Estábamos mi mujer y yo, en viaje de novios, en una isla paradisíaca; una mañana como todas las anteriores, despertamos, para inmediatamente hacer al amor; éramos una pareja de recién casados, y como es lógico, el sexo era el menú principal de todos los dias.
Esa mañana precisamente, mientras metía mi pene dentro de su vagina, y un dedo por el culo; ella intentó meterme un dedo suyo en mi ano; aquello, aparte de extrañarme, me dejó una sensación rara; aún así no dije nada, y al contrario, movilizé mi culo,para facilitarle su cometido; ella al notar mi postura, metió más profundamente su dedo, y empezó a moverlo tocándome todas las partes del recto; aquellas maniobras, me inducieron a una clase de placer que antes no había sentido; ella al darse cuenta de mi excitación, en uno de los movimientos que hacía, sacó el dedo,y metió dos dedos juntos, provocándome el mayor orgasmo que había sentido con ella hasta ese momento.
Estábamos descansando unos minutos, para luego continuar la fiesta, cuando de pronto se levanta,se dirige a la maleta, saca un objeto de color rosa-amarillo; era un pene de plástico, y me dice, me lo dieron en mi despedida de soltera,y ahora le vamos a sacar partido, se me acaba de ocurrir una idea, puntualizó; no me digas que te lo vas a hacer con eso, le repliqué; ya verás, te gustará terminó.
En seguida reanudamos la sesión sexual, como siempre los prolegómenos, el recalentamiento, y ls jueguecillos típicos; se la empecé a meter, y de pronto ella me pide que se la metiera el pene de plástico por el culo; lo hice, se desacía de placer; despues me pide cambiar de postura, que el pene mío se la metiera por el culo, mientras que el plástico lo introducía ésta vez por el coño; esos movimientos simultáneos que me obligó a hacerlos, le produjo unos ataques orgásmicos nunca vistos hasta ahora en ella desde que empezamos a follar de novios.
Luego de descansar otro poco, volvimos a la brega otra vez; ésta vez, mientras le estaba metiendo mi pene en su coño; ella cogió el pene plástico y suavemente empezó a metermelo por mi culo; después de todo lo visto esa mañana, ya nada me sorprendía; esa penetración me produjo, más placer inclusive que sus dos deds juntos; me llevó a unas profundidades nunca antes conocidas; el orgásmo que me estaba viniendo, tardó una eternidad en llegar, mientras yo disfrutaba grandiosamente de ese retardo maravilloso; al final explotamos los dos, ella co mi pene en su coño y yo con el suyo en mi culo.
Tardamos bastante tiempo en recuperarnos del extraordinario acontecimiento sexual de esa mañana; luego nosduchamos, bajamos a desayunar, y salimos a pasear por la playa.
Desde ese día, cada vez que tenemos ganas y tiempo, hacemos el amor los tres; es una maravilla, se los recomiendo; nos ha hecho descubrir y explorar galaxias hasta ahora desconocidas por nosotros.