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No hay dos sin tres

Hasta pronto, ha estado muy bien, tenemos que repetirlo!!

Sí, claro, cuidaros!

La reunión-fiesta se termina y casi todos se van, queda Pedro, mi ex y ahora buen amigo. Se quedará a dormir, aprovecha que su vuelo a Francia sale mañana y  así se ahorra el hotel.

Lo bueno es que a Edu no le importa, sabe que no me gusta terminar a la gresca, sin poder ni siquiera saludar, porque una relación se haya terminado.

Tranquilo Pedro, cuando estés cansado puedes ir a la habitación de invitados, la que está casi al fondo y así descansas mejor. Yo me voy a la cama.

Gracias colega!!

Yo mientras me quito los tacones y me pongo la camiseta con escote en v profundo, que me queda algo ajustada y corta para pasearme con invitados, pero es de confianza, pienso.

Salgo de la habitación.

Bueno ya sabes donde está casi todo, estás en tu casa. Descansa!.- le digo.

Y paso por detrás del sofá, recorriendo  su brazo tatuado, apoyado en el cabecero del sofá, con mis manos y le doy un beso en la frente.

Gracias!!. Sigues siendo un cielo, me dice.

Me doy cuenta de que me mira los pezones atravesando la camiseta, los pechos por el escote, y se tapa con la manta.

Me voy.

En la habitación está Edu, desvistiéndose, pero no dejo que termine solo…

Déjame a mí… le digo sonriendo, mientras le desabrocho el pantalón.

Pero tenemos invitados… me dice mientras me sujeta por la cintura y me besa.

Ves? No me puedes decir que no, le digo.

Y comienzo a besarle. Le desabrocho la camisa descendiendo, besando su pecho con cada botón desabrochado, veo que comienza a animarse ahí abajo, subo, me besa el cuello. Mis dedos recorren su pecho desnudo, me besa, me sujeta por la cintura y sus manos descienden hasta mi culo que lo aprieta contra él. Lo noto. Me encanta.

Nos besamos despacio, saboreando cada momento, disfrutado cada caricia, rozando con nuestras yemas cada parte del cuerpo ajeno, me quita la camiseta recorriendo con sus manos mi cintura, mis pechos, mi espalda y me besa el cuello, el hombro, los pechos…

Mis dedos bajan y rozo su pene endureciéndose, lo acaricio, lo sujeto. Me mira – me encanta esa mirada de sé en qué estás pensando – sonrío, me agacho y me la meto en la boca.

Uy perdón!! Me he equivocado. – dice Pedro apareciendo en la puerta con los short y la camiseta puesta.

En ese momento la saco de mi boca, me levanto y rozo con mis dedos mis labios.

No te preocupes – le dice Edu. Y me mira sonriendo.

Pedro me mira desnuda, de arriba a abajo, parece que se hubiera quedado paralizado. Y vemos como los short no pueden disimular lo que ha sentido.

Miro para Edu y sonrío, sabe lo se me acaba de ocurrir al ver su reacción, lo que estoy pensando, pero no se lo diré, es él quien al ver la escena se lo dice.

Prefieres mirar o participar??

Pedro se sonroja y se da la vuelta para irse.

No, perdón, os dejo, no quería molestar.

 Edu me mira y me dice sonriendo:

 Si quieres, no dejes que se vaya.

Miro pícaramente a Edu y sonrío. Me dirijo a la puerta y le digo a Pedro:

Quién te ha dicho que molestas? –le digo metiendo la mano por debajo de su camiseta y rozando mis dedos en su espalda tatuada.

Estáis seguros? – dice Pedro mirando a Edu.

Hoy decido yo, le digo girando su cuerpo hacia mí y besándole.

Edu se sienta al pie de la cama y ve la escena, tocándose.

Yo beso a Pedro, le quito la camiseta, recorro con mis manos su pecho, sus brazos tatuados, musculados y se abalanza con ansia sobre mí, me sujeta con una mano en mi espalda y me besa apasionadamente. Yo le beso igualmente, le bajo los short que ya no pueden contenerle y levanto mi pierna a la altura de su cadera, me sujeta y me apoya en el tocador.

Estoy muy excitada, pero le digo que espere.

Los dos sois míos esta noche, digo mirando a Edu.

Me acerco a la cama, extiendo mi mano, Edu se levanta y se pone a mi lado, rozándome la cintura con sus dedos.

Miro a Pedro le extiendo la otra mano y se acerca por mi espalda.

Así me gusta, ser el centro, les digo sonriendo.

Las palabras desaparecen de la boca y empiezan a hablar las manos, yo me dejo hacer, disfrutar…

Edu, de frente, me besa en los labios, y con sus dedos comienza a recorrer mi cuerpo, va descendiendo y sus labios recorren mis pechos, mi vientre, mi pubis.

Mientras Pedro, en mi espalda, me besa la nuca, mientras repasa mi silueta con la yema de sus dedos, me acaricia la cintura, la espalda, el culo…

Mis manos siguen su instinto y sujetan la cabeza de Edu ya entre mis piernas. Pedro levanta mi pierna que la sujeta para que Edu tenga mejor visión. Mi otra mano va para atrás sujetando su cuerpo contra el mío y  Pedro me junta a su cuerpo apoyándome en él, noto su pene erecto en mi culo, y me encanta,  me dejo llevar… besos, caricias, lenguas que se mueven y  dedos que recorren mi cuerpo.

Ummmmmm, qué bien lo estáis haciendo chicos!!.

Esto acaba de empezar… me dicen.

La lengua de Edu se mueve como sabe que a mí me gusta, con intensidad, juega, lame, suelta, aprieta. Pedro por detrás me pasa los dedos por mi interior y estoy tan húmeda que no necesito un minuto más.

Me le mete, me sujeta con una mano la pierna, con fuerza, y con la otra me sujeta por la cadera contra él. La sensación de placer es indescriptible.

Les pido que no paren, cada uno en su parte, con un movimiento de pelvis y de lengua suave pero intenso. Edu me deja casi a punto, se levanta, me sonríe, mi pierna ahora recorre su cintura, mis brazos su pecho, con sus dedos sigue en mi clítoris y me aprieta contra Pedro.

Mis dedos recorren la nuca de Edu besándole, mientras Pedro dentro de mí, se mueve, me sujeta por las caderas y me besa la nuca. Es increíble, me encanta, me derrito con cada movimiento, no aguanto más. Exploto.

Sííííííííí!!!! - grito.

Nuestros cuerpos húmedos se separan lentamente. Edu se echa en la cama, desnudo. Pedro me gira hacia él y lo beso.

Lo separo de mi cuerpo y me voy al aseo para refrescarme un poco.

Edu invita a Pedro a sentarse en la cama, que acepta y se echa a su lado, desnudos.

Yo creo que le ha gustado, dice Pedro.

No lo dudes – dice Edu-  hacemos buen equipo.

Y ambos se ríen.

Salgo del aseo, y los encuentro en la cama, desnudos, riéndose.

Me ven entrar al cuarto, desnuda.

Se quedan callados, me miran, con ojos de deseo, de querer abalanzarse hacia mí para follarme toda la noche sin descanso.

Yo estoy igual.

Apago la luz de la habitación y dejo encendidas las luces de las mesillas, más tenues.

Estáis cansados chicos?- les digo sonriendo mientras subo a la cama gateando .

Para nada - me dicen ambos.

Esta noche somos todo tuyos, dice Edu.

Veo cómo se van excitando y me dejan hacer.

Sonrío.

Me acerco a Pedro gateando y me subo encima de él a horcajadas, nos besamos, nos acariciamos, cojo la mano de Edu y la pongo en mis pechos. Mientras noto como Pedro se vuelve a endurecer rozando mi coño.

Edu se incorpora se pone de rodillas y me sigue tocando los pechos, me besa el cuello, la nuca, me pone su polla en mi cara, la sujeto y me la meto en la boca.

Pedro me penetra y me aprieta el culo contra él, la siento entrando hasta el fondo. Me encanta. Yo, giro la cabeza y le como la polla a Edu que me sujeta la cabeza suavemente con la mano.

Noto ambas muy duras: en mi coño, con los dedos de Pedro tocándome también y con un movimiento intenso; en mi boca, la de Edu, grande, dura, como me gusta. Me la meto hasta el fondo, la saco, repito, mi lengua juega. Pedro me come los pechos y  mi cuerpo gime de placer, de nuevo besos, manos, dedos recorren mi cuerpo en una coordinación perfecta.

Agarro el culo de Edu hacia mí, lo aprieto.

Le como la polla entera, la meto, la saco, juego con mi lengua en su glande, con mis dedos en la base, rozando sus huevos.

Me sujeta la cabeza más fuerte y sé que va a explotar. Pedro se mueve más intenso, más rápido, y sé que él también está a punto.

Aprieto el culo de Edu más fuerte, clavo mis uñas, me muevo más rápido, caderas y cabeza en un movimiento perfecto les doy intensidad y Edu explota, le relamo y cae en la cama.

Mientras termino con Pedro, al que ahora le dedico toda la atención, le sujeto la cabeza hacia mis pechos, me muevo encima de él como desbocada, me pide que no pare. Grita. Le agarro de la cabeza, nos miramos, me aprieta contra él y en unos segundos de movimiento intenso terminamos corriéndonos.

Me separo. Y nos caemos en la cama, sudorosos, mi cuerpo entre ellos, rozándonos los tres con las yemas de los dedos como si nuestros cuerpos no quisieran separarse.

Gracias, les digo.

Se incorporan cada uno a un lado de mi cuerpo, se miran y sonriendo me dicen:

El placer es nuestro.

Pedro se va al baño y después a la cocina a traer algo de beber.

Yo me acurruco al cuerpo de Edu y le beso, me besa.

Feliz cumpleaños amor, me dice.

Me rodea con su brazo, me aprieta contra su pecho.

Permanecemos así varios minutos. Cerramos los ojos para descansar algo, pero el sueño que teníamos ha desaparecido y nuestros cuerpos parecen no querer despegarse.

Mis dedos siguen jugando en su pecho y al rato van bajando por su ombligo, hasta su pene, que lo rozo y vuelven a subir.

Repito la jugada y le digo:

No sé qué me pasa hoy pero me tienes súper caliente.

Sonríe.

Será el corte de pelo o esta barbita que te encanta, me dice rozándose el mentón.

Me subo sobre él y le beso.

Él me besa y me gira sobre la cama colocándose encima de mí.

Se me ocurre una forma de quitarte los calores, me dice pasando sus manos por mi cuerpo hasta mis muslos.

Me vas a dejar agotada, le digo riéndome.

Agotada, pero con esa sonrisa en los labios.

Me besa apasionadamente, abro las piernas y me las sujeta rodeando su cuerpo, le noto entre mis piernas. Estoy muy excitada.

Métemela hasta el fondo!!-le digo.

Él juega con su lengua en mis pechos, en mi vientre, sus dedos me recorren y yo me dejo hacer, juega con su polla alrededor de mis labios inferiores sin entrar. La noto dura, como me roza. La noto muy dura, queriendo que entre en mí y estallar de placer.

Él sigue jugando y se hace de rogar…

La quieres dentro?? Eh?? Dilo!!! – me dice.

Sííííí!!! Fóllame!! -le digo.

Sigue jugando a mi alrededor, sé que él tampoco aguanta un minuto más sin sentirse dentro de mí.

Se arrodilla sobre la cama con mis piernas rodeándole y me la mete….

Ummmmmmmmmm.

Empieza su movimiento de pelvis, su juego dentro, fuera, dentro, fuera. Con fuerza. Me sujeta las piernas y yo le aprieto contra mí.

Sigue!!!! Más!! Más!!

Pedro entra en la habitación pero esta vez no interviene, deja las bebidas en el tocador y se queda mirando la escena.

Vemos que ha entrado, pero hacemos como si estuviéramos solos.

Follamos como si no lo hubiéramos hecho en días y la imagen de Pedro mirándonos y masturbándose nos excita aún más.

Quieres más?? Te gusta así, eh??? grita Edu.

Síííí!! Por dios no pares!!! Sigue!!! le grito yo.

Seguimos intensos, follando en el centro de la cama, mis piernas sujetas por las manos de Edu y mis manos agarrando las sábanas, mi cuerpo disfruta de placer, no quiero que acabe, pero tal y como estoy no voy a durar mucho más. Edu sigue intenso y de repente cuando estoy a punto, me roza el clítoris con sus dedos.

Ummmmmmmm 

Me corro. Grito. Edu se corre, me mira, se relame los dedos, mira a Pedro y sonríe. Me mira y sonríe.

Les miro, sonrío y les digo:

Definitivamente ha sido un buen fin de fiesta.

Gracias por leerlo.

Datos del Relato
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