Llega a visitar la abogada a un preso ladrón a una prisión le abren la seda donde esta encarcelado se sienta en una silla frente a este, le informa la abogada me asignaron el estado para representarlo como para llevar su caso, vestida con falda entallada con pantimedias individuales usando una camisa trasparente escucha la versión y los hechos por parte del mismo prisionero; transcurre más de dos horas en eso la abogada se sale de su rutina como profesionalismo comienza a hablarle que necesita con urgencia que le hagan el sexo a cualquier precio y con cualquier individuo sea inocente, malo o bien corrupto como convicto o bien prisionero por delitos contra la sociedad.
Escuchando a la abogada el prisionero se para y se agacha frente le abre las piernas corriendole un poco su falda le acaricia las entrepiernas alcanzando la zona de su ingle, y con una mano le desabrocha la camisa transparente tocandole su senos de lado a lado convirtiendo los sentimientos como los deseos precisamente en ese instante de la misma abogada de apelación en una mujer excitante como provocativa de ser vulnerable a los bajos instintos pasionarios como conquistadores, el prisionero le besa su cuello mientras la sujeta de sus entrepiernas satisfaciendola como gratificandola con su sexo; complaciendola la petición indescriptible que se vio involucrado y sometido por la misma abogada desesperada por que se la cogieran por su urgencia sexual.
Ese día la abogada penalista como de oficio quedo completamente realizada y domino a su representado, obligandolo a ser practicante de una obra humana primordial para la estabilidad como equilibrio hormonal como sexual de toda mujer que exige como pide que la amen y se acuesten como sean amantes ocasionales aunque se produzca una sola vez o con una sola presencia física igualmente....