Capitulo Diez
El viernes por la noche mis padres habían salido hasta el sábado a visitar unos parientes. Así que era una ocasión especial para llevar a Jazmín a casa. No era que Jazmín no conocía mi casa, para nada, ella había ido muchas veces e incluso se había quedado a dormir. Pero tener sexo tratando de que no escuchen mis padres era todo un tema. Mas para Jazmín, que le encantaba gritar y jadear a toda voz y hablar guarradas mientras teníamos sexo. Por eso este viernes era especial porque estaríamos solos y Jazmín podía gritar todo lo que quería.
-¡Hooouuuu! ¿Te gusta como te monto? ¿Eh, caballito?- Gemía Jazmín subiendo y bajando sobre mí. Estábamos en mi casa, gozando como locos en mi cama. Jazmín completamente desnuda, con sus cabellos rubios sueltos y ondeando por sus movimientos. Mis manos estaban en sus tetas y las masajeaban. A Jazmín la volvía loca que le apretaran los pezones. Ella subía sacándose casi toda mi verga de su rajita y volvía a bajar enterrándola totalmente.
-¡¡Sos todo un semental Caballito... Aaaaahhhhh!!- Jadeaba Jazmín sin parar de saltar sobre mi vientre. Le pellizque suavemente sus pezones y ella jadeo aun más fuerte. Luego comenzó a jadear, a respirar muy fuerte y cabalgarme más y más rápido. Sus orgasmos eran tremendos. Pero una vez que acababa seguía como si nada. Continuaba moviendo sus caderas mirándome fijamente a los ojos con una sonrisita maquiavélica.
-Ahora vos sos mi perrita- Le dije tumbándola en la cama y colocándola a cuatro patas. Jazmín levanto su cola bien hacia arriba ofreciéndome ese manjar. Mi verga se deslizo como en mantequilla dentro de su vagina. La tome de las caderas y comencé a bombear rápido, haciendo vibrar los cachetes de su perfecta cola.
-¿Te gusta mi perrita? Sos una perrita golosa... - Le decía yo excitándola mas y más. Jazmín jadeaba sin parar.
-¡¡Siiii!! ¡Tu perrita!...- Gritaba ella transpirada y gimiendo como loca. Le recosté sobre su espalda y comencé a jugar con sus pechos.
-¡Mmmmm! ¿Te gustan mis tetitas papi?- Comenzó ella. Ahí venia, era el momento de decir guarradas.
-Me encantan Perrita, me vuelven loco...-
-¡Aahhh! ¿Te gustaria agarrar las tetotas de mi hermana? ¿Eh? Aaaaahhh...- Jadeaba Jazmín clavándose mi verga lo mas profundo posible.
-Me fascinan las tetas de tu hermana ¿No te gustaría chuparlas perrita?...-
-Son enormes... Aaahhhhh... No podría con ellas... Ahhh... Son enormes...-
-Y no te gustaría chupar las tetitas de tu hermanita menor ¿Eh, perrita?-
-¡¡Aaaahhhhhh!! Tiene tetas hermosas... Ahhhh... Hermosas... – Gemia Jazmín.
-¿Las chuparias Perrita?
-¡¡¡Sí!!! ¡¡¡Aaaahhhhh!!-
-¿Les chuparias las tetas a tus dos hermanitas?
-¡¡¡¡Sí!!!!! ¡¡¡Aahhhhhhh!!! ¡¡¡Y ellas a mí!!!-
-¿Te gustaría que pasen sus lenguas por todo tu cuerpo?-
-¡¡¡Me volvería loca!!! ¡¡¡Loca!!! Aahhhhhhhhhhh... ¡Diossss!- Comenzó a gritar Jazmín acabando en un fuerte orgasmo. Yo no aguante más y comencé a llenarle su vagina de caliente leche. Ambos respirábamos agitados, totalmente transpirados. Quedamos rendidos. Esa noche había eyeculado ya tres veces. Jazmín se acostó a mi lado y me abrazo.
-Sos una pervertidita... - Le dije dándole un beso.
-Pero no se lo digas a nadie... - Dijo ella con su sonrisita. Luego, así abrazados, nos quedamos dormidos. Soñé que estaba en un colegio, y que yo era profesor. Sonaba el timbre y todos los chicos salían del aula. Solo se quedaron tres alumnas. Eran Jazmín, Jesse Y Luciana. Las tres vestidas de colegialas. Sus uniformes eran muy chiquitos para sus cuerpos. Las tres tenían el uniforme de colegio a donde asistía Jesse (Y a la cual asistieron sus hermanas mayores). Jazmín iba con el uniforme de porrista. Era todo rojo con líneas blancas. La tela se pegaba a su cuerpo de tan ajustada. Su perfecta figura de largas piernas, estrecha cintura y pechos perfectos podían verse con total claridad atreves de ese pequeño uniforme de porrista. Luciana tenía puesto el uniforme de gimnasia. Una calza negra de lycra negra muy ajustada en sus piernas. Remarcaba su tremendo e impresionante culo y no dejaba nada a la imaginación. Sus tetotas parecían estallar en la ajustada remera blanca con él logo del colegio. Luego estaba Jesse... llevaba el uniforme del colegio, faldita escocesa tableaba, corbata y camisa blanca. Le quedaba pequeño, la faldita muy cortita y la camisa muy ajustada. Era increíble verla de esa manera, no era la Jesse tímida que ocultaba su tremendo cuerpo, este era una Jesse “popular” que hacia que me baboseara mirándola. Las tres juntitas me miraban divertidas. Se acercaban a mí contoneando sus cuerpos sugerentemente.
-Nos portamos mal Profe...- Dijo Luciana agarrandose sus tetas y masajeándolas.
-Somos unas chicas malas, muy malas- Dijo Jazmín abrazando a su hermana Luciana léxicamente.
-Merecemos una lección ¿No Profe?- Dijo Jesse uniéndose a sus hermanas. Beso a Jazmín en la boca entrelazando sus lenguas. Luego beso a Luciana y chupo su boca. Las tres comenzaron a tocarse por todos lados mientras no araban de besarse. Quería ir con ellas, deseaba hacerlo con toda mi alma. Pero no podía moverme. Las tres hermanas comenzaron a sacarse la ropita del colegio mientras yo corría hacia ellas. Pero cuando más Corría, más me alejaba. Las tres hermanas jugaban juntas y yo me alejaba más y más.
-Hoooooofffffhhhh!!!- Desperté respirando agitadamente y con una sensación de que me estaba vaciando. Mis manos temblaban y sentía unas descargas inmensas de placer. Mire hacia mi entrepierna y allí estaba Jazmín, con mi verga en la boca recibiendo mis descargas de leche. Ella tragaba todo muy golosa mientras yo me daba cuenta de que esto si era la realidad. Luego Jazmín siguió mamando unos segundos mas hasta dejarme seco y sin ninguna gota de leche desperdigada.
-Buenos días dormilón- Me dijo con su miradita sonriente. Fue una buna manera de empezar el día.
Capitulo Once
Ese fin de semana fue de lo más normal. Y con el comienzo de la semana siguiente, tuve que ponerme a estudiar para la facultad al igual que Jazmín. Estábamos en época de exámenes, así que no tenia mucho tiempo de visitarla... y de visitar a Jesse. Jazmín había vuelto a insistir con el tema de comprometernos, pero yo rehuía como podía de darle una contestación. Me la pasaba todo el tiempo pensado en Jesse, me moría de ganas de buscarla a su colegio para estar a solas con ella. Jesse me enviaba mensajitos muy dulces al celular y eso era una manera de saber que no se olvidaba de mí. También me envió un mail contando quien le había metido en la cabeza que ella era una “putita”. Pero como era un archivo Word bastante pensado lo deje para leerlo cuando estuviera tranquilo. Además, el sábado (Que era 21 de septiembre) era el cumpleaños de Jesse. Tenia que prepararle algo especial.
Paso la semana sin grandes inconvenientes, y el viernes ya me encontraba en casa de Jazmín cenando antes de salir a algún lado con ella por la noche. Si todo salía bien y según lo planeado, el cumpleaños de Jesse seria muy especial. En la cena confirme mis sospechas. Sus padres no estarían en casa el sábado desde la mañana hasta la tarde. Luciana esta noche saldría con su novio y tampoco volvería hasta el sábado a la noche. Jazmín tenía clases en la facultad y él ultimo examen hasta la tarde... Todo era perfecto. Jesse estaría sola desde la mañana hasta la tarde.
-Mañana a la noche vamos a festejar tu cumpleaños Jesse, si queres invita a algunas de tus amiguitas- Le dijo su madre en la cena. Jesse me miraba diciéndome con los ojos “mañana voy a estar sola”. Luciana miraba todo muy atenta, seguramente ella también tenia planeado alguna de sus guarradas. Y para hacer todo aun más especial, dije:
-mañana tengo unos examines, así que voy a venir a la tarde... – Jesse me miro muy triste al saber que yo no vendría temprano. Se llevaría una gran sorpresa. Luciana me miro atentamente, pero luego se encogió de hombros y siguió comiendo.
Esa noche luego de salir con Jazmín evite sutilmente tener sexo con ella. Volvimos temprano porque “ambos” teníamos exámenes al día siguiente. Trate de dormir bien, pero mucho no pude hacerlo. El solo imaginar a Jesse solita conmigo durante casi medio día era algo que me estaba sacando de mis cabales.
El sábado a las 10 en punto de la mañana, estaba ya frente a la puerta de la casa de Jazmín. Sabía que Jesse ya estaría solita. Sabía que la llave que había copiado del llavero de Jazmín un día me seria de utilidad. Abrí la puerta de entrada en silencio. Jesse debería estar todavía dormida. Fui a la cocina y prepare un rico desayuno. Café con leche, jugo, unas tostadas con mermelada... Puse todo en una bandeja y subí las escaleras descalzo para no hacer el menor ruido. Abrí muy lentamente la puerta del cuarto de Jesse. Todavía dormía. Me acerque a ella y me senté a su lado en la cama. Estaba profundamente dormida, acurrucada como un bebe abrazando un oso de peluche. Se veía preciosa de esa manera. Acaricie sus mejillas y Jesse suspiro dormida.
Deje el desayuno en la mesita de luz al lado de la cama con una nota que decía “Feliz cumpleaños Bonita”. Luego toca su pierna para que despertara y me escondí en el placard. Jesse despertó fregándose los ojitos con la mano. Miro hacia un costado y se encontró con el desayuno. Fue muy bonito verla sonreír de esa manera. Miro la tarjeta y la dio vuelta buscando un nombre. Sin dejar de sonreír se levanto de la cama y fue hasta la puerta para ver quien era el que le había dejado el desayuno. Jesse tenía un pijama de dos piezas, una pantaloncito y camisita celestes de algodón que la hacían verse muy sexy. Como no vio a nadie salió del cuarto. Aproveche la oportunidad y salí del placard y fui hasta su cama. A los segundo Jesse entro de nuevo en el cuarto mirando la tarjeta. Cuando me vio sentado en su cama me miro de tal manera que hubiera querido sacarle una fotografía. Sonrió ampliamente mientras sus ojitos celestes brillaban por a luz del sol que entran por al ventana.
-Feliz cumpleaños- Le dije y ella corrió hasta la cama y se tiro arriba mío abrazándome.
-¡Gracias!- Le dijo dándome un beso muy dulce en los labios. Luego se acurruco entre mis brazos y se quedo quietita allí.
-Es el mejor regalo de cumpleaños que recibí...- Dijo tomando la bandeja del desayuno y colocando arriba de sus piernas. La acompañe en el desayuno. Jesse me miraba a cada rato y sonreirá.
-¿Que pasa?- Le pregunte divertido.
-Nada... es que... no puedo creer que estés acá, en mi cuarto... conmigo... - Dijo Sonrojada. Jesse era única. Deseaba con toda mi alma que no creciera y fuera así por siempre. Controle mis instintos de sacarle todo el pijama y poseerla ahí mismo. Me controle porque la estaba pasando realmente bien sentado a su lado desayunando. Pero al terminar Jesse me miro dé tal manera que no pude evitar besarla. Ella me correspondió y metía su lengüita jugando con la mía. Mis manos recorrieron su cuerpo y buscaron sus ya grandes pechos. Eran tan suaves y esponjosos, ya eran mucho más grandes que los de Jazmín, pero de la mitad de los de Luciana (Que tenia tetas E-Nor-Mes). Solita y sin que le diga nada, Jesse busco con sus manitas en mi entrepierna. Saco mi verga y se puso a masajearla. Mis manos buscaron su entrepierna para devolverle el favor. Jesse se estremeció el sentir mis dedos en su rajita. Mí otra mano fue bajando la cabeza de Jesse hacia mi verga.
-Todavía hay más lechita para tu desayuno... – Jesse rió sonrojada mientras lentamente metía mi verga entre sus carnosos labios. Mamaba de una manera tan especial, con experiencia y timidez a la vez. Degustaba mi verga con la lengua, saboreándola. Sus manitas pajeaban mi tronco haciéndome delirar. Mi mano se metió bajo su pijama y fue hasta su redondita cola. Con unos dedos jugaba con su rajita y ella jadeaba con la boca llena de carne. Mi pulgar ensalivado comenzó a jugar con su anito y Jesse temblaba de placer.
-Mmmmmmmm...- Ronroneaba mi chiquita sin dejar de mamar mi verga. Mis dedos se metía lentamente por sus agujeritos. Jesse disfrutaba y aceleraba el ritmo de su lengua. Sus labios iban y venían cada vez a más velocidad. Mi Pulgar ya estaba completamente dentro de su anito. Su rajita mojaba mis otros dedos. Jesse respiraba cada vez más fuerte y gemía sin parar. Ambos estábamos a punto de acabar sin control.
-Acá tenes tu lechita bebe...- Le dije jadeando mientras me descargaba en su garganta en grandes cantidades. Jesse apretaba mi verga exprimiéndola y tragaba todo apurada. Su orgasmo la agarro en medio de mi eyeculación, se saco mi verga de la boca y un chorro fue a sus labios, otros a su nariz y otro a su pelo. Mis dedos se movían a gran velocidad en sus agujeritos. Jesse temblaba convulsionado.
-¡¡¡AAAhhhhh!!! ¡¡Dios!!- Gimió ella con su orgasmo sin dejar de apretarme la verga fuertemente. Luego dejo caer su cabeza en mis piernas mientras subía y bajaba lentamente su manita por mi verga. Con mi mano junte los restos de semen que tenia por su caria y se los metí en la boca. Jesse me lamió y chupo los dedos golosa. Era tremendamente excitante verla haciendo eso.
-¿Te gusto el desayuno?- Le pregunte.
-Nunca comí uno tan rico...- Me dijo ella escondiendo su carita entre mis piernas sonrojada, con vergüenza de lo que había dicho. Me enamoraba verla comportarse así.
-Me voy a dar un baño... – Me dijo ella luego de que nos calamos un poco.
-Me parece bien, ponete Bonita como vos sabes... –
-¿Cómo queres que me vista?- Me pregunto.
-Es tu cumpleaños... Podes vestirte como quieras que va a estar bonita igual- Dije mientras tomaba la bandeja del desayuno. Ella sonrió sonrojada y se acerco a mí. Se paro en puntas de pie y me dio un besito en la mejilla. Luego se metió en el cuarto de baño. Baje hasta la cocina, ya era pasados el mediodía. Me contuve de ir al baño a ver a Jesse bañarse (De solo pensarlo mi pene golpeaba mi pantalón) y comencé a preparar las cosas para pasar la mejor tarde de mi vida... O ese era el plan.
Cuando termine de hacer todo, que no eran muchas cosas por cierto, me senté en el living a esperarla mientras escuchaba música (claro que era música lenta y melosa, como a Jesse le gustaba). Escuche unos pasos en las escaleras y mire hacia ahí. Jesse estaba bajando mirándome con una sonrisita tímida. Me quede pasmado de solo verla. Ella con una mano apoyada en él pasamanos, bajaba lentamente, como estirando el momento.
-Gau...- Dije sin contenerte. Había seleccionado unas ropitas que la hacían verse algo más que sexy. Era una colegiala... distinta. No sé de donde había sacado esas prendas, pero le quedaban fenomenal. Comencemos a describirla como yo la había mirado. Desde los pies a la cabeza. Jesse tenía unos zapatos negros con solo un poquito de taco brillantes, mi mirada subía por sus torneadas piernitas que estaban enfundadas en unas medias bucaneras blancas que las cubrían hasta por encima de sus rodillas. Seguí mirando y llevaba una faldita muy cortita tableada, también negra, que dejaba ver en esplendor sus apetecibles muslos. Mi mirada fue más arriba, una camisa blanca de marinerita ajustada a su cuerpo dejaba notar su estrechita cintura y remarcaba las redondeases de sus grandes y esponjosas tetas las cuales podía apreciar por el generoso escote. Mire su carita. Estaba preciosa. Sus carnosos labios pintados de un Rosado con brillo y el delineador con negro resaltaban sus celestes ojos. Para terminar de dejarme sin aliento, tenía sus rubios cabellos peinados con dos trencitas que caían a los costados de su cabeza, ambos atados con lazos rozados. Como dije, estaba increíblemente sexy de esa forma... tan sensual e inocente a la vez.
-¿Te gusta?- Me pregunto parándose frente a mí.
-Me... Encanta. Estas preciosa- Le dije sin aliento devorándola con los ojos.
-No sé porque te gusta tanto mi uniforme del colegio... así que pense que esto té tenia que gustar ¿Me queda algo ajustado no?- Me dijo dando una vuelta para que la mire bien.
-Té queda perfecto- Dije tomándola de la cintura. Jesse se paro de puntas de pie y nos dimos un largo y lento beso. Luego nos sentamos en el sillón le di uno de los regalos de cumpleaños que tenia para ella. Era él ultimo Cd de “ColdPlay”. Jesse lo miro maravillada y me abrazo dándome las gracias. Luego lo puse en el equipo de música para escucharlo. La ver las botellas que haba en la mesita ratona me pregunto.
-¿Y esto? –
-Vamos a tomar unos tragos- Le dije mientras destapaba una botella.
-Mamá y Papá no me dejan tomar alcohol... dicen que soy muy chica todavía...- Me dijo Jesse apenada sentándose a mi lado.
-Bueno, yo no soy Mamá y Papá, para mí ya podes hacerlo, y mejor si lo haces conmigo, ¿No?- Ella me mira sonriendo. Había traído licores dulces y de fruta, no le iba a dar Wodka porque sabía que no le iba a gustar. Le di un vasito con Licor de Chocolate y Jesse me miro con su miradita de nena a punto de cometer una travesura.
-¡Que rico!- Me dijo cuando lo probo. Y tomo un largo trago.
-Despacito, no quiero que termines súper borracha- Le dije riendo y ella me dijo “Bueno” sonrojada. Mientras charlábamos de música y cine (Jesse era dulce e inocente, pero al fin y al cabo una chica muy inteligente) ella fue probando varios licores. Note como sus mejillas se sonrojaban por el efecto del alcohol. Yo no quería emborracharla, solo quería desinhibirla un poquito.
-Que bonito tema... – Me dijo ella mirando el equipo de música. Me pare y tomándola de la mano la invite a bailar. La estreche de su cintura y ella rodeo mi cuello con sus brazos. Comenzamos a bailar lentamente al compás de la música. Jesse apoyaba su cabeza en mi pecho reconfortada. No intente nada, me gustaba estar con ella así, abrazados. Pero luego de dos temas, mis instintos decían otra cosa. Pero quería que ella disfrutara, no yo. Controlando el animal que tenia dentro, nos sentamos en el sofá de nuevo y comenzamos a beber. Jesse había agarrado el gustito a él alcohol y bebía sin problemas. Y me di cuenta de que le gustaba mucho el licor de frutilla. Comenzó a sonar un tema lento, romántico y muy sensual.
-Sabes bailar ¿No?- Le pregunte a Jesse.
-Sí... Un poquito, no mucho- Me dijo ella.
-¿Bailarías para mí?- Pregunte ansioso. Jesse rió sonrojada.
-Me... me da vergüenza... – Se veía tan linda cuando le daba vergüenza.
-Por favor, para mi solo ¿Sí? Me encantaría verte bailar- Me suplique. Jesse no se pudo negar.
-Bueno...- Dijo parándose y colocándose frente a mi. Se tambaleo un poco y comenzó a reír. Era el efecto del alcohol. Luego se sereno y me miro tímidamente de nuevo.
-¿Que queres que Baile?- Me pregunto.
-¿Sabes lo que es un Strip-Tease?- Ella me dijo que no con la cabeza.
-¿Nunca viste en una película cuando una chica baila sensualmente a su chico?- Le dije divertido. Jesse abrió sus ojos dándose cuenta a lo que me refería.
-¡Ay! Si vi una Película con eso... Me da mucha vergüenza...- Me dijo totalmente sonrojada.
-Por favor.. Serra los ojos así no te da vergüenza ¿Sí?...- Jesse aspiro profundo y sonriendo me dijo “bueno”. Yo Estaba muriéndome de ansias de ver a mi colegiala bailar frente a mí. Jesse se concentro unos instantes, y muy lentamente, comenzó a mover su cuerpo. Yo sabía que Jesse había practicado Danza Clásica desde chica, así que no lo podía hacer mal.
Mientras la música lenta sonaba en todo el living. Sin hacer ruido busque en mi mochila la cámara digital y me prepare para tomar unas fotos de mi colegiala. Era algo que había querido hacer desde que vi a Jesse. Ella se movía despacio. Meneaba sensualmente sus caderas hacia los costados mientras sus manos recorrían su propio cuerpo. Se estaba dejando llevar por la música. Sin abrir sus ojitos, Jesse contoneaba su cintura de atrás hacia delante y en circulo. Mantenía sus piernas abiertas en una “V” invertida mientas sus manos iban desde ellas pasando por su cintura hasta llegar a sus redondos pechos. Movía su cabeza hacia los lados cada vez mas metida en su baile. Comencé a sacarle fotos, una mejor que la otra. Jesse se dio vuelta dándome la espalda y comenzó a mover su vientre de atrás hacia delante. Su faldita se contoneaba por sus movimientos y podría ver su bombachita negra metida entre los cachetes de su cola. Se fue doblando, sus manos tocaban el suelo. Podía ver su increíble culo con toda claridad. No dejaba de tomar fotos de eso. Se fue incorporando lentamente, arqueando su cintura. Luego miro hacia atrás y abrió sus ojos mirándome. Tenía una sonrisita y una carita de gatita sensual que me excito aun más de lo que ya estaba. La foto que tome de ese momento fue increíble. Creí que Jesse se iba a enojar por la cámara de fotos, pero no. Sus ojos me decían que le gustaba. Su sonrisita y sus mejillas sonrojadas me decían que le encantaba que le tome fotografías.
Se dio vuelta y quedo frente a mí. Comenzó a sonar un tema más rápido en el equipo de música. Jesse miraba fijamente a la cámara. Nuevamente comenzó a contonear su cintura hacia los costados mientras desabrochaba unos botones de su camisa muy lentamente. Mi cámara disparaba fotos unas tras otra. Jesse no desabrocho todos los botones, sino que dejo un gran escote donde podía apreciar la mayor parte de sus voluminosos pechos. Sin dejar de moverse y contonear su cuerpo, me dio la espalda nuevamente. Movía su cola hacia mí en círculos y se agachaba mostrando su bombachita. Mientras tomaba fotos con una mano, con la otra masajeaba mi verga por encima del pantalón. Verla a mi tan inocente colegiala comportándose de esa manera me volvía loco.
Jesse arqueaba su cintura dándome la espalda mientras veía como se terminaba de desabrochar la camisa. No se como lo hizo, peor sin sacarse la camisa, vi como saco su sostén y lo tiro a un costado. Luego miro hacia atrás con una sonrisita picara y se dio vuelta, quedando frente a mí.
La camisa abierta tapaba la mitad de sus grandes pechos desnudos. Jesse tiro su cabeza hacia atrás mientras colocaba sus manos entre sus piernas y movía sus caderas. Parecía que se estaba masturbando al compás de la música. ¡Que cuerpo tenia la nena! Sin dudarlo podía afirmar que era el mejor de a las tres hermanas. No podía creer que mi colegiala tuviera ese cuerpazo de conejita playboy. Jesse miro directamente a la cámara y lentamente fue abriendo su camisa. Pero se tapo sus pechos con las manitas. Poso para mi y mi cámara muy sensualmente. Estaba como transformada, no parecía tímida y dulce. Parecía una mujer extremadamente sensual y experta en lo que hacia.
-Guau...- Dije sin aliento cuando Jesse saco sus manitas de sus senos y los dejo a la vista. Comencé a sacar fotos rápidamente. Era como tener a una conejita Playboy posando frente a mí. No podía creer que Jesse se comportara de esa manera solita y por iniciativa propia. Poso de varias maneras, ponía carita de nenita inocente, cara de diablita, se metía un dedo en la boca y lo chupaba muy sexy... Mi verga pedía por favor que le den algo de atención. Pero quería sacar todas las fotos posibles de Jesse.
Jesse se acerco a mí contoneando sus caderas. Subió al sillón colocando sus piernas a mis costados. Yo entre ellas tenía una perspectiva increíble. Sus pechos mirados desde abajo parecían dos globos. Jesse comenzó a bailar sensualmente arriba mío. Quise tocarla pero ella no me dejó. Siguió bailando sensualmente haciéndome hervir. Deje la cámara a un lado y me dedique a gozar.
Jesse se arrodillo y comenzó a pasarme sus pechos por mi cara. Cada vez que sacaba mi lengua para lamerlos ella los sacaba dejándome con las ganas. Sus manitas recorrían mi pecho y se metían dentro de mi pantalón... pero no agarraba mi verga. Estaba que explotaba. No podía creer que lo Jesse estaba haciendo. Se dio vuelta quedando de espaldas a mí y comenzó a moverse arriba mío. Movía su cola encima de mi bulto y ronroneaba como una gatita mimosa. Pose mis manos sobre sus pechos y ella me agarro las manos. No me dejo hacer anda más. Su cola sobre mi bulto hacia estragos en mí. Sentir sus grandes y esponjosos pechos entre mis manos me sacaban de quicio. Cuando ya no aguantaba más, Jesse se fue bajando de mí hasta quedar en el suelo.
Arrodilla entre mis piernas, me miraba con las mejillas coloradas (ya no de timidez, sino de excitación) y una sonrisita. Sus manitas muy lentamente desabrochaban mi pantalón. Agarre la cámara digital de nuevo. Comencé a sacar mas fotos de mi nena. Jesse saco mi verga la cual salto como un resorte, nunca la había tenido tan dura. Ella nunca dejaba de mirarme. Saco su lengüita y pego un lametón. Apenas si podía mantener la cámara en cuadro y sacar las fotos. Sus manitas comenzaron a masturbar mi verga lentamente, haciéndome jadear. Su lengua la recorría desde mis huevos hasta el glande.
-Mmmmmmmmmmmmm... – Jadeo Largamente ella cuando la fue metiendo en su boca lo mas que podía. La próxima vez tenía que grabar en video esto, las fotos no podían expresar lo excitante de la situación. Jesse mamaba con ganas, pajeando mi verga y chupando cada vez más rápido. Tire la cámara digital a un costado. Suavemente tumbe a Jesse en la alfombra. Ella me miraba excitada mientras yo le iba sacando su bombachita.
-¿Dónde aprendiste a bailar así?- Le pregunte excitado.
-De una película... - Me dijo ella ya jadeando.
-¿Qué clase de Película?-
-Una muy cochina que me presto una amiga del cole... Aahhhhhhh....- No pude terminar de habar porque yo ya tenía mi cabeza entre sus piernas y lamía vorazmente su rajita. Jesse se retorcía en la alfombra jadeando y gimiendo con soltura. Chupe su clitorias mientras metía mis dedos en su rajita.
-¡¡¡Aaahhhhhhhhh!!! ¡¡¡¡Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhh!!!!!- Comenzó a gritar Jesse teniendo un orgasmo que venia conteniendo desde hace rato. Luego rodeo mi cuello con sus piernas volviendo a gozar de mi lengua en su rajita. Sus manitas me hundía la cabeza como queriendo meterla dentro de ella. Mis dedos se movían muy rápido y mi lengua no se quedaba atrás. Sus gemidos eran ensordecedores. Arqueaba si cintura y se agarraba sus pechos, los apretaba gozando como nunca.
Me saque mi remera porque el ambiente ya estaba muy caluroso. Agarre sus piernas con mis manos y las abría lomas que podía, Jesse tenia una elasticidad increíble. Abría sus piernas completamente. Mi inocente colegiala me sorprendía a cada instante. Coloque mi palpitante verga sobre su rajita y comencé a frotarla. Jesse jadeaba y respiraba muy fuerte.
-aaahhhhmmm... Por... Ahhmmmm... Favor...- Gemía ella.
-¿Por favor que?- Le pregunte aunque ya sabia la respuesta.
-Metela... Aaahh... Por.. Favor... Ahhhh... Metela...- No la hice esperar más. De un empujón mi verga se deslizo en su rajita sin dificultad. Jesse Jadeo largamente al sentirla tan dentro de ella. Comencé a mover mis caderas despacio, disfrutando cada penetración. Tenía a Jesse agarrada de sus muslos, sus grandes pechos se movían como flanes en cada embestida. Se veía increíblemente sensual con ese trajecito de marinerita. Su faldita negra enrollada en la cintura, sus largas medias cubriendo sus perfectas piernas, la camisa abierta mostrando sus pechos, su peinado de nenita inocente recibiendo verga hasta las entrañas...
-Aaaahhhhh... Aaaahhhh... Ooooohhhh... ¡Oooooohhhhh¡- Gritaba ella. Embestía cada vez más fuerte. Sin parar. El sudor corría por mi frente. Coloque las piernas de Jesse juntas sobre uno de mis hombros. Ahora le penetración era más lenta, pero con estocadas más fuertes.
-¡¡AAAhhhh!! ¡¡AAAhhhh!! ¡¡AAAhhhh!!- Gritaba Jesse fuera de sí. Me hipnotizaban sus tetas bailando hacia todos lados. Mi verga entraba y salía de su rajita que parecía comérsela, devorarla. Salí de dentro de ella. Sin que le diga nada, Jesse se coloco en cuatro patas, como una perrita. Apoyó los codos en la alfombra con su culito bien hacia arriba. Me fascino esa perspectiva de ella.
-¡¡¡Aaahhhhhuuummmmmmm!!! – Grito cuando agarrandola de sus caderas le enterré mi verga en su rajita hasta los huevos. Embestía con rápido, como un actor porno. Escupí su anito y comencé a meter el pulgar y a moverlo en círculos. Jesse no se quejaba, sino que no paraba de jadear más fuerte. Saque mi verga de su rajita y la apoye en la entrada de su ano. Al notar que yo no la metía porque la quería hacer desearla, Jesse empujo su culito hacia atrás y se la fue enterrando solita.
-Aaaaaggghhhmmmmmmm- Emitía ella apretando los dientes con sus cabellos pegados a su cara por la transpiración. Ambos sudábamos a raudales. Jesse se metió mi verga completa en su anito. Y sin mas comenzó a moverse de atrás hacia delante auto penetrándose. Me recosté sobre su espalda y agarrandola de sus pechos comencé a culearla fuertemente.
-Huuuuffff... Huuuuuffffff... Huuuuffffff...- resoplaba Jesse en cada embestida. Le estruje sus pechos y pellizque sus pezones haciéndola jadear aun más. Estaba gozando como nunca en mi vida. Jesse era perfecta, una perrita perfecta. La tome de sus caderas y aumente la fuerza de las embestidas. Jesse se aferraba a la alfombra y apretaba los dientes. La agarre de sus trencitas aumentando la fuerza de mis embestidas. El sudor corría por nuestros cuerpos. Mi verga entraba y salía de su culito a una velocidad increíble. Ella comenzó a temblar sin poder hacer nada ante su nuevo y más fuerte orgasmo.
-¡¡¡AAAAhhhhhhhhhhhhh!!!! ¡¡¡AAAaaaaahhhhhhhh!!!- Gritaba ella mientras yo la culeaba de una manera tal que los cachetes de su culito vibraban y están ya colorados de tanto chocar mi vientre contra ellos. No aguantaba mas, ya no podía retrasar mi orgasmo. Saque mi verga de su culito y fui hasta su cara. Ni bien llegue comencé a explotar a chorros que salina sin control hacia todos lados. Jesse abría su boca y sacaba su lengua tratando de agarrarlos. Pero mi semen se escapaba hacia todos lados. Caían en sus pechos, en sus mejillas, en su pelo, en su boca... Cuando termine de eyecular Jesse agarro mi verga y comenzó a chuparla para sacarle hasta la última gota. Luego se pasaba mi verga pos su carita juntando el semen y llevándoselo a la boca mirándome con una sonrisita y respirando agitada. No había una chica como ella, Jesse era única.
-¡Bravo!- Escuchamos exclamar cerca de nosotros. Jesse y yo miramos inmediatamente hacia donde provenía la voz. Luciana estaba sentada en uno de los sillones con la cámara de fotos digital. Tenía una sonrisa perversa en la cara, una sonrisa de total satisfacción.
-¡Saque unas fotos increíbles!- Nos dijo riendo. Jesse y yo no salíamos de nuestro asombro.
Capitulo Doce
Luciana se acercó a nosotros. Jesse tímidamente trataba de taparse sus pechos con la camisa. Yo iba a intentar guardar mi verga, pero Luciana me dijo que “no” con el dedo de su mano.
-No, no chicos, todavía hay tiempo para que me den una función especial... – Dijo riendo mientras se sentaba en un sillón justo frente a nosotros.
-Vos Putita déjate esas lindas tetas afuera...- Le dijo a Jesse. La chiquita estaba completamente sonrojada y apretado los labios nerviosa. Luciana tenía una sonrisa ganadora, sin decirnos porque, nos tenía bajo su absoluto control. Me excitaba la situación, dentro de mí comencé a desear ensartarle mi verga en el culo a Luciana y hacerla gritar como la perra que era.
-Agarra la pija de el NOVIO de tu hermana... quiero que la dejes bien durita...- Le ordeno a Jesse riendo maléficamente. Ella tímidamente agarró mi verga con su manita y comenzó a masturbarme. Jesse me miro a los ojos como pidiendo ayuda. Luciana miraba todo atentamente.
-Chupasela con tu linda lenguita... – Jesse hacia todo lo que su hermana mayor decía. Ella me miró a los ojos por ultima vez mientras se metía mi verga en la boca. La situación me excitaba muchísimo. Mi verga cobraba vigor y estaba quedando dura como una roca. Mire a Luciana. La muy perra era una mujer increíblemente sexy. Tenia unas botas negras de caña alta con taco y una minúscula minifalda también negra. Arriba tenia una musculosa que apenas si cubría sus enormes tetas. Sus pezones se remarcaban en la tela ya erectos. Luciana tenia sus piernas abiertas, rápidamente se saco su minifalda y quedo en una diminuta tanga que se incrustaba en su rajita. Metió una de sus manos dentro de ella y comenzó a masturbarse mirando como su hermana menor me mamaba la verga placidamente.
-Como te gusta mamar esa verga Putita... – Le decía Luciana a su hermanita mientras con su mano enrollo su musculosa dejando sus increíblemente grandes tetas afuera. Mi verga estaba durísima de verla así, de tener a Luciana masturbándose a mi lado y a Jesse mamando mí la verga. La cabeza de Jesse iba y venia. Sabía que estaba muerte de vergüenza, pero también estaba excitada. Comenzaba a respirar agitadamente y a mamar más rápido.
-Tócate Putita, masturbate mientras chupas la verga del noviecito de tu hermana...- Jesse obedeció. Metió su manita entre sus piernas y comenzó a masturbarse. Se estaba dejando llevar por la situación y a disfrutar como lo estaba haciendo yo. Respiraba cada vez mas fuerte. Sus deditos se movían rápidamente estimulando su clítoris. Luciana tenia dos dedos metidos en su vagina y los movía rápidamente. Con su otra mano se pellizcaba sus pezones y miraba todo jadeando lentamente sin perder su perversa sonrisa.
-Mmmmaasshhhp... Mmmmmmssshhhppp... ¡¡Mmmmsshhhppp!!- Jesse movía sus caderas de atrás hacia delante instintivamente mientras se masturbaba. Chupaba mi verga muy rápido, con fuerza. Se la metía hasta la garganta sin quejarse. Notaba como estaba llegando a su orgasmo. Luciana también noto esto.
-Ahora Putita, venia acá y dale placer a tu hermana...- Ordeno Luciana y Jesse se la quedo mirando. Luciana dijo “Ahora Putita” y Jesse sin pero se incorporo y camino hasta estar frente a su hermana.
-Usa tu lengüita en mí como bien sabes... – Dijo Luciana bien abierta de piernas. Jesse la miro y sin decir anda se arrodillo. Metió su cabeza entre las piernas de su hermana y sacando su lengua, comenzó a pasarla por su rajita.
-¡Ooooohhhhhhh siiiii!- Jadeo largamente Luciana tirando su cabeza hacia atrás. Con sus manos agarro la cabeza de Jesse y la apretó contra su vagina. Bruscamente y agarrandola de los pelos movía la cabeza de Jesse para meterse mas y más esa lengua. Yo estaba parado a su lado, con mi verga durísima en mi mano mirando como Jesse era sometida a hacer sexo orla a su hermana mayor.
-¿Y vos que esperas? Dame de comer esa rica verga que tanto le gusta a mi hermanita- Me dijo y no la hice esperar. Subí al sillón y de un empujón le ensarte mi verga a Luciana hasta la garganta. Agarre la cabeza de Luciana y comencé a embestir su boca como si me la estuviera culeando. No quería tener piedad con ella. Se la metía bien adentro de su garganta, pero cuando más fuerte lo hacia, mas parecía disfrutarlo la muy perra. Jesse sin un segundo de respiro, porque Luciana tenía bien sujeta su cabeza, chupaba la vagina de su hermana. Estire mis manos y pellizque bien fuerte los pezones de Luciana. Ella gimió con su boca llena de mi verga. Se los retorcía más fuerte, ella jadeo más fuerte pero no intento detenerme.
-¡¡¡Ahhhhggggghhhhh!!! ¡¡¡Mierdddaaaaaaaa!!!- Comenzó a gritar Luciana sacándose mi verga de la boca y comenzando a tener un potente orgasmo. Jesse aprovecho el momento de locura de su desquiciada hermana y saco su cabeza de entre las piernas de su hermana. Jesse respiraba a agitadamente, casi no había podido respirar con su cabeza metida ahí dentro.
-¿Querías verga? ¡Acá tenes verga!- Le grite a Luciana colocándome entre sus piernas y penetrándola de un fuerte empujón en su vagina. Embestí con fuerza, bien salvaje. Las tetotas de Luciana bamboleaban para todos lados.
-¡Aaaaahhh! ¡¡Aaaahhhhh!! ¡¡¡Aaaaaahhhhh!!!- Gritaba Luciana sin control. Yo la sostenía de las piernas y no tenia piedad, quería partirla en dos. Jesse miraba como yo cogía a su hermana muy atenta.
-Que te chupe Jesse, que haga lo que te obligo a hacer a vos- Jesse me miro unos segundos muy seria. Pero luego sonrió. Su subió al sillón arriba de su hermana. Su rajita quedaba justo en la cabeza de Luciana. Jesse agarro su cabeza y la obligo a chuparle su rajita. Luciana apenas si podía hacerlo por mis fuertes embestidas.
-Aaaahhhmmmmm...- Comenzó a jadear Jesse moviendo sus caderas y disfrutando de la lengua de su hermana mayor. Era terriblemente excitante la escena. Al fin Luciana era sometida por Jesse y por mí juntos. Y la muy puta lo estaba disfrutando. La putita no era Jesse, la Putita era Luciana.
-Ahhhhhhhhhh..... ¡¡Aaaaaaaaaahhhhhhhhh!!- Comenzó a gritar Jesse temblando agarrada a la cabeza de su hermana. Su orgasmo la hacia temblar y jadear largamente. Luego cayó a un lado recuperando la respiración. Luciana volvía a gritar libremente de mis embestidas. Yo estaba echo una maquina, no dejaba de penetrarla con mucha fuerza y violencia. Jesse vino y se paro detrás de mí, abrazándome y apoyando su cabeza en mi hombro.
-¿Te gusta como meto mi verga bien fuerte en la rajita de tu hermana?- Le pregunte con la transpiración cayendo de mi frente. Jesse solo me miro y sonrió. Sus ojitos celestes iban y venían siguiendo el movimiento de mi verga en la vagina de su hermana. Luciana no paraba de Jadear y estaba a punto de llegar a su orgasmo. Jadeaba muy fuerte y arqueaba su cintura.
-No... No la dejes acabar- Me dijo Jesse al oído. La idea me encanto. Inmediatamente saque mi verga de dentro de Luciana. Ella levantó su cabeza y me miro sin entender, jadeaba y respiraba fuertemente con el orgasmo a punto de estallar.
-Aaahhhgg... ¿Qué paso? ¡Volvé a meterla!- Grito fuera de sí. Jesse reía al verla así.
-¿Qué queres que haga ahora Bonita?- Le pregunte a Jesse. Ella me miró y se sonrojo por la idea que se la acababa de ocurrir. Pero me la susurro al oído.
-Metela en... Metela en su cola... Que grite... Que grite como nunca y sufra- Me dijo tímidamente. La chiquita tenia buenas ideas. Luciana que todavía nos miraba sin entender nada, fue agarrada por mis manos y dada vuelta bruscamente. Quedo en cuatro con los codos apoyados en el sillón y las rodillas en la alfombra. Su tremendo culo era una imagen impresiónate. Agarre mi verga y comencé a frotarla por el ano de Luciana. Ella jadeaba y movía su culo intentando meterla.
-¡Metela! ¡Metela ya!- Gritaba Luciana fuera de sí. Jesse de fue corriendo unos segundos y luego volvió a mi lado con la cámara digital. Me miro con su carita a punto de hacer una travesura.
-¡Por favor! ¡No aguanto mas hijo de puta!- Gritaba Luciana y yo todavía no le ensartaba mi verga. Jesse reía divertida y sacaba fotos de la escena. La mira y ella asintió con su cabeza. Tome envión y de la mas fuerte estocada de al tarde, enterré mi verga hasta los huevos en el recto de Luciana. Ela no gritó, sino que se quedo muy quieta y con la boca abierta. No respiraba. Su cuerpo vibraba al sentirse completamente ensartada por mi verga en su culo. Jesse corrió hacia el frente de su hermana y saco unas fotos de esa expresión de su cara. Saque lentamente mi verga del ano de Luciana y la volví a meter con fuerza. Esta vez si que grito.
-¡¡¡¡Aaahhhhhhgggggggggghhhhhhhhh!!!! – La agarre de las caderas y comencé a embestir salvajemente, sacando mi verga casi en su totalidad y volviendo a meterla hasta los huevos. Jesse se movía alrededor nuestros sacando fotos de la tremenda culeada a Luciana desde todos los ángulos muy divertida.
-¡¡¡AAAAHHHH!!! ¡¡¡AAAAHHHHHH!!!! ¡¡¡¡AAAAHHHHHHH!!!!- Gritaba Luciana sin control. Se aferraba al sillón aguantando la brutal cogida que recibía. Los cachetes de su increíble culo vibraban a cada estocada. La agarre de los pelos y tire de ellos. Luciana toro su cabeza hacia atrás apretando los dientes. Mi verga no paraba de entrar y salir sin piedad de su culo. Jesse seguía sacando fotos y fotos. Mientras con una mano tiraba de los cabellos de Luciana, con la otra empecé a pegarle nalgadas en su culo.
-¡¡¡AAAAHHHUUUUU!!! ¡¡¡AAAAHHHUUUUGGG!!!!!- Gritaba ella sin poder hacer nada apara evitarlo. Jesse parecía mas que satisfecha por los gritos de su hermana. Mi mano golpeaba fuertemente en los cachetes de su culo y se lo estaba dejando bien colorado. Luciana comenzó a temblar arqueando su espalda y a gritar mas fuerte. Su orgasmo explotaba e ella con una fuerza increíble.
-¡¡¡AAAHHHHHGGG!!! ¡¡¡ MMIERDDDAAAA!!!- Gritaba fuera de control. Yo no estaba muy lejos también de mi orgasmo. Embestí con mucha fuerza unas veces más y saque mi verga de su culo. Rápidamente fui hasta la cara de Luciana con verga en mano a punto de explotar. Jesse ya estaba ahí con la cámara preparada. Sin aguantar más comencé a eyecular en la cara de Luciana que todavía estaba recuperándose de su orgasmo. Mis chorros saltaron sin control sobre su cara y la embardunaban por todos lados. Sus mejillas, sus labios, sus ojos y pelo chorreaban semen por doquier. Agitado, pase mi verga por toda su cara y luego se la metí en la boca ara que me a chupe y deje bien limpia. Luciana me la chupo con las pocas fuerzas que le quedaban mientras Jesse no se perdía ninguna foto que podía sacar de esa escena.
Me tire en un sillón totalmente fatigado a descansar. Jesse se sentó a mi lado y se acurruco. Ambos mirábamos a Luciana. Ella todavía estaba a cuatro patas jadeando.
-Son unos hijos de puta...- Nos dijo mirándonos. -...¡Fue la mejor culeada de mi vida!...- Y parándose dolorida, agarro una de las botellas de licor y tomo un largo trago. -... Tenemos que repartirlo algún día... – Nos dijo finalmente mientras se metía en el baño de la planta baja. Mire la hora, no faltaba mucho para que comenzaran a llegar Jazmín o sus padres.
-Estuvo bueno, ¿No?- Le pregunte a Jesse.
-Genial- Dijo sonrojándose por lo que acababa de decir. Ayude a Jesse a limpiar el living y luego me fui a mi casa a bañarme y cambiarme de ropa. Jesse hizo lo mismo. Nos despedimos con un largo beso aunque al rato nos veríamos de nuevo. A pesar de que mi plan se había desbaratado totalmente, la tarde salió mejor de lo planeado.
Capitulo Trece
El cumpleaños de Jesse estuvo muy tranquilo. Ella invitó solo a una amiga. Era una jovencita muy bonita llamada Laura. Luego estuvieron sus padres y sus dos hermanas. Luciana caminaba con cierta dificultad, pero cada vez que me miraba sonreirá maléficamente. Jesse estaba divina con una vestidito celeste. Jazmín bella como siempre, me tomaba de la mano muy mimosa. Yo rogaba de no se le ocurra tener sexo esta noche, porque estaba mas que agotado de tanta acción. Jesse recibió otro regalo de mi parte, un Diario personal muy bonito. Me agradeció de mil maneras por ello. Jazmín le regalo ropa y hasta Luciana tenia regalo para su hermana menor.
-... ¡Que lo cumpla Feliz!...- Cantamos todos a Jesse que se emociono mucho. Fue una fiesta chiquita pero la pasamos bien. Aproveche el momento en que Jazmín fue a atender una llamada telefónica para charlar con Jesse.
-Tengo un regalo mas... en la semana vamos a ir al cine los dos, ¿Qué te parece?- Le dije sin que nadie mas escuche. Ella sonrió ampliamente y me dijo “Me encantaría”. Luego Jazmín volvió y ya no pude charlar más con mi colegiala. Note una mirada extraña en Jazmín. Pero no le di mucha importancia. Ya era tarde, y los padres de Samantha vinieron a buscarla.
-¿Queres salir hoy Jazmín?- Le pegunte a mi novia oficial una vez solos. Ella me miró fijamente. Algo pasaba, pero no sabia que.
-No... Estoy cansada y tengo mucho en que pensar... Después te llamo- Me dijo. Me alegre por ello, porque yo estaba fatigado. Cuando me iba a mi casa, Jazmín me acompaño a la puerta. Nos despedimos con un beso. Peor cuando di unos pocos pasos hacia la calle Jazmín me grito.
-¡Javier!... Te olvidas tu cámara...- Me dijo entregándome mi cámara digital. Luego se dio vuelta y entro a la casa. En ese momento no pensé nada extraño. Todavía estaban en mi mente los sucesos vividos en la tarde. Llegue a mi casa y al ver al cámara digital en mi bolsillo, se me ocurro ver las fotos antes de irme a dormir. Tenía un E-Mail de Jesse, el que no había leído. Mientras enchufaba la cámara digital a la computadora mi cerebro hizo una conexión básica que antes no había hecho.
JAZMÍN + COMPORTAMIENTO EXTRAÑO + CÁMARA DIGITAL: ¿?.
Mierda. ¿Jazmín había visto las fotos? Como Jesse fue la ultima en usarla me había olvidado completamente de ella hasta que Jazmín me la dio. Me recorrió un escalofrió de solo pensar que Jazmín había visto las fotos. Pero no estaba seguro de ello. No podía saber con certeza si las había visto o no.
Mi instinto decía que estaba en un aprieto.
Excelente es excitante y tiene morbo.