Como todos saben Aleja y yo tenemos una relación bastante abierta y de bastante confianza, luego de haber tenido los trios de los cuales ya he escrito y mientras veíamos una película de adultos nació la idea de realizar un intercambio de parejas.
Buscamos en la red y luego de ver varias opciones, encontramos un anuncio de una pareja liberal que buscaba otra pareja para el intercambio. En la foto aparecía ella, una chica de piernas voluptuosas, cabello negro senos y nalgas pronunciados y el, un chico trigueno un poco delgado de hombros anchos y bastante agraciado.
Nos decidimos, así que tomamos una foto nuestra y la enviamos con la solicitud que nos aceptaran para el intercambio.
A los pocos minutos recibimos respuesta con la dirección y la hora del sitio donde deberíamos de encontrarnos, era un buen restaurante de una zona exclusive de la ciudad lo cual me agrado.
Llegado el día nos dirigimos al restaurante, yo vestía traje y corbata pues acababa de salir de la oficina antes de recoger a Alejandra. Ella llevaba un vestido rojo bastante ceñido que resaltaban sus curvas, se notaba que se había esmerado bastante en su arreglo.
Cuando llegamos, la otra pareja ya nos esperaba y se presentaron como Ricardo y Azucena (nombres ficticios me imagino) así que nos presentamos como Jorge y Margarita y procedimos a la cena.
Hablamos de nuestros trabajos y vida diaria para romper el hielo y mantuvimos una conversación bastante animada centrándome yo en Azucena mientras Ricardo hacía lo propio con Aleja.
Una mezcla de celos y lujuria me ataco mientras notaba que Ricardo se comía con la mirada a Aleja, me imagino que su mente ya estaba en plena acción.
Ya definiendo que éramos una buena opción, optamos por alquilar una habitación en un hotel cercano y poner manos a la acción.
Ricardo y Azucena nos vendaron los ojos y empezó el juego. Yo sentía como las manos de mujer recorrían mi pecho y empezaron a desabrochar mi camisa, mientras unos labios sensuales y una lengua se introducían en mi boca. Rápidamente sentí que mi camisa y camisilla fueron quitados y mis pantalones e interiores bajados. Luego sentí un pequeño empujón que me hizo sentarme en la cama.
Recostado de espaldas con mis pies colgando en el borde, sentí como empezaban a darme una deliciosa mamada así que dirigí mis manos para tomar su cabeza y empujarla suavemente para que fuera una mamada profunda.
Mientras hacía esto escuché unos pequeños gemidos que conocía bien. Alejandra también estaba disfrutando, eso era lo importante.
Sentí que se detuvo en la mamada cuando vio que la erección era total, solo sentí que agarró mi miembro y me dijo “ya pueden quitarse las vendas”, mientras sentía que se sentaba sobre mi penetrándola totalmente.
Me quité la venda y la vi sentada sobre mi verga subiendo y bajando rítmicamente dándome la espalda y dejándome a la vista ese culazo subiendo y bajando frenéticamente. Giré mi cabeza y vi a Aleja en cuatro siendo penetrada por el tipo suave y rítmicamente. Mis manos tomaron a Azucena por sus caderas y la impulsaron arriba y abajo, para lograr unos buenos sentones en mi verga. Luego ella realizo el mejor movimiento que he tenido en mi vida, se levantó y estiró una de sus piernas sobre mi quedando en posición de tijera sobre mi pene y procediendo a penetrarse, con una de sus piernas arriba de la cama estirada y la otra apoyada en el piso, eso abría su chochita y la penetración era profunda, sentía que la punta de mi pene chocaba con la pared interior de su vagina, ufff eso fue increíble.
Al rato la detuve, me levanté y la hice poner en cuatro. Me pare detrás de ella y la penetré por el culo mientras dejaba escapar un pequeño gemido. Empecé a darle fuerte y la tomé del cabello, halándolo hacia atrás para que se arqueara mientras me la culeaba.
Un rato después vi que Ricardo tenia a Aleja acostada boca arriba con la cabeza en el borde de la cama mientras la penetraba por la boca, así que aproveché y puse a Azucena en cuatro encima de Aleja, así podía yo, arrodillado penetrarla a ella y luego sacar mi miembro y penetrar a Aleja.
Por el otro lado Ricardo también disfrutó la idea, penetraba por la boca un par de veces a Aleja y lo sacaba y hacia lo mismo con su mujer. El alternaba de boca en boca y yo de chocha en chocha.
Rato después intercambiamos, ahora yo las penetraba de boca en boca y él lo hacía de chocha en chocha.
Ya sentía yo que era hora de terminar, así que hice que Azucena se recostara boca arriba y me arrodillé frente a ella levantando sus deliciosas piernas sobre mis hombros, dándome un buen ángulo de penetración. Empujé y bombeé con rudeza hasta que sentí que iba a venirme, así que lo saque y la levanté rápidamente para que abriera su boca y venirme en ella. Le solté unos buenos chorros de semen mientras ella los engullía con frenesí.
Ricardo optó por venirse encima de las tetas de Aleja mientas ella lo masturbaba y él hacía lo propio con sus dedos dentro de la chocha de mi mujer. Así acabaron ellos.
Fue una buena experiencia que espero repetir algún día. Azucena tiene buen cuerpo, se mueve muy rico y entiende fácilmente las sugerencias para el sexo. Igualmente Alejandra disfrutó de Ricardo.