Recostada y apoyada de espalda a la puerta de la oficina de la decana de derecho y ciencias políticas tenemos a Yessenia con la mano izquierda entre la cintura agarrada a la misma manigueta de la puerta. Se le aproxima todo feliz y sobre todo muy apasionante el amante, en que la rodea con sus manos la cintura al pegarse al manosearla a lo largo y a lo ancho igualmente a lo extensivo de su aflorante como divino hasta glorificante como un grandioso mangar exquisito llevando el uniforme azul oscuro con medias café brasil, en donde es llenada de muchas caricias también enhalteciendo muchos placeres emocionantes y sentidos placenteramente por la esencia enloquecedora de la viva Yessenia que le sonriente siempre con sus ojos negros muy brillantes como unas perlas negras.
Sentados en la silla del escritorio le desabrocha la blusa con el saco puesto al tocarle igualmente acariciarle hasta agarrarle euforicamente el seno izquierdo con el brasier puesto, donde le pasa acariciandole con mucha suavidad, propiedad, superficialmente con la yema de los dedos de Yessenia. Se corre la falda al bajarle de un solo tirón acertadamente las medias con el panti al lamerselo profundamente con todos los permisos conferidos autenticamente por la vigorosa, gozadora, deliciosa, apetitosa, sabrosa y inclusive, proclive en muchas sensaciones como excitaciones expresadas de inmediato por la misma Yessenia directamente todas las oportunidades como las veces que le vienen como anillo al dedo y tiene suertuda para tener el privilegiado sexo en compañía nada menos de su amante calentado por las escultoricas formas caracterizadas y figurativas del atesorado cuerpo de estatura pequeña hasta grueso por voluminosidad exhibidas por la fascinante Yessenia hoy día en todos los lugares conocidos para tenerlo junto con su amante apetitoso y hambriento siempre por ella.