Era una noche lluviosa. Había llegado a casa después de un largo día en la universidad. Yo estaba caliente, con ganas de collar al primero que se prestara a mi juego.

A las 12:30 am mi ex me manda una foto de su pene, bañado en su rica leche, diciendo que se hizo la pana en mi nombre, imaginandose todo lo que me haría si me tuviera en frente.

Sin pensarlo y con ganas de que me penetrara con su rica ametralladora le dije que si tan rico pensaba, viniera y materializara su pensamiento y le envié una foto de mi vagina, toda jugosa de solo pensar en lo rico que penetra.
Pasadas las una de la madrugada llegó a mi casa. Lo esperaba sin ropa interior, con la pijama más transparente que tenía, sin dejar nada a la imaginación.

Me empezó a besar abrupta mente mientras tocaba mi vagina con sus enormes y ricos dedos,me intrudujo 3 dedos en la vagina mientras me besaba y con la otra mano me indicaba que tomara posesión de la polla que tanto me deseaba.
Tiene una polla grande y gruesa. Cuando la toque latía de solo sentir mi mano acariciando lentamente, con la intención de hacerle el oral de su vida.
Lo tire en la cama y empecé a hacer no que más me gustaba, jugar con su polla casi imposible de entrar por completo en mi boca. Empecé con besos suaves, luego pasaba mi lengua de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha, luego alrededor de su glande para volverlo loco, empezó a decir mi nombre y en ese momento supe que debía pasar al siguiente nivel. Introduje sus bolas en mi boca, luego pasaba mi lengua en círculo en el medio de sus bolas(su punto débil), me sabía sus puntos ciegos. Cuando sabía que se estaba a punto de llegar baje la intensidad para sentir la frustración en su polla y que me rogara que lo hiciera llegar. Una vez empezó a rogar metí su polla en mi boca hasta el fondo y mientras me follaba la boca, con mis manos hacia que sus bolas temblaran de placer hasta estallar y beberme toda su leche.

Luego de recuperar energías empezó a tocarme. Me tiro en la cama y empezó a hacer lo que mejor sabe hacer, comerme el coño. Empezó a pasar toda su lengua por mi coño, mientras me estimulaba el clítoris con un dedo. Sentía que iba a estallar de lo rico que se sentía su lengua en mi jugoso coño. Entró su lengua lo más profundo que pudo en mi vagina y comenzó a penetrante con su lengua. Luego por si fuera poco, me introdujo una menta en la vagina y se congeló la boca con un hielo. La menta en mi vagina y su lengua fría hacían que me retorciera de placer, gimiendo sin importar lo que escucharan los vecinos. Le encantaba que le gimiera perra mente en el oído. Cuando me iba a hacer llegar me penetro con un solo golpe la vagina, con su enorme polla deseosa de ser metralleta. Empezó a darme las estocadas más fuertes y hasta el fondo, haciendome sentir el grosor de él pedazo de ricura que poseía. Lo halaba y le gemia al oído diciendo : mmm si, que rico, hasta el fondo papasito que quiero tu leche calentita en mi coño. De esta manera aumentaba el ritmo agarrando mis brazos hacia atrás y haciendome gritar de placer. Me puso en cuatro y me volvió a penetra abrupta mente y mi coño se lo agradecía supcionandolo sin reparo. Me hizo venir una y otra vez hasta que terminó en mi vagina, adherido a mi espalda, agitado y satisfecho con todo el placer que habíamos experimentado.