Me dio fue rabia nojoda, quería dispensarle a Blaine al menos una patada por las bolas. Sabía que me estaba vistiendo, que Reade me estaba viendo y dejó la puerta del cuarto abierta, tenía que hacerme la pendeja y mostrarle al gran carajo de Reade una amplia sonrisa mientras él me observaba fijamente peinándome frente al espejo sin nada puesto todavía. Blaine sabía que yo lo que estaba era arrecha aun cuando trataba de no mostrarlo. Entonces me dijo, "Vikme Reale va a entrar al cuarto porque necesita orinar en el baño". La casa tiene un baño fuera del cuarto y no se le ocurrió otra cosa que mandármelo a que yo le viera el güevo y que él tuviera más cerca de sus ojos sádicos mi culo y mi coño. Para más vaina tuve que saludarlo con un beso en la mejilla derecha.
Me peiné con cuidado, tomé el lápiz delineador para darle un toque a mis cejas, me estaba calmando de mi malhumor, me puse las bragas beige cuando Blaine me pidió que por favor saliera. No me podía aguantar porque sabía que Reade iba a tocarme el culo, de eso se trataba la jodedera, salí y le dije con voz seria, "y ahora qué carajo quieren ustedes, hoy no me siento bien". Me contestó Blaine, "no te arreches carajita, lo que tienes que hacer es quitarte la braga y dársela a Reale para que se la pase por la cara". Agregué, "me cambiaría el ánimo si viera al señor Nueda con mi braga puesta". Le di la braga que tenía puesta, él amigo se la pasó por la cara y me la devolvió luego de colocar su índice derecho en un labio de mi pepita.
Lo iba a cachetear, ya el asunto estaba muy intenso, para mí de tocarme a cogerme la diferencia no era mucha. No lo golpeé porque Blaine me dijo que tengo que ser amable con el señor Neuda, además de que cuando dije que quería verlo con mi braga puesta lo llamé marica. Le dije a Blaine, "ya me tocó la pepita, ahora que se haga la paja". El carajo me contestó, "eso me parece bien, acércame tus tetas para pajearme con tus redondas pelotas que tienes en el pecho". Yo hice para entrar nuevamente al cuarto y terminar de vestirme pero Blaine me sujetó por los hombros y dijo, "¿pero cuál es el problema si somos de tu confianza, pajéalo un momento con tus tetas y luego te terminas de vestir·. Me vestí para ir con ellos a ventilar algunas de nuestras mejores ideas.
Llegamos a la plaza Silof, lugar en el que me invadía una sensación de fuerza, pensaba para mí misma que estando ahí nadie se atrevería a insinuarme nada que yo no quisiera. Excepto porque el señor Neuda me miró a los ojos y yo a los de él, me dijo lo suaves y firmes que sintió mis tetas cuando se pajeó con ellas. No sé qué fue lo que me dio ahí pero me le acerqué y me desabroché la blusa, él me ayudó retirando la tela de mis hombros. De mi parte le dije que su verga aterciopelada debería estar pelada más a menudo. Una vez que me quitó la blusa colocó su mano sobre mi culo para arremangarme la falda que me llegaba a la mitad de los muslos. Me sentía rara porque un hombre me estaba desnudando en un lugar público.
–– Esa pepita tuya es robusta como la madera y al mismo tiempo suave, parece de algodón.
–– Se me congela la pepita con esa verga, es un hierro forrado en terciopelo, no te pongas a ver policías ni mariqueras y enséñame a coger como un carajo que eres, Reade.
–– Oh Vikme, carajita mía, nunca había metido el güevo en un coño así, congelado y tembloroso, qué lindo es cogerte.
–– Ssshhhiiijjj.... aaayyyy... nojoda me estás dando muy duro gran carajo... me vas a ser sangrar...
–– No seas pendeja que todavía tengo que darte güevo hasta que te calientes, eres bella carajita... aaahhhjjj... aaassshhh... voy a joderte... ¡¡¡Esto así me gusta... asshhhiii!!!
–– ¡¡¡Aaayyy!!! ¡¡¡aaayyy!!! ¡¡¡aaayyy, nojoda!!! Ya cálmate Reade que me puedes matar con tu güevo... tan duro no... ¡¡¡aaayyy tan duro gran carajo...!!!
–– Tienes una pepita fantástica Vikme, qué bueno que pude meter todo mi güevo.
Reade me cogió hasta que toda yo quedé helada, con un frío intenso en todo el cuerpo, estaba que me daban temblores de frío. Pensé que el carajo que iba a matar con el güevo porque ese pipe es bestial, yo lo que hacía era que soltaba murmullos apagados y débiles porque no tenía fuerza para más. Blaine le dijo, "sí que la supiste joder y en una plaza pública cosa que yo todavía no he tenido el valor de hacer". Quería que me levantaran en brazos y me metieran en el coche, pero lo que me dijeron fue, "bien carajita nuestra, ahora párate que te necesitamos viva". Pero eso no fue lo grande de la vaina, sino que llegó un policía a ordenarnos que lo acompañáramos a la estación por coger en una plaza pública, esto sí que estaba jodido y sin salida.
Como puede me levanté, me subí la braga y me abroché la blusa. Me quedé ahí mientras el funcionario nos volvía a repetir que abordáramos el auto de policía, "¿será que el carajo uniformado lo que quiere es cogerme también?" pensé porque ahí más de una puta coge y nadie dice nada, nos cayó la ley a los pendejos. Justo cuando el policía estaba por esposarme las muñecas, Blaine me presionó la pepita con su índice derecho y le dijo al funcionario que nos dispensara por esa noche. El carajo no hizo nada por un momento así que Blaine me metió el dedo y le volvió a pedir al policía que por favor nos entendiera. Entonces se retiró y nosotros quedamos como que nada hubiera pasado, Blaine usó la combinación secreta. Entendí entonces por qué no golpeé a Reade cuando me tocó la cuca.
Después que el policía nos dejó solos Blaine y Reade me quitaron toda la ropa, me subí a una plataforma que tiene la plaza y le dije a todos en voz alta. "Hasta hace un rato pensaba que, si me cogía muy duro no aguantaría, pero ahora sé que entre más duro me metan verga por el coño más fuerte soy". Por su parte los carajos que me llevaron me dijeron que una pepita como la mía no se consigue en otra parte porque soy la única que me enfrío en vez de calentarme y porque puedo alejar a quien sea necesario con solamente un toque de pepita. En ese momento Blaine subió también a la plataforma y se sacó el pipe, yo se lo apreté muy duro y le dije que llorase como una marica, pero él aguantó, lo estaban viendo algunas amigas.
Algunos días después de eso necesité que Blaine me diera todo lo que había cobrado de su suelo y no quiso. Pero cuando me toqué yo misma el coño y luego se lo volvía a pedir me lo dio.