Hola a todos. Hoy les platicare como fue la ida a esta fiesta que nos invitaron. Mi esposa unos días antes de la fiesta me pidió que le comprara un vestido provocativo ya que ella me estaba complaciendo y por su parte había descubierto que le gustaba enseñar más de la cuenta.

Acordamos ese día alquilar una habitación de hotel cerca del salón de fiestas para no llegar a las carreras al evento, así mismo quedamos de acuerdo en ir y regresar en taxi por si tomaba de más y no estropear la velada. Pues bien, después de instalarnos en la habitación me pidió le revisara el depilado para ver si no quedaba algún bellito indiscreto a lo cual gustoso accedí. Sin más que tocarle y acariciarle los labios de su vagina para reservarnos después de la fiesta y llegar a la habitación y tener una sesión magistral de sexo.

Ella se bañó antes que yo y al salir de bañarme en la habitación del hotel la vi completamente arreglada con un maquillaje perfecto y unas zapatillas de correas que se ajustan en las pantorrillas y por supuesto con una tanga de tela totalmente transparente de color rosa que hacia juego con su vestido de fiesta con el cual se le notaba totalmente la tanga tanto por el frente como por detrás. Ella había decidido no usar bar ya que se notaba muy feo y antiestético según ella a lo cual le di totalmente la razón.

La excitación y el morbo comenzaron desde que salimos de la habitación y no se diga al esperar el taxi afuera del hotel. Me encantaba como veían a mi mujer mientras comenzaba a oscurecer y al bajar del taxi el conductor no pudo evitar verle el culo a mi esposa como se delineaba la tanga entre sus hermosas nalgas. Al llegar al salón las miradas de muchos hombres invitados me excitaban al ver pasar a mi esposa con su vestido rosa transparente y sus pechos sueltos al no llevar bar se notaban hermosamente sus pezones y que decir de su tanguita cuando nos parábamos a bailar.

Fue un espectáculo maravilloso sentir las miradas de todo mundo puestas en mi esposa. Fue entonces cuando una sobrina de ella se acercó a mí y me dijo lo bien que se veía y que a ver cuándo le compraba una tanga igual a la de su tía.

A partir de ese momento comencé a tener un deseo de lujuria con la sobrina de mi esposa. (Más adelante les contare cuando esta sobrina paso unos días en casa y nos pusimos a ver películas porno los 3 en la sala de mi casa.) Ya al llegar a la habitación del hotel me venían a la mente todas las miradas viéndole el culo y las tetas a mi esposa e hicimos el amor toda la noche...