Yessenia es una prendita de mujer que no podemos eliminar por completo del mismo torrente sanguíneo porqué nos envuelve en un torvellino de lujuria y degeneración encontradas mutuamente en sexo como diversión que no se inmuta, ni tampoco le importa ser un arma peligrosa de doble filo, ni siquiera respeta su hogar, ni tampoco el amor que le profetiza su esposo que ignorante de las cochinas que hace la adultera de Yessenia a sus espaldas.
Yessenia valiendose de todas sus armas seductoras, poces hipnotizadoras, excitadoras sea por lo engrosado como divino de sus múslos como glúteos o bien, al doblarse mostrando lo gigantesco de su rectaguardía además cuando por pura casualidad se le observa los senos puntiagudos parecidos a unos fructiferos como jugosos melones sobresalir de las blusas que algunas no son muy ceñidas a su persona. Es la más deleítosa de una manera propensa a que es tan codiciada que se pasa la mayoría del tiempo entre las manos de sus amantes que la manocean, acarician, tocan, peñiscan y por supuesto la rozan comportandose como toda una puta, zorra, mujerzuela, perra cabrona, prostituta, golfa, infiel, traicionera y morbosa igualmente es toda una profesional al referirse a los temas de la pornografía de todos los tipos; instruyendose en las distintas posiciones como formas al hacer el sexo lo que tanto le llama la atención y la tiene perturbadisima asimismo vive para ese menester más que otras cosas que son sanas de responsabilidad de índole personal y profesional.
En definitiva, Yessenia es jodedora por excelencia cuando se trata de explotar por el lado de sus pensamientos, imaginaciones y por consiguiente, de los deseos tan anhelados sentidos por la multitud que quiere pasar acostado y mostrando su dominio sobre todos los hombres quienes se lo levanta hasta se les ofrece para las intimidades y por necesidad saciada de hacer el vil sexo que no le da su esposo desde que eran novias hasta el son del día de hoy.