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Categoría: Confesiones

Últimos días en Boca Ratón

Después de pasar la noche con Juan, llegué a mi habitación, cansada y extenuada de una cogida rica, me fui a mi ducha, me enjuagué mi vagina, que estaba llena de semen, que Juan me llenó todita, al enjuagarme, sin querer, me masturbé, pensando en lo rico que pasé con mi viejo y negro Juan, líder católico, terminando de ducharme y al correrme, me fui a acostar, sólo al juntar mis piernas, y rozar mi concha, que estaba inflamada, me recorrió un escalofrío, que sin duda, deseaba nuevamente ser poseída por ese negro, que pese a su edad, era muy vigoroso.



Me desperté más o menos por las 12 del mediodía, era mi penúltimo día en Boca Ratón, quería sin duda despedirme de ahí probando otra vez la rica verga de mi negro Juan, con sólo mi bata blanca, que cubría mi desnudo cuerpo, asomé por mi ventana, lo vi que estaba en la piscina con su grupo, cuando se quitó la camisa, mostrando su torso trabajad, pero por la edad, descuidado, me excité al verlo, con mi dedo, froté mi clítoris, comenzaba a masturbarme por él, mientras lo veía nadar, más aceleraba mi paja, metía no solo 1, ni 2, hasta 3 dedos metía dentro de mi conchita, cuando Juan por accidente se le cayó su malla, justo frente a mí, vi su palo, que solo en estado de reposo, es grande, ahí aceleré mi masturbación, con mis dedos dentro de mi, me vino un escalofrío, tuve un orgasmo, pensando en mi negro Juan.



Al salir a la piscina, serían más o menos las 3pm, cuando llega María, mi amiga del grupo, a charlar conmigo, vaya que conversamos de todo, amores, amigos, y aventuras, de que ella (María tiene 47 años, me dijo que era de mi edad) también coge con un chico joven del grupo (me dijo María que él tiene 25 años), que sólo vino al grupo para estar con él, ya que en La Habana, no lo puede ver seguido, ya que ella esta con su marido e hijos, y que aprovecha este viaje para estar con su joven amante, yo solo le dije que lo disfrute mucho, que no se entere Juan nomas, y ella medio seria me dijo que no me metiera con Juan, porque yo no lo conocía bien, y que no juegue con él, pero que es un buen mozo, un buen partido para toda chica, con eso, se fue, dejándome sola en la piscina.



Llegó la noche, y salí a comprar algo en la ciudad, cuando de repente, me encontré con un sex shop, nunca tengo un objeto sexual en mi casa, pero me dio curiosidad de ver lo que tenía la tienda, observé una especie de pene artificial, pero sostenida con un arnés, con forma de cinturón, sin duda, me lo compré, la tendera cubana me dijo que yo soy de las mujeres que dominaba la situación, me ofreció un látigo, pero no quise, bueno, lo compré, y fui al hotel, cuando llego a mi cuarto, apareció Juan, con su mirada pícara, llegó hacia mí, y me dio un pico, que no lo rechacé en absoluto, en lo que:



Juan: Hola cosita, recuerdas de ayer…



Yo: claro amor, como no recordar que pasamos juntos ayer, y bueno, que me vienes a invitar a tu reunión?



Juan: bueno, yo divido mis cosas en 2, la reunión y el placer... La reunión ya fue, ahora bueno... Toca...



Yo: ahora toca el placer mi amor...



En ello, me le abalanzo a él, y lo beso rico, jugamos nuestros labios cerca de mi habitación, abro la puerta, lo meto ahí, cuando le dije algo así:



Yo: Juani, te tengo una sorpresita mi negro rico,



Juan: cosita, que será que me tienes, eh, estoy ansioso que me indiques..



Yo: A su tiempo amor...



Sigo a los besos con mi viejo negrote, cuando fui a la cama, me puse en 4 patas, dándome nalgada, como invitarlo a que me poseyera, se acercó, me quitó mi vestido flowy, mi sostén, y mi tanguita, dejándome desnuda, acostada, levanto mi cola, quedando mi vagina y culito todita disponible a mi Juan:



Yo: ven acá mi negro, mi macho, sacia el hambre que tiene esta hembra...



Juan: vaya que eres muy sucia mi cosita, eso me gusta mucho, ahí te voy...



Acerca su boca, y comienza a chupar mi clítoris, sentí una descarga, que inmediatamente moví mi vagina al compás de sus chupadas, Juan me hacía un rico sexo oral, que perdí la noción del tiempo, ya no era la misma, estaba a mil, con mi negro comiéndome todita, ahí sentí que su lengua y boca me estaban chupando mi culito, que rico que estaba yo, Alfonsina, una mujer viuda, disfrutaba de un negro, que me chupara el culo, lo hacía muy rico, sacó su boca de mi entrepierna, se desnudó, y sentí como poco a poco metía su enorme pene en mi cuevita, llenándome por completa, comenzó a bombearme, rico, su mete y saca era tremendo, aun no probaba su verga, él estaba disfrutando mucho de la penetración, cuando:



Yo: aaaahhh que rico cosita rica, así, dame duro, si, siiii que



Juan: te voy a hacer llegar al cielo, tu negro te va a coger rico, disfruta sucia, siii



Cuando descansó un poco, se saqué su pene, me arrodillé a la altura de su palo, y lo comencé a comer, que rico, otra vez disfrutaba de tremendo miembro, que ya mi boca se acostumbró a recibirlo, quería tenerlo todo en mi boca, practiqué la garganta profunda, pero era grande su palo, que me provocó arcadas, sin lograrlo, mejor chupaba sus bolas, que eran grandes, hasta que, de rodillas, me puse tras de él y:



Yo: ahora prepárate mi chocolate sexual a mi sorpresa...



A Juan, comencé a hacer, nada más y nada menos, que el beso negro, si, el beso negro, no me dio ninguno asco, al contrario, me dio mucho placer, excitación, que primera vez chupaba un culo de un macho y más aún un negro,



Juan: eres muuy sucia mi cosita, pero eso me encanta mi Alfonsina, eres la primera que me está comiendo mi culito, ya veras, te voy a castigar mi hembra rica...



Yo: (seguía comiéndome su culo), hazme lo que quieras chocolatito, rómpeme si quieres, pero no te me escapas de esta comida...



Al mismo tiempo de que le hacía el beso negro, masturbaba su palo, con mis 2 manos, él gozaba de un placer que nunca hemos experimentado, yo el comerme un culo masculino y Juan que una mujer le comiera su amito, que rico fue ese espectáculo que él solo se puso a gatas, dejándome su culo a mi disposición, que rico, sus nalgas firmes, redonditas, nalgueaba a mi negro, y chupaba su culo, que rico, que placer me estaba dando:



Juan: Alfonsina, que rico, cómeme todito, soy tuyo, hazme correrme sii, siii, ooohh.



Yo: me gusta tu culo y me lo voy a comer toda la noche, y aun eso no es todo...



Lo puse boca arriba, le di un beso rico, en su boquita, y me senté a cabalgarlo, sube y baja estaba yo en su gran pene, que rico lo hacía moviendo mis caderas, jadeaba Juan, me culeaba rico, con sus bolas chocando mi culo, así estábamos, cuando:



Yo: aaaahhh siiii, siiii, que rico, párteme todita, siii, siiii, que hermoso eres mi negro, culeame así... Yes, yessss...



Juan: así, toma cosita, te mereces este premio por comerme rico, ahora me toca a mi...



Después de tener mi orgasmo, me puso en 4 patas, y poco a poco su vergota, se iba abriendo en mi culo, si, Juan me estaba haciendo sexo anal, algo que al principio no me gustaba, pero con mi difunto Alejandro lo hacía, y rico, pero ahora con un negro como Juan, lo disfrutaba poco a poco, me bombeaba rico, ya mi culo lo recibía todito, si, todito, era un mete y saca brutal, nuestros cuerpos estaba sudados, sentía como las gotas de sudor de Juan caían en mi espalda, él seguía rompiéndome el culo, mientras yo me masturbaba para amortiguar el dolor, cuando él me lo saca del culo, y lo introduce en mi conchita, ambos agujeritos de mi cuerpo lo recibían bien, sin problemas:



Yo: aaaahhh párteme así, asi, sii, todita, me gusta tu enorme paquete que tienes, siii, dame rico.



Juan: claro que si mi cosita, nadie te va a culear rico como yo, sí que toma duro, duro, te voy a dejar mi marca en tu culito...



En ello:



Juan: cosita me vengo, déjame llenarte tu culito de mi lechecita, ahí te va.



Yo: si mi negro riega mi culo, señal que estuvo, así, aaahhh.



Cuando sentí el pene de Juan explotar, me estaba regando mi culito, con una lechecita caliente, que sentía que caía hacia mis intestinos, una vez descargado todo, el pene de Juan se hizo chico, salió solo de mi ano, nos damos vuelta, nos besamos, mientras descansamos, sudados y todo, le dije:



Yo: ahora viene la otra mitad de la sorpresa mi negro rico...



Se sorprendió un poco, cuando:



Juan: aquí la estoy esperando con ganas, sabes mi cosita, no me gusta que me dejen con las ganas ehhh, o si no te rompo todita nuevamente...



Le besé apasionadamente, adolorida y todo, me levanté de mi camota, caminaba con un poco de dificultad, ya que me había roto el culo con su verga, me fui al baño.



Yo: no te vayas a ir mi chocolatito bello...



Juan: aquí te espero... Con lo que te traes ya estoy excitado de nuevo...



Cerré la puerta del baño, encontré la funda que había comprado en el sexshop, saqué en arnés con el pene artificial grande, me lo puse, y me sentía rara, al tener en medio de mis piernitas, un palo, desde mi baño, le dije que cerrara los ojos, accedió, y bueno, salí, con el arnés puesto, le dije que abriera sus ojos y:



Juan: que es eso cosita...



Yo: es un juguete que compré hace un rato, y quiero estrenarlo contigo cosita.



Juan: vaya que eres una golosa perrita.



Me acerqué a él, lo besé con pasión, con su mano acarició “mi palo”, yo acariciaba su pene ya de nuevo con vida:



Yo: ahora soy yo la que te voy a someter Juan, así que prepárate



Juan: vente nomas mi cosita rica, que igual, estoy esperándote...



Yo chupo su palo nuevamente, acariciaba sus bolas y con uno de mis dedos, le metía en su culito, si ahí mismo, se sorprendió, que lo estén dominando, cuando le dije que:



Yo; cosita, abre tus piernitas, ahora yo te voy a partir todito...



Juan: te tomas revancha ehh, bueno, ahora hazme tuyo cosita, si no lo haces, te culearé cono hace un rato...



Activo el palo de mi arnés, en modo vibrador, y poco a poco, metí “mi palo” en el culo de Juan, ni yo lo imaginé, comencé la pose del misionero, él estaba excitándose, magreaba su pene para deleitarse el placer de mi embestida, yo mientras tanto, aceleraba mi embate, lo metí todita “mi verga” en su culito, lo hacía rico, le gustaba a Juan:



Juan: no creí que fuera capaz de sorprenderme mi amor, me estás haciendo gozar rico dame duro, si, duro mi cosita, así, oooohhh.



Yo: ahora que se siente que se invierten los papeles ehh, ahora te estoy rompiendo el culo, mi chocolate sexual...



Seguí en sus embates, cuando me quito de juan, le hago ponerse en cuatro, aunque no lo crean amigos, estaba dominando a un negro, si a un negro vergón y viejo como Juan.



Yo: antes de culearte, voy a comerte tu culo...



Juan: hazme lo que quieras cosita, soy tuyo...



Pongo mi cara en su agujero, y comencé a devorarme ese rico culito que tiene, metía mi lengua ahí, creo que le hice sentir una corriente eléctrica, que exclamo con un “OOHH SIII NENA, SIIII”, fue fabuloso, comiéndome el culo de un negro por segunda vez, serían unos 5 minutos, cuando ya decidí terminar con esto, al penetrarlo por detrás a Juan, metí “mi verga” en su culo, y comencé a bombear:



Juan: ooohhh así mi cosita, así, no pares nena, si, si, dame rico, dame duro, duro, cosita, culeame rico mi Alfonsina.



Yo: mi negro rico, toma, ehh, ehhh toma duro mi puto, toma, que eres tú?



Juan: tu puto, tu puto, tu perro... (En ese momento se olvidó de que era un líder juvenil para ser un esclavo sexual).



Yo: así que toma mi puto, así, goza, ehh ehh goza duro...



Que rico que estaba, penetrando a mi negro, tal era el gozo, la sensación, que lo metí todito en su interior, bombeaba duro, duro, como él lo hacía conmigo, después de 10 minutos de tanto revolú, de tanta revolcada extrema, cuando..



Yo: Juani que rico que estás, tu pene quiere venirse, dame tu lechecita para tomármela, suiii



Juan: acá te voy a dar todita mi amor, toma toda, si, toda.



En eso, me salgo de su culo, y yo misma lo pajeo, brotando es ese rico palo un néctar riquísimo, calentito, que sin dudarlo, me tomé todita, como una gata hambrienta, subo hacia él, nos acostamos, yo puesta el arnés, lo beso apasionadamente, cansada, y sudada, me dormí rico en el pecho de mi negro hermoso.



Serían las 4 am, cuando Juan se despierta, buscó su ropa, se estaba poniendo su interior, cuando me le acerco vuelta, me culea otra vez, era mi último día en Boca Ratón, quería pasármelo todo el día con él, después de terminar de culear, me dijo que a las 10 am se iba de regreso a Cuba, y que estaba gustosísimo de conocerme y pasar ratos ricos y excitantes conmigo. Luego de darnos el beso de despedida, se fe por donde entramos la noche anterior, y nunca más volví a saber de él.



Pasé todo el día en mi habitación y por la noche, para poder saciar mi hambre sexual, me masturbaba pensando en ese viejo, negro y rico, y me imaginé que nunca iba a encontrar un negro así, al otro día muy temprano, fui al aeropuerto hacia mi último destino, Los Ángeles (Long Beach).



Era la primera vez que hago la penetración a un hombre, sin duda, es espectacular, anímense a hacerlo, es maravilloso, me cuentan como lo hacen, y si les gusta...


Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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