Después de relatarles de donde provenían los recuerdos que trajimos a la platica con mi hermana, quien se notaba que la platica la estaba inquietando y hacia lo posible por continuar.
Me atreví a preguntarle directamente, después del tono subido de la platica, si se acordaba de los juegos que hacíamos cuando eramos pequeños, rápidamente se ruborizó y a la vez me respondió que se recordaba perfectamente y con una sonrisa demasiado picara me dio a entender que le provocaba cierta curiosidad, insistiendole con el tema.
De inmediato me pare de la silla donde estaba y rápidamente me dirigí hacia donde ella estaba, colocándome justo atrás de ella para seguir hablando del tema, proseguimos contando anécdotas entrecortadas conforme nos íbamos recodando de nuestros atrevidos juegos de niños, para entonces yo ya tenia la verga extremadamente parada y a ella se le notaba su nerviosismo.
Conforme íbamos haciendo memoria de lo que habíamos pasado, yo le decía algo y rápidamente ella continuaba, tejiendo así una conversación que poco a poco subió más de tono; cuando me dijo que si me recordaba cuando nos quitábamos la ropa y me ponía encima de ella y nos movíamos casi al compás del ruido que producía la cama donde mis papás estaban haciendo el amor y se podía escuchar bien los gemidos de ambos, antes que terminara le dije que me recordaba perfectamente, sonreímos y proseguí rápidamente con el tema, si dejar de hablar de los juegos sexuales que teníamos, me pude dar cuenta de su excitación, porque la piel se le erizaba y las mejillas se le sonrojaban.
Sin esperar más, me acerque aún más a ella, pegándome por la parte de atrás, la tome de la cintura deseando que no se fuera a separar, cosa que no hizo, no moviéndose ni un solo centímetro, le bese el cuello y le seguía diciendo, si se recordaba cuando metía las manos entre las sabanas y le empezaba a tocar las piernas hasta llegar a su chochita, con la cabeza y un leve gemido me respondió que si, aproveche el momento para pegarle mi verga a sus nalgas haciéndole presión la moví de un lado para otro, respirando mucho más fuerte estaba quieta, seguía besandole el cuello y los hombros con el mismo movimiento; en el momento menos pensado baje mis manos para acariciarle las piernas, ella no decía ni una sola palabra, aproveche y llegue hasta sus chochita, atrayendola con más fuerza hacia mi verga.
Como estaba con un vestido, se lo fui subiendo hasta quedar sus piernas al desnudo y completamente a mi disposición, ella no se resistió más, se dio la vuelta hasta quedar los dos de frente, no tardo ni 5 segundos, cuando rápidamente me plantó un beso en la boca, introduciéndome la lengua para hacer contacto con la mia, yo ni de inmediato le respondí de la misma forma.
Ya los dos enredados en nuestras lenguas, habiendo quedado de frente, lleve mis manos hasta sus nalgas, metiéndoselas entre el calzón, sin darme cuenta a que hora, ella ya tenia su mano agarrándome la verga, como si fuéramos un par de amantes o novios que se estaban dando placer en las caricias.
Le quite la ropa, el brasier y el calzón, ella me desabrochó el cincho, me bajo el pantalón para poder tomar mi verga con toda libertad, la ayude a quitármelo completamente, quedando los dos completamente desnudos, nos seguíamos besando y rosando nuestros cuerpos, me tomo de la mano y de un jalón me llevo hasta su habitación; ya allí, se hinco frente tomándome la verga con las dos manos procedió a mamármela, yo tenia la verga super hinchada y con la cabeza a punto de estallar, le pedí que se parara y me agache yo, me acerque a su chochita, peluda, gorda y excesivamente mojada y empece a meterle la lengua dándole una mamada como nunca; ella empezó a jadear y me tomaba de la cabeza para que le diera con más fuerza.
Me pare y la acosté en la cama, quedo tumbada boca arriba y con las piernas separadas, dejándome ver toda su chocha que escurría de sus fluidos vaginales, le di un par de mamadas y me pidió que se la metiera toda, a lo que accedí de inmediato viendo su calentura, me puse encime de ella, abrió sus piernas para poder tragarse toda la verga, hizo un movimiento hacia arriba para no dejar ni un milímetro afuera y empezó a moverse con fuerza, yo le besaba los pechos, algo que a elle le excitaba mucho, subía al cuello y después hasta la boca, estábamos cogiendo muy apasionadamente, yo le daba unas embestidas muy fuertes y ella gritaba de placer, me enterraba las uñas en la espalda, yo le metía las manos debajo, para tomarle las nalgas y cogerla con más fuerza.
Durante el acto sexual, ella hacia referencia a cuando lo hacíamos cuando eramos niños, diciéndome que le gustaba mucho y que cuando se recordaba estando sola, se masturbaba, eso a mi me produjo un excitación extraordinaria y le respondí que yo siempre que me quería masturbar, me recordaba también cuando lo hacíamos oyendo a nuestros padres hacer el amor, cuando me ponía encima ella y le echaba la leche en las piernas y en la panza; en esto estábamos, cuando sentí que sus movimientos se hacían más fuertes, me grito que se venia y que le diera con más fuerza, pude sentir como su cuerpo se estremecía, cerro sus ojos y emitió un largo gemido, se estaba viniendo, eso no lo pude resistir y me vine junto con ella, alcanzamos el orgasmo los dos al mismo tiempo, algo que no había podido lograr con ninguna otra mujer, lo estaba logrando con mi hermana, habíamos tenido relaciones sexuales espectaculares, logramos llegar al clímax al mismo tiempo, nos besamos como dos amantes, al acabar los dos, me quede acostado encima de ella, no dejo que me quitara, le eche todo el semen adentro a mi hermana, era el orgasmo más esplendido que había alcanzado; lo que ella me decía, también era que nadie había logrado excitarla tanto y hacer que se viniera con tanta fuerza, y no podía creer que fuera su hermano quien lo lograra.
Nos quedamos en la cama, tendidos, exhaustos, jalo un frazada, nos tapamos y nos quedamos extasiados y bien dormidos.
Ya habiendo pasado algunas horas, me desperté, porque sentía que algo me caminaba por mi cuerpo, cuando me di cuenta era mi hermanita que me estaba mamando la verga y ya había logrado que se parara, se sentó en ella y empezó de nuevo a cogerme, me desperté la tome de la cintura y la movía al compás que ella lo hacia, tenia mi verga bien parada hasta adentro y de nuevo gemía de gozo y de placer, en esa posición alcanzo nuevamente un orgasmos, haciendo que yo me viniera con un movimiento muy especial que tenia, era el segundo de la noche, y todavía quería más.
De lo extasiado, que estábamos, no nos dimos cuenta de la hora, cuando desperté ella estaba de lado, completamente desnuda, me acerque hasta sus nalgas, se las empece a besar, se las separe muy delicadamente, para llegar hasta su anito, con suavidad y delicadeza le metí la lengua, humedeciendosela con mis saliva, empece a meterle un dedo y volví a pasarle la lengua, ella emitía un leve gemido, cuando ya tenia la verga nuevamente parada, le separe las nalgas, le abrí el anito y empece a metersela, cuando sintió que era mi verga la que tenia rápidamente se despertó, pero sin moverse, acomodo las piernas para que pudiera entrar mi verga sin ningún problema, le separe un poco más las nalgas y empece a metersela con más fuerza, ella gritaba y se quejaba pero en ningún momento me dijo que no lo hiciera, estaba complaciendo a su hermanito con sexo anal y ella lo disfrutaba también, el tener la verga metida en el culo, y en el culo de mi hermana lo hacia aún más excitante, ella empezó a moverse con el propósito que la verga le fuera entrando poco a poco y tenerla completamente hasta adentro; del placer que me estaba dando con el ano de mi hermana, no me pude aguantar más y me vine adentro de su culito, con toda la verga hasta adentro, lo que podía ver perfectamente porque la luz del día ayudaba bastante.
Nos quedamos acostados, yo con la verga en su anito, la que se fue saliendo hasta que se aguado y ella de espaldas a mi, ni siquiera hacia lo imposible por quitarse, espero a que solita saliera y acompañada de un chorro de semen, que le escurría por las nalgas.
Nos levantamos, me invito a bañarme con ella, me enjabono todo el cuerpo y cuando llego a la verga se entretuvo con ella, parandola de nuevo, se agacho y de nuevo me la estaba mamando; que hermanita tan caliente y tan complaciente era.
Como me quede de huésped en su casa, aprovechamos todas las horas del día y todos los rincones de la casa para pasar cogiendo de día y de noche; previo a todo nos gustaba hablar de cuando lo hacíamos de niños y oíamos a nuestros papás coger, eso nos encendía a los dos, lo que provocaba una tremenda excitación y hacia que pasáramos cogiendo siempre.
mmm que rico seria cogerse a una hermanita a si mmmm