A Juana le dan una tremenda sorpresa.
Bernardo y Juana se conocieron hace años por Internet y desde entonces chatean con mucha frecuencia. Ambos tienen diez y dos niños cada uno. Cuando chatean han compartido sus mas íntimos secretos. Con el paso de los años se han hecho cada vez mejores amigos.
Bernardo sabía que Juana tenía un amante llamado Gabriel, con el cual se veía desde que comenzaron el Chat por la Internet. Ella le era muy fiel a su amante y disfrutaba estar con él, hacer el amor con él y también hacán orgías con otras parejas de casados. Juana por su parte sabía que la propia esposa de Bernardo era de la China y tenía fantasías con ella, imaginando que se estaban cogiendo entre si porque también a ella le gustaban las mujeres.
Bernardo y Juana nunca habían tenido la oportunidad de encontrarse debido a que vivían en ciudades muy distantes, separadas por miles de quilómetros. Cuando chateaban siempre había mucha tensión sexual, se deseaban, y se habían masturbado muchas varias veces frente a la Web Cam mientras conversaban ya sólo podían hacer el amor virtual en la computadora. Sin duda había mucha atracción entre ellos, mucha química.
Cierto día mientras chateaban Bernardo le dijo a Juana que viajaría a donde ella vivía por motivos de trabajo y que deseaba conocerla en persona. Juana también tenía curiosidad en
conocerlo pero no deseaba que esta relación o amistad no fuera a llegar demasiado lejos. Al fin pudo vencer su nerviosismo y estuvo de acuerdo en encontrarse con él en el lobby del hotel en donde estaba hospedado.
-No vamos a hacer nada -Juana le informó a Bernardo después que se abrazaron.
–Bueno, yo te he dicho lo mismo, pero uno nunca sabe lo que pasará -dijo Bernardo con una risita.
Se sentaron uno al lado del otro en una pequeña y cómoda mesa privada en una esquina. Bernardo pidió tragos y comenzaron a hablar sobre las cosa que se habían dicho por medio de la Internet, en tantos años, todas sobre el tema del sexo. Mientras mas hablaban mas cerca se sentaban uno del otro hasta que Bernardo colocó sus manos sobre una de las piernas de Juana. La miró a los ojos cuando le retiró la mano de entre las piernas y le dijo: -Te conozco mejor que cualquier persona y se qué es lo que te excita, tus fantasías y voy a demostrártelo ya mismo.
-¿Eso tú crees? –dijo Juana.
-Si, vamos a mi habitación.
Juana, quien estaba un poco calenturienta -los tragos siempre la ponen así- se puso de pie y siguió a Bernardo hacia donde quedaba el ascensor.
Cuando entraron, Bernardo le dijo:
-Haremos las cosas a mi manera y no preguntes nada, ok?
A Juana le encanta que la dominen, le gustan los hombres seguros, y aunque muy nerviosa, aceptó.
Cuando entraron a la habitación del hotel, Juana notó que Bernardo extendió su mano y la introdujo dentro de una bolsa y sacó una venda.
-¿Qué mas tienes dentro de la bolsa? -preguntó ella.
-Ya lo sabrás y no hagas mas preguntas, te dije.
Bernardo le colocó el vendaje a Juana y apretó a la mujer contra él para besarla; un beso bien profundo. Le desabotonó la blusa y le quitó el sostén. Luego la besó de nuevo, ligeramente en los labios. Inclinándose le lamió cada uno de los pezones, apretándoselos mientras se los mamaba y chupaba:
-Mmmm, me encanta que me hagan esto -gimió Juana.
Bernardo le estaba agarrando el ritmo a la cosa y apretó mas a Juana contra él. Justo en ese momento la separó y fue a buscar algo para regresar casi inmediatamente. Ella sintió algo como seda que tocaba sus muñecas cuando Bernardo le amarró las manos. También sintió cuando le desabotonaron los patalones y se los quitaron, después, la pantaleta. Después la guió hasta la cama y la hizo colocarse apoyada sobre sus codos y rodillas. Ella sintió que le jalaban sus brazos hacia el copete de la cama y se dio cuenta que la amarraban en la parte de arriba de la cama, a los barrotes. Bernardo le levantó la cintura y colocó varias almohadas debajo para mantenérsela en esta posición. Ya se estaba poniendo excitada al adivinar lo que le iban a hacer. Completamente bajo el control del amigo, oyó cuando este se quitó los pantalones y luego se montó sobre la cama. Sintió su miembro tocándole su mejilla derecha. Estaba húmedo debido a una pre-eyaculación.
-Abre la boca, Juana.
Juana abrió su boca y sintió que le introdujeron el huevo adentro. El amigo se detuvo un momento y luego se lo siguió empujando, mas adentro:
-Que sabroso se siente. Me encanta que me hagas esto –dijo la muchacha.
Bernardo comenzó a bombearle el huevo dentro de la boca y ella gemía; bien mojada arqueaba el cuerpo tratando de soltarse. Justo en ese momento oyó cuando la puerta de la habitación se abrió y trató de tomar aire para decir algo:
-Dije que no hicieras preguntas -le indicó Bernardo con su huevo metido dentro de la boca a aquella dama.
¿Quién entraría al cuarto? –se preguntó Juana, ¿Qué será lo que me van a hacer?
Estaba muy nerviosa y excitada. Pasaron varios minutos y el recién llegado no dijo nada: y fue cuando notó un olor. Era esencia Herbal, ¡un champú para el cabello!! La persona que había llegado era una mujer!!
Justo en ese momento Bernardo se lo sacó de la boca y ella recibió un largo y profundo beso.
–¡Tampoco era Bernardo quien la había besado!!
-Eres muy bonita, Bernardo tenía razón. Eres mía y puedo hacer contigo lo que me plazca y tengo muchos placeres guardados para ti.
-¿Qué me irá a poner a hacer? -pensó Juana.
Esta fémina se montó a caballo entre los brazos de Juana y se acostó sobre ella ¡Estaba desnuda completamente!!
Juana sintió que colocó sus piernas a ambos lados de ella y le tocó por detrás de la cabeza con una mano para decirle:
–Quiero que me lambas la cuca y que hagas todo lo que te digo.
Juana estaba muy nerviosa, y se asustó cuando unas manos le jaló la cabeza hacia delante obligándola a que con sus labios tocara y palpara una cuca muy mojada, húmeda, la cual estaba bien afeitada y olía con una humedad exageradamente deliciosa, aquella cuchara de la mujer. Se pudo dar cuenta que la nueva invitada era delgada y de cuerpo atlético.
Quería participar, ayudar en todo lo que le iban a hacer por lo que arqueó su cuerpo muy estimulada para pegar mas su cuca a la cara de la otra dama. Desplazó la lengua a lo largo del clítoris de esta mujer, sintiendo como se hinchaba, aumentaba de tamaño por el placer recibido:
-Ummmmmm, ¡Qué sabroso se siente…mas, mas, por favor!!
-Si, Juana, métele la lengua bien adentro. Eso es lo que le gusta, hazla acabar -se oyó la voz de Bernardo a su lado.
Se preguntó que sería ahora lo siguiente. Rogaba que Bernardo la cogiera ya mismo, para acabar cuando de repente se abrió la puerta de nuevo y alguien entró:
-Bienvenidos, acaba de empezar la fiesta!! –reconoció la voz de Bernardo.
-Parece que si!! -dijo aquella mujer desconocida, anónima, con una voz suave.
-¿Qué tendrán en mente ahora? ¿Qué me van a hacer? No puedo hacer que paren, pero de todos modos estoy tan excitada que acabaría sola, sin que me hicieran nada –pensaba mientras introducía su lengua bien adentro de la cuca de la otra hembra. La cuca tenía un sabor dulce y ya se había dado cuenta que esta mujer estaba a punto de llegar al clímax.
Sintió que alguien se montó sobre la cama y se colocó entre sus piernas.
-¿Qué pasa? ¿Quién sería? –pensó.
-Debería decirles que no sigan con esto, que no quiero hacer mas nada.
Pero antes de que pudiera decir una sola palabra sintió el huevo de este individuo recién llegado metiéndose dentro de su abertura, hasta que se lo tuvo bien adentro. Se lo metió mas adentro todavía y ella explotó de placer.
-Aaaay, qué sabroso, qué rico. Ay, Dios!!
Nunca me han hecho algo tan rico ni he estado tan excitada – se decía a si misma.
-¡Por favor, cógeme duro, cógeme!!
Esto le dijo Juana al recién llegado cuando ya llegaba al orgasmo. Segundos mas tarde sintió que alguien se metió por un lado por debajo de sus caderas. Inmediatamente supo lo que iba a ocurrir. –Este debe ser Bernardo -pensó- porque me dijo una vez por Intenet que me quería hacer esto.
Sintió que la lengua de su amigo Bernardo recorría su hueco de la cuca mientras que el otro hombre le mantenía el miembro introducido. Llegó hasta el clítoris y le dio toquecitos con la lengua a un ritmo perfecto acompasado con los movimientos del otro hombre y su pene. Luego comenzó a chupárselo y a restregárselo mas rápido. El éctasis llenó cada rincón de su cuerpo y mente. Ella rápidamente cedió, se abandonó a todo aquello: se dejaba hacer de todo.
-Vamos a acabar todos juntos, Juana -dijo el hombre que no era Bernardo.
Inmediatamente ella levantó las caderas y gritó: -¡¡ya, ya estoy acabando!!
Todos sus jugos fluyeron, chorrearon, se filtraron dentro de la boca de Juana. En ese momento era la mas excitada de todos, mas que en toda su vida.
-Estoy acabando también!! -gritó Juana. –Así, asi me gusta, así, qué rico, ayyy, Dios mío, que sabroso!!
Los espasmos eran los mas intensos que jamás hubiera tenido. ¿Quién le estaría haciendo eso?
Sintió que le sacaron el huevo: -Estoy acabando! -dijo el desconocido, gimiendo.
Juana sintió la leche caliente que le dispararon con cada movimiento espasmódico, cada sacudida. La leche corría por su culo hasta que se derramaba sobre las sábanas. El misterioso hombre soltó un gruñido muy duro y se bajó de la cama, cansado: -Desátenla!!
Era la voz de Bernardo. El hombre rápidamente soltó las manos de Juana y ella inmediatamente se quitó la venda de la cara.
-¿Quiénes don estas personas? ¿Qué está pasando?
-La primera a quien vio fue a Gabriel, el amante de Juana!!
Tenía una gran sonrisa en la cara y dijo:
-Yo sabía que esto te iba a encantar. Lo tenía especialmente preparado para ti.
Juana se quedó atónita, boquiabierta. Volteó seguidamente y vio a una mujer de aspecto asiático y llegó a la conclusión de que sin dura era la esposa de Bernardo.
-Eres muy morbosa, tal como Bernardo me había dicho –le dijo Juana. De verdad sabes como hacer acabar a una mujer, como excitarla, estimularla y activarla!!
Por último, vio a Bernardo sentado sobre una silla completamente desnudo y con la mas grande erección que había visto alguna vez en un hombre: ¡palo enorme!!
-¡Sorpresa!! Ahora yo soy el único que falta. Les toca complacerme -dijo con el huevo apuntado hacia arriba.
-Vengan, acérquense.
Juana rápidamente se fue hasta donde estaba él y remató, cerró con broche de oro. Eso fue todo por hoy.
FIN
Traducido por Marcos Urbina
Traduttore_traidore
CUENTO ORIGINAL EN INGLÉS:
Jenna's Big Surprise
Vince and Jenna were online friends for years. They both were both married for
over 10 years and had two children each. They would chat and share all of their
deepest secrets. Over the year's they became fast friends. Vince knew that Jenna
had a lover, Gary, who she had been seeing since they began chatting. She was
loyal to her lover and enjoyed experimenting with him and other couples. Jenna
knew Vince's wife was Asian and fantasized about sharing her. Vince and Jenna
had never had the opportunity to meet as they lived several hundred miles apart.
When they chatted there was always an underlying sexual tension. They had
masturbated on line a few times and there was a definite attraction.
One day when they were both online, Vince told Jenna that he would be in her
area for work and that he wanted to meet. Jenna was curious to meet but didn't
want to take their relationship further. She overcame her nervousness and agreed
to meet one afternoon in the lobby of the hotel where he was staying. "Nothing
is going to happen", Jenna informed Vince after their initial hug. "I have
always said that's fine, but you never know about the future," Vince said with a
wink. They sat down next to each other in a cozy booth in the corner. Vince
ordered them both drinks and they began discussing all of the conversations that
they had over the past years, most of them revolving around sex. The more they
talked the closer they got in the booth and Vince placed his hand on Jenna's
leg. Vince looked into her eyes as he moved his hand up her thigh and told her
"I know you better than almost anyone and I know what turns you on and your
fantasies and I am going to show you."
"You think so, do you?" said Jenna. "Yes I do and let's go to my room." Jenna
who was a bit tipsy (and drinks always made her horny) followed Vince to the
elevator. As they got in, Vince told her "you will go by my rules and no
questions." Jenna who loves domineering, confident men, nervously agreed.
When they got into the hotel room, Jenna noticed Vince reach his hand into a
duffle bag and pull out a blindfold. "What else do you have in the bag?" Jenna
inquired. "You will find out soon enough and no more questions." Vince placed
the blindfold on Jenna and pulled her tightly to him and kissed her deeply. He
unbuttoned her blouse and removed her bra. He kissed her again, nipping lightly
on her lip. Vince bent down and licked each of Jenna's nipples and began
pinching them as he sucked on them. "Mmmm, I love that," Jenna moaned. Vince
picked up his pace as he pulled Jenna tighter to him. Just then he broke away
and returned a few seconds later. She felt something silky touch her wrist as
Vince tied her hands together in front of her. Jenna felt him unbutton and
remove her pants and then panties. Vince guided her toward the bed and had her
get on her elbows and knees when she got on. She felt her arms pull toward the
head of the bed as he tied her to the bottom of the headboard. He picked up her
waist and put several pillows under her waist which raised her up. She was
getting excited as to what was going to happen. She was completely under his
control. She heard him remove his pants and felt him move onto the bed. She felt
his manhood touch her right cheek. It was wet from his precum. "Open your mouth
Jenna." Jenna opened her mouth and felt him enter her. He paused for just a
moment and then pushed himself into her. "You feel fantastic. I love it." Vince
began to pump his cock in her mouth. He began to moan. Jenna was very wet and
ached for her release. Just then she heard the room door open and she gasped. "I
said no questions," as Vince kept her mouth occupied. "... Who could possibly be
in the room, Jenna thought to herself? What is he going do me?" Jenna was both
nervous and excited. Several minutes went by and the visitor said nothing.
That's when she first noticed the smell; it was Herbal Essence, shampooed hair!
The visitor was a woman! Right then Vince pulled himself out of her mouth and
she was met with a long, deep kiss. This wasn't Vince! "You are so pretty. Vince
was right. You are mine to do with as I please and I have a lot to please."
"What is she going to have me do," thought Jenna. "The visitor straddled Jenna's
arms and laid back. She was naked! Jenna felt the visitor move her legs on each
side of her. She touched the back of Jenna's head with her hands. "I want you to
lick my pussy and you will do as you are told. Make me cum." Jenna was shocked
as her head was pulled forward by the visitor's hands and her lips touched her
very wet pussy. It was shaved, moist and smelled wonderful. She could tell the
visitor was very trim and athletic. Jenna was exited. She wanted to do this and
was aching with excitement. She moved her tongue along the side of the visitor's
clitoris, feeling it swell with pleasure. "Ummmmmm, nice..., more."
"Yes Jenna, move your tongue deep inside of her. That's what she likes. Make her
cum for me." Vince's voice was next to her and she wondered what was next. She
was aching to be fucked, to cum. What was he waiting for?
The door opened again. "Come on in, the parties just started." It was Vince's
voice. "It certainly looks that way," the stranger said in a muffled voice.
"What does he have in mind now, she thought."
"I am helpless to stop him. But I am so turned on that I just may cum without
any help." She thought as she was pushing her tongue deep within the visitor. It
tasted sweet and she knew the visitor was getting close to climax. She felt
someone get on the bed and move between her legs. "What is going on, who could
it be," she thought. "I should try to stop this." Before she could say a word,
she felt his cock push on her opening and then he was inside her. He pushed
deeply within her and she exploded in pleasure. "Oh my god. I have never been so
turned on in my life," she thought. "Please, fuck me hard," Jenna quickly said
as the visitor neared climax. A few seconds later she felt someone move under
her hips from the side. Immediately she knew was going to happen. This must be
Vince! He said he wanted to do this. She felt his tongue running along her
opening while the stranger pushed deep insider her. He moved to her clit and
flicked it with his tongue in perfect rhythm to the strangers pace. He began
sucking and rubbing it faster and faster. The ecstasy filled every corner of her
mind and body. She quickly gave into it. "Lets cum together, Jenna," the visitor
said. Immediately she raised her hips and screamed, "I'm cuming!" Her juices
flowed into Jenna's mouth. At that moment, Jenna was the most turned on she had
ever been in her life. "I am cuming," Jenna shouted. "Yes, yes, oh my god." The
spasms were the most intense she had ever experienced. Who was doing this?
She felt the cock pull out of her. "I am cuming," the stranger moaned. She felt
his warm cum shoot on her back with each spasm. The cum ran down her lower back
and spilled on the sheets. The mystery man let out a low grunt and fall back off
the bed. "Untie her." It was Vince's voice. The visitor quickly untied Jenna's
hands. As soon as Jenna's hands were free she quickly removed her blindfold. Who
were these people? What had just happened? The first person she saw was Gary! He
had a big smile on his face. "I knew you would love that. I just had to do that
for you." Jenna was stunned. She quickly turned and saw an Asian woman that she
quickly determined was Vince's wife. "You are as naughty as Vince said you
were," she said. "You sure know how to turn a girl on." Lastly she saw Vince
sitting on a chair, completely naked and the biggest erection she had ever seen.
"Surprise! Now you only have one last person to please, and that's me. Come over
here."
"Jenna quickly walked over and finished a most extraordinary day.
THE END