Capitulo – II –

ANTES DE MI PRIMERA COMUNION… (Continuación)

Félix y Piluca, que eran inseparables y de la misma edad, volvían de sus compras de la farmacia con una cesta de mimbre llena de cacharritos de cocina con yerbas y flores. Les ordene que trajeran agua para preparar unas pociones que servirían de medicinas. Allí se fueron de nuevo a buscar agua de una manguera de jardín que estaba algo alejada de donde estábamos y también les ordene que trajeran piedrecillas planas y blancas. Esto les entretendría un rato largo del cual yo podría disponer para seguir mis tratamientos a las dos hermanitas.

Inesita se subió de nuevo a la mesa del cenáculo y Sarita se posiciono en un lado de la mesa y yo del otro. Le baje las braguitas hasta los tobillos exponiendo todo su cuerpecito al natural y la hice doblar las rodillas para que pudiese abrir mejor sus piernas y exponer su chochito maravilloso en todo su esplendor. Era muy bonito y su Monte de Venus imberbe y su vagina sonrosadita. ¡Deliciosa!. Yo ya estaba a cien de nuevo.
Sarita se movió a mi lado y observando mi bulto de mis pantalones me pregunto del porque del bulto respondiéndola que yo también tenia algún dolor en mi pistolita y que por eso estaba hinchada. Me inquirió que se la enseñase y abriéndome la bragueta saque mi pirulita para que la viese. La dije que me la abarcase con su mano y que hiciese ese movimiento de vaivén. Con su manita me la rodeo y empezó lentamente a subir y bajar. Entre tanto Inesita se había incorporado para ver la escena y quiso también tocarme la cosita. La dije que primero tenia que aplicarle un masaje en su chochito a lo que se volvió a tumbar en la mesa. Yo ya con mas experiencia fui directamente a su botoncito y posicione sus dos manos a cada lado de su vaginita para que con los dedos corazón e índices se apartase los labios mayores mostrando así todo su chochito rosadito y palpitante. Note que estaba un poco mojadita y al pasar mis dedos note que resbalaban mejor y ella se retorció un poquito de placer. Me decía; ¡así, así, ahí, ahí como me gusta, más, más! Yo continué mi tratamiento con mis dedos ya mas expertos y la hacia sentir pero que muy rebién. En un determinado momento me dijo que la besara como había hecho con Sarita y así lo hice. Ella saco su lengua y me chupo los labios que me gusto e hice lo mismo con ella. Me dijo que la besara en su cosita a ver como se sentía. Deslice mi cabeza hasta su vaginita y la plasme un beso en su cosita y mis labios se mojaron de sus flujos saladitos y me gusto una enormidad y a ella también.
Me dijo que lo hiciese otra vez y así lo hice aunque por curiosidad use mí lengua y como note que la gustaba continué explorando y recorriendo alrededor de su vaginita dejándola en un éxtasis que creí que se había desmayado.
Me asuste y me separe un poco para observar su rostro. Simplemente estaba teniendo una satisfacción enloquecedora. Le dije en esos momentos a Sarita que se metiese mi cosita en su boca porque a mi me gustaba también y mi pistolita se aliviaría de la hinchazón. Se puso en cuclillas y empezó a chuparme mi erección como si fuese un pirulito a lo que me encanto sus lametadas. Volví a atender las demandas de Inesita y de esta vez me agarro la cabeza por la nuca y se la apretó a su ya caliente chochito que palpitaba y segregaba mas jugos embriagadores. Casi no me dejaba respirar pero continué lamiéndole lo mejor que imaginaba su botoncito y sus labios menores a lo que ella respondió con unos gemidos mas altos que Sarita, estaba roja como un tomate y sus ojos a media asta cerrándolos y abriéndolos de placer. De repente se movió al extremo de la mesa y me posiciono en frente de ella poniendo sus piernas al borde de la mesa así que yo tenia pleno acceso a su chochito divino. En esta posición me lance a chuparle su vaginita con mas ahínco como si fuese una golosina y a decir verdad me gustaba tanto que no hubiese parado a no ser porque ella de repente cerro las piernas y me cojió la cara entre ellas y me mantuvo así hasta que en pequeñas convulsiones note que estaba saboreando un orgasmo de niña por primera vez. Continúo con su mordaza en mi cara y poco a poco fue cediendo sus muslos hasta verme liberado de su cepo. La mire a su carita y la pregunte que si la cosita ya no le dolía a lo que respondió que había sentido unas cosquillas muy diferentes y que estaba esperando otra vez a que le doliese para que la diese otra vez los masajes que tanto la habían gustado.
Yo ya estaba a punto de explotar pues las chupaditas de Sarita se habían intensificado y mi pistolita estaba a punto de disparar, no se que exactamente que pues no tenia eyaculacion, pero la sensación era de que algo iba a salir disparado.
Inesita se recompuso y subiéndose las braguitas se bajo de la mesa y la dijo a su hermana que ella también quería probar, a lo que Sarita respondió que no, que ella la había cogido primero. Y empezaron a forcejear las dos por la disputa de mi miembro que parecía que estaba en carne viva.
Las separe y les dije que podrían hacerlo las dos a turno pero que me iba a subir a la mesa para que las dos estuvieran mas cómodas. Así lo hice, me recosté en la mesa y de esta vez me baje los pantalones hasta los tobillos. Inesita me dijo que grande e hinchada la tenia que me debía doler mucho a lo que respondí que si que tenían que aliviarme de esa comezón que sentía en toda mi cañita.
Sarita empezó su turno ya experimentada y le describió a Inesita como hacerlo, Inesita aparto a su hermana y cojió ella la vez. La boca la tenia calida y muy húmeda lo que me proporciono un intenso placer. Me baje el prepucio con un poco de dificultad - unos años después descubrimos que tenia que ser operado de fimosis cuando mis hormonas empezaron a reaccionar y mi miembro empezó a crecer -.
La piel quedo apretada debajo de mi glande que me lo mantuvo hinchado y enrojecido. Inesita cuando lo vio en todo su esplendor me dijo que si me dolía y cuando asentí se lanzo a chupármelo metiéndoselo en su boca calida pasando su lengüita alrededor y al mismo tiempo succionando como si fuera un biberón que me hizo ver todo el arco iris. A Sarita la posicione una de sus manos alrededor de mi uretra y la indique que continuase con su vaivén mientras su hermana me succionaba el pirulito. No aguante más y unas vibraciones corrieron todo mi cuerpo sintiendo un placer indescriptible en mis partes y todo mi cuerpo. Inesita seguía chupando con desesperación y la hice parar pues después de ese orgasmo tenia que descansar y recuperar fuerzas.
Me levante de la mesa y me puse los pantalones en el mismo momento que Inesita se bestia también y cuando estábamos en ello súbitamente apareció Cristina - otra de las chicas del vecindario - con Félix y Piluca.
Cristina nos observo - todavía con la excitación - preguntándonos que estaba pasando allí y que estábamos haciendo, a lo que respondimos que estábamos jugando a médicos. Cristina que no tenia un pelo de tonta se olio algo sospechoso y dando unos cachetes a Sarita e Inesita las dijo que contaría a sus papas lo que allí estaba ocurriendo.
Ellas respondieron que no estaba pasando nada a lo que Cristina respondió que hacíamos vistiéndonos cuando ella llegaba y sin esperar respuesta les dijo que se marchasen a casa inmediatamente. Ellas obedecieron sin rechistar.
Cristina ya era una chica mayor tendría unos 14 o 15 años y era vecina de Sarita e Inesita, las conocía bien pues hacia de canguro de vez en cuando y conocía a los padres.

Volviéndose a mí me dio un rapapolvo y me dijo que era una mosquita muerta y que quería saber con pelos y señales que es lo que habíamos estado haciendo los tres.
En estos momentos mi mama salio al balcón buscándonos y llamándonos a casa para comer que era la hora. Me alivio la llamada pues no tendría que dar explicaciones a Cristina. Ella antes de yo salir a mi casa me dijo que esa misma tarde quería que le contase todo de pe a pa o me amenazaba con contárselo a mis hermanas.
Me fui muy preocupado pensando que es lo que iba a inventar para no descubrir los hechos de esa mañana.

(Continuara en el capitulo I