Una madrugada se para silenciosamente sale de la pieza, camina hacia la pieza de donde duerme la enfermera le toca la puerta le abre, media dormida le sonríe se le ofrece algo Señor, no puedo dormir no se tuve una pesadilla que me dejo despierto ya cuando tengo esto no concilió el sueño más; pase y cierra la puerta de la pieza en que le quita el negligé que anda en ligeros con un hilo dental cachetero diminuto y pequeñito en que deja comerse los senotes como manosearse el culazo hasta pasarle la mano por la vagina que la tiene mojadita en que jadea asimismo gime suavecito y bajito la enfermera que está de pie pegado en el medio de las piernas del Señor; y de ahí, la besa en la boca abalanzándose encima de ella teniendo sexo entre follada, cogida, hurgada, cabalgatas, mamadas y chupas como succiones de pinga erecta como enorme hasta gigantesca inclusive dura como parada que el propina ricamente la propia enfermera que se entrega como liga hasta tira al Señor de la casa que es el yerno del viejo senil que está cuidando y atendiéndolo por ella.

Se viene en grandes cantidades industrializadas de paja y polvo que la deja súper embarrada incluso bañada completamente el cuerpo de la misma enfermera en persona como en vivo y a todo color, así siguen y continúan todas las santas madrugadas en silencio sin que se entere su esposa como el suegro que es nada menos que el viejo senil, hasta que este muere infartado por lo último que le hace la enfermera para consolarlo como hacerlo dormir igualmente jugueteando el propio viejo senil que le trae una excitación a la propia enfermera que no está nada de mal, al irse no vuelven a verse y no vuelven a tener sexo entonces, la pareja hace el sexo todas las santas madrugadas ya que no son interrumpidos, ni molestados, ni descubiertos ni tampoco distrayéndolos la presencia en vida del padre de ella y suegro de el.