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Faltaban 10 días para que se inicien los trámites de mi divorcio y comenzaría la discusión por la tenencia de mi hijo. Una discusión a medias, porque mi esposo nunca dijo que quería la tenencia, en las conversaciones que manteníamos siempre hablamos de que él se quedaría conmigo. La que no quería eso era mi suegra, ella siempre quiso que me lo sacasen, y a pesar de lo hablado siempre quedó la posibilidad de que ella lograse convencer a mi “ex” porque era muy dominante. Así que tenía en claro que a partir de ese momento terminarían mis actividades sexuales. En estos meses algo en mi cambió, ahora me excitaban las miradas, los piropos y ciertas insinuaciones y descubrí que a mí me encantaba provocarlas
Semana santa era en los primeros días de abril y mi suegra se iría con la familia a pasar esos 4 días a su casa de la costa, y quería llevarse a mi hijo, algo que yo no aceptaba y no lo iba a permitir de ninguna manera, él se iría con mis padres, sus tíos y primos.
Dos días antes vino mi suegro a casa, con él tenía una excelente relación, pensé que quería convencerme de algo pero no fue así vino a darme un cheque para que le entregué a un empleado de la casa del campo. Sabía que él estaba de acuerdo en que mi hijo se quedase conmigo.
Semana santa había llegado y yo me quedé sola, sonó el TE y atendí era mi suegra, discutimos y ella dijo que me iba a quedar sola, que ella se iba a quedar con mi hijo y que disfrutaría eso… la insulté de todas las maneras posibles y colgué bruscamente el TE. Apenas lo colgué, este volvió a sonar y yo pensando que era mi suegra conteste de mala manera, era Ramón el empleado del pequeño campo que habían heredado mi suegra y su hermano, y que quería verme porque debía dejarle unos papeles. Así que quedamos en vernos a eso de las 16:00 hs., en casa.
Ramón, era el hijo del capataz del campo, ellos y un empleado más trabajaban en el. Ramón tenía unos 25 años, no era muy apuesto pero tenía lo suyo, era muy tímido y muy respetuoso. Llevaba cerca de un año sin verlo, la última vez había ido con mis suegros por cuatro días ellos no se animaban a manejar y yo los llevé, esos días ahí me acerque mucho a él, me gustaba su forma de ser.
Colgué el teléfono, seguí con mis pensamientos, yo no quería a mi suegra pero la soportaba estoicamente, pero después de esa charla telefónica la odie con todas mis fuerzas.
Así fue como decidí vengarme de mi suegra, ella era una mujer que porque tenía dinero se podía llevar a todo el mundo por delante en especial si esa gente eran sus empleados para ella eran todos “negros de m…”, y entonces surgió la idea de pegarle donde más le dolía… iba a seducir a Ramón, él era la persona ideal… me podía vengar en casa de mi suegra, con una persona que a ella le disgustaba… hacerlo en su casa, se convirtió en un placer y porque no en su cama, me causaba una sensación indescriptible pensar en mirarla a los ojos y decirle con los míos cogí en tu cama con un empleado tuyo, fue tan placentero hacerlo en ella.
Lo llamé a Ramón para decirle que el encuentro iba a ser en casa de mi suegra, yo tenía la llave de su casa que alguna vez me dio mi suegro.
Salí de casa puse mis ropitas en un bolso y salí a la casa de mi suegra, me sentía excitada como pocas veces, pero no tanto por Ramón me excitaba el hacerlo en casa de mi suegra, me volvía loca pensar que lo haría en su cama, en su casa, coger a Ramón en cada rincón y decirle alguna vez como goce el hacerlo en su casa. Tenía dos horas antes que llegase Ramón.
Arregle la casa y me preparé yo para recibir a Ramón, estaba muy provocativa tal vez como nunca. Llevaba mi cabello largo y suelto no lo planche así como estaba ondeado y ensortijado se me veía más natural y creo que más sexy para usar la ropa que llevaba puesta, mis ojos estaban delineados y mis párpados maquillados en tonos de degrade marrón, puse un poco de rubor a mis mejillas, mis labios con rouge rosa delineados para que se viesen más gruesos, tenía una remera color naranja, con pequeñas manguitas, escote en V muy insinuante, por el que asomaban las nacientes de mis senos y por la excitación que tenía mis pezones se notaban muy erguidos, la remera llegaba hasta mi cintura pero al ser suelta y ayudada por mi falda se veía un poco de mi vientre, y también mi ombligo, la pollera blanca era de mi sobrina, me quedaba un poco ajustadita pero me encantaba así, la cintura era levemente caída, tenía un adorno en la cintura de la misma tela que simulaba un cinto , estaba muy pegada a mi cadera, a mi cola y a mis piernas, y lo suficientemente corta para dejarlas al descubierto unos 15 cm. por encima de mis rodillas, llevaba unas sandalias abiertas en blanco con taco alto como para darle más curvatura a mi cuerpo.
Cuando el timbre sonó sentí que mi corazón desbordaba de emoción, no solo por lo que iba a hacer sino en donde, me acomodé la ropa y fui en su busca, estaba distinto, había cambiado mucho estaba muy lindo, en este año sin verlo había cambiado mucho llevaba su cabello negro suelto, agradable de cara, ojos marrones, remera celeste levemente ajustadita insinuaba su tórax musculoso, un jean azul ajustadito también con buena cola, nos saludamos con un beso en la mejilla porque yo forcé la situación, lo hice pasar, yo caminé delante de él por su mirada supe que le gustaba verme así y al caminar lo hacía de manera que el movimiento de mi cola fuese muy sensual.
Mientras preparaba unos mates charlábamos yo desde la cocina y él en el living. En realidad charlar era una manera de decir ya que su timidez lo volvía un poco parco.
Fui al living varias veces llevando las cosas para el mate y para mostrarme. Me senté en la silla y vi sus ojos desorbitados cuando lo hice, así sentada en forma natural y sin forzar ninguna situación mi pollera dejaba al descubierto casi la totalidad de mis piernas, la falda apenas las cubría. Charlamos, y mientras tomábamos mate él me dio lo que trajo para mi suegra, y dijo:
R- Esto es lo que traje para su suegra
C- Perdón me molesta que me trates de usted, así que por favor tutéame, yo sé que a ella le molesta pero ahora no está y falta muy poco para no ser más su nuera… decías…
R- Sí que esto es lo que traje para su suegra… tu suegra (como lo mire mal cambió por el tuteo)
C- Que es?
R- Una carta y unos papeles para su… tu suegro
C- Bueno cuando venga se lo doy, y me dejó este cheque para que se lo hagas llegar a Anastasio
R- Bueno, yo ya no la molesto más (le costaba tutearme), perdón no te molesto más
C- Estas solo o viniste con alguien?
R- No solo
C- Y cuando volvés?
R- Tengo pasaje para mañana a la tarde…
C- Bueno entonces te quedas a almorzar… y no acepto un no por respuesta, además hice canelones, vos dijiste que te gustaban…
R- Si… es mi comida preferida
C- Si me dijiste eso en el campo, y quise agasajarte
El me miraba las piernas yo las había cruzado y mi pollerita las dejaba muy al descubierto.
Me incorporé caminé a la cocina llevando algunas de las cosas del mate y ¿trastabille? sin llegar a caerme, igual cayeron las cosas que llevaba, el vino presuroso a ayudarme me preguntó si me había pasado algo, yo le dije que no, la yerba mate y el azúcar estaban desparramadas por el piso, él se agacho a levantar la azucarera y la yerbera y yo hice lo mismo poniéndome en cuclillas, mi pollera trepó por mis piernas ya casi no las cubría, él clavó sus ojos en ellas, yo lo miré a los ojos tome una de sus manos y dije:
C- Deja eso para más tarde ahora solo quiero que me beses que me saques la ropita, y que cumplas mi deseo, porque desde hace un año no hago otra cosa que pensar en vos, quiero que me cojas, quiero ser tuya.
No lo dejé reaccionar, me arrojé sobre él y quedamos contra el piso, mi cuerpo sobre el suyo y mis labios fueron en busca de los suyos… lo besé y mi cuerpo se estremeció al tomar contacto con sus labios, nos revolcamos en el piso sin dejar de besarnos, nuestros cuerpos estaban impregnados de yerba mate y azúcar. Luego de largos minutos separe mis labios de los suyos, lo mire y dije:
C- Hace un año que deseo estar así con vos; te deseo bebé, estar así con vos es maravilloso
R- Yo también te deseo, siempre pienso en vos, pero siempre pensé en vos como un imposible, solo en mis sueños te podría tener así…
C- Ahora me vas a tener cuantas veces quieras, porque voy a ser tuya las veces que quieras
Volvimos a besarnos sentí sus manos acariciando mi cola y me volvían loca esas caricias, luego de varios minutos así nos levantamos y entre besos y abrazos fuimos a la habitación que era de mi suegra, en ese momento no pensé donde lo iba a hacer, estaba muy excitada disfrutando el momento de la pasión, sus besos, sus caricias, demostraban su deseo por mí y eso era lo único que valía la pena disfrutar, ese momento era maravilloso.
Me llevó a la cama, me depósito suavemente en ella, se acostó en mi lado, me miraba, acariciaba mis piernas por encima de mis rodillas, sus manos no eran suaves se sentía la aspereza de su trabajo en ellas, pero me encantaba sentirlas. Las acariciaba delicadamente como si mi cuerpo fuese una porcelana que él no quería dañar, entonces me miró y dijo:
R- Sos un hermoso sueño, no puedo creer estar así con vos.
C- No soy un sueño, te deseaba pero no me animé a hacerlo antes pero ya no aguanto más, siempre quise ser tuya.
Se pegó a mi nos besamos enloquecedoramente su mano subió mi pollera y acariciaba mis intimidades por sobre la bombacha, la pasión nos envolvió y un sin fin de gemidos y gritos ahogados por los besos envolvieron el ambiente silencioso de la casa. En medio de tanta vorágine yo quede sobre él, sus manos intentaban subir mi remera, y yo que deseaba eso, me incorporé un poco y la retiré de mi cuerpo dejando al descubierto mis senos sin corpiño, él al tiempo que decía lo hermosos que eran deslizaba su rustica mano por mi tórax y rozaba la periferia de mis pechos, mi cuerpo gozaba sus caricias, gemía a más no poder, lo abracé, y antes de besarlo en la boca dije:
R- Ahora mi cuerpo es tuyo hace con él lo que quieras.
No besamos apasionadamente durante largos minutos revolcándonos en la cama, luego él se quitó la remera y vi su cuerpo musculoso, besé su tórax, mientras él me quitaba la pollera y yo lo ayudaba a sacarse el pantalón, quede con mi pequeña bombacha blanca, él con su slip gris, tomó mis brazos besó suavemente mis labios , sus besos bajaron por mi cuello, llegaron a mi tórax, me enloquecía sentirlo así pero deseaba como nunca sentir su boca en mis pechos, sus besos suaves, se extendían por mi tórax entre medio de mis pechos, entonces su boca beso uno de ellos, mi cuerpo se estremeció de placer, mis manos aferraron con fuerza la sábana floreada, y mi boca lanzó un grito placentero y apasionado.
Luego sus labios tomaron suavemente uno de mis pezones, lo introdujo en su boca, lo saboreo con su lengua, y yo sentía como se iba endureciendo dentro de ella, entonces luego de lamerlos comenzó a succionar mis pechos cual si fuera un bebé, en forma dulce, suave, yo gemía y gritaba de placer mientras mi mano acariciaba su cabello, luego hizo lo mismo con el otro, durante largos minutos su boca se apoderó de mis pechos haciéndome sentir un placer inigualable, nunca nadie me había hecho sentir tanto placer, a estas alturas yo estaba loca y dispuesta a darle todo, el siguió con sus besos y bajó por mi tórax, besó mi vientre, hasta llegar a mi bombacha, la bajo besó mi vagina, deslizó su lengua por ella saboreo mis ya mojados labios vaginales, en ese momento comprendí que ese ser al que me estaba entregando me hacía vibrar y gozar como muy pocas veces lo había sentido.
Él se incorporó se quitó el slip y pude ver su buen dotado pene, su glande rojo y deseoso por apoderarse de mí, tanto como yo de recibirlo, así que retiré totalmente mi bombacha, mi boca deseaba sobre manera saborear su pene así que fui en busca de él.
Tome con mi mano su pene, deslice mi lengua por su tronco desde su naciente hasta llegar a su glande mire esa belleza y la besé, antes de poder hacer otra cosa el giró sobre la cama estaba claro que deseaba saborear mi vagina, su lengua se apoderó de mis labios vaginales y los míos de su glande, lo saboree y lo besé a más no poder, vibraba de pasión sintiendo su boca, en mi vagina me estremecía totalmente, estaba muy caliente, entonces introduje en mi boca su pene y lo fui succionando, e íbamos acelerando el ritmo hasta llegar al punto culminante, sentí mi cuerpo estremecer, agitarse en miles de convulsiones sentí ese orgasmo muy especial, su lengua quería introducirse más y más en mi vagina y su pene explotó casi al mismo tiempo, lanzando en mi boca torrentes de cálido semen.
Cuando nos calmamos fuimos al baño nos pegamos una ducha ligera, salimos del baño yo le hice cosquillas, y salí corriendo el me persiguió y me alcanzó en el borde de la cama, caímos sobre ella sus fuerte brazos me abrazaron y su boca comenzó a besar mi cuello y a dar en el pequeños chupones sin marcarme, sus labios en mi cuello me estremecían.
Luego fui yo la que beso su tórax y su cuello, me encantaba verlo gozar en mis brazos.
Después quede sobre la cama y él volvió a mis pechos, beso mis pezones, lo tomaba suavemente con sus labios, esa sensación me enloquecía, él los lamía suavemente, su lengua en ellos me encantaba, acariciaba mis pechos con sus manos y su boca se apoderaba de una mayor superficie y succionaba mis tetas cual bebé arrancándole a mi boca profundos gemidos mientras mi cuerpo se estremecía como nunca.
Luego bajo por mi tórax, deslizando su lengua por él. Yo estaba a punto de estallar de goce, llegó hasta mi cintura, me sentía sumamente excitada, en ese momento él subió en busca de mi boca, un profundo beso de lengua selló ese momento, acomodó su pene erecto colocándolo a la entrada de mi vagina y eso hizo que mi cuerpo se estremeciese en un sin fin de convulsiones, un enloquecedor orgasmo se había apoderado de mi cuerpo, gemidos y gritos placenteros nacían de mi boca.
Cuando me calmé, él me beso luego se incorporó, acarició mi tórax, mis senos, llegó a las puertas de mi vagina, la acaricio, yo me estremecía sentía mi vagina mojada, tumbada sobre la cama, coloque mis pies sobre los hombros de Ramón y empezó a penetrarme, su pene entraba fácilmente a pesar de su tamaño por mi súper lubricada vagina, sentí que su pene me había penetrado totalmente, sus manos tomaban mis caderas y mis nalgas, nunca lo había hecho en esa posición pero así estaba extasiada, me sentía dominada, él manejaba la situación y yo estaba gozando como nunca, su pene recorría mi vagina haciéndome sentir una enorme sensación de placer, podía ver su cara sus ojos que demostraban el placer que sentía, y su boca no paraba de adular mi cuerpo y yo le pedía más y más, hasta que sentí explotar su pene, en el mismo instante que mi cuerpo volvía a sacudirse en miles de placenteras convulsiones, mientras la calidez de su semen invadía mi vagina, mis piernas bajaron hasta tomar su cintura, él se abalanzó sobre mí, y mientras nos besábamos apasionadamente sentía su pene contrayéndose aun en una interminable eyaculación.
Luego cuando nos calmamos y su pene abandonó mi cuerpo, nos unimos en miles de caricias, de besos, de palabras dulces, luego nos levantamos, fuimos a almorzar, pasamos por la Terminal de micros, a pedido mío cambio su pasaje del día viernes para el domingo al mediodía, no me costó mucho convencerlo. Volvimos a la casa, esos días fueron apoteóticos, él colmo todos mis deseos y muchos más, mi cuerpo fue totalmente suyo en forma completa.
Cuando llegó el domingo prometimos volver a vernos, pero esto hasta hoy no sucedió, ni va a suceder.
Comencé los trámites de divorcio, y junto a ello comenzó mi abstinencia sexual, no estaba dispuesta a hacer nada que pudiese perturbar la posibilidad de que mi hijo estuviese conmigo, soy muy madraza y no estaba dispuesta a que no creciese a mi lado, durante siete meses me olvidé de mis necesidades sexuales como mujer prioricé a mi hijo por sobre todo. Conseguí trabajo como docente, me dedique a mi hijo tiempo completo, debía ayudarlo a superar esta situación, cuando todo se estabilizó y mi divorcio tuvo sentencia firme, volví a pensar en mi como mujer, y espero poder contarles lo que ocurrió en poco tiempo, hasta la próxima.
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