~~A mis 40 años de
edad, mis experiencias sexuales han sido heterosexuales y amplias, aunque
ahora divorciado y soltero, tuve muchas novias y amores amantes fugaces
y enamoramientos platónicos. También he tenido relaciones
con hombres y travestís una docena de veces, siempre de forma
activa, de ellas disfruté al menos con tres de ellos pero solo
por la ocasión, aunque se dieron no mas de tres o cuatro encuentros,
pero fueron deliciosos. Pero. . recuerdo que desde siempre tuve el
deseo de tener un hombre, no gay ni bisexual, sino un hombre, un macho.
No soy muy aventado y las veces que intenté, casi siempre excitado
por unas cervezas o tragos, no lo logré, por lo que mis fantasías
y mis frecuentes masturbaciones se daban pensando en un hombre, cualquiera
que fuera, que me gustara. Por asuntos de trabajo llegué a una
pequeña ciudad y llegué a un pequeño hotel, sencillo
y con ambiente familiar. Lo que mas me gustó, era el tipo que
atendía a los huéspedes. Sencillo, unos 25 años,
buen cuerpo, muy atento pero tímido. Me cautivó con su
forma de ser, su mirada y sus labios carnosos que humedecía con
su lengua de una forma normal, como un hábito.
Me encantó y le pedía cualquier cosa para que me llevara
a mi habitación, lo cual hacía de inmediato, pero me daba
mucha pena decirle lo que quería y sentía por él.
Como tenía que pasar al menos dos años en la ciudad, lo
mejor era buscarme un apartamento y logré contratar uno donde
viviría solo, con excelentes condiciones. Al pasarme y equiparlo
con todo lo elemental, después de una semana decidí buscar
a mi amigo e invitarlo, con el cuento de que necesitaba su ayuda, lo
que aceptó con gusto y quedamos de vernos el fin de semana que
tendría libre. Para que mas, mis emociones, mis deseos, giraban
porque no sabía como reaccionaría, a pesar de mis fantasiosos
planes y tampoco estaba seguro si yo le diría lo que realmente
deseaba. Llegó el día y entre pláticas y cervezas,
le pedí que me hiciera un masaje, lo que provocó su asombro,
pero además todo mi plan no lograba realizarlo por pena, por
temor, por lento. Pero al calor de las cervezas y mi insistencia mi
amigo inició brusca y torpemente un masaje en la
espalda y fue cuando le puse mis nalgas en su miembro, aunque ambos
vestidos, pero aprovechando la situación, me quité todo
y al tratar de quitar su pantalón se resistió, pero mi
insistencia al borde del desenfreno permitió que le sacara su
pene, deliciosamente templado, de regular tamaño y me incliné
para besárselo y mamarlo. Que cosa mas rica, tanto lo había
deseado y ahora tenía en mi boca lo mas deseado y lo sentí
tan exquisito que logré meterlo todo en mi boca, no era tan grande,
entre seis y siete pulgadas y no muy grueso. Me pidió mas y con
gusto se la seguí mamando hasta que sentí un fuerte chorro
caliente en mi garganta y aunque quise sentir mas él lo retiró
y no me dejó mas, luego se despidió y se fue. A pesar
de todo fue un éxito para mi y sabía que vendría
lo que yo deseaba, que me cogiera y me hiciera sentir su falo en mi
deseoso puerto de entrada.
Pasó algún tiempo en que no nos conectamos de nuevo, hasta
que se apareció, previa invitación de mi parte, sería
mi invitado especial, resulta que al calor de las cervezas se entusiasmó
y noté su deseo por una aventura secreta, como yo quería.
Sucedió que con cierto grado de embriaguez y como tenía
permiso hasta la medianoche y faltaban varias horas, le pedí
que se bañara y luego descansara una hora, yo lo despertaría
a lo que accedió con cierta desconfianza, pero se fue a mi cama
y al rato dormía profundamente. Era una noche lluviosa, encantadora
y excitante.
En esta situación comprobé que dormía profundamente,
lo que aproveché para darme una ducha muy especial y prepararme
para la ocasión, con una tanga entre mis nalgas, sandalias y
una bata corta. Llegué a pensar que si él no reaccionaba
le diría que no le dejaría ir y si quería podría
quedarse en mi casa. Pero cuando llegué se despertó y
luego de desvestirlo le di una mamada especial, me puse provocativo
y le pedí que me penetrara, lo cual hizo de forma tranquila,
aunque no fue lo mejor ya que no me penetró totalmente y terminó
precozmente, dejándome con ganas de seguir penetrado.
Pasaron los días y continuamos nuestro secreto aunque muy esporádicamente,
me ha insinuado ser mi marido, lo que me encanta, y hemos cogido ya
unas 15 veces, me he enamorado de él, es un amor de lo mejor.
Creo que también él me desea. Le he pedido que me presente
a un amigo, pero no quiere, quiero tener otra experiencia, me excita
la idea de tener otro amor y de ser posible hacerlo con dos a la vez.
Quiero una relación clara yamplia He querido serle fiel
y se lo he dicho. Lo que me encanta de nuestra relación, aunque
no es constante, es que yo lo conquisté, lo atraje, me ha complacido
con locuras y me hace falta verlo ya que tenemos varias fantasías
pendientes por cumplir. El no cree que ha sido mi primer y único
hombre, creo que se imagina que podría tener mas. Le he jurado
que no necesito otro, pero realmente sueño con tener al menos
dos experiencias mas, quiero tener otro hombre, tengo deseos increíbles,
pero es difícil para mí. Quiero ser mas abierto, quiero
en mis momentos actuar como mujer, pintarme, transformarme, no tanto,
pero si tengo un macho, me encanta ser su hembra, soy capaz de decir
locuras y sentirme su puta, su esclava, que me mande, que me ordene,
quiero atenderlo, mamarlo y que me coja como quiera. No se que pasará,
no he visto a mi amado hace unos dos meses, mi cuerpo y mi culo piden
contacto, no quiero, pero deseo serle infiel, lo que quiero y necesito
es un hombre. Si alguien tiene algo parecido le pido me escriban. Mi
lema es: VIVE LA VIDA CON INTENSIDAD Y CON GANAS.