Sutil, en su piel, vibrando, sintiéndose tan mujer...
Entregado, subyugado por su belleza, con los ojos inyectados en deseo...
El se aproximó con tiento a su cintura, recorrió en suspiros y besos todo su cuerpo. De sus manos brotaron los deseos hacia sus pechos, los amasó como si fueran de su propiedad, los moldeó como si fueran suyos. Ambos, neviosos, apasionados se despojaron de sus ropas y ya en la cama entre suaves besos se deleitaron en mil posturas, en mil intentos, entrelazando sábanas, espacios e invadiendo sus escondidos e íntimos sexos.
Ella se aferró con sus manos a su espalda, presionó con sus labios el desnudo hombro de aquel hombre, lo saboreó despacio, se ató a su cintura y abriéndose en húmedo deseo, le sonrió y con profunda entrega le dijo: hazme tuya por completo.
El no se hizo esperar, tomando su cintura la apretó contra su cuerpo y rodeándose las caderas con aquellas estilizadas piernas femeninas, supo que sería suya, que sería poseida sin remisión; acometió con fuerza en su interior, entrando y saliendo con frenesí tantas veces como intentos de traspasarla le salían de su cuerpo, acompasándo en su ritmo los jadeos constantes de aquella mujer, que le miraba con ojos viciosos y llenos de chispeados deseos por entregarse por completo a él.
El sintió que llegaba el momento. Ella se aferró a sus muslos, se preparó para recibir lo que tanto deseaba. Respiraron profundo y con una acometida intensa, uniendo sus bocas en un apasionado beso se fundieron en un grito interno, desgarrado, entregado, fiel y sincero: a borbotones salió de él su deseo, a mares le llegó a ella su regalo húmedo; en un desplome de pieles, de pliegues, de sudores, de anhelos, se reencontraron en uno solo, explotaron en un derrame de sentimientos y abrazos y empapados con el sudor de sus sueños reposaron sus saciadas ganas el uno junto al otro.
Múriéndose por dentro.
Descansaron, se miraron, sonrieron y abrazados al candor de aquellos momentos, se dedicaron besos, caricias e iniciaron una charla de lluvia de palabras, rendidos de cariño ante sus cuerpos.
me gusta mucho la expresión y la forma de jugar que tienes con las palabras. No dejes nunca de escribir porque lo haces de lujo!!