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Categoría: Maduras

Adolescencia precoz

Bueno como toda historia tiene un comienzo y un final, mi historia se remonta a mi adolescencia, todo comienza al llegar una bella dama a casa de mis padres la cual se estaba separando de su actual pareja por problemas personales que no vienen al caso que comentemos, bueno estaba yo tomando el desayuno cuando cerca de las 10.00 h. Llega mi madre de su trabajo (mi madre era enfermera y su actividad la hacía en turnos) con su amiga, una mujer más bien madura con unos senos grandes y redondos, vistiendo unos jeans ajustados a su cuerpo y con una blusa delgada casi transparente lo cual me permitían ver su busto.



Hola dijo ella me saludó con un beso en la mejilla y me dijo mi nombre es Javiera tú debes ser Ignacio tu mamá me a hablado mucho de ti, pero ya tendremos tiempo de conocernos. Pasaron los días y las semanas hasta que uno de tantos días llega Javiera sola a la casa porque a mi madre la habían cambiado de turno, conversamos largamente sobre distintos temas, yo me las arreglaba en el colegio para salir y coincidir con sus turnos y poder esperar a Javiera en casa, bueno pasaron unas semanas y con Javiera nos hicimos muy buenos amigos, uno de tanto fin de semanas en el cual mi madre se encontraba en turno de noche mi querido padre se juntó con unos amigos a jugar unas manos de pocker y tomar unas cuantas cervezas, lo cual a mi querida amiga Javiera la puso muy nerviosa ya que como todos sabemos nosotros los hombres con unas copas de más nos ponemos un tanto desinhibidos hacia las mujeres, siendo como las 21:00 h yo me encontraba en mi dormitorio acostado ya que como al día siguiente me tocaba jugar baloncesto no podía trasnochar mientras me quedaba dormido junto con los acordes de soda estéreo entró Javiera a mi habitación la noté bastante intranquila me senté en mi cama y le pregunté qué le pasaba mientras tanto ella se sentaba a los pies de mi cama y con una voz un poco temblorosa me decía que estaba un tanto nerviosa ya que mi padre y sus amigos estaban muy bebidos y le habían dicho unos cuantos piropos me pidió si podía acostarme en la cama desocupada que estaba en su pieza ya que ella podría dormir tranquila, me levanté rápidamente, yo vestía un pijama corto de color azul lo que hacía notar mis piernas torneadas por la actividad deportiva que hacía y unos brazos bastante fuertes como para abrazar a esa belleza la cual me invitaba a su dormitorio, increíblemente vi como sus ojos me recorrían cada centímetro de mi cuerpo como que me desnudara lentamente con su boca, pero inmediatamente pensé son cosas mías. Rápidamente sin que nos vieran los amigos de mi padre nos fuimos a su pieza y ella puso llave a la puerta y me indicó que me recostara en esa cama para dormir. Ella se encontraba con una polera muy ajustada la que hacía ver sus pechos grandes y erectos junto con un pantalón de tela el que mostraba sus grandes muslos y un trasero que cualquiera quisiera probar, mi polla empezó a crecer lentamente hasta quedar a punto de reventar al contemplar cómo se desabrochaba lentamente el botón de su pantalón, espera me dijo ella qué estas mirando date vuelta para poder cambiarme, me tapé con la sabana de mi cama pero como había una luz que daba justo a su espalda podía divisar toda su encantadora silueta, lentamente bajó el cierre de su pantalón el cual cayó suavemente al suelo, luego se sacó su polera dejando al descubierto unos tremendos senos redondos, no me quedó muy claro qué camisa de dormir se puso pero sí era corta, ya me dijo Puedes respirar estoy en la cama, comenzamos a conversar sobre cosas tribales, nos quedamos unos minutos en silencio el cual rompió haciéndome la pregunta que cualquier mortal hubiese querido que se la preguntaran. ¿Cómo te gustan las mujeres? Yo con voz temblorosa más que de miedo de ansias le contesté no se creo que rubias, no me dijo ella me refiero a cómo te gusta hacer el amor, no sé le dije nunca he hecho el amor se sonrío un poco y me dijo pero supongo que si has besado alguna mujer y acariciado, sacando un poco mi machismo adelante le dije varias veces, qué curioso me dijo yo nunca he estado con un chico virgen, mi polla no daba más estaba que reventaba y no sabía cómo abordarla, en un segundo se levantó de su cama y me dejó ver la mujer más maravillosa que pudiera conocer algún mortal en la tierra estaba con un baby doll blanco con medias a su muslo con porta ligas del mismo color no sé qué cara tenía, me dijo levántate, accedí lentamente, mi verga sobresalía de mi pijama ella se dio cuenta, quedamos frente a frente como con 10 cm. de distancia mi respiración no cesaba de aumentar mi corazón latía cada vez más fuerte sentía su respiración en mi pecho, sin poder contenerme le tomé su cara y junté sus labios a los míos junto con eso sentí su lengua que entraba a mi boca y jugaba dentro de mí la excitación era cada vez mayor, me tomó de los hombros y me pidió que me acostara en su cama, sentía sus manos cómo recorrían mi cuerpo que ya estaba desnudo su mano derecha se apoderó de mi verga y empezó un movimiento ascendente y descendente estaba que explotaba, me tomó una de mis manos y me acercó su busto era suave y a la vez duro, que excitación era como estar en el cielo, empecé a besar esas tetas grandes y firmes eran como miel para mi paladar, de pronto me tiró contra la cama y se subió encima mío, con su mano izquierda tomó mi verga y la introdujo en su polla que estaba mojada, qué deleite, empezó con unos movimientos suaves y circulares, ella gemía y se mordía los labios, se quedó paralizada , arqueó su espalda luego gimió, gritó, me enterró sus uñas en mi pecho y junto con dar un aullido sentí cómo se mojaba, cayó sobre mi dorso y me besó fuerte mente, me miró con cansancio, se recuperó sobre sus rodillas y me dijo chico te has portado bien y te mereces un premio, tomó mi pene con sus dos manos y comenzó a mamármela me succionaba como una aspiradora qué deleite sentía, mis piernas se apretaron, ella sintió mi calentura y comenzó a mamármela con mayor rapidez yo no pude aguantar más y llené su boca con mis espermios acabé dos veces y ella seguía chupando, luego me dijo que me vistiera y me cambiara de cama, esto marcó una de tantas noches en las que hicimos el amor, en otra oportunidad les contaré las aventuras que tuve en mi adolescencia. Si te gustó mi relato házmelo saber .


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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