Oía el ruido del condón frotando mis nalgas, o era el ruido de su enorme verga a punto de atravesarme, -estas bien bueno-
Unas manos gruesas y peludas acariciaban mis nalgas, las apretujaban una y otra vez, mi cuerpo yacía desnudo sobre el colchón, mi espalda era victima de la lengua de aquel sujeto, -en serio que estas bien rico- su voz como un eco golpeaba mi cabeza, ahora una de sus manos dejaba de amasar mis nalgas y llevaba sus dedos a mi boca, con mis ojos cerrados aún y tratando de contener el asco supe lo que quería que hiciera, comencé a succionarlos –eso así, eres un puto hermoso-
El cuerpo desnudo de aquel sujeto se frotaba contra el mío, mi piel lampiña y pálida se erizaba a cada contacto de la piel gruesa y vellosa de aquel tipo que asemejaba un oso, mi 1.60 de estatura no eran rival para los casi 2 mts de aquel sujeto, el sujeto saco sus dedos de mi boca y con mi saliva en ellos atravesó mi esfínter, -agg-
-sh, calladito mi puto, que para eso te pago-
Su cuerpo seguía friccionándose contra el mío, cada vez con mas velocidad, hasta que finalmente dijo –es hora de ensártate mi putito-
Con sus manos separo violentamente mis nalgas, soltó una gran cantidad de saliva de un escupitajo en mi culo, y tomando su verga con ambas manos la fue metiendo poco a poco, -aha-, el dolor que sentía era insoportable, , -a-, con el grito de aquel oso, sentí como si me hubieran estocado con un hierro en el culo, su cuerpo se dejo caer haciéndome dar alaridos de dolor, a el parecía no importarle y mientras volvía a poner sus dedos en mi boca para que los succionara me comenzaba a coger frenéticamente, el dolo era tanto que comencé a adormecerme, mientras mis ojos se encontraban entre abiertos las imágenes de todo lo que había sucedido días antes comenzaban a llegar, -eso, así, coges bien rico, ah-
-Daniela te dije que no me gusta ir al súper contigo, tardas horas para comprar unas latas de arroz-
Ella como siempre me ignoraba pero sabía fingir que le importaba en algo, siempre que le reclamaba algo ella solo me guiñaba el ojo y se hacia la desentendida. Era un jueves por la tarde, nunca lo olvidaré. Ella fue al baño mientras yo me quedaba escogiendo la comida de ese día, de pronto una mano se atravesó por delante mío y accidentalmente rozo mi verga, -a lo siento, no me fije-. No era gay, aún no lo era en ese entonces, pero al ver a aquel rostro de ojos azules y cara de ángel diabólico, al contemplar sus brazos fornidos las imágenes en mi cabeza se agolparon, por primera vez en mi vida mis palabras se trabaron y no sabía como sacarlas a la superficie frente a otro hombre, él noto mi nerviosismo y de inmediato supo que era gay, se junto un poco más para que las pocas personas que había en el súper no se percatara de nada, comenzó a frotar mi verga por encima del pantalón, sin decir palabra, mis ojos no podían creer lo que estaba pasando, nunca en mis 18 años de vida había permitido que un hombre me tocara mi verga y ahora estaba ahí un sujeto haciéndolo, mi cuerpo se paralizo, quise golpearlo, pero al mismo tiempo no quería que parara, quise gritar ¡mugroso joto suéltame¡, pero también quería que me tomara en sus brazos y me hiciera suyo, quería patearlo en los testículos y salir corriendo pero quería estar desnudo bajo su cuerpo, durante mis cavilaciones no me percate de lo que había ocurrido hasta que el hablo: “ja, ya te viniste traviesito”, mi cara era un tomate por entero, rojo por todas partes, mientras fantaseaba había soltado la leche y solo se veía una mancha sobre el pantalón. –bueno, hasta la próxima chicuelo”, -no, no te vayas, dame tu numero, porfis-
Creo que en ese momento comenzó, lo plane de tal manera que no quedara nada sin pensarse, Daniela se sorprendió porque de regreso no había hecho ninguna queja. Y estoy seguro que mas se sorprendió cuando me encontró con la verga de G.I. hasta la garganta, desde ese día G.I y yo vivimos juntos, la diferencia de edades al principio no fue problema, sus 45 años y mis 18 eran la combinación perfecta. Yo sabía todo de él, según me conto, tampoco era gay, de hecho se había casado con una mujer que lo dejo por otra, no había tenido hijos pero decía que conmigo podría pensar en tener alguno. Yo estaba increíblemente enamorado de él, ninguna mujer me haría tan feliz como él lo hacia, para mi siempre fue perfectamente normal lo que me pedía y me decía que los que se aman deben de tratarse así, me decía que mientras estuviera en su casa (mi casa también), tenía que estar desnudo, debía rasurarme todo el cuerpo, no quería nada de pelos en “ningún” lugar de mi cuerpo, él era tan amable conmigo, que me compraba cremas para la piel, para tener una piel tersa y suave, me decía que cuando hiciera de comer (que cocinaba pésimo) debía de llevar puesto únicamente un mandil y nada más. Yo sé que el me amaba igual que yo, pero yo estaba seguro que yo lo amaba más, cuando llegaba de trabajar (que nunca me dijo en donde trabajaba) me decía que estaba muy cansado y que quería que le quitara la ropa, cosa que yo hacia de inmediato, me decía que le diera de comer y algo que me exigía era que mientras el comiera yo debía de chupársela, acariciarlo y meterme los huevos en la boca, yo era un inexperto en eso de las mamadas, pero el con mucho amor me enseño, me decía como debía de masturbarlo, me enseño a usar la lengua, a lamerle en todas partes que el quisiera, y sobre todo, me enseño el sabor de su leche. Lo único que no me gustaba era que el no era reciproco conmigo, nunca (salvo la vez que nos conocimos) me había vuelto a tocar mi verga que no es tan grande como la de él, pero se defiende, yo se lo decía pero el me decía que estaba cansado y que mejor luego, tampoco me besaba en la boca, decía que lo haría ya que estuviera más grande, supuse que el tenía razón, para mi él era todo.
Los fines de semana, antes de que se fuera por la tarde (tampoco me decía a donde), me decía que me pusiera a hacer de comer, pero con la ropa que el me iba a dar, me compro unos pares de zapatos de tacón, una minifalda café y una mini blusa, me ordeno que me los pusiera, yo incrédulo de su petición le dije que no lo haría, yo era gay no travestí, pero el se molestaba y me decía que si no lo hacía era porque no sentía nada por el, al final accedí, y me vestí como el quiso, mientras hacia de comer, llegaba por detrás y me comenzaba a besar el cuello, acariciaba mis nalgas bajo la falda yo creía que por fin haríamos el amor como había visto en las porno, me dejaría sentir su verga en medio de mis suculentas nalgas pero en ves de eso, me ponía un pañuelo en la cara (que olía horrible¡) y me dejaba dormido, cuando despertaba, que ya era lunes, y le pedía explicaciones, me decía que esa era una de sus fantasías y que no debería preocuparme, el me hablaba de una forma tan cariñosa que tuve que creerle, solo los lunes me besa en la boca, me besaba tan tierno que me enamoraba de él cada vez más.
De esa forma transcurrieron 3 años, y en una ocasión sucedió algo que cambiaría mi vida; estaba haciendo de comer vestido como una puta, cuando el hizo lo mismo de siempre y que yo ya esperaba, me puso de nuevo el pañuelo en la cara y una inyección, como todas las veces sentí como mi cuerpo se desvanecía en sus fornidos brazos y como me llevaba cargando hasta la habitación y ahí todo se oscurecía, pero algo sucedió aquella vez, cuando desperté, me di cuenta que el reloj marcaba las 8pm cosa bastante rara porque siempre me despertaba a las 11am de el lunes, estaba en verdad mareado y me costo mucho trabajo ponerme de pie, mi cabeza daba vueltas y sentía muchas ganas de vomitar, como pude llegue a la puerta y antes de abrirla escuche voces del otro lado, creí que estaba escuchando cosas pero hice un esfuerzo y pegue mi oído a la puerta, era una voz de mujer -¿quién será?- al principio parecía un eco, pero lentamente se fue haciendo la voz más clara, abrí lentamente la puerta y por una pequeña coyuntura observe el acto más grotesco de mi vida, era ¡una mujer¡ haciéndole sexo oral a mi novio, sentí que un rayo me atravesaba no podía creerlo, y juzgando por la cara de G.I, lo estaba gozando más que cuando yo se lo hacía, -¿seguro que no se va a despertar? –Pregunto la mujer sacando un instante su asquerosa boca de esa hermosa verga, -tú no te preocupes mi amor, ese %&inche puto no se levanta hasta mañana, aparte de la buena dosis de cloroformo le di una inyección de anestesia, tu sigue mamando así, ah, que rico mamas, no te comparas con ese puto, feo-
Quise salir en ese instante y matarlos a ambos, quise, pero mi cuerpo no respondía como yo deseaba, “el maldito me engaño”, “todo el tiempo me engaño”. Escuche que alguien llamaba a la puerta, al parecer eran visitas, la mujer desnuda como se encontraba abrió la puerta y saludo a 5 hombres de una corpulencia impresionante, -ah ya llegaron, bien, trajeron todo?-
G.I, comenzó a hablar con ellos, -si, esta en la recamara, háganlo igual que siempre, nada de penetración forzada lubríquenlo bien y pónganse condón, el cloroformo esta donde siempre y también hay unas jeringas con sedante por si quiere despertarse.
“qué????”, los hombres llevaban cámaras de video y una linterna, se dirigían a mi habitación, intente pensar en algo, pero nada se me ocurrió, de pronto abrí el cajón en donde G.I les había dicho y encontré 10 frascos color marrón y 20 jeringas con liquido dentro, fue una acción desesperada pero no tenía opción, destape todos los frascos y los arroje al suelo, de inmediato caí fulminado al suelo y todo se volvió a oscurecer.
Lo siguiente que recuerdo fue que desperté en una cama de hospital, según me dijeron los agentes de policía que me encontré al despertar, un par de sujetos me habían arrojado a un lote baldío de las afueras de la ciudad, estaba lleno de semen y desnudo completamente. Yo había tenido una sobredosis y estuve en coma por 2 meses.
Regrese a la casa de G.I, pero tal como me había dicho la policía, la casa fue demolida y la persona que yo les describía no tenía registros en el país.
Pasaron 5 años desde aquel incidente, en repetidas ocasiones intente rehacer mi vida, pero cada hombre que se relacionaba conmigo me dejaba por el mismo problema:
-cómo pudiste hacerle sexo oral a un hombre sin condón?
- cómo es posible que te vistieras de mujer?
- te voy a hacer honesto, a mi no me gustan los hombres con “tanta” experiencia
-que, que??, se la mamaste 50 veces?
- te eyaculo en la boca más de una vez, como te voy a besar así?
- te drogabas?
- te lo hicieron entre varios?
Que, que, que, que,,….. me das asco……………………
Al principio pensé que era mi culpa, y aún hoy se que es mi culpa, ningún homosexual va a querer a un hombre con mi historial.
-ag, mierda, carajo, ag-, chorros de leche caliente me regresaron del sopor en el que me encontraba, -perdón putito, se rompió el condón, pero es que me excite mucho, quien te manda tener un culote así, bueno lo que acordamos, mañana te espero otra vez, putito, pero ya no subas la tarifa, 50 la puñeta sin condón, 100 la mamada, y 3.0 la cogida?, pero si vales la pena, ups, perdón, parece que te sangro, ja, perdón mi putito.-
“igual que todos los días”, dice mi pensamiento mientras mi cuerpo yace desnudo en un cuarto horrible en un motel de tercera, de mis ojos comienzan a brotar lagrimas y mi boca solloza mientras el horrible hombre peludo se viste de nuevo para ir a visitar a su esposa en su aniversario, y deja ahí a su prostituto, lleno de semen, sangre y excremento regado por la cama, por el colchón sin color igual que el corazón de éste puto.
…………………………………