~Soy un Dominante que este último mes ha conseguido una sumisa a la que pude dominar y someter para transformarme en su Dueño y AMO.
He comprado una pareja de perros Gran Danés con el fin de apreciar personalmente una sesión de zoofilia. A los pocos días de tenerlos en casa y haberlos amaestrado especialmente, la perra entró en celo y Brutus estaba demasiado inquieto tratando de servirla. Tomé la decisión de apartarlos para mantener al perro bien caliente.
Entendí que habia llegado el momento indicado par darme el placer de presenciar esa sesion zoofílica que tanto habia esperado y que para eso debia aprovechar que mi sumisa aún estaba tratando de superar la "doma"a la que la habia sometido y tenia un grado mayúsculo de sumision. Indudablemente debia aprovechar su estado...y lo hice.
La llamé esa tarde por teléfono y le pregunté: "María José....qué estarías dispuesta a hacer esta noche por tu AMO?". .....Se emocionó con mi pregunta y me respondió que haría todo lo que yo quisiera. Sin perder un minuto, fuí a buscarla a su casa....
Atravesamos la ciudad en mi automóvil y llegamos rápidamente a mi quinta, la cual estaba totalmente sola, ya que previamente le había dado permiso a la persona que me la cuida.
Llegamos, y la invité a tomar conmigo un par de whiskys a sabiendas que su nivel de aguante es casi nulo, y cuando la vi entonadita la mandé a prepararse par su Dueño. Ella se duchó y salió sin ropa como le ordenara, envuelta en una toalla. Estaba hermosísima.
Era una chica bajita, senos redonditos y pequeños pero muy lindos. Amplias caderas y unas hermosas nalgas. Su rostro era bonito y ella ponía toda su voluntad y esmero para desempeñar un buen papel como sumisa. Bajé las luces y le ordené que bailara para mi y obediente me ofreció una sesión de baile durante el cual se quitaba la toalla y me permitia verle su hermoso culo, el cual levantaba a propósito para que yo me calentara...le serví otra copa de whisky, pero esta vez sin hielo....tomo un sorbo grande y el alcohol le quemó la garganta y comenzó a toser....me levanté, y tomando la copa, la sujeté contra mi pecho y la obligue a tomar casi todo el vaso.
Cuando lo terminó, ya casi no coordinaba y entonces la traje al sofá, y la segui haciendo tomar un poco más y lentamente fui emborrachándola para seguir con mis planes. Le dije que no se preocupara , que se podía quedar en mi finca y que al otro día la llevaría a su casa. Estaba bien mareada e incoordinada, cosa que aproveché para comenzar a meterle el cuento de la zoofilia, que cómo se vería de linda empalada por un perro grande. Creo que ni se imaginaba mi idea.....Hizo chistes de eso y se fue calentando con mi charla. Puse una película que tenía para la ocasión. En la cinta un perro negro grande se culeaba una mujer madura. MaJo se apretó a mi cuerpo, mientras yo le acariciaba su culo y comenzó a quedarse adormecida en mi pecho..... Tan pronto como la ví en ese estado; embotada, caliente, borrachita y alegre le solté la propuesta: Su AMO necesitaba que ella se dejase clavar por el perro. Estaba pensándolo, me paré y llené otro whisky y se lo ofrecí. Estaba asustada, pero gracias a los efectos del licor prácticamente casi sin protestar aceptó satisfacer al perro.... la puse arrodillada en el piso con su culo en el borde del sofá y su torso, brazos y cabeza apoyados sobre el mismo.
Brutus estaba amarrado retirado de la perra, estaba desesperado por el olor de la hembra la cual no se la había soltado esperando a que clavara a mi perrita MaJo.
Primero pasé por el lado de la perra, le pasé un pañuelo por la chocha impregnándolo de su olor para incitar a Brutus. Luego lo traje hacia la sala amarrado con su cadena.
MaJo estaba apoyada sobre el sofá, tal como la habia dejado. Estaba bien borrachita y se estaba durmiendo profundamente. Casi no se dio cuenta de nuestra presencia por su estado de embriaguez. Tome un almohadón para colocarlo en el suelo debajo de sus rodillas, para forzarle una posición donde su culo quedara mas levantado a la altura del falo de Brutus. Aprovechando su estado tomé la cámara para grabar con mayor tranquilidad. Le separé los gluteos y pase por su ano y adyacencias el pañuelo impregnado del flujo de la perra alzada. Acerqué el hocico de Brutus a su culo. El perro lo olió e inmediatamente empezó a lamer sus nalgas y su culo. En esos momentos MaJo lo dejaba hacer porque no se daba cuenta lo que le estaba pasando. El perro le dio un buen concierto de lengua, mientras yo le masajeaba la verga al perro para que se fuera calentando más. Instintivamente el perro se le subió y la sujetó fuertemente con sus patas delanteras aprisionándola de la cintura y atrayéndola hacia su enorme verga puntiaguda y roja. MaJo trató de retirarse pero no se lo permití. Le ayudé al perro a sujetarla para que no se soltara. De pronto MaJo lanzó un grito de dolor. El perro le había enterrado la punta de la verga…. En el culo!!.
La sujeté fuertemente para que no se zafara, aunque no era necesario ya que Brutus la tenía fuertemente aprisionada. En otro par de intentos le fue enterrando más y más su enorme verga. MaJo lloraba y suplicaba, yo la mantenía boca abajo para no escuchar mucho sus gritos de dolor. Finalmente MaJo se desmayó, me asusté un poco pero estaba demasiado caliente para interrumpir semejante espectáculo. El perro la apretaba fuertemente y le clavaba su vergota en su estrecho culo. Mientras tanto yo aprovechaba que ella estaba inmovil e indefensa y filmaba con muchos detalles. Hasta me acomodé debado para ver como la verga entraba y salia de aquel rico culito. El perro ahora la aferró con mas fuerza aun e inició el proceso para meterle el nudo.... MaJo se retorció de dolor, pero no reaccionó y seguía semidormida.
El espectáculo era fenomenal y aproveché para filmar desde varios ángulos. El perro le metía sin contemplaciones la inmensa verga. MaJo que sentía que estaba siendo forzada, trataba de despertarse y se quejaba suavemente...pero el efecto del alcohol era implacable y la iba dejando indefensa y a merced de Brutus que la estaba acomodando completara su ciclo y la preñara .
De pronto el perro fue disminuyendo la intensidad de su clavada y se fue pegando cada vez más a las nalgas de mi niña perra… Le estaba enterrando el nudo!!. MaJo gimió un poco más fuerte a medida que el perro le iba metiendo centímetros de nudo. Parecía que su culito iba a estallar, mientras yo filmaba detenidamente esa violación animal.
MaJo hizo un último intento para safar e intentó incorporarse, pero el animal ya la tenia completamente dominada y empujó con fuerza su pelvis contra las caderas de mi niña que se desplomó sobre el sofa quedando desvanecida. El perro se quedó quieto firmemente adherido a su cintura, ya le había enterrado el bulbo y ahora su prisionera iba a recibir la lechigada. Le ayudé al perro a girarse hacia atrás pasando una pata sobre MaJo (quedaron pegados culo a culo) mientras quedaba fuertemente ligado a mi perrita quien había quedado con su pecho, brazos y cabeza apoyada en el sofá y aprovechando su posición, le separe un poco las piernas para dejar que sus nalgas queden expuestas a la verga animal. El espectáculo era inimaginable: El perro jadeaba y se notaba el gigantezco nudo que mi niña tenia incrustado dentro del culo y que impedia absolutamente que cualquiera de los dos, pudiera interrumpir el coito y ahora con ritmicas contracciones la tremenda verga comenzó a llenar con semen el vientre de MaJo quien seguía dormida. Filmé otros minutos de esa escena. Luego traje un poco de agua fría y con una toalla le humedecí el rostro a mi niña. Ella se fue despertando. Se quejaba que le dolía mucho y cuando se dio cuenta en la situación en que estaba se asustó mucho. La calmé besándola y le dije que el perro ya iba a terminar.
Estuvo ligada al perro, llorando de dolor pero me tranquilizó cuando me dijo que se sentía muy bien de haber satisfecho mis deseos. Cuando el perro vació sus testículos, dio un tirón y le sacó el nudo sonó como cuando se descorcha una botella de champán. Sus piernas y el piso quedaron totalmente chorreadas por los líquidos del perro.
La llevé alzada a la ducha y le ayudé a bañarse. Luego pasamos a la habitación a descansar. La masajee las piernas y le apliqué crema humectante en su culito.
Estuvimos un rato besándonos y me pidió que no le fuera a contar a nadie, ya que esa experiencia le daba mucha vergüenza.