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Categoría: Maduras

A los cincuenta

A los cincuenta :



Esa mañana como tantas otras su marido se había ido a trabajar, ya con cincuenta años no aparentados, recordó su juventud , sus primeras relaciones fueron con un noviecito muy conciente (que usaba preservativos velo rosado) , se reía para adentro recordando como la irritaba, como en ese entonces ahora ya menopausica usaba la glicerina para lubricarse por eso de los años, no supo porque fue al baño y después de orinar , sus dedos resbalaban en sus labios vaginales , sentir los flujos como surgían , otra vez la hizo sonreír.



El timbre, la llamo a la realidad, se puso una pollera y una remera y por la ventana pregunto ¿ Quien es? El plomero se dio a conocer, lo reconoció por el parecido a su padre, que fue el albañil que lo había recomendado. El espero que le abriera la puerta, ella se acicalo un poco y le abrió.



El problema en la cocina era que la grasa no dejaba correr el agua, unos ácidos y una máquina de destapar solucionaron el problema en segundos, en un momento tuvo que tirarse bajo la mesada para ver la tapa de registro. Ese fue analizándolo, el instante que inicio todo, seguramente vio su sexo a pleno, puesto no tenia bragas , la pollera en su cara, su sensualidad tan especialmente a flor de piel de ese día o quizás la simple atracción sexual de su cuerpo.



Terminado el trabajo le pidió permiso para pasar al baño. ¿ El olfateo el aroma a sexo? Nunca lo sabremos, al salir no vio a una clienta, a una mujer de cincuenta, ella tampoco un muchacho de veinticinco, sus miradas se entrecruzaron, la mesa de madera sólida fue el necesario sostén a sus nalgas que él sentó sobre la misma.



Mientras levantaba su pollera y la besaba tiernamente, le desajusto el pantalón y se lo bajo, un falo hermoso la incito a abrir sus piernas, el sable abría la raja, sin sacar más que jugos que encharcaban la relación, sentir su leche adentro la hizo despertar ¿Un amante en su vida a estos años? , momentos antes impensado, satisfecha en sus instintos sonreía, tomo su falo lo puso a el sobre la mesa para mamarlo suavemente de abajo para arriba, la leche le brotaba y caía en su boca, ella la tragaba degustando el salado de una verga joven, tomo con su puño a igual que una mamadora profesional, sacaba y ponía succionándolo hasta lograr un buen chorro que pego en su remera , al sentirse en el aire , ella solo atino a poner sus piernas en la mesa y ensartada se sintió feliz.



El trabajo de ese día no lo pago, a la noche pensaba lo bueno que había estado esto del sexo en trampa , su marido se limito esa semana a dormir, nada de caricias, un beso al pasar, ella explotaba en ganas de "hacer uso" recién a la semana se animo a llamarlo, las ganas de sentir nuevamente brotaba en sus labios , él , incomodo solo dijo que a las once iría que no se hiciera problemas.



¿Quizás tenia miedo? Otra remera, una pollera similar, sin bragas, sin necesidad de trabajo alguno, la mesa limpia de cosas. Era el escenario para ellos , sus senos sin sostén , ajustados a la remera llevaban directamente al pecado, el no estaba interesado en otra cosa que hacerla suya , ahora le pidió que lo mamara, ella sumisa lo hizo, tomo su falo acariciándolo lo puso flojo en su boca para casi al instante endurecerlo y jugar con su lengua en el glande.



A punto sobre la mesa una y otra vez entraba y salía de la boca con los labios apretados, el líquido preseminal indicaba que estaba a punto, abrió sus piernas dejando su cueva lista, ahora recibía y gozaba , su amante refregaba sus senos y enloquecía, bien puta y entregada , un dedo jugaba en su culo , el lubricante en esos dedos gruesos abrió su culo y su recto recibió a un ritmo lento y preciso el avance de esa barra.



Quiso besarlo el no la dejo, poco a poco se distancio, al bañarse comprendió que le daba asco besarla con leche en su boca, quizás la vio vieja, fue la última vez.



No fue el último amante, durante tres semanas busco oportunidades , los chicos y jóvenes no le daban bola, fue el cerrajero , un pibe de 23 años, el muchacho no se dio cuenta como "se gano" la viejita , tuvo más cuidado evito los asquitos , después de mamarlo nunca busco su boca, la rutina de la mesa paso a la cama matrimonial, cabalgar en sables jóvenes , hacen de ella una amazona imperdible, es la mina preferida de los servicios a domicilios , es la vieja puta que goza y agradece .


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 5
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