Desde que soy viuda prematura vivo gratos encuentros igual emocionantes motivos por proseguir con mi propia vida femenina resaltando completamente mi relación afectuosa; amorosa; simpática; enriquecida como sexual con mi oculto amigo como amante mío. Preocupante por mi salud desde haber cumplido cinco meses recordados de la desaparición reciente y física de mi difunto esposo, que me causo una perdida irreparable a mis treinta y cinco años con escaso haber cumplido dos años de feliz matrimonio.
Salgo a la hora acostumbrada de finalizar mi día de trabajo. Bueno me dirijo en bus con rumbo a la Iglesia ya que hoy celebro una misa por el aniversario de la sensible partida de este mundo de mi difunto esposo visto, luzco como llevo puesto falda negra acompañado de una blusa del mismo color. Enalteciendo con las medias café Brasil con zapatos de tacón alto, hallo por pura suerte un puesto desocupado en la segunda fila a la izquierda del confesionario hace unos segundos que inicio las misas de recordación por los difuntos; finalizada a las cinco y media de la tarde salgo afuera de la misma Iglesia alejándome hacia el parque que colinda con la vía principal.
Marco al celular de mi oculto amigo y amante mío para que me recoja y averiguar que planes ha destinado para nosotros en la noche de hoy. Llega un par de minutos después de marcarle a su celular entro a su automóvil lo beso muy alegremente en su cachete derecho, me pregunta como estuvo la misa ofrecida por la memoria de tu esposo que Dios lo tenga en su alma y por supuesto a su lado, al referirse a este acontecimiento religioso lo encuentro muy interesado por mi bienestar espiritual, sentimental, animoso como de salud explícitamente señalado solamente hacia mí considerada la mujer por lo cual vive y le importo más que todas las cosas rodeantes en nuestro destino apasionante.
Pasamos a un restaurante para cenar nos sentamos frente a la televisión que inmediatamente estaba transmitiendo las noticias de las seis de la tarde, se acerca a la mesa la mesera con el menú. Lo observo ordenando un platillo gastronómico con unas bebidas gaseosas muy refrescantes, ya que estaba muy sedienta desde que salí de mi trabajo hasta que termino la misa y me recogió mi oculto amigo como amante mío; cenamos muy amenamente agarrados de las manos no paramos de vernos mutuamente toda la cena, y terminamos salimos a recorrer paseando por el centro comercial donde decidimos cenar comida china. Abrazándome todos mis glúteos sujetándome claramente en mi muslo derecho le pongo mi mano derecha en su mano, conversando de lo magnifico que se comporta conmigo mi acompañante cariñosamente preocupante por mis cosas y problemas asumidos por enviudar hace muy poco tiempo, especialmente por lo enamorado poco a poco de mí y sucesivamente empiezo yo a sentir lealtad y amor por este varonil, genial y excelente de corazón amigo como amante mío.
Entramos a ver una película de sexo al mismo cine localizado en el propio centro comercial les comento que tengo mis años que no veo una película sobre sexo. Nos sentamos en las butacas inmediatas a la entrada de la sala de proyecciones me coloco mis lentes para mirar la película que inicia al instante de sentarnos en la sala de proyecciones, ambientada con sonidos de teatro en casa. Me abraza con su brazo derecho alcanzándome hasta mi hombro derecho fue muy apropiado como provechoso ya que estoy muriéndome plenamente de frío, me da mucho confort y abrigo por lo grueso que es en complexión musculosa su anatomía masculina mi oculto amigo como amante mío.
Salimos de la sala le pido por favor que me tenga la cartera que voy a entrar un momento a los baños es que estoy inaguantablemente orinando, me espera sentado tranquilamente mi oculto amigo como amante mío, frente a las entradas a los baños habilitados en el nivel superior donde estamos viendo la película de sexo. Al cabo de unos veinticinco segundos salí de los baños del cine aliviada por la presión como las ganas incontenibles de orinar, me entrega la cartera bajamos por las escaleras saliendo al exterior del mismo cine. Nos dirigirnos a los estacionamientos del centro comercial entrando al automóvil con dirección a mi casa, la travesía resulto muy atrayente por la música que puso en el automóvil ligándolo al anochecer contemplativo desde la ventana del pasajero, al transitar por la carretera que nos conduce a la barriada donde habito desde que me mude con mi difunto esposo hace largo tiempo de eso.
Estacionándose con frecuencia frente a mi casa abro la puerta de mi casa enciendo las luces armoniosa de mi sala, inmediato cierro la puerta y las cortinas prendo el equipo compacto lo pongo en volumen regular que podemos disfrutar y escuchar en pareja me quito los zapatos de tacón alto me siento junto a el jugueteando con su pené con el pantalón puesto se lo quita con el calzoncillo, le abro las piernas me arrodillo en la alfombra frente a el le mamo su pené varias veces gozando de su sensación elástica intuitivamente muy seductor para mi lengua saciadora de mujer querida por este hombre oculto.
Incentivadamente por ese riquísimo pené que me comí como una verdadera desesperada, hambrienta igual sinvergüenza. Me voltea pegada hacia el brazo derecho de mi sofá corriéndome la falda negra me quita de una forma inesperada mi pantimedia con mi panti me levanta mi pierna izquierda arriba de su muslo, me penetra por mi culo al eyacularse como un verdadero potro salvaje como indomable dándome un orgasmos placenteramente detonante de muchos líquidos vaginales que reacciona mecanizadamente. Al accionar inyectador por sus movimientos varoniles, conquistador, seductor, portentosos por tanta energía apasionada que enamana de su virtuoso sexo conmigo.
Me incorpora al sentarme cómodamente muy enterrada en el sofá me desabrocha la blusa negra que vestía en este día me la tira hacia la cocina me arranca el sostén me lo lanza hacia la puerta de entrada de mi casa. Le extiendo mis brazos cariñosamente le entra al mamarme mi seno voluminosos que están muy exuberantes como muy sudorosas por el clímax vivido tantas veces con el, desde que abrimos el compás de esta relación muy compaginadora de tantas emociones que he mantenido a flote a pesar de ser viuda prematura. No aguanto las ganas de que me masturbe con su pené diabólico le quito su pantalón junto a su calzoncillo en esa misma posición que estoy en el mismo sofá; se me viene y se me corre con todos su semen bravísimo, fogoso, deleitoso, intenso, superior como entusiasmo en cada encuentro oculto con mi amigo como amante mío. Quedamos muy acaramelados, abrazados como apapuchados en la misma pose que me mamo mis senos con su cabeza pegada a mi hombros, con su mano izquierda colocada en mi seno izquierdo muy cachón por lo caliente que esta por tanto romance entre los do sen el mismo sofá.
Majestuosamente hediondos los dos por lo mojados que estamos por nuestros roles involuntarios al realizar nuestros rituales apasionadores los cuales nos quedaron impregnados por los rituales sexuales que hemos pasado tan divinamente. Me paro al quitarme mi falda negra que llevo puesta desde que llegamos hasta que finalizamos el sexo en la sala de mi casa se desnuda mi oculto hombre con el que somos amantes inseparables vamos hacia la misma regadera corremos la cortina abrimos la grifería al mojarnos todo, orinamos a la vez, para eliminar y botar por completo todo nuestros hediondez es orgánicas estimulantes activas por las corridas que fuimos testigos fieles en mi sala.
Enjabonándonos uno al otro nuestros excelentísimos cuerpos esbeltos, juveniles, juguetones, adolescentes especialmente alocados por tanto amor que nos profesamos uno hacia el otro y viceversa. Secándonos pasamos de inmediato a refrescarnos debajo de mi abanico de mi recamara encuerados como Dios nos trago al mundo al acostarnos muy apapuchados y muy encarame lados. Lo dejo quedarse dormir conmigo hasta el día siguiente ya que es muy tarde y me preocupa que le pase algo en el trayecto de salida de mi barriada por la carretera desolada hacia su casa.