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Toñi era una mujer madura de cuarenta y ocho años, con un cuerpo entradito en carnes, sus tetas eran grandes y algo flácidas, su culo gordo y redondo todavía levantaba más de un miembro masculino. Tenía una hija, Irene, que estaba en un campamento de verano. Su marido era militar con la graduación de capitán. Cada dos años más o menos, cogía destinos con las Naciones Unidas y estaba fuera durante varios meses. Para cuidar de su casa, encomendaba a algún soldado que vigilara yendo una vez al día a su casa para ver que todo estaba bien.
Ella era acogedora con los muchachos que la visitaban y les ofrecía meriendas si los querían. Pero si el soldado en cuestión merecía la pena le llegaba a ofrecer hasta su cama para que la follara. De esta manera fue como conoció a Lucas, un soldado que llevaba menos de un año en el cuartel de su marido. Tenía unos veinte años y un cuerpo fornido que rápidamente atrajo a Toñi e hizo que su coño babeara flujos pensando en él.
-Buenas, señora, vengo de parte de su marido para ver como se encuentra.
-Bien, pero pasa y toma algo. – él entró sin protestar pues era conocido entre los que iban a verla las costumbres de tomar café.
-Necesita usted algo. – dijo él mientras se sentaba en la mesa de la cocina.
-La verdad es que llevo todo el día sola y necesito hablar con alguien, ¿tienes que irte ya al cuartel?
-No señora, hoy tengo la tarde libre...
-Entonces charlemos. – le dijo ella mientras se sentaba después de poner una café para cada uno. - ¿Cómo te llamas?
-Lucas...
-Y en el cuartel... ¿qué apodo tienes?
-Me... me dicen el negro...
Toñi miró al chico que era rubio y de piel bastante clara y su cara mostraba extrañeza por el apodo. Casi todos los chicos que habían venido tenían apodos que eran obvios, pero lo de "negro" a uno que casi era albino le dejo una cara de incertidumbre.
-Señora no ponga esa cara... no os lo puedo explicar...
-Por favor, mi nombre es Toñi... explícame... – estaba intrigada.
-La cosa, Toñi... es... es que dicen que la tengo como un negro... – dijo señalándose el paquete.
-Déjame que la juzgue por mí misma... – dijo ella mientras su coño comenzaba a general flujos para prepararse a follar.
Estaba expectante cuando el chico se levantó y se bajó los pantalones. En sus calzones se notaba el exagerado bulto que formaba su gran polla. Ella no dijo nada, se acercó a él y se arrodilló delante. Tocó su miembro por encima de la tela y la lujuria se podía ver en su cara. Un enorme glande cubierto por el prepucio asomaba por el filo de los calzones. Con las dos manos bajó los calzones hasta el suelo y delante de su cara quedó la enorme polla. Mediría unos veintiocho centímetros de largo y cinco de diámetro. Su escroto estaba retraído por la excitación y los huevos parecían que habían desaparecido detrás de la enorme polla.
-¡Bien puesto el apodo! – dijo ella empezando a acariciar la polla. – Es gorda y grande... me va a reventar.
-No te preocupes Toñi, te lo haré con delicadeza.
Él agarró su polla con una mano y con la otra acarició la cabeza de Toñi que automáticamente abrió su boca para saborear aquella cosa. Le empezó a dar golpes con su rabo en la boca y continuó por toda la cara. Ella se excitaba con lo que el le hacía. Tiró hacia atrás del pellejo de la punta y salió un glande enorme y rojizo. Jugó con su lengua pasándola alrededor y lamiendo desde abajo hasta arriba toda la longitud de aquel palo.
-¡Dios, que maravilla! – dijo acariciando el pene. – Lástima que hoy vengan unos familiares míos, pero ven mañana a esta misma hora y veras lo que te voy a hacer. – se levantó y miró su reloj. – Te puedo dar algo por venir a verme.
Se colocó junto a él y se pegó a su costado. Empezó a besarlo mientras con la mano derecha le hacía una paja. En pocos minutos apretaba el culo de Toñi y de su polla salieron chorros de semen que salpicaron el cristal que cubría la mesa de la cocina. Ella se arrodilló y limpió la polla con su lengua... después siguió lamiendo el semen que había caído en el cristal.
-Vístete y recuerda que mañana aquí a la misma hora.
Toñi pasó toda la tarde con la visita. Era una prima suya y su marido. Eran bastantes sosos y por momentos recordaba la polla del "negro" y le invadían unas ganas tremendas de masturbarse. Después de varias horas sus familiares se marcharon. Cerró la puerta e inmediatamente corrió a la habitación, se desnudó por completo y sobre la cama se masturbó pensando en la polla que había tenido en su boca aquella tarde. Su coño no tardó en inundarse y mojar toda la cama como si se hubiera meado. Se quedó dormida sobre su corrida.
Por la mañana se levantó y tuvo que cambiar la ropa de la cama y darse una buena ducha. Después salió a comprar algunas cosas al centro comercial. Al llegar se metió en un bar a tomar café. Allí estaba Marta, una de sus vecinas y de sus mejores amigas. La saludó y se sentó con ella en su mesa.
-¿Qué haces por aquí? ¿No trabajas hoy? – le preguntó a su vecina.
-No, hoy descanso y decidí ir de compras.
Marta era otra madura de cuarenta y dos años. Tenía mejor cuerpo que Toñi pues hacía algún ejercicio cuando su trabajo y la casa se lo permitían. Tenía dos niños que estaban en el mismo campamento que la hija de Toñi.
-¡Que bien se está sin los niños! – dijo Toñi.
-Desde luego. Hoy mi marido está de viaje en un congreso y no vendrá hasta mañana por la noche o pasado por la mañana... – dijo la otra sintiéndose liberada al no tener obligaciones con nadie. - ¡Estoy en la gloria! Y tú qué.
-Imagínate, la niña de viaje y mi marido fuera de España... hago lo que quiero. – entonces bajó la voz y se acercó a su amiga para hablarle. – Tengo que contarte lo que me pasó ayer...
-Dime...
-Aquí no, después en casa...
Marta quedó intrigada. Acabaron en el bar y, después de comprar, llegaron a sus casas. Cada una metió la compra en su respectiva casa y Toñi le pidió a Marta que comiera con ella y le contaría lo que le pasó.
Estaban las dos en casa de Toñi y, mientras preparaban la comida, le iba narrando su experiencia con el "negro" la tarde anterior. Marta alucinaba con lo que le iba contando y llegó a excitarse.
-Pues como te digo, era enorme y gruesa. Estaba loca por metérmela en el coño, pero como venían a visitarme pues no pude acabar el trabajito.
-Y te masturbarías...
-En cuanto se fue la visita... – hizo una pausa como si estuviera pensando lo que iba a decir. – La cosa es que... le dije al chaval que viniera esta tarde para acabar el trabajo...
-Eres una putona...
-No soy puta... es que estoy muy caliente y tú no has visto que polla... – dijo Toñi y se le hacía la boca agua cuando pensaba en el "negro". – Lo que te quería pedir es... es...
-Dime Toñi...
-¿Te apetecería compartirlo conmigo?
-Pero ¿tú te crees que yo me meto la primera picha que veo en mi coño? Cualquiera sabe donde la ha metido antes... – dijo Marta regañando a su amiga.
-Para eso están los preservativos. Sólo te pido que me hagas compañía y si no te gusta me dejas a solas con él y te vas...
Las dos mujeres continuaron charlando y Marta de vez en cuando hacía algún comentario de lo loca que estaba al quedarse allí para ayudar a su caliente amiga. Las dos mujeres se habían arreglado para la ocasión y esperaban en el salón, tomando café y charlando, a que llegara el "negro". Cuando dieron las cinco de la tarde sonó el timbre. Marta se estremeció nerviosa y Toñi corrió a abrir la puerta.
-Hola Lucas... – dijo Toñi al abrir la puerta y enmudeció al ver que venía con otro compañero.
-Podemos entrar... – ella los dejó entrar. – Perdóname, es que pensé que eres mucha mujer para mi solo y he venido con Jorge para que te demos placer... si tú quieres, claro.
-Seguidme... – Toñi comenzó a reír y los condujo al salón. – Esta es Marta, mi vecina... Al igual que tú, pensé que para tu polla no me bastaría sola y le pedí ayuda. Marta, ¿hacemos una orgía con estos sementales? – le preguntó a su amiga y se abrazó a Lucas.
Marta dudaba pues no los conocía y no se fiaba de las intenciones. Entonces se fijó en los cuerpos de los dos. Veía como Lucas le presentó a Jorge y se besaron en la boca. Los dos muchachos tenían unos cuerpos bien musculados y eran guapos, poco a poco se fue calentando.
Toñi para quitarle las dudas a su amiga se arrodillo en medio de los dos y esperó que cada uno le ofreciera su pene. Lucas sacó al "negro" que tanto deseaba Toñi y ésta la empezó a acariciar al momento. Jorge se sacó la suya que era más corta, de unos dieciocho centímetros, pero más gorda todavía que la otra. Con cada mano masturbaba a los muchachos y miraba a Marta en cuclillas y con las pollas a la altura de su cara.
-¡Vamos Marta! ¿Cuál te gusta más? ¿Qué te gusta? Lucas que te llegará a lo más hondo o Jorge que te rellenará con su gorda polla.
Marta estaba hipnotizada con la visión de los tres, se estaba excitando. Los dos muchachos se quitaron las camisetas y ella pudo ver sus marcados músculos. Toñi soltó a Jorge que se dirigió a Marta con su polla dura y erecta, como amenazándola con una penetración inminente.
El coño de Marta empezó a mojarse al ver como su amiga se metía en la boca lo que podía de la polla de Lucas. Los estaba mirando cuando sintió las manos del otro chaval tocar su cintura y la calidez de su labios que le besaban el cuello. Se estremeció e intentó separarse poniendo las manos sobre su pecho. Al sentir el musculoso y joven cuerpo no pudo aguantar. Sintió como los flujos bajaban por su vagina y mojaban sus bragas.
Toñi seguía trabajando el pene del "negro" que era mucho trabajo. Mientras con la mano derecha acariciaba la polla de arriba abajo, con su lengua lamía los testículos y la mano izquierda la usaba para masturbar su mojado coño. Él le acariciaba la cabeza con una mano y le sacaba los pechos con la otra. Ella se levantó, agarró la polla y tiró de él como si lo sacar a pasear. Lo llevó a uno de los sofás que había y lo hizo sentarse en medio. Separó las piernas musculosas del muchacho y se arrodilló en medio para seguir lamiendo y jugando con el "negro".
Jorge notaba que Marta no estaba muy convencida de lo que hacía, así que él tomó las riendas de la situación. Se colocó detrás de ella y comenzó a acariciar su vientre mientras le mordisqueaba su cuello. Ella gruñía por el placer. La mano derecha la subió para comenzar a tocar sus pechos. Ella se movía rozando su culo contra él. La mano izquierda del chaval bajó buscando la forma de meterse bajo la falda. Tiró de la falda hasta que encontró el final y pudo meter la mano y tocar sus mojadas bragas. Con el dedo corazón buscó el tacto de los labios de su coño. Subió hasta el filo de las bragas e introdujo su mano por dentro. Sintió los pelos de su coño y buscó los labios para separarlos y hundir el dedo dentro de la húmeda y caliente vagina. Ella gimió al sentirlo. Durante un rato la estuvo masturbando de pie junto al sillón.
Toñi seguía chupando la polla con su enorme culo en pompa. Lucas le acariciaba la cabeza. La separó y se tumbó en el sofá, le pidió que le pusiera el coño en su boca para hacer un sesenta y nueve. Toñi dio un grito al sentir la lengua de Lucas que se metía entre los labios de su coño y jugaba con su clítoris. Rápidamente le llenó la lengua de flujos. Ella acariciaba la polla y daba chupetones en el hermoso glande.
-¿Te gusta como tu amiga le come la polla a Lucas? – le susurró Jorge a Marta.
Jorge se arrodilló detrás de Marta y le levantó la falda, busco sus bragas y se las quitó. La sentó en el sofá mirando para su amiga que seguía comiendo polla. Le abrió las piernas y con dos dedos los labios del coño. Apareció ante él una cueva rosada que le pedía que la chupara. Metió su lengua y sintió como se excitaba con el olor de ella. Pasó la lengua de arriba abajo por toda la raja y saboreó los flujos de aquel maduro coño. Era la primera vez que se lo comía a una mujer que podía ser su madre y esto lo excitó más. Marta le pidió a él que hicieran un sesenta y nueve en el sofá. Él se puso boca arriba y siguió comiendo el coño mientras sentía como la boca de ella se tragaba su gordo pene.
-Ven y fóllame. – le dijo Toñi a Lucas levantándose y quitando su coño de la boca de él.
Marta se tragaba la polla de Jorge cuando vio que Toñi se acercaba a ellos y se colocaba a cuatro patas, con la boca junto a ella. Toñi se dedicó a lamer los huevos del pene que tragaba su amiga cuando sintió que Lucas, con su polla en la mano comenzaba a restregarla por la raja del coño, mojando su glande con los flujos y con la otra mano le acariciaba el culo. Apoyó el glande en la entrada de la vagina y empezó a empujar, Toñi sintió que se llenaba de carne, cada vez más adentro, cada vez más rápido. Cuando la tuvo toda dentro parecía que aquel enorme pene la estaba empalando, parecía que le iba a salir por la boca, la sentía en lo más interno de su ser.
Marta veía como la cara de su amiga cambiaba con las penetraciones que aquel chaval, cuyo cuerpo estaba en tensión al hacer los movimientos de follar, sintiendo primero algo de dolor que se fue transformando en placer al acomodarse la vagina al gran tamaño. Sentía la lengua de su amante que hacía maravillas en su raja. Ya había tenido dos orgasmos que hicieron que la boca de Jorge se llenara con sus flujos. Marta se levantó y sentó a Jorge en el sofá. Se abrió de piernas sobre él y vio como su amiga aprovechaba para mamar a su amante mientras el otro la follaba por detrás. Le pidió la polla y se sentó sobre ella. Gemía al sentir que todo su interior se llenaba con aquella gorda polla.
Toñi estaba sintiendo las embestidas de su macho y tenía al alcance de su boca el coño penetrado de su amiga. No lo pensó, se estiró un poco y empezó a lamer las carnes que se movían delante de ella. A veces lamía el tronco de la polla que taladraba a Marta y otras era el coño de ella. Ya no le importaba, ella lamía. Marta se paró al sentir la lengua de Toñi que le lamía el clítoris y Jorge se movía para penetrarla, estaba en la gloria, la amiga la masturbaba con su boca mientras su coño era penetrado y rellenado con una polla. Al poco comenzó a dar gritos de placer y comenzó a mearse de gusto sobre la cara de Toñi, que siguió lamiendo sin importarle.
Toñi se sintió más excitada por la escena y empezó a correrse a la vez. Las dos mujeres gritaban como locas al ritmo de las penetraciones de las jóvenes pollas. Cuando llegaron al final del orgasmo, Marta y Toñi fueron sentadas en el sillón una junto a la otra. Los dos jóvenes no se habían corrido y, de pie en el sillón, les ofrecieron las pollas a las mujeres para que las mamaran, cambiando de pareja. Jorge le puso a Toñi el gordo pene en la boca y ésta mamó de inmediato. Lucas se la puso entre las tetas de Marta y esta las estrujó para que envolvieran la larga polla.
En poco tiempo Toñi estaba de nuevo dispuesta a ser follada. Verdaderamente era una puta insaciable. Sentó a Jorge y lo montó abriendo sus piernas sobre él y metiendo su polla en el culo. Lucas le pidió a Marta que lo montara para follarla, pero ella no quería más, la polla de Jorge le había dejado el coño bastante escocido como para seguir follando. Marta le habló al oído a Lucas y este se colocó detrás de Toñi. Jorge entendió rápidamente lo que iban a hacer. Toñi estaba disfrutando de la follada y no se daba cuenta de nada. Jorge paró el culo de ella y abrió los cachetes para mostrarle bien el camino a su amigo para penetrar su ano, mientras la seguía metiendo la polla en el coño.
Marta agarró la larga polla y la mamó un poco, le escupió en la punta y la dirigió al ano de Toñi. Cuando sintió el primer contacto del glande del pene sobre su ano miró atrás rápidamente. Marta le pidió que se tranquilizara. Lucas empujó suavemente y Marta veía como el ano se empezaba a ensanchar. Toñi gruñía al sentir dilatarse el esfínter y en poco tiempo entró la cabeza de la polla. Jorge le penetraba lentamente el coño para darle placer. A Toñi le parecía que le ardía el culo penetrado. Poco a poco se empezó a mover la polla de su ano y la otra a la vez. Su ano se iba acostumbrando cada vez más al tamaño de lo que le entraba.
En pocos minutos Toñi sentía más placer que dolor por la doble penetración y su amiga tocaba los testículos de los machos que la penetraban. Lucas estaba listo para echarle su carga de semen en el culo y así se lo dijo cuando varios chorros de leche llenaron a Toñi por dentro entre gruñidos del muchacho. Cuando acabó la sacó del redondo culo y Marta la mamó un poco para que soltara todo lo que quedaba en su boca. Se apartó de los demás y se sentó en el otro sillón a descansar.
Jorge aceleró las penetraciones para poder correrse. Toñi volvía a sentir que se corría y daba gritos de placer y mojaba con los flujos de su coño los testículos de él. La polla salió del coño para empezar a soltar leche en todas direcciones. Marta la agarró y la meneó para que se corriera a gusto. Salían chorros enormes que cayeron en la espalda de Toñi. Marta extendía la leche por la espalda de la otra sin dejar de mover la polla. Toñi agarró la polla y se la volvió a meter aprovechando que aún se mantenía algo dura.
Marta se recostó en el sillón a descansar y Toñi estuvo sobre la polla de Jorge hasta que ésta menguó y salió de su coño. Lucas descansaba en el otro sillón. Después de un buen rato de descansar, tomaron unas copas y los chavales se marcharon. Marta y Toñi estuvieron hablando de lo que habían hecho y Marta, que en un principio no le gustaba la idea, estaba loca por ir probando todos los chicos que viniesen. Tras un rato se marchó a su casa.
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