Para la gente que apenas empieza, este relato es continuación de 'Conociendo a ratona', así que para que puedan seguir la trama recomiendo leer primero la primera parte. Como siempre digo este relato puede ser verdad o mentira, todo depende del lector y de su criterio.

Retomando el relato anterior, el Ama había empezado sus dos primeros negocios, uno fue de meseras para fiestas privadas y el otro que según el criterio del Ama van ligados, ya que el otro negocio era de bocadillos, por lo que aunque se manejaba por separado era parte de un mismo giro (el de servir comida).

Después del éxito que tuvo con su primera clienta la cual recomendó ampliamente el negocio con sus amistades, ambos negocios empezaron a crecer de forma acelerada por lo que el Ama se vio en la necesidad de aumentar el número de ratonas y poder así mantener la alta calidad que su negocio mantenía y la alta reputación con la cual ya contaba.

El Ama dejó encargada a sus ratonas con ambos negocios mientras que ella planeaba unos días de descanso personal, ya que desde que planeo la creación de ambos negocios y sacarlos adelante para obtener la reputación con que ahora ya contaba no había podido darse un solo día de descanso, por lo que planeo unas vacaciones y para ser de completo descanso se llevó a tres de sus ratonas para que la estuvieran sirviendo en todo.

El Ama llamó a tres de sus ratonas para ordenarles que le prepararan maletas ya que se tomaría unos días de relajamiento y que al mismo tiempo ellas hicieran una pequeña muda de ropa, ya que la iban a acompañar para estarla atendiendo en l calle, y que para la alberca empacaran un bikini, ya que deseaba lucir la belleza de sus ratonas pero nada más, ya que en la intimidad de su cuarto ellas continuarían desnudas como las ratonas que eran a los pies de su Ama, dueña y Sra.

Mientras que las ratonas se retiraban sin dar la espalda a su dueña para cumplir con la orden recibida, el Ama se dirigió a la computadora para acceder a alguno de los sitios en la web que ofrecen paquetes de viajes, al estar navegando por las distintas páginas vio un atractivo paquete de boleto en primera clase y suite de lujo en un hotel con bastante prestigio de ser el mejor de ellos, con todos los servicios incluidos para que el turista pase unos días de total descanso.

El Ama no pensó dos veces el aprovechar semejante oferta que muy pocas veces, así que enseguida fue en busca de su tarjeta de crédito para realizar la reservación al instante. Una vez hecha la reservación a los pocos minutos recibió en su correo electrónico la confirmación de que su reservación era aceptada y aprobada. El Ama al recibir dicha confirmación la mando imprimir y así ponerla con sus documentos personales que llevaría a su viaje vacacional en Honolulu Hawái.

El Ama hizo sonar sus acostumbradas palmadas con las cuales hacía venir a sus ratonas, una vez presentes y postradas a sus pies las ratonas, el Ama les comunico que el viaje que tenía planeado se llevaría a cabo en dos días, y que por lo mismo debían tener todo listo y en orden y no tener algún retraso o inconveniente alguno; las ratonas acataron enseguida la orden para ejecutarla sin premura.

Un día antes de su viaje llamó a su ratona principal para explicarle y dejarle en claro que en su ausencia ella estaría a cargo de ambos negocios, que ella se iba a un viaje de descanso y que tenía estrictamente prohibido llamarle a menos que fuera algo realmente importante y no niñerías que ella misma pudiera atender; la ratona besó los pies de su Ama retirándose y asegurándole que todo lo atendería ella para no interrumpir el descanso de su dueña.

Esa misma noche el Ama ordenó a su ratona principal le llevara al aeropuerto, ya que desde Madrid hasta Honolulu hay muchas horas de vuelo y no desea perder un solo minuto de su descanso. La ratona principal se hizo cargo de que la limusina estuviera lista para que la chofer pudiera llevar a su amada dueña.

Al llegar al aeropuerto, el Ama con su porte de elegancia y poder descendió como toda una reina de su limusina y se dirigió a la entrada del aeropuerto mientras que sus ratonas se encargaban de bajar el equipaje y llevarlo a documentar. Una vez terminado dicho trámite se dirigieron hacia su Ama para apenas llegar con ella postrarse a sus pies, una de las perras al frente para que su Ama pudiera descansar los pies sobre su lomo mientras que las otras dos ratonas se sentaron cada una al lado de su Ama, una a su izquierda y otra al lado contrario permaneciendo sentadas como dos perras guardianes manteniendo el área vigilada.

Poco antes de que llegara la hora de despegar el avión, las perras fueron por delante de su Ama como única ocasión ya que debían ir abriendo el paso para que su dueña no tuviera alguna incomodidad hasta llegar al avión. Una vez ya en la sala para abordaje, el Ama fue llamada para abordar como primera persona junto con sus ratonas ya que había reservado boletos de primera clase como lo marcaba la promoción de la reservación.