Mi segunda Real relación.
Me llamo Nancy, estaba soltera, tengo buen cuerpo, mis medidas deberán imaginarlas, solo les diré que soy delgada de senos medianos, cola redonda respingada, bastante blanca.
La primera vez sucedió hace unos años atrás cuando tenia 16, ahora tengo 18 años, y conocí a mi actual novio en la Universidad en la fase de IVU (integración a la vida universitaria).
El siempre me insistía mucho en que tuviéramos relaciones, pero la verdad no me animaba por que me daba miedo por tantas cosas, en especial porque Héctor insistía en no cuidarnos, bueno el en no usar condón yo si inyectarme pero es que hay tantas enfermedades, y no es que desconfiara de Héctor, pero él era mas grande que yo, y con mucha mas experiencia, y temía repetir la misma historia que con Pablo; pero aun así no estaba muy segura.
Un Día fuimos a la feria del lugar en donde vivo, ese día mis padres me dieron permiso de llegar tarde, y tomamos unas cervezas, yo estaba un poquito mareada, pero totalmente consciente de todo, salimos y en el coche nos comenzamos a besar, los besos siguieron en el cuello, y yo soy un poco nerviosa, pero sentí muy rico.
Comenzó a llover muy fuerte eran como las nueve de la noche, y Héctor empezaba a acariciar mis pechos, primero los acariciaba por encima de la blusa, pero en un momento su mano estaba por debajo, levanto mi sostén, y comenzó a pellizcarme el pezón, realmente me gusto, sentí muy rico como se ponía duro y sentir sus dedos acariciarlo y por momentos pellizcármelo, me hacia latir muy rápido el corazón y mi respiración también.
Con una de mis manos le acariciaba el cuello, sentí como con su mano tomo mi mano y la dirigió hasta su pene, lo acaricie con el pantalón puesto y se sentía un bulto duro. Sin duda el quería estar conmigo y hacerme suya.
El siguió besándome y comenzó a besarme el cuello y bajo poco a poco, me levantó la blusa y cuando reaccione me estaba chupando el pezón, yo ya no alcanzaba a acariciar su pene, así que me recline sobre el asiento y lo deje chupar, lo hacia muy rico, me levanto la blusa completamente y saco el otro pecho, y también lo lamio. me apretaba los senos y mordía mis pezones.
mi cadera reaccionaba con un movimiento hacia adelante, cada vez que el apretaba y chupaba mis pezones el movimiento involuntario de mi cadera se repetía.
Yo le dije que alguien nos podía ver que nos fuéramos a otro lugar y nos fuimos a un hotel, entró y yo estaba algo nerviosa por que me fueran a ver, quería hacerlo pero tenia miedo, y pues decidí que pasara lo que tenia que pasar.
Entramos al cuarto y fui al baño, al salir; las luces estaban tenues, su ropa sobre una de las mesitas de noche; ya el estaba dentro de las sabanas de la cama, al parecer desnudo, y me dijo ven acuéstate ...
Me quite la blusa y el sostén, me baje la falda y su expresión aún no la olvidó, parecía como si nunca hubiera visto una mujer desnuda, sus ojos casi se le salían, no me quité la pantaleta, tenía algo de pena porque no estaba preparada mi vello púbico me estaba saliendo; pero igual ya estaba allí y me metí a la cama con él.
Me besó, sentí su pene duro, se lo acaricie, y el comenzó nuevamente a chupar mis pechos, eso hizo que mis pezones se pusieran duros y paraditos, me decía que estaban grandes y duros, y que estaban muy ricos, yo disfrutaba como su lengua pasaba al rededor de mis pezones y luego de morderlos los chupaba; provocando que se pusieran rosados por los chupetones.
Cuando de pronto sentí su dedo entrar por un lado de mi pantaleta y acariciar mi vagina, metió todo el dedo y yo abrí las piernas para que pudiera meterlo mas y mas rápido mientras me besaba me metía dos dedos, haciéndome mojarme y excitándome en cada entra y saca de sus dedos; que eran gruesos y largos, y luego sin preguntarlo ya no eran dos si no tres dedos los que estaban dentro de mi concha; jugando con mi clítoris y haciéndome venir como una inexperta total.
Me dijo estas muy mojada, y me bajo la pantaleta, yo solo abrí mis piernas, para que pudiera metérmelo.
Me beso en la boca y comenzó a bajar con su lengua, yo arqueaba mi cuerpo, por que sentía muy rico, llegó a mi vagina y con su mano acaricio mi bello púbico hacia arriba, y con su lengua comenzó a lamer el pliegue de mi vagina, asi siguió hasta que metió su lengua en mi cavidad vaginal, y metía un dedo, y lo sacaba y luego su lengua, yo cerré los ojos por que el placer que sentía era algo que no se puede relatar, estaba haciéndome tener orgasmo de sólo jugar con sus dedos y lengua con mi rajita, era una sensación de cosquilleo en el estomago, y en todo el cuerpo que me hace temblar.
De pronto sentí algo mas grande, al abrir los ojos lo vi de frente y supe que me estaba metiendo el pene, abrí mis piernas lo mas que pude, y en una forma muy delicada lo metió, poco a poco, me dijo que si me dolía, le dijera y se detendría, solo sentí como un pequeño rasguño, dolió pero muy poco, me había penetrado completamente.
Así que me comencé a mover instintivamente mis caderas, el me decía mas despacio o mas rápido, según como el quería para acoplarnos, y comencé a encontrar el ritmo.
Sacó su pene, y me dio la vuelta, yo estaba boca abajo, y sentí como sus manos abrían mis nalgas, metió Su lengua jugando con los pliegues de mi año cuando de pronto aahhhhhh salió de mi boca un gemido tal me estaba viniendo que orgasmo parecía que su lengua conocía mis puntos sensibles.
Después me dijo que levantara mis nalgas un poquito, y me volvió a penetrar, sentí rico, como su pene se abría paso entre mis nalgas hasta entrar en mi vagina dilatada y sencible de tanto orgasmo, pero me empujaba fuerte y me dolía. Hasta que el dolor en mi vagina por dentro estaba aumentando. le dije que me estaba lastimando y bajo su ritmo un poco hasta que me volví a encharcar.
Se salió de mi, me dio un beso apasionado metiendo su lengua con ese sabor a vagina corrida en mi boca, y se quito el preservativo; diciéndome que me diera la vuelta nuevamente, me miró mis senos y yo podía ver su pene palpitar, lo tomo entre sus manos y boom estallo echando un chorro de leche caliente entre mis senos y abdomen; aaaahhhhhh aaaaaahhhh, haciéndome gemir del sólo sentir su semen calentito en mi cuerpo.
Yo me dí cuenta que había manchado un poco las sabanas y me dio algo de pena, me dejó en mi casa, y no quería que mis papas me vieran, pensé que adivinarían lo que había hecho, me metí a mi cuarto y me bañe, toda la noche lo pensé, despues desapareció el dolor y las ganas de hacerlo se hicieron mas frecuentes y más necesarias.
Terminé con Héctor por infiel, pero he tenido otros amores y otras historias en lugares y situaciones tan especiales.
no es muy brillante -- buen argumento malogrado -- de romántico no tiene nada