Mi nombre es Leon , no dire mi apellido, esta es mi historia, iva de camino a mi humilde casa, en Saint Nicolas justo a lado de la iglesia en donde fui asignado, estaba alli, desde hacia unos meses, un lugar bello, apacilble muy tranquilo, con gente muy amable, ofreciendo siempre una sonrisa sincera a mi paso, alli, el tiempo parecia haberse detenido,las casas estaban bastantes viejas, pero el paisaje maravilloso, especial para un buen descanso y vida tranquila,pues asi era mi vida en aquel lugar, tranquila y puntual,
Me habian acostumbrado a la puntualidad en mis estudios como parroco,, como les iva contando, me dirigia a mi casa a las 7 de la tarde después de haber oficiado la misa, en mi bicicleta , bastante vieja, pero mantenia a mis piernas sanas y fuertes, siempre trate de hacer mis ejercicios, y me parecia que la bicicleta era excelente para dicho fin, De pronto, oi un grito que me saco de todo contexto era el grito de una mujer!, pidiendo ayuda, recuerdo que salte de mi bicicleta a toda velocidad, dejando que esta se estrellara contra la pared de una casa, y por supuesto se malograra cosa que en ese momento, no tenia la mas minima importancia, solo queria acudir a los gritos de la pobre mujer, los gritos provenian de una casa a pocos metros de alli, no habia nadie en las calles, no dude un minuto en entrar a la casa, y vi la escena, un hombre levantando su brazo contra la fragilidad de una joven de pocos años por lo que pude ver, tenia unos 18 años, pobrecita, se encontraba en un rincón de la vieja casa, llorando , con sus piernas ensangrentadas por los golpes de ese malvado, me puse como una muralla tapando con mi cuerpo al de ella, parandome en frente de el, para que ya no la castigara, y al ver mis vestimentas de parroco, ya no pudo seguir, me miro, bajo su vista, y se alejo , levante a la niña del piso, muy dolorida, y asustada, recuerdo que me miro, y senti dentro de mi, algo que jamas habia experimentado, y creanme que tenia miedo de averiguar que era, le dije,
-Ya no te preocupes ,como es tu nombre?
-Laura señor…y se apresuro a tomar mi mano y a besarla, al hacerlo, me senti emocionado, mas aun , al verme reflejado en sus hermozos ojos verdes,tan verdes como una esmeralda, luego de un minuto, se abrazo a mi, con mucha fuerza, diciendome,
-Señor, no me deje, por favor!, el volvera!, y seguira castigandome!.
-No Laura, dije firmemente, no lo permitire, pues ya no te encontrara, te vendras conmigo, asi, me la lleve a casa, pasaron varios dias y ese hombre pasaba por mi casa para ver si podia llevarse a Laura, pero le dije que ella no se hiria con el, que ya jamas podria tocarla ni hacerle daño,
Todas las mañanas, Laura se levantaba temprano, y me preparaba un delicioso desayuno,
Golpeaba la puerta de mi habitación, y dejaba mi desayuno, en una pequeña mesita justo en la entrada de la misma,.
Un dia, amaneci muy mal, parecia me habia cojido una gran gripe, Laura, como siempre, golpeando mi puerta, conteste:
-Laura, querida, por favor, tendras que llegar hasta mi, pues no puedo casi moverme, me duelen todos mis huesos…
-Padre!, pero…(tocando mi frente) …usted vuela de fiebre!, me senti muy aliviado, al sentir su mano sobre mi frente, luego toco mi pecho, un poco descubierto, y tome su mano con firmeza,…ella me miro con una mezcla de espanto y deseo, pude verlo en sus hermozos ojos, Laura me deseaba, y yo a ella, me olvide de mi fiebre, y la lleve hacia mi,
la tome de la cintura y busque sus labios, ella decia:
-No!....por favor Padre!....no puedo….no debo!
-Pero pudo mas la pasion….se entrego a mi, como una bella rosa al rocio de la madrugada, mis manos recorrian su cuerpo joven , sediento de amor, …amor, que jamas le habian brindado, empezaba a conocerlo conmigo, a cada beso parecia volverme loco, cuando mas la besaba y poseia, mas queria amarla, nos amamos toda la noche, todo a mi alrededor, desaparecio con el amor que me brindaba Laura, hasta me olvide de mi posición de parroco, en ese momento me sentia un hombre pleno y feliz, gozando con una sonrisa a flor de labios, cada vez que ella me decia:
Asi….asi mi Leon…..amame…..te amo…..te amo…
No se cuantas horas pasaron, me desperte empapado en sudor….toque mi frente y estaba fresca., mi fiebre habia pasado, me levante corriendo, fui a la cocina, y grite: Laura!, donde estas?....Y senti como mi corazon se paralizaba cuando vi encima de la mesa una pequeña esquela, la tome, entre mis manos temblando, leyendo:
Mi querido Leon, perdoneme, por haberlo amado, pues jamas senti ese amor, como lo he sentido por usted, me voy, nunca lo olvidare, pero usted es de mi Dios, y no quiero robarselo…..Adios ….Adios…..Laura.
Deje caer el papel sobre la mesa, y mis ojos se nublaron por mi llanto, llore tanto, por la partida de Laura, como un niño, solo volvi a la realidad, cuando mi reloj en la sala daba las 9 de la mañana, ya era hora de empezar los preparativos para la misa de 10 de la mañana, lo hice, muy prolijamente, como siempre, asi se veia mi cuerpo por fuera, normal, solo algo cansado, pero por dentro…lloraba a mi Laura….a mi amor…..
Extraño relato, me llevó a mi parroquia de antaño y me hizo recordar aspectos muy similares vividos auténticamente por este feliz curita. Saint-Nicolas, una bicicleta que se estrella contra un muro y gritos de una mujer joven..... Qué bonita imaginación.... ¿quién la inspiró Pamela? No se si sentirme culpable o dichoso...