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La terapeuta naturista

Era una noche hermosa. Yo estaba en mi departamento esperando a una paciente. Me dedico a hacer terapias naturistas integrales de belleza. Consiste en suavizar, hidratar y mejorar la piel de mis pacientes con frutas y verduras. Es una técnica que aprendí en Hawai en uno de mis viajes de placer. La paciente que esperaba viene una vez por semana desde hace 6 meses, ya que es modelo publicitaria y debe tener su piel muy cuidada.



Viene todos los viernes a las 19:00 hs., pero ese día se había atrasado en una sesión fotográfica y me había pedido si la podía atender igualmente, pero un poco mas tarde, a lo que accedí sin inconvenientes ya que no tenía planes para esa noche y hoy en día no se puede despreciar ningún ingreso de dinero. Además es mi paciente favorita y aproveche para preparar las verduras que utilizaría hoy. Ya que tenía tiempo pensé que era conveniente, debido al tratamiento que venía haciendo ella, hacer un cambio. Hasta ese día habíamos utilizado frutas y en esta ocasión preparé una zanahorias, ya que son excelentes para la piel. Nicolle – así se llama mi paciente- llegó a las 21:15 hs. Pidiéndome disculpas por el atraso y agradeciéndome que pudiera atenderla.



Vestía unos pantalones negros super ajustados y un saquito de hilo del mismo color. Cuando ingresó a la habitación quedé detrás de ella mirando su hermoso e imponente culo, que dejaba imaginarse perfectamente dentro de esos pantalones negros.



Me dijo que debido al retrazo no había pasado por su casa a buscar la malla que utilizamos siempre en nuestras sesiones. A lo que respondí que yo no tenía ninguna para prestarle ya que vivía solo. Nos quedamos callados un momento y me dijo que si a mi no me molestaba, ella podía quedarse en ropa interior, ya que ella me consideraba un profesional, al igual que con los que trabaja en las sesiones de fotografía. Por supuesto que accedí rapidamente tratando de disimular que eso me calentaba al tope. Para que no lo note rápidamente le conté que la sesión de hoy sería con zanahorias, que eso sería muy bueno para su piel. Le pedí que se cambiara y me dirigí a buscar las verduras.



Cuando volví casi se me cae la bandeja al verla acostada sobre la camilla, boca abajo y con ese hermoso culo que solo era tapado por una mínima tanguita.



Le puse el tapaojos que siempre uso para que las pacientes queden relajadas y comencé a a colocarle las zanahorias sobre su espalda. Comencé a bajar hasta llegar a su cintura. No podía despegar la vista de ese hermoso culo paradito a mi disposición. Me fui hacia las piernas comenzando desde abajo y nuevamente llegué a su cola. Entonces creí que era una imperdible oportunidad de por lo menos, intentar conocer la suavidad de su cola, aunque sea con las puntas de mis dedos.



Casí sin poder creerlo, ella me contó que al dia siguiente debería hacer un campaña de trajes de baño en cola less, lo que me vino como anillo al dedo para acceder a su cola con su consentimiento. "Entonces deberíamos darle una buena dosis a tu cola" le dije casi sin pensarlo. "Bueno, crees que dará un buen resultado, hazlo" me dijo ante mi constante asombro. Mientras ponía las zanahorias en sus nalgas y con mi miembro al máximo tamaño, comenzó a contarme que sus amigas, usan las zanahorias para masturbarse (cosa que averigüé con amigas mías y es verdad, es uno de los objetos que las mujeres utilizan) y que ella la sentía muy bien a la piel.



Me dijo que las pelaban, les daban un pequeño hervor para que no quedaran tan blandas y a utilizarlas. Le comenté que nunca había escuchado que las utilizaran para eso. Mi calentura ya no daba para mas. Quería controlarme y no podía. Mis manos acariciaban esa cola ya casi sin poder disimular que lo único que querían era tocarla. Hasta que en un momento ella me dijo "me parece que las zanahorias te quedan un poco chicas porque noto que me estás tocando mas de lo habitual" a lo que respondí ya casi salido de mi por la calentura "quedate tranquila que este tratamiento va a resultados mas rápidos que los anteriores. Dejate llevar y confía en mi". Algo se apoderó de mí, tomé una zanahoria entera y la puse entre sus piernas aplastando su concha a lo que ella hizo un leve movimiento. Le dije que no se sobresaltara, que se quedara tranquila que yo manejaba la situación. "Ahora tomaré otra zanahoria entera y te la pasaré por todo el cuerpo le dije".



Ella solo emitió un sonido leve. Me quité la ropa y comencé a acariciar su espalda con mi verga que estaba por explotar. Noté que ella movía sus piernas sin abrirlas jugando con la zanahoria que tenía entre sus piernas. La saqué con un movimiento suave hacia arriba lo que hizo que ella se caliente aún más y coloqué mi miembro en el lugar que estaba antes la zanahoria tratando de disimular que estaba casi recostado sobre ella para poder hacerlo. "¿Estás recostado sobre mi?" me preguntó. "Relajate que el tratamiento va de maravillas" le dije. Y mientras mi verga estaba entre sus piernas, le recorría las espalda con la verdadera zanahoria.. Seguí por su espalda, pasé su cuello y comencé a juguetearle en su cara. La pasé por sus labios y ella se la empezó a introducir en la boca como si se estuviera tragando un pene. Ahí supe que estaba entregada. Salí de mi posición y me puse a su lado.



Llevé mi verga a su boca y mientras se la tragaba suavemente le bajé la tanguita. Comencé a frotar la zanahoria por su entrepierna logrando que comenzara a moverse, pero ya sin disimulo. Me la estaba chupando sin parar. Entonces me puse detrás de ella, le levante la cintura e introduje mi verga completa en su concha que ella estaba bien jugosa. Casi a punto de acabar salí me recosté y la puse encima mío en posición de 69. Ahí comenzamos un juego de chupadas infernal. Ella me la chupaba como un verdadera experta. Yo mientras la chupaba, jugueteaba con la zanahoria en su concha y en su culo. Le pregunté si alguna vez había estado con dos hombres a lo que me dijo que no. Entonces metiéndole la zanahoria en su concha, le dije que imaginara que ahora estaba con dos. Así seguimos un rato. A ella le gustaba que le hable. Hasta que de pronto estalló en un grito de placer cuando tuvo su primer orgasmo.



Me la chupó un rato mas y luego la tomé de la cintura. La recosté boca abajo y la penetré violentamente mientras ella chupaba esa zanahoria como si fuera el pene de otro hombre.



Así terminó esa sesión. A las 24:00 hs. Ahora cada vez que me pide el tratamiento con zanahorias, se que tendré una sesión muy placentera.


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