Mi tía una mujer de 58 años, tenia un pastor alemán, perro a quien cuidaba más que a nadie, tenia el cuidado de no dejarlo salir a la calle para que no le hicieran daño o le fueran a pegar alguna enfermedad, lo bañaba como de costumbre cada domingo volviéndose toda una ceremonia.
Mi tía a donde yo había llegado de vacaciones, tenía una hija quien era la que ayudaba con el cuidado y baño del perro.
Una tarde de esas que le tocaba baño al perro no tenía deseos de salir y dispuse quedarme en casa haciendo una siesta y platicando con mi tía y prima. Después de almorzar todos nos retiramos a hacer nuestras actividades personales, menos mi tía y mi prima, quienes se disponían a bañar al perro.
Como no tenia nada que hacer por curiosidad me acerque al lugar de baño, observando que mi tía y mi prima preparaban todo para iniciar con la ceremonia del baño, me quede parado viendo como lo hacían, mientras que mi tía le echaba agua, mi prima le echaba shampoo y se lo regaba por todo el cuerpo, tocándole a mi tía quitarle la espuma con agua tibia.
Bueno lo mas curioso e interesante fue, cuando al terminar de bañarlo, ambas lo registraban para ver si no tenia alguna pulga o animal extraño, el perro lo disfrutaba tanto que se acostaba subiendo las 4 patas, ya sabia que era lo que seguía y goloso se entregaba a sus amas para que ellas hicieran con el lo que quisieran.
Grande fue mi sorpresa que mientras mi prima le acariciaba la cabeza mi tía lo hacia en la panza y pecho del animal, acercándose conforme pasaba el tiempo a su pene, algo que hacían ya que no lo dejaban salir a la calle y por ser un perro con instinto y deseo sexual, sentía la necesidad de tener sexo con alguna perra y al acariciarle su pene mi tía lo excitaba y este se le salía de su capullo, presentando aquella parte roja y larga lista para montarse a una perra, pero no era así, mi tía masturbaba al perro de una forma tan deliciosa que a mi me excitaba y me imagino que a mi prima también ya que se podía notar en su expresión que le gustaba ver y excitarse a la vez.
Mi tía era toda una experta en masturbarlo, sabia como hacer gozar al perro, le sobaba el pene de una forma tan natural que parecía que se lo estaba haciendo a un hombre, sabia que al perro le gustaba y el animal lo esperaba con tanta gana que disfrutaba la mano de mi tía en su miembro duro, rojo y largo.
Los ojos de mi prima saltaban de sus órbitas y su cara cambiaba de color notando que las mejillas se le encendían al ver ese espectáculo que nos daba mi tía, a mi tía le gustaba que el perro lo disfrutaba, pero de tanto estar agachada se cansaba pidiéndole a mi prima que siguiera masturbándolo ella, algo que de inmediato hacia, siguiendo con el movimiento masturbatorio a un ritmo más rápido que el de mi tía, parecía que también había masturbado a un hombre o sentía que la verga la tenia adentro y así le gustaría que le hiciera el perro en su chocha, ella lograba que el perro eyaculara y sabia como hacerlo sacar hasta la ultima gota de semen, podíamos ver como se retorcía el perro cuando estaba eyaculando, mi tía y mi prima le acariciaban el pene haciendo de cuenta que estaba montando a una perra, hasta que lo dejaban exhausto y el perro complacido y mi tía y mi prima si no se iban a masturbar después de haberlo hecho con el perro, cuando se las estaban cogiendo se han de haber imaginado que era el perro quien se las cogía.
Yo les confieso que mi excitación era muy evidente, dándose cuenta mi tía y mi prima que la verga casi se me salía del pantalón, y por eso cuando el perro estaba complacido yo me iba a mi habitación o al baño a masturbarme, algo que mi prima también hacia porque se perdía de vista y no se oía ni un solo ruido, algo que yo aprovechaba para comentarlo con mi prima y creo que siempre nos sirvió de inspiración tanto para masturbarnos como para coger.
En una ocasión saque el tema con mi prima algo que a ella le gustaba, y le confeso que el haber visto que ellas masturbaban al perro me excitaba mucho y me servia de inspiración, ella me dijo y tu que crees que yo soy de piedra y que una vez había visto a mi tía masturbándose cuando tocaba al perro, nos confesamos los dos, yo con la intención se platicar del tema y ella me seguía la platica, diciéndome que ella había visto como se me ponía a mi la verga cuando estaba viendo que masturbaba al perro y que ella también se mojaba mucho y tenia que acudir a hacerse justicia propia pues no podía aguantar las ganas, algo que ambos nos excito, yo me senté a la par de ella le toque las piernas y empecé a acariciárselas lentamente hasta llegar a sus muslos, ella sabia cuales eran mis intenciones y dejo que siguiera libremente, cuando ya estaba cerca de su chocha le tome la mano y se la puse encima de mi verga que ella se había dado cuenta que estaba muy parada, me la empezó a acariciar si quitar ni un solo segundo su mano; ya los dos entrados en confianza seguimos tocándonos, yo le metí la mano entre el calzón hasta tocarle sus vellos cúbicos y ella aprisionaba con fuerza mi verga.
Me afloje el cincho y desabroche mi pantalón bajándole un poco, quedando un poco mas a su mano mi verga, cuando la vio así la agarro fuerte con la mano y me la aprisionaba más buscando como sacarla, yo le baje el calzón de un solo jalón, me abrió las piernas y dejo que le acariciara sus lindos labios vaginales, sin darme cuenta de la excitación que tenia, ella metió su mano adentro de mi calzoncillo y se apodero de mi verga, iniciando una masturbación tan divina que no lo podía creer, yo le seguía acariciando la chocha que ya estaba mojada y casi al mismo ritmo ella me masturbaba a mi y yo a ella, hablábamos de lo que hacían con el perro algo que a ella le excitaba mucho más, hasta que se empezó a mover más rápido abrió las piernas y dejo que metiera mis dedos en su chocha y la masturbara hasta que la hice acabar, le sentía el clítoris duro, se lo busque desde el principio y se lo pude gozar, cuando tuvo su orgasmo, tomo aire por unos segundos, sin soltarme la verga para seguir masturbándome hasta que hizo que me viniera, vio como salía expulsada la leche y se deleitaba diciéndome que había sacado mucho más semen que el perro y que el olor era diferente, ya que al perro se lo había hecho en muchas ocasiones pro que no sacaba la leche con tanta fuerza.
Me regó el semen con su manita algo que la volvía loca, ella aún con las piernas abiertas me dejaba verle la chocha, a mi me provocaba montarla creo que a ella también, algo que hice después que mi verga volvió a ponerse dura, pensaba en lo que acabábamos de hacer y rápidamente me volví a excitar, la empuje en la cama, la acosté y me puse encima de ella, esperando su reacción, pero lo que hizo fue acomodarse y abrir más las piernas para que mi verga le entrara sin ningún problema, con la puerta libre y los dos de acuerdo empezamos a coger pensando en el mismo tema, nos besamos ella me tomaba con una mano de la cabeza y con la otra de la cintura, me rodeo con sus piernas y me jalaba hacia ella, nos movimos como desenfrenados, diciéndome que tenia la verga grande y gruesa y que la estaba disfrutando, pedía que se la metiera toda y no parara de moverme, los dos estábamos extremadamente calientes cogiendo allí en la casa de mi tía, disfrutándome a mi prima que era muy caliente y lo hacia pensando el como masturbaban a la perro, desea coger siempre que lo hacia y allí estaba con su primo quitándose la gana, me estaba haciendo gozar de una forma tan inolvidable que me grito y me dijo que se venia y quería que yo me viniera con ella, sentía como se movía cuando estaba acabando que al mismo tiempo que ella me vine, llenándole la chocha con mi semen, no dejo que me quitara y me pidió que me quedara acostado encima de ella.
Después siempre que bañaban al perro seguía nuestra sesión de sexo con mi prima, algo que hicimos muchas veces allí en su casa, cualquiera de los dos comenzaba el tema y ya sabíamos cual era la continuación, después de la vacaciones la visitaba más seguido, siempre con la intención de coger y hablar de las masturbadas del perro.
Excelente y muy caliente relato...