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Categoría: Varios

A mi mujer le gusta el futbol

Mi nombre es Fran y tengo 30 años,reconozco que no tengo mucha imaginación pero como se trata de un hecho real me limitaré a contarlo con yo lo viví, con el mayor número de detalles posibles.
todo ocurrió uno de esos domingos por la mañana en los que nos juntamos los compañeros de la empresa y jugamos nuestro partidillo de aficionados. Luego solemos ir al bar a tomar las cervezas, comer de tapeo y dormir la siesta algo mareados por el alcohol. Pero antes del bar siempre uno suele quedarse a cerrar el vestuario y ha recoger un poco, aquel domingo dió la casualidad que los rivales tenían las duchas rotas y nos duchamos todos juntos después del encuentro. Yo era el encargado de recoger aquello y entregar las llaves y mi mujer estuvo un buen rato fuera esperando a que saliese, como todos mis compañeros se habían marchado con sus mujeres al bar,a Ana( que asi se llama mi santa esposa), le extraño que tardase tanto y se metió a buscarme. Ella no imaginaba que aún quedase gente dentro y para mi desgracia yo me encontraba en el toilet meando cuando escuché la puerta que se abría.
Escuché su dulce bocecilla llamándome y para ver como reaccionaba al ver que los tipos de la ducha no eran yo, me callé y la dejé que pasase hasta dentro, hasta donde el vapor del agua impedía ver nada. Luego la seguí y me oculté detrás de una columna para ver la cara de sorpresa que pondría al ver otros hombres en pelotas duchandose.
Aunque la sorpresa me la llevé yó, dejé que hiciese eso por que para mí mi mujer es un poco estrecha y mojigata, no le gusta mucho el sexo y apenas lo practicamos a no ser que yo me ponga muy insistente o a ella se le antoje su polvito de la semana.
En la ducha aún quedaban tres chavales de unos veintipocos años que no se cortaron y al verla aparecer entre el vaho,creyeron ver un regalo del cielo.
No iba muy provocativa pero su talla 105 de pecho ya provoca de por sí y como tan solo tenía una camisa blanca de pico, dejaba ver algo de su precioso canalillo. Luego tenía un pantalón negro de vestir y unas botas camperas para ir al futbol.
De entre la neblina salió un chico con voz grave y una especie de cresta, se acercó a ella completamente desnudo y la preguntó:
- ¿ A quién buscas preciosa?
- A mi marido..- dijo ella con voz nerviosa y temblorosa
El chico le siguió el juego y le dijo :
- No lo conozco pero si quieres te puedo ayudar yo.- Colocó la palma de la mano frente a la cara de Ana y la bajó hasta cogerse un aparato tremendo que colgaba de su entre pierna.
En ese momento tuve que haber salido de mi escondite tras la columna y llevarmela de allí pero la curiosidad y un poco el miedo me dejó agazapado tras la piedra, viendo como mi mujer seguía paralizada sin saber reaccionar. Ella cometió el error de agachar la cabeza y mantener unos segundos su mirada en el enorme trasto de aquel tipo, un chaval que medía casi dos metros y le sacaba a mi esposa casi medio.
-¿ Parece que te gusta?- le preguntó
y mi esposa no contestó. La verdad es que parecia asustada pero no arrancaba a correr, quizás por que no quería irse de allí supuse.
El vapor de la ducha se fue poco a poco cuando los otros dos tipos cerraron sus grifos y sin toallas que taparan sus miembros se encaminaron lentamente hacia Ana. Ella continuaba allí parada, de piedra y uno de los chavales que era de color se acercó hasta su orejita y le dijo algo que no pude escuchar pero me imagino, por que volvió a bajar su mirada y a centrarla en la entre pierna de los que iban a ser sus violadores consentidos, ya no me cabía duda.
Uno de ellos le quitó delicadamente la camisa y el sostén, el tercero que era un tipo feo, gordo y bajito como Ana se arrodilló y tiró de sus pantalones hasta dejárselos en los tobillos.
Yo no daba crédito a lo que estaba presenciando,mi mujer era una tia de mucho caracter y se estaba comportando como una sumisa en celo, parecía regalarles su cuerpo allí mismo,
de pie, con sus enormes tetas al aire, con sus pezones encrespandose por segundos y en bragas ante tres extraños que sin excitarse casi me doblaban el tamaño de mi verga. Y creo que fué eso lo que ocurrrió, Ana nunca había visto unas pichas tan grandes y la simple idea de notarlas dentro la había dejado helada. Siempre se lo dije:
-Ana, a mí me faltan unos centímetros para ser feliz del todo.-
-A mí me dá igual, yo soy feliz con lo que tienes y me sobra.- me decía ella.
El de la cresta, el tipo enorme,le dijo:
- Enseñanos el coñito, haber que nos has traido.
Ella sin cruzar palabra se bajó las braguitas blancas hasta que hicieron compañía a sus pantalones en los tobillos.
- Es peludo y grande.¿ Estará bueno?.-Dijo el punky
- Que culo tan gordito y rellenito tiene la zorra.- dijo el negrito.
El tipo gordo cogió a mi esposa por el hombro y la arrodilló frente a sus mingas, ella parecía tensa, un palo, estaba rígida y se dejaba malear por aquellos hombres como yó hubiese deseado que lo hiciese conmigo en siete años que la conozco sin haberlo logrado jamás y es que para pescar un buen pez hay que tener buen reclamo en el anzuelo.
- Chúpamela morena.- dijo el tipo de color acercándole su enorme glande a los labios y ella por fin hizo un gesto. Se negó con la cabeza y se echó hacia atrás.Ellos no desistieron en su empeño y comenzaron a pasar sus enormes trancas por la carita de ángel de Ana con el fín de que ella solita agarrase los trastos y se los metiese en la boca.
- A lo mejor es que hay que arrancarla como las motos- dijo el tipo orondo y feo, se agachó y comenzó jugar con su chocho hasta alcanzar su clítoris, cuando se hizo dueño de su pellejito mi mujer dió un pequeño bote, desde ahí hasta que tuvo la primera polla en lo más hondo de su garganta solo transcurrienron unos segundos.
El negro fué el primero en inagurar su boquita y se la clavó ella sola con un poquito de esfuerzo por que pensé que no le entraba en la boca tal pollón pero hizo lo imposible para tragársela. Luego al otro y más tarde al gordito, su mano no daba el ancho de aquellas trancas y mientras las mamaba las masturbaba cada vez más liberada, cada vez más excitada y cada vez más puta. Con sus dos manitas por que apenas abarcaban aquellas pollas xl en sus pequeñitas zarpas de zorra.
Tímidamente parecían escucharse los primeros gemidos de placer cada vez que uno de esos pollones tocaban su campanilla, sus pezones jamás los había visto tan grandes y duros como aquella mañana y sin esperármelo de ella, bajó su mano izquierda hasta su entrepierna y comenzó a darse ella placer también. Les pajeaba cada vez más deprisa y parecía toda una profesional siendo para mí una novata inexperta.
Llegada a ese punto parecía estar fuera de control, excitadísima como nunca y hasta su cabellera larga y morena se había descolocado pareciendo una loca. Se las clavaba y les masturbaba con la boca haciendo unos inimaginables movimientos de cuello, hasta que por fín y después de haberse corrido gritando como una histérica, empapando sus muslos de flujo, el chico de la cresta comenzó agitarse de manera extraña hasta descargar su leche en la cara de mi mujer. Ella sacó la lengua hasta el límite y esperó a que el negrito se corriera dentro de su boca, mientras colgaba semen del otro muchacho por su mejilla. Se la meneó hasta vaciarle y se tragó todo lo que se quedó en su lengua, el gordito fué después y sin fallar una sola gota se vació tambien en su lengua.
Sin tiempo para respirar el negrito se tumbó en un banco alargado que había y los otros cogieron a mi mujer de sus anchas caderas y la utilizaron como una muñeca inchable, arriba,abajo, arriba , abajo sobre la tranca del chico moreno, podemos decir que le hicieron una paja como mi mujer.
Ella estaba en extasis y no paraba de berrear, nunca se había follado una polla como un vaso de tubo de gorda y se la estaba clavando hasta las entrañas. Luego la soltaron y se puso a cabalgar sobre el negrito con una agilidad que nunca había visto en ella, los blanquitos y enormes cachetes de su culo rebotaban en los negros muslos del chaval creando un ambiente multiracial muy excitante, mi mujer le besaba todo el cuerpo, mejor dicho chupaba y lamía todo lo que se pusiese al alcance de su boca. El negro se corrió en sus entrañas y ella se levantó chorreando semen por su vagina para colocarse en el suelo a cuatro patas. Desde allí fué follada por los otros dos y el punky que parecía tener la polla más grande de los tres repitió dos veces.Gritaba sin parar, pedía más como nunca había podído imaginar de ella.
Cubierta de semen aún quería más y los agotados chicos lejos de salir corriendo mantuvieron el tipo y después de encargarse de nuevo de empalmales a base de mamaditas y chupadas en los testículos, el pollón del chico de la cresta hizo lo que jamás he podido hacer yo.
Enfiló camino de su virgen culito, ella lejos de negarse le dijo:
- Despacito.- Se metió ella casi medio dedo corazón y preparando la enculada se volvió a correr.
Su ojete se tragó de golpe más de 25 cm de tranca y ella gritó de dolor unos minutos hasta que el placer volvió hacerla gritar con lujuria más de cuarto de hora. Los otros se encargaron de rellenar su coñito vacio mientras el enorme pollón sacudía su trasero, una doble penetración que me hizo correrme sin querer. Hubiese salido a rematar la faena pero hubiese quedado fatal con mi modesto pene y me mantuve al margen hasta que ella se duchó y abandonó el vestuario. Luego fuera no me dijo nada y creé tener un secreto que llevarse a la tumba. Pero ahora ya no lo sabemos ella y yo solos.
Tengo sospechas de que a partir de esa orgía se ha aficionado al sexo, a mí me tiene a dos velas pero sé que se cita con un amigo mío. Además tiene dinero que no tengo controlado en las cuentas.., ¿Se habrá hecho puta por vicio?
Datos del Relato
  • Autor: FranJJ
  • Código: 6321
  • Fecha: 09-01-2004
  • Categoría: Varios
  • Media: 5.66
  • Votos: 61
  • Envios: 10
  • Lecturas: 6198
  • Valoración:
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
pepi
invitado-pepi 09-01-2004 00:00:00

se me ha llegado a poner dura a mi tambien,la verdad es que me pregunto si me gustaria verme en la misma situacion?

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