Mi gran fantasía en estos momentos, por supuesto, involucra a Eloy. Nos veo bailando como anoche en una disco, pero donde pueda darle más rienda suelta a los deseos de mi cuerpo y sólo dejarme llevar por lo que él me hace sentir. Bailar, sentir el roce de su pene erecto en mi trasero, en mi pelvis, y sus manos recorrer mis caderas, mi espalda, mis pechos. Su aliento en mi cuello, sus labios en los míos... me excito de sólo revivir los pocos momentitos que pude disfrutarlo anoche.
Esta vez no quiero tener que parar, no quiero tener que disimular, no quiero tener que controlarme. Me veo con un vestido hiper corto que permita un rápido y completo acceso a mi conejito húmedo. Hasta ayer no me gustaba el regaee en la disco, ahora sé que era porque no podía disfrutarlo con el hombre que me enloquece... se puede bailar de una forma tan sensual y sexual, llevar a un punto sin retorno nuestros cuerpos, y aún así seguir siendo un ‘inocente’ baile.
Anoche le hubiera dejado tocarme, rozarme, besarme hasta que ya mi cuerpo no aguantara más placer y gritara desesperada que lo único que quiero es sentir su pene penetrarme, en ese mismo momento.. sin tiempo de caminar, de llegar al carro, y menos a la casa. Me encantaría ir al baño más cercano o mejor aún, a algún lugar íntimo pero descubierto en los alrededores. Tener una corta, intensa, silenciosa y fuerte sesión inicial. Inicial porque la noche apenas empieza.
De allí iríamos directo a un stripclub. Ver mujeres bailar desnudas, ver sus movimientos, sus senos, sus conejitos mientras nos alternamos roces por encima de la ropa, disimulando lo que no se puede disimular, pero que se disfruta tanto. Sentir sus dedos recorrer mi clítoris, mientras una linda mujer seduce a todo el público, es algo que tengo que vivir a su lado.
Ver su pene al descubierto, mi falda ligeramente subida, sólo lo justo para disimular la intensa penetración frente a todos. Por mí, allí mismo me quitaría toda la ropa, no entraría a un privado ni nada. Delante de todos sentir la corriente de aire en mis genitales humedecidos, mientras él me los abre aún más con sus dedos y me hace sentir como la mujer más sensual y deseada. Chuparle, tocarle, encenderle es lo que más deseo.
En algún momento, me resigno al privado, sólo si puedo dejar la cortina o puerta entreabierta. Allí seguimos tocándonos, él está recostado y yo voy chupando su pene, su ano. De pronto siento unas manos que separan un poco mis nalgas y una rica lengua húmeda sobre mi clítoris: es Laura. Con sus hermosos senos, sus carnosos labios y jugoso conejito, quiere ahora jugar con el mío. Me distrae, me hipnotiza.
Le dejo a él y me giro hacia ella, él nos mira con cara de vicio, mientras se va masturbando. Laura y yo nos miramos y acercamos tiernamente nuestros labios, nuestros senos, nuestras manos, nuestros conejitos húmedos. Es una sensación de satisfacción finalmente poder tocarle, chupar sus senos mientras ella acaricia mi espalda y Eloy mira extasiado de fondo.
Subo de nuevo a sus labios y empezamos a bailar juntas, a tocarnos, acariciarnos las nalgas, los clítoris... me inclino apoyada en una silla a cuatro patas y ella empieza a chuparme. El placer es total cuando encuentro los ojos de Eloy mientras Laura me penetra, alternando sus dedos con su lengua.
Me doy la vuelta y volvemos a besarnos, ahora me toca a mí darle placer. La prefiero acostada, quiero chupar sus labios más íntimos al tiempo que aprecio la curva de sus senos y sus expresiones de placer. Eloy, en la distancia, tiene una vista completa de mi ano y mi conejito húmedos y nuestros gemidos de placer.
Nos volvemos a incorporar, agarrando pezones, mordisqueando labios, cuello. Laura está detrás de mí, sus senos rozan mi espalda, mientras sus dedos buscan de nuevo mi clítoris. Miro a Eloy y es el momento para él de entrar a jugar con nosotras. Lo quiero allí de mi mano, disfrutando tanto como yo. Ahora tengo a Laura detrás y él delante, me besa dulcemente y entra en acción.
Vuelvo a cuatro patas, quiero que Eloy me penetre, no hay que desee más que esto, que penetre con su pene mi vagina y con sus dedos mi ano. Laura está debajo de mí, besando mis senos, mis labios. Luego llega mi momento de chuparla, masturbarla, hacerla disfrutar, mientras Eloy me sigue haciendo disfrutar a mí con su profunda penetración.
Toca cambio. Eloy debe disfrutar más, más aún. Ahora él está a cuatro patas y Laura está debajo suyo chupando su pene, mientras yo en cuclillas con un strap on y un pene de látex, le penetro.. ahora también él chupa a Laura... el placer es intenso. Me siento liberada, el roce me excita a niveles casi impensables para mí. Con él puedo ser hombre / mujer, activa / pasiva, heterosexual / lesbiana, puedo ser todo lo que quiera ser! Me siento en un estado de excitación permanente, continua: mi vagina y mi ano, se mantienen en todo momento húmedos y dilatados, para jugar a lo que él quiera que juguemos.
Ahora me toca penetrar a Laura. De nuevo la prefiero boca arriba, no me quiero perder un detalle del roce con ella, me pierden sus senos. Le gusta que le dé, me gusta a mí y le encanta a Eloy, que a su vez trata de aprovechar cada movimiento para penetrarme. Los quiero sentir a los dos. Laura se pone el strap on. Tengo a Eloy debajo de mí, penetrándome y diciendo cosas sucias a mi oído, sintiendo su respiración y perdiéndome en su mirada, mientras mi cuerpo arqueado recibe a Laura, que me penetra por el ano. Es el cielo... ahora los siento a ambos, lento, fuerte, más fuerte. Me encanta que me penetren ambos, me hacen sentir como una dirty-nasty girl.
Eloy se viene dentro de mí con los gemidos más intensos que le haya escuchado. Yo aún no termino, quiero que Laura siga tocando mi clítoris hasta que me haga llegar. Quiero miradas fijas y sexuales, al tiempo que siento sus dedos rozarme una y otra vez, hasta que venga el final más intenso que haya tenido nunca. Laura desaparece tan sutilmente como llegó. Quedamos sólo Eloy y yo, jadeantes, y con una mirada y sonrisa de complicidad mutua e intensidad, que me hacen sentir que simplemente mi lugar en el planeta está junto a él.