ESTE ES MI SEGUNDO RELATO. DICULPEN CUALQUIER ERROR, SOU UNA MUJER PANAMEÑA DE 48 Y ME PARECE PERTINENTE COMPARTIR ALGUNAS DE MIS EXPERIENCIA.

MIS PRIMOS ME DIERON DE REGALO UN GANGBANG, CON UN FINAL MUY CURIOSO.
ESTO FUE HACE 30 AÑOS, CAMBIÉ ALGUNOS NOMBRES, PERO LOS HECHOS PASARON, O ASÍ LOS RECUERDO.


En mi fiesta de los 18 yo vestía una pequeña faldita y una camiseta top de ombligo afuera con un pequeño saco y una falda corta a la cadera, para enfatizar mi cintura 59 y mi cadera 89, unos tacones muy altos que con mi culito parado me enfatizaba mi cuerpo de reloj de arena, me sentía realmente muy atractiva. Mi mamá había invitado a algunos tíos y primos para conmemorar mi mayoría de edad. Yo quería ir a la discoteca con unas amigas, pero mi mamá se negó rotundamente a dejarme ir. A pesar de ser una fiesta casera, tuve una experiencia muy adulta, esa noche en el baño de mi casa, mi primo Rafael, de 26 años me acorraló en el baño, me dio un apasionado beso, me bajó mi panty y me dió a por el culo, me dolió muchísimo, traté de no gritar, pero tuve mucho placer. Me llenó el culo de leche, fue una de las más dolorosas y satisfactorias experiencias que había tenido en mi vida. Me quedé un rato en el baño me limpié bien y llegué para cantar la tradicional canción de cumpleaños feliz y para soplar las velas.

Entre los que aplaudían vi a mi primo Rafael junto con otros dos primos con los que apenas yo había conversado, porque eran también mayores que yo. A las 9 de la noche ya la fiesta se estaba acabando y mi primo Rafael se acerca y me da un beso en el cachete, pero la comisura de sus labios tocó los míos y sentí un escalofrío, mis vellos se erizaron y Rafa notó como mis pequeños pezones se pusieron duros y se notaban a través de mi diminuto top. Al despedirse de mis papás le insistieron que querían llevarme de rumba y que ellos me cuidarían y que nada malo me pasaría, mis otros dos primos se ofrecieron de guardaespaldas, finalmente mi mamá cedió.

Muy emocionada me monté en el carro con mis primos y un amigo de ellos, Rafael, el conductor, Pepe que era el amigo, un negro muy cortés y muy alto,  de 27 años, y mis primos Sammy y Rogelio que son hermanos y tienen 25 y 27 respectivamente. Me tocó sentarme atrás entre los hermanos, ya que Pepe era muy alto para venir atrás y le tocó el puesto de copiloto, yo estaba muy emocionada porque iba a estrenar mi cédula de adulta, les pedí que me llevaran a la disco Rockera de moda, pero ellos decidieron llevarme a una de “adultos” con grupos de salsa en vivo.

Los hermanos caradura (les decía así de caio) me tocaban disimuladamente las piernas, Rogelio me colocó encima de los hombros sus dedos tocaban mis pezones, Sammy puso su mano en mi muslo y sus dedos se movían suavemente hacia mi entrepierna, yo veía por el espejo retrovisor la cara de Rafael, Rogelio introduce sus dedos por dentro de mi top y juega con mis pezones mientras Sammy pasaba sus dedos por encima de mi panty a la entrada de mi húmeda vagina, estaba lubricando, el movimiento del carro, mis primos sobándome y el rostro de Rafael me pusieron muy arrecha.

Llegamos a la discoteca de “adultos”, estaba muy llena, de hombres de 45 a 60 años, y mujeres similares, mis primos me escoltaron a una esquina cerca de la pista de baile, la música era salsa y alternaban con merengue y música de 4:40. El ambiente era muy divertido y ameno, pero saturado, el olor a humo de cigarrillo era muy fuerte, Pepe se colocó a mis espaldas contra la pared, Sammy y Roge se colocaron cada lado y Rafael de frente. Pidieron una botella y los cuatros se pusieron a bailar alrededor mío, me daban vueltas al ritmo de la música, me sentía una reina y tenía 4 pajes que me atendían y me cuidaban, yo me movía muy sensual, movía mis caderas de manera provocadora y vi como Pepe tenía una erección, pensé que iba a romper el pantalón.

Pregunté dónde está el baño, me dirijo al mismo y entre tanta gente, los empujones y el tumulto sentí como varias manos me tocaban el culo, los muslos, las caderas hasta que finalmente llegue a los baños, habían unas 5 mujeres antes que yo, otra mujer muy tetona se colocó detrás de mí y me empuja un poco tropiezo con la de adelante, esta se vira y me mira algo molesta, le pido disculpas, me vira los ojos y sigue en lo suyo, la tetona me aprieta el culo, me giré y me tiró un beso. Yo no supe como reaccionar, me coloqué de lado contra la pared y me mantuve así hasta llegar al baño. Entré, hice lo mío y cuando iba a salir la tetona me empuja al baño, cierra la puerta y me da un beso y sus dedos se dirigen al interior de mi vagina, yo alcanzo a reaccionar y en un giro, abro la puerta del baño y salgo corriendo, me dirijo hacia donde mis primos, pero entre la música y el gentío, no sé a dónde estoy, en medio de la pista unas manos me agarran y me dan vueltas al ritmo de la música, me agarran por caderas, me empujan y halan de un lado a otro, me manosean toda, de repente me encuentro con Rafael y lo abrazo. Fuimos a la esquina y bailé con los chicos el resto de la velada.

A la salida de la discoteca, yo estaba ya bastante ebria, pero consciente de mis acciones, me senté atrás en medio de mis primos los lujuriosos, Rafael manejando y Pepe nuevamente de copiloto. No habíamos ni bien salido de los estacionamientos cuando los hábiles dedos de Sammy estaban hurgando en mi vagina y Rogelio apretando mis senos con lujuria, me acomodo y beso a Rogelio mientras abro mis piernas para que Sammy tenga más espacio para jugar. De reojo veo como Pepe me mira absorto mientras su verga se quiere salir del Pantalón. Rafa nos pide que nos calmemos, que él va a buscar un lugar más privado, los hermanos y yo seguíamos con nuestro trío en el asiento de atrás.

Finalmente Rafa se dirigió a un camino rural que atraviesa el parque metropolitano, subió por una loma y se estacionó, el lugar estaba oscuro silencioso y se podía ver las luces de la ciudad. Nos bajamos los 5 del carro nos miramos como preguntándonos ¿Qué hacemos ahora? Sammy me agarra por la cadera y Rogelio por los hombros, miro a Sammy y lo empiezo a besar y Rogelio por atrás me baja la falda y el panty, Sammy me quita el chaleco y el top, en un santiamén estoy desnuda en medio del parque metropolitano, siento el miembro de Rogelio entre mis nalgas y la de Sammy en mi vagina y como si hubieran practicado una coreografía, me levantan en el aire y me penetran al unísono, mi culo recién desvirgado y mi vagina estaban siendo penetradas a un ritmo desenfrenado y yo veía las estrellas, tuve un orgasmo casi de inmediato y otro más fuerte cuando los dos hermanos explotaron a la vez y me llenaron de leche mis dos agujeros.

Rafael  y Pepe se miraron pidiéndose mutuamente permiso, mi primo le cedió el turno, y yo estaba muy emocionada, él era un gigante de ébano, debía medir como un metro 90, se acerca me levanta en peso y me besa tiernamente, sin apuros, yo lo abrazo con mis piernas y me sostengo de él, Pepe saca su órgano, me bajo de su cuello y yo nunca había visto una verga así así tan grande, lo agarré con las dos manos y me quedé petrificada sin saber que hacer. Él suavemente agarra mi cabeza y la dirige a su glande, abro a boca y lo lamo y lo chupo, obviamente no cabía en mi boca así que lo lamí a los lados, volví al glande y yo chupaba mientras que con las dos manos yo masajeaba esa anaconda venosa y palpitante, Pepe me grita, “me vengo, trágatelo” y empieza a salir la leche a chorros, trato de beberlo, pero me atraganto, hago arcadas, escupo lo que tengo en la boca y su verga sigue echándome leche en la cara, el pecho, quedo literalmente bañada de la leche de Pepe, que se me escurre hasta por la espalda. Sammy y Rogelio empiezan a reírse a carcajadas, Pepe estaba super apenado y Rafael me dice muerto de risa que así no me puedo montar en su carro. Yo no sabía si llorar de la tristeza, gritar de la rabia, reírme junto con mis primos, asustada por no saber qué va a pasar

 

Pepe estaba sumamente apenado, me dio su camisa para cubrirme, Rafa sacó del baúl del carro una vieja toalla usada, los hermanos cubrieron el asiento del copiloto con periódicos, ninguno se me aceraba mucho, me senté llorando en el puesto de copiloto y Sammy, Rogelio y Pepe se sentaron atrás, Pape se veía sumamente gracioso con las rodillas levantadas y los hermanos apretados contra las puertas, todos, menos Pepe se reían y hacían mofa de mí, “Que lechuda eres,” tuve que parar de llorar, llegamos a la casa de los hermanos, se bajaron se despidieron y me desearon Feliz cumpleaños, Pepe se quedó ahí también, Rafa tomó rumbo a su apartamento de soltero, donde me podría dar un buen baño y regresar a casa sin oler a semen.

Su apartamento era muy moderno, tenía vista a la bahía y el baño era grande espacioso, tenía de esas puertas de vidrio que se mueven, en vez de cortina, me bañe y usé el agua caliente, me puse champú, me enjaboné y limpié cada rincón de mi cuerpo. Cuando cerré la llave de la regadera entró al baño Rafael con una erección magistral y me dice, creo que tienes otra vela que soplar, se acercó me besó, me cargó, me colocó en su cama y empezó a besarme la vagina, su lengua jugaba con mi clítoris, mis labios vaginales palpitaban de placer y tuve un orgasmo, me vine ahí mismo en su cara, el siguió chupando y extendiendo mi placer, luego me levanta me pone en perrito y me penetra vaginalmente, sabe como mover su verga dentro de mi vagina, adelante, atrás, a los lados, en círculos, tengo otro orgasmo y caigo de boca en la cama, mi culo queda levantado a merced del pene de Rafa que me penetra nuevamente en menos de 8 horas, que dolor mas delicios, el placer me lleva nuevamente al climax y Rafa me llena el culo de semen dos o tres bombeos más hasta la última gota, y se acuesta a mi lado, yo me acurruco junto a él y con mi mano jugueteo con su falo que yace flácido y agotado después de una ardua tarea.
Y  así celebré mi cumpleaños número 18 y llegué a la mayoría de edad.