Pasaron unos dias sin saber nada de Lucila ni de Beatriz.
El Lunes tenia un paciente a las doce y aun era temprano, aun no eran las 09 am. Tocaron el timbre y al ver por la ventana ya no vi a quien lo toco porque ya estaba en la puerta de acceso a la casa.
Pregunte que quien era y senti una muy grata sensacion al oir la ronquita voz de Lucila que me contestaba que era ella.
Yo todavia tenia puesta la ropa de dormir, una blusa sin mangas en color rosa y una imagen de Kitty al frente y un pantalon del mismo
color ya muy desgatados. No llevaba brasier y tenia una tobilleras blancas y una pantaleta bikini blanca con corazoncitos de varios colores.
En cuanto escuche su voz el corazon me empezo a latir mas rapido y cuando abri y entro me saludo con esa voz tan sensual mirandome fijamente a los ojos al tiempo que me decia en un tono de disculpa y complicidad: "¿Te desperte amor?"
No, no, ya me iba a vestir, le conteste.
"¿Y si mejor te desvistes?", contesto.
Por el fresco del aire que entro y por su presencia y comentario no pude evitar que mis pezones se levantaran y se me notaran en la telita desgastada de mi blusa. Mi pantaletita se notaba a traves de la tela del pantalon que por tener el resorte ya flojo parecia que se me iba a caer.
Ella tenia puesto un vestido en color beige de manga corta, recto y le quedaba un poco abajo de sus rodillas, con botones en todo el frente, con cuello de camisa. Tenia unos zapatos de tacon grueso y un poco alto de tres correas anchas que le cubrian desde el nacimiento de sus dedos hasta la parte alta de su empeine, en color negro brillante.
Se habia teñido el pelo en un rubio oscuro y llevaba una bolsa de tela blanca con tiras rojas.
La invite a que se sentara y me pregunto si no me molestaba que se fumara un cigarro. Nos sentamos en el comedor , en la esquina de la mesa, cruzo sus piernas y pude ver sus pantorrillas.
"Que ricos se te ven tus pezones", me dijo.
"Se me antoja chupartelos antes de que te vayas", agrego.
Yo solo la mire ya anhelando lo que me estaba diciendo y nos quedamos mirando unos instantes como queriendonos devorar una a la otra.
"¿Te gusto el otro dia?", pregunto.
Lo quiero repetir, le conteste.
"¿Cuando'", dijo.
El dia que quieran, le respondi.
Era un juego de palabras que las dos estabamos gozando mucho.
Se levanto de la silla y me dijo; "ven, quiero decirte a lo que vine".
Camino hacia la cabecera de la mesa y me dijo que me sentara como si fuera a comer, asi lo hice.
Estando yo sentada ella se sube a la mesa justo frente a mi, se sienta en al borde de la mesa, separa sus piernas y pone sus pies aun con zapatos en los bordes de la silla donde yo estoy sentada.
La tengo frente a mi con las piernas separadas, me mira y sonrie de una forma cachondisima. Yo estoy como hipnotizada mirandola a sus ojos, las dos sonreimos satisfechas de estar ahi, juntas, conectandonos en ese nivel.
Empieza a desabotonarse el vestido y cuando llega a los botones del medio ya deja ver buena parte de sus tetas y la orillita de uno de sus pezones, termina con el ultimo y se hace el vestido a los lados quedando frente a mi con sus piernas abiertas, apoyandose con sus dos manos en el borde de la mesa y haciendo un poco hacia atras cuerpo. Su pantaleta es blanca transparente y ya tiene una mancha de humedad.
¡Puedo olerla!, ya esta caliente.
Mueve su cadera hacia mi y la balancea un poco al tiempo que me dice: "Vine a esto, ¡a que me mames!
¡No me pude esperar hasta otro dia!
¡Mamame, anda, dame tu lengua!, me decia al tiempo que se mecia y me miraba suplicando y ordenandome que lo hiciera.
Yo la cogi de sus caderas, de sus nalgas y le oli su cosita mojada.
Le pase mi lengua por esa telita humeda y ella gimio un poco echando un poco su cuerpo hacia atras.
"¡Si asi, asi"!, me murmuro.
"¡Vine a que me cogieras!", me dijo en un tono autoritario.
¡Encantada!, le conteste.
Hice que se acostara sobre la mesa y le quite su pantaletita, ella subio sus pies al respaldo de la silla y le quite sus zapatos no sin antes pasarle mi lengua por sus tobillos.
Asi como quedo al acostarse en la mesa podia verle su culito entre esas nalgas, me acerque y le puse la puntita de mi lengua en su hoyito haciendo movimientos casi imperceptibles pero firmes metiendo mi nariz en su puchita resbalosa.
Baje una de mis manos para masturbarme mientras la oia resoplar gimiendo que mas y mas.
Me detuve un momento para verle su cosita abierta y su clitoris apuntando hacia mi boca, saque mi lengua le lami desde su culito hasta su clitoris haciendo que jadeara aun mas.
Me detuve en su paradito clitoris y me quede ahi sintiendolo en mis labios, lo bese con suavidad un momento y despues le di de lammidas hasta que me grito que ya venia. Yo me meti dos dedos apretandome para venirme junto con ella.
El comedor se lleno de un intenso olor y de gemidos, me recargue en la silla y quedamos sin decir nada por unos minutos, le bese sus pantorrillas y sus pies, despues ella se levanto y se paro poniendose sus zapatos y abotonandose el vestido.
Se acomodo el pelo y me pregunto sonriendo que si me habia gustado su visita tan temprano, le conteste que si y que cuando la repetia. Me dijo que si me parecia bien que me visitaran el siguiente dia por la tarde.
La mire y le conteste que no fueran a fallar.