En uno de mis relatos, le contaba como me volví amante de una divorciada muy hermosa, aunque siempre lo mantuvimos en reserva siempre hay alguien que sospecha algo, y sucede que una vecina solterona como de 34 años, un día le hizo un comentario a mi Madre, sobre la radiante y sonriente que se veía a Natalia, la Alemana, a partir de yo siempre la acompañaba a sus mandados. Mi madre le contestó que Natalia era soltera, muy atractiva, no tenía ningún compromiso, y que además si era cierto lo que ella decía, debería estar muy felíz, ya que yo desde chico había sido muy bién dotado de pene. Pasáron como dos meses de esa conversción, y una mañana que yo iba a estudiar, me encontré con Aleyda, que así era el nombre de la vecina, y me comentó que había comprado una lámpara para su dormitorio, y una mesita de noche, de esas que vienen desarmadas en una caja y con un instructivo se arman, pero me dijo que éste instructivo no traía dibujos, y que además estaba en inglés y que si yo no le hacía el favor de armarsela. Quedamos que el día sábado por la mañana yo llegaría a su casa por la mañana
El día convenido llegué a las ocho y media de la mañana, toqué el timbre y esperé como cinco minutos, como nadie me abría, estaba por marcharme, cuando ella salió, con una toalla cubriendo su cuerpo, y en pantuflas, y me pidió disculpas, pero me explicó que esataba en la ducha, entré a su casa, ella iba delante de mí, la toalla, no le cerraba bién por la espalda, y dejaba al descubierto una de sus hermosas y torneadas piernas, y la rajadura del culo, me dijo que se iba a vestir y salía. Salió con un short corto y una playera, donde se la marcaban sus pechos medianos, pero erguidos ya que era obvio que no tenía sostén, ni el short de tela fina se le marcaba calzón, en sí no tenía ropa interior. empezé a leer el instrucitivo y a armar su mesa, ella estaba sentada en una silla frente a mí, pero sentada a modo que sus piernas quedaban abiertas, porque estaba apoyando los brazos en el respalndo se la silla o sea sentada al lado contrario. Por momentos yo veía sobre la abertura de la piernas de su short y apreciaba una mata de pelos color oscuro, y que ya me tenía muy excitado, como yo cargaba bermuda, el pene empezó a crecer, y el bulto era muy notorio, al ver el efecto que me produjo su forma de sentarse, a propósito abría mas las piernas y ya podía ver la ranura de la vagina, terminé de colocar la última pieza de la mesa, y me dirijí directamente hacia ella, y sin mas ni para qué, bajé mi bermuda y le metí en la boca mi vergas dura y erecta, ella se hizo la difícil, la tomé por los cabellos y se la volví a meter, ella empezó a lamer la cabeza, y luego se metió parte del tronco en la boca y torpemente me empezó a mamar, deslizé una de mis manos y bajo la playera empezé a estrujarle uno de sus pechos, luego el otro, hasta sentir sus pezones como piedras, saqué su playera para seguir acariciando sus pechos, y ella seguía mamando, hasta que me vine en su boca, terminó de limpiar de semen mi pene, y la levante de la silla, saqué su short, y en el piso sobre una alfombra le empezé a chupar su vagina peluda, al cabo de un rato la vieja caliente empezó a gemir y a arquearse, viniendose en un orgasmo, abrí sus piernas, y de un sólo golpé le metí hasta el fondo la verga, pujó fuerte y se quejó porque la verdad estaba aún apretadita, según dijo ella lo había hecho solo tres veces, la cabalgué como loco, me tenía super caliente, se vino en otro orgasmo, y cuando yo estaba por venirme me dijo que adentro no, porque la podía preñar, le dí vuelta y se la metí con mucha dificultad por el culo, se quejaba de dolor, pero dos envestidas más y la llené de leche. Nos quedamos tendidos los dos, en el piso, ella me dijo que sabía que era pijudo, pero no se imaginaba cuan grande era mi mienbro, pero que le había fascinado. media hora después la tenía otra vez bajo mi cuerpo, se corrió varias veces, y luego acabé en su boca, nunca más lo volvimos a hacer. pero salió de su curiosidad por conocer mi verga y terminó con el culo desvirgado.