mirándose y formaba poses, sacaba la cola quebrando la columna, se subía la pollera y casi bailaba. Se percata que lo estoy mirando y en lugar de cubrirse o tener vergüenza, me encara y me dice

-hola papi, ¿te gusta lo que ves?

-no te queda mal- contesté ya que realmente parecía que le quedaba muy bien. Tenía casi un cuerpo femenino.

-entonces, ¿porque no lo tomas y haces con él lo que quieras? –me responde quebrando la cintura sacando cola hacia afuera exageradamente.

Realmente, yo ya tenía la pija a 100 y se notaba.

Se acercó y comenzó a acariciarla. Se daba vuelta y apoyaba la colita sobre ese trozo de carne que ya era más que evidente.

Ahí mismo lo tomé fuerte de un hombro obligándolo a arrodillarse mientras con la otra mano me abría la bragueta y sacaba la pija.

Cuando la pija estuvo afuera comencé a castigarle el rostro con el pedazo de carne golpeándolo de lado a lado, el simplemente gemía tratando de agarrarlo con la boca.

-¿así que quieres pija putito?- me sentí decir desconociéndome en mi proceder

-sí, sí - contestaba, desde que me cogiste lo único que deseo, es sentirla nuevamente en mi colita- mientras me acariciaba las bolas con ambas manos y recibía los pijazos en la cara.

-abrí la boca putito- le dije y cuando así lo hizo, puse el glande entre sus labios y el comenzó a engullirla.

En el momento que pude ver que había entrado ya parte de la pija en la boca, pegué un empujón fuerte mientras le tomaba la cabeza con ambas manos y sentí como la pija entraba a través de la garganta y sus labios pegaban en mi cuerpo.

Así lo mantuve un rato casi sin que pudiese respirar y cuando aflojé y saqué la pija, empezó a toser y a largar saliva por la boca en cantidad, parecía casi una manguera.

-así te gusta putito- me escuché diciendo -¿quieres más?-

Me hizo una seña con la cabeza afirmándolo, le arrime de nuevo la pija y abrió la boca. Volvía meterla toda hasta donde no podía más y aun así seguí empujando, su cara cambiaba de color. No podía respirar y aun así, seguí empujando. Cuando la saqué, él nuevamente comenzó a toser y volvió salir saliva de su boca.

En ese momento entró mi hermana Lali y me pegó un grito

-¿Que hacés boludo?, lo vas a matar- y me separó de él

Me alejé y lo miré, estaba casi ridículo así vestido y tirado en el piso aun tosiendo. Me subí el pantalón y me fui a mi cuarto.

Minutos después aparece mi hermana.  -Te estuve mirando todo el tiempo- dijo, -¿qué te pasó?

- la verdad no lo sé, estuve pensando y creo que lo culpo por todo lo que pasó- agregué

-Sabemos todos que fue feo, pero él no tiene la culpa, fue una víctima más de la situación. ¿O lo vas a culpar de tener miedo? - dijo Lali

Pensé lo que me dijo y contesté - tienes razón, soy un animal. Después le voy a pedir disculpas-

-sí, por favor, dale tiempo, por ahora lo acosté y de nosotros no sale, yo me voy a la facu ahora, ¿puedo confiar en vos? -preguntó dándome un beso en la frente

-sí, estate tranqui- le respondí

Deje pasar unos minutos para tranquilizarme y me levante para ir a buscar a mi primo. Lo encontré acostado

-Beto, por favor perdóname, no sé qué me pasó- le dije desde los pies de la cama

Él se dio vuelta y me dijo - no te preocupes, lo pasado pasado.

Me acerqué a él y me senté a su costado. Él se sentó y lo abracé.

Mientras lo abrazaba sentí como su mano buscaba mi pija y comenzaba a acariciarla, lo miré y sin decir nada me bajé los pantalones y me acosté a su lado. Comenzó a besarme el pecho poco a poco bajó hasta llegar a la pija que muy despacio fue metiendo en su boca.

Sentí como empujó al pedazo de carne para que penetrara por su garganta tratando de imitar por cuenta propia lo que creyó era lo que me gustaba.

La cabeza subía y bajaba, la lengua recorría toda la pija y chupaba todo lo que de ella salía. Comenzó a gemir mientras mis manos buscaban su colita y empezaban a jugar con el agujerito.

Mientras él me chupaba los huevos, dos de mis dedos ya entraban y salían de esa cola totalmente mojados y sin encontrar resistencia alguna.

Se sentó sobre mí dándome la espalda y apoyo la punta de la pija en el ano. La cabeza comenzó a entrar y pronto estaba toda la pija adentro, y el saltando, gozando y gimiendo como un chico.

Yo sentía como la pija entraba y salía, aún no quería acabar.

Lo cambié de posición, llevándolo a estar acostado al borde de la cama de espaldas a ella. levanté sus piernas por encima de mis hombros y allí las apoyé. Mi pija volvió a entrar y comencé el movimiento de bombeo mientras él con los ojos cerrados solo gemía y se mordía los labios.

Después de un rato lo obligué a arrodillarse en posición del perrito sobre el borde de la cama, conmigo estando de pie detrás de él, volví a enterrársela y a bombear tomándolo desde atrás con las manos en las caderas para ayudar al movimiento

Minutos después sentí que necesitaba acabar y así lo hice, llenándole el culo de semen, que cuando saqué la pija, comenzó a salir en forma de hilito.

Me miró agradecido y cuando me recosté a su lado comenzó a chuparla nuevamente hasta que la pija encontró firmeza y allí combinando las manos y la boca me llevó nuevamente al orgasmo, esta vez dentro de su boca. No dejó escapar nada, simplemente tragó y siguió chupando.

Dormitamos un rato y me levanté a lavarme y a recostarme en mi cama.

Pasaron algunos días, a veces él se colaba en la noche en mi dormitorio y sin decir nada se metía debajo de las sábanas, por la parte de atrás de la cama, comenzando a chupaba la pija mientras yo solo gozaba.

Así ocurrió esa noche. Después de apagar la luz y ya estar casi dormido, siento que sube por mi cama debajo de las sabanas y comienza a bajarme el calzón. Sentí que acariciaba toda la pija, desde abajo hasta arriba y que le empezó a dar besitos a todo su largo.

En un momento el glande era totalmente engullido por esa boca, y la lengua aún adentro de la boca se movía con una vitalidad que nunca había sentido. La chupaba con una tranquilidad diferente, usaba la boca mucho más placenteramente que en otras ocasiones.

Metí entonces mis manos por debajo de la sabana para tomar su cabeza mientras chupaba y ayudarlo empujando un poco más.

Mis manos encontraron su cabeza y comenzaron a acariciarla.

De pronto. percibo que tiene el cabello más largo, de hecho mucho más largo. Levanto la sábana, y si bien la habitación estaba a obscuras, mis ojos ya estaban acostumbrados y entonces veo a mi hermana Lali prendida a la pija chupándola.

La miro y le digo - ¿qué hacés Lali?, ¿qué hacés?

-¿Cómo que hago?, te chupo la pija, ¿no lo ves?- dijo sacándose la pija de la boca

-pero eres mi hermana- le dije

- Beto es tu primo y eso no evitó que te lo cogieras igual ¿no? -me respondió, -simplemente quiero que me hagas lo mismo- agregó

La mire, estaba totalmente desnuda, preciosa. Caía saliva de su boca y con sus manos acariciaba mi pija.

La levanté recostándola a mi lado. Comencé a besarla despacio y ella respondió pegando su cuerpo al mío.

Fui bajando de a poco hasta llegar a sus tetas, que acaricié con placer y lujuria, comencé a jugar con sus pezones, los agarraba entre mis dedos y tiraba de ellos, los mordisqueaba y chupaba jugando con la lengua cuando estaban dentro de la boca.

Sentí como gemía y sentí también como empezaba a mojar la cama con sus fluidos. Nunca había visto que alguien se mojara tanto.

Le empecé a besar todas las tetas mientras le refregaba la pija entre las piernas. Ella se arqueaba y sacaba pecho mientras gemía cada vez más alto. Tuve en varias ocasiones, necesidad de taparle la boca porque sus gemidos aumentaban de volumen.

Seguí bajando y llegué lamiendo hasta su entrepierna busqué el clítoris y comencé a jugar con él usando mi lengua.

Ella seguía gimiendo muy fuerte así que me di vuelta para terminar n posición de 69 y le puse la pija en la boca, así quizás bajara el volumen.

Vernos en ese momento era, verme a mí sobre ella con mi pija toda dentro de su boca, sus manos en mi espalda abrazándome y a mí con mi cabeza metida totalmente dentro de su entrepierna lamiendo y chupando su rajita. Ella continuamente tenía orgasmos, uno cada dos o tres minutos era increíble. Al rato siento que viene el orgasmo y le aviso pero ella nada dice y termino entonces acabando en su boca. Dos o tres chorros de semen salen, pero todo queda dentro. Al finalizar me limpia la pija con su lengua.

Me recuesto a su lado, y la abrazo

-¿cómo ya acabó?- me pregunta

-¿quieres más?- le pregunto, -debes haber acabado como 10 veces mínimo-

-quiero que me cojas, quiero sentirte en mi vagina y dentro de mi cola, quiero ser tu mujer un rato- dijo mientras con su mano acariciaba mi pija esperando que entrara nuevamente en acción

Yo simplemente la di vuelta boca abajo y coloqué debajo de ella un par de almohadas de manera que su cadera quedaba muy levantada.

Tomé de la mesa de luz una cinta de embalar ancha y cortando un pedazo le hice cerrar la boca y se la pegué por encima de modo que no pudiese gritar.

Me ubiqué detrás de ella y comencé a chuparle el culo. Mi lengua subía y bajaba, trataba de entrar. Mi cara se pegaba a esos cantos y quería apretar con más fuerza de la que podía. Empezó a tener espasmos de placer. Se agitaba y la sentía respirar muy fuerte, aun a través de la cinta la oía gemir y gemir. Noté como se mojaba nuevamente y me di cuenta que era el momento. Me levante, le saque las almohadas y la arrodillé boca abajo al borde de la cama. Comencé a penetrarla vaginalmente, sentí como el glande se abría paso sin encontrar resistencia. No era virgen y eso me alegró, ya tenía experiencia.

La pija entro toda, empecé a moverme. primero despacio y aumentando la frecuencia y fuerza con el pasar de los minutos. Así estuvimos casi 20 minutos. Ella solo gemía y se mojaba cada vez más. Finalmente, cuando sentía que estaba por acabar la saque y largue los chorros de semen en su espalda llegando casi hasta su nuca.

La limpié con mi calzón y le saqué la cinta de boca para recostarme a su lado.

-aún falta- me dice, - mi colita te llama desesperadamente- mientras comienza a chuparme la pija nuevamente

Al cabo de unos minutos y ante la imagen de sus tetas bien armadas mi pija comienza a levantarse nuevamente, ella sigue chupando y pajeándola entre sus tetas. Mientras mis dedos buscan su colita y tratan de meter uno de ellos en ese apretadito ano.

Lo consigue el dedo anular, primero una falange y lubricado por sus propios líquidos que caen de la vagina, entra la segunda y finalmente el dedo entero.

Mientras, mi pija está a full entre sus tetas, ya dos dedos entran y salen de su cola. Comienza a subir el volumen de sus gemidos y me doy cuenta que es el momento. Me cambio de lugar y comienzo apoyando la punta de la pija en el agujerito. Después de tanto masaje con dos y tres dedos tenía los esfínteres abiertos, empezó a entrar sin dificultad.

Quedamos acostados, ambos de lados, yo detrás de ella y con la pija dentro de su culo. Comencé a bombear despacio, sin apuro. En pocos minutos ya entraba entera. Toda entraba y toda salía.

Se iniciaron sus espasmos, comenzamos a girar y quedamos yo arriba de ella bombeando más fuerte aún. Me encantaba sentir como su culito me apretaba toda la pija, era la primera vez que sentía así. Seguimos girando y ella quedo acostada arriba mío. Se sentó, continuando ella con el sube y baja.

Sentí que acababa dentro de ella. Toda mi leche quedo en su interior.

Quedamos acostados uno detrás del otro. La pija estaba aún adentro y allí se quedó hasta que se achicó del trajín a la que lo había obligado

Cuando eso ocurrió, ella se levantó y dándome un beso me dijo - gracias, fue hermoso -

Salió del cuarto dejándome solo y recordando las palabras de mi abuela...

Los días fueron pasando. Mi primo volvió a su casa. Mi hermana siguió visitándome algunas noches y nos volvimos expertos finalmente en hacer el amor casi en silencio.

Un sábado, me despierto, me levanto a desayunar y al bajar encuentro solo a mi abuela que me dice - Buen día, listo para la comida más importante del día - y coloca en la mesa una bandeja con dos tostadas junto a un café mediano.

- dame un poco más abue- le digo

-no querido, te va a caer pesado- me respondió

-¿pesado? ¿más de dos tostadas? ¿porqué? - exclamé

-no se debe comer mucho antes del sexo- dice mi abuela y además agrega - te espero en mi habitación cuando termines. Tenemos que terminar algo, me lo prometiste.

Quedé pasmado, tenía que desayunar y subir para cogerme a mi abuela, que unos meses antes me había hecho una fabulosa chupada d pija. M pija comenzó a subir acordándome como la chupaba.

Terminé de desayunar, subí pasando por el baño y terminé en calzoncillos en la habitación de mi abuela

Cuando entré, ella estaba ya acostada, ya desnuda debajo de las sábanas.

Bajó la sábana y me pidió que me acerque. Al bajar la sábana dejó ver un par de tetas grandes, duras aun casi paradas, aún las recordaba.

Al acercarme, alarga la mano y de un tirón me baja el calzón mientras expresa -exactamente como la recordaba, grande, linda, jugosa- y estirándose se la mete en la boca.

Qué bien que la chupa, lejos mejor que el resto. Es garganta profunda sin dudas. Me hace gozar tanto que rápidamente llego al punto de necesitar acabar y así lo hago dentro de su boca.

-Que rico- le escucho decir mientras se relame con la lengua y me invita a recostarme a su lado.

-vení bebe, acá tienes un par de tetas para que hagas lo que quieras con ellas- y agarrando mi cabeza la sumerge entre sus tetas.

Comienzo a chupar, casi desesperado. No son tan duras como las de Lali, pero son más grandes y más ricas. Juego con los pezones. En todo momento ella me ayuda contorsionándose y gimiendo con los ojos cerrados.

-así bebe, seguí chupando así que me vuelves loca- decía entre gemidos

Comienzo a bajar y llego a su entrepierna donde mi lengua inicia su tarea de lamer y lamer. Ella se contorsiona diciendo

- Síí bebe, cuanto hace que no siento una lengua por allí, sigue por favor, no abandones-

Yo mientras escuchaba presionaba más y empecé a usar mis labios y un poco mis dientes, ella ya se contorsionaba mucho y empecé a sentir sus orgasmos tanto por la humedad de su vagina como por sus gritos

- Ay bebeeeee estoy teniendo varios orgasmos juntos, no dejes por favor sigue asiiiiiiiii.

En algunas ocasiones mi lengua bajaba un poco más y pasaba por su culito, rodeándolo y jugando en él, luego volvía a subir y seguía en la rajita. -Ahora chúpame el culo, hazme tener un orgasmo mientras tienes la lengua allí por favor- me dice

La levanto un poco y empiezo a jugar con mi lengua en el agujerito del culo, lo rodeo, trato de penetrarlo como si mi lengua fuese una lanza. A veces apoyo toda la boca y chupo, a veces le mordisqueo los cachetes, a veces le chupo la rajita.

Siento que llega nuevamente al orgasmo - nieto de puta, me has hecho acabar de nuevo, que hermosooooo.

Entonces apoyo en su rajita mi pija y empujo despacio, siento como la pija entra fácil, ya es una veterana y está algo flojo. Igualmente empiezo a bombear y ella a gritar - cogeme bebe, dame con todo que lo necesito -

Yo bombeo y bombeo. La doy vuelta y la obligo a arrodillarse en la cama. Le meto la pija en la vagina y sigo bombeando mientras uno de mis dedos pulgares entra de a poco dentro de su culo.

-Ay así así bebe, metelo más por ambos lados mas más - responde, entonces agrego el segundo pulgar y juego con ambos adentro mientras sigo cogiéndomela por la vagina. Sentí la vagina floja, mi pija entraba y salía muy fácilmente. Se perdía allí adentro.

Entonces saco la pija de su vagina y de un solo golpe, la meto en su cola. Entra entera y ella dice - si bebe, me has leído la mente, métela entera, más más… -

De pronto ella se estira, abre un cajón de su mesa de noche y saca un consolador enorme de por lo menos 6 cm de diámetro y casi 35 cm de largo, me lo alcanza diciendo -por ambos lados bebe, por ambos lados -

Yo saco la pija del culo y empiezo a meter el consolador en la vagina. Voy empujando de a poco hasta que entra más de la mitad y allí escucho - ahora metela bb, meteme la pija por el culo -

Al escuchar dejo el consolador y empiezo a meter la pija en el culo, que entra entera

Comienzo a moverme y veo como ella va moviendo al mismo tiempo el consolador que entra y sale acompañando mi cuerpo.

Ver eso me pone loco, y bombeo como pocas veces lo hice. Además, escuchar a mi abuela gritar me excitaba mucho ya que me había acostumbrado a coger casi en silencio.

Ella grita varias veces indicando que tenía orgasmos, yo cuando siento que voy a acabar lo hago dentro de su cola. Siento como largo varios chorros. Al terminar observo que ella ya había sacado el consolador y se da vuelta., tomando mi pija y metiéndosela en la boca para dejarla completamente limpia.

-Ay bebe me has hecho ver las estrellas- me dijo recostándose a mi lado

-Abuela, ¿de dónde has sacado ese aparato?- dije

-recuerdos de tu abuelo que era medio degenerado- me contestó riéndose, - además una chica necesita tener con que ayudarse si no tiene un hombre, ¿verdad? - agregó

-si abuela- le dije - pero me parece que es enorme - contesté

-es justo para mí- me dijo riéndose - aunque ahora creo que conseguí un hombre que de vez en cuando se acordará de mis necesidades ¿verdad? - susurró mientras me miraba

-si abuela, claro, a mí también me gustó mucho - conteste abrazándola

Un rato después ya estaba en mi cama descansando y pensando.

Un par de horas después llegó mi madre. Yo ya estaba en la cocina leyendo

-Hola- me dijo - ¿te hizo el desayuno la abuela?

-sí, un desayuno muy bueno - le contesté mientras la miraba

Comencé a observarla. Si bien la había visto desnuda recién e fijaba realmente en ella. Mostraba un cuerpo hermoso, más deseable que el de hermana aún tenía de todo y un poco más, todo bien colocado.

Sentí que mi pija comenzaba a crecer y levantándome salí para que no se diera cuenta que me excitaba.

Como había cambiado mi vida en solo un par de meses. Me había cogido a mi primo, a mi hermana y a mi abuela. Y lo peor de todo era que mi madre me excitaba y seguramente no pararía hasta cogérmela también o al menos que me rechazara.