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Aventuras y líos de empresa

Hacía ya tiempo que entró a trabajar en nuestra empresa una chica, en sustitución de la secretaria que se encontraba de baja maternal.

Llamaré a esa chica Elvira y os diré de ella que era menudita. No debía pasar de 1,55m y no era una belleza espectacular, pero tenía un buen tipito, por decirlo de alguna manera. Vestía muy ajustadita y provocaba con sus jeans ajustaditos, con sus tops, con los que mostraba sus formas y con un par de tetas que aparentaban muy buenas formas. Tenía en esa época 20 añitos y era esa típica chica desinhibida y un poco descarada a la que le gustaba provocar y plantar cara a los hombres que le decían cositas o la acosaban.

La verdad es que yo no me había fijado mucho en ella pero conmigo, trabaja Mario, un gran amigo y confidente mío. Es el típico hombre que desea irse a la cama con cualquier chica guapa o atrevida que encuentra y evidentemente, Elvira tenía eso.

Por la oficina se rumoreaba que ellos dos ya estaban liados y que los habían visto juntos, pero esos rumores en las empresas, son muchas veces bulos que no son ciertos… ya sabéis.

Un buen día tomando un café con él, le comenté esos rumores y me confesó que sí, que había ya estado con ella y que era un volcán en la cama. Me confesó que en esos momentos, él estaba intentando conseguir a una nueva chica que estaba en prácticas, francesa y que no estaba mucho por la labor de seguir con Elvira, ya que esa otra chica era una autentica preciosidad y tenía un cuerpazo de infarto, (y era verdad, os lo puedo asegurar).

Elvira y esa chica francesa, a la que llamare Patrice, gracias a que Elvira dominaba el idioma, congeniaron en seguida y Mario me propuso salir una noche los cuatro a cenar, tomar unas copas. Me propuso que yo intentara distraer a Elvira para dejarle el camino libre con Patrice. Sé que quizás os esté liando un poco pero es bueno que intentéis situaros y conozcáis porqué finalmente yo me lie con Elvira.

Esa noche salimos y fue divertido ver como Mario intentaba y acosaba a Patrice, a la que esa misma noche, según me confesó, logró cogerse en su casa, otra historia que puedo contaros próximamente porque no deja de tener su interés ya que Patrice vivía en casa de una mujer en una habitación de esa casa alquilada y Mario se la folló en esa habitación con la mujer en el piso!!! Un morbazo, ¿verdad?

Pero vayamos a la historia que os estaba relatando, la mía con Elvira.

Esa noche al terminar y ver que Mario y Patrice se iban juntos en el coche de Mario, me quedé con Elvira y tomamos una nueva cerveza. Su mirada empezaba a ser pícara y provocativa. La verdad es que ya me había dicho Mario que Elvira le confesó que me encontraba atractivo, así que pensé…vamos a acabar la noche lo mejor que podamos.

Elvira llevaba un top blanco e iba sin sujetador. Sus pechos tersos y no muy grandes, apuntaban hacia el exterior con unos pezones que debido a la brisa de la noche, mostraban su dureza a través de la tela. Llevaba una falda muy cortita y una cinta en el pelo.

Mientras estábamos bebiendo esa última cerveza, empezó el típico dialogo en el que se empiezan a mezclar las tonterías con las provocaciones y empiezan a salir comentarios sobre chicos, chicas, sexo…

Llegó un momento en que pen, ahora o nunca y le comenté:

Yo: me ha dicho Mario que tus besos son espectaculares

Elvira: ¿te crees todo lo que te dicen tus amigos?

Yo: no tengo por qué no creérmelo. Él siempre me ha contado la verdad

Elvira: ¿y te quedas con su opinión solamente?

Yo: lo mejor sería comprobarlo, pero ahí no entro solamente yo, tu tendrás algo que decir, ¿no?

Elvira: está claro que si te beso podrás ver si te dice realmente la verdad, pero igual te defrauda y tú no piensas igual

Yo: eso sí que no puedo decidirlo sin besarte…

Y en ese momento acerque mi boca a sus labios y nos fundimos en un apasionado beso que mezclaba atracción y deseo, ya que los dos nos habíamos calentado con nuestras conversaciones y con ese último diálogo. Nuestras lenguas empezaron a mezclarse y a jugar y empezamos con leves mordisquitos en los labios, yo en los suyos y ella en los míos.

Estuvimos así unos minutos y mis manos empezaron a inquietarse y a buscar una de sus piernas. Mientras la besaba, acariciaba su piel y estaba muy cerquita de tocar ya sus braguitas cuando freno mi acoso con una de sus manos y me la situó en su barriga… "sigue por aquí de momento…" me dijo.

Acaricié su barriguita y subí por debajo de ese top hasta llegar a uno de sus pechos que empecé a amasar suavemente. Era duro y su pezón estaba a punto de reventar. Eso lo vi cuando con mis dedos empecé a pellizcarlo suavemente y fue cuando ella entre beso y beso empezó a gemir suavemente y a mostrarme su excitación.

"vámonos de aquí…" le dije y asintió con su cabeza y me propuso ir a su apartamento ya que ella vivía sola.

Llegamos después de un viaje intenso ya que en cada parada nos comíamos y nuestras manos tocaban todo lo que podían hasta que la luz verde nos hacía arrancar el auto. Ella llegó a sacar mi polla del pantalón y a pajearme levemente. Yo estaba a mil. Únicamente no me dejaba acercarme a sus braguitas, cosa que me tenía sorprendido.

Ya en su apartamento los besos y manoseos fueron alocados y efusivos. La despojé de su top y por fin vi sus dos pechos lindos, duros y dignos de una veinteañera como ella. Le saqué la falda y ante mi tenía a Elvira en tanga y con todo su cuerpo para mis manos y mis labios. Le chupe las tetas y los pezones hasta el cansancio y sus gemidos aumentaban de volumen y pedían que siguiera haciendo eso que le encantaba. Me despojé de toda mi ropa y me quedé ante ella desnudo y con mi polla apuntando al techo y en ese momento, cuando le iba a desprender ese tanga me dijo:

Elvira: tengo el periodo y no puedo tener sexo hoy. Lo siento

Yo: tranquila. Lo dejamos para otro día, no pasa nada Elvira

Elvira: que yo no pueda tener sexo no significa que tú te quedes así y tampoco tengas tu parte…

Y cuando decía esto me cogió con su mano mi polla y empezó a hacerme una rica paja con su mano… "ven"…me dijo… y me llevó a su salón y me hizo sentar en el sofá. Se agachó ante mí y me dijo… "disfruta de lo que voy a hacerte, por favor. Si yo no puedo hoy ya lo haré otro día, ¿ok?".

Y empezó a acariciarme con sus manos mi polla y mis huevos. Con una mano cogía cuidadosamente mis testículos y con la otra iba despellejando mi polla. Empezó a besar mi capullo y con su lengua empezó también a acariciar y a recorrer toda la extensión de mi polla que estaba hinchadísima y a punto de estallar. Se puso en sus labios mi capullo y empezó a hacer desaparece la puntita dentro de su boca una y otra vez y cada vez más y más profundo. Estaba empezando a hacerme una mamada en toda la regla y la chica sabía cómo hacerlo… su mano seguía masajeando mis huevos y con sus labios y su otra mano, me estaba follando con esa boca como si en ello le fuera la vida. Uffff, yo ya estaba a mil y no os podéis imaginar el placer que me daba Elvira con lo que me estaba haciendo.

Llegó ese momento en el que las convulsiones internas te hacen ver que estás llegando al final y que no puedes ya controlar la corrida, aunque os aseguro que intentaba alargar todo lo que podía esa situación porque era alucinante.

No sabía su reacción o sus gustos en cuanto a beber mi leche así que la aparté y le dije

Yo: ...voy a correrme ya, Elvira

Elvira: vamos a ello

Yo: te avisaré en el momento oportuno

Elvira: no hace falta que lo hagas.

…y siguió comiéndome la polla hasta que sin poder retenerme más, empecé a decirle… "me corro niña, me corro yaaa, me corrooohhh". Ella, sin apartar sus labios ni su boca, siguió chupando y chupando, tragándose toda mi lechada y saboreando mis líquidos sin dejar de hacerme esa mamada tan rica que estaba terminando… llegué a oír sus degluciones cuando descargaba mi leche y fue una de las pocas veces que he vivido esa sensación... Me corrí como un loco y me encantó como Elvira, seguía relamiéndose con mi polla que empezaba a perder su dureza debido a esa fenomenal corrida.

Yo: que mamada chica

Elvira: ahora cuéntaselo tu a Mario y dile lo que se pierde por ir con Patrice

Yo: no te preocupes que se lo contaré… jajajaja

Elvira: eso sí…. me debes una sesión de sexo oral, ¿ok?

Yo: no te preocupes que la tendrás y tu orgasmo superará al mío de hoy

Elvira: ¿crees que podrás? Jajajaja

Descansamos unos minutos, fui al baño a asearme un poco y al volver empecé a vestirme.

Elvira estaba en el sofá, únicamente con esa tanguita puesto y con sus tetas al aire y me hizo un gesto con su dedo índice para que me acercara.

Una vez delante suyo volvió a coger mi polla y se la puso en la boca empezando una nueva mamada

Yo: ¿quieres más lechita Elvira?

Elvira: si pero la quiero en mi culo, a ver si vas a creer que solo puedo follar por el coño. Quiero tu polla en mi culo cuanto antes para poder sentirla y poder correrme como merezco, ¿o no?

Yo: por supuesto cielo

Cuando mi polla volvió a estar dura debido a su arte mamando, se puso de espaldas a mi arrodillada en ese sofá, se apartó la tanguita y con un dedo empezó a mojar con su saliva ese agujerito prohibido hasta meterse un par de dedos mientras yo con el espectáculo iba pajeándome para no perder la erección tremenda que llevaba.

Elvira: métemela cielo, métela hasta el fondo y dame fuerte que me gusta

Y apunté a su culo metiendo de un golpe primero todo mi glande y después con dos empujones más hasta el fondo empezando a culearla mientras con mis manos agarraba su cintura viendo como sus tetas se movían con el envite que le estaba proporcionando...

Ella mientras se acariciaba por encima de su braguita masturbándose y acariciando su clítoris mientras empezaba a gemir como una autentica viciosa… ummm, ahhhh vamos Santi, sigueee sigueeehhh ahhhhhh mmmmm como me gusta tu pollaaah ahhhh ahhhhhh follame fuerte que me corrohhhh oohhh ahhhh

Yo seguía dándole fuerte y mi polla salía y entraba de su culo y mi barriguita chocaba con sus nalgotas cada vez que se la metía… “ufff, uffff voy a volver a correrme Elviraahhhh”

“no pares santi que me corrohhh ahhhhggg ahhhgggg buuuuffffff me coooroooohhhhh”

Y se corrió como una posesa, dioshhhh

Sacó mi polla de su culo y sentándose en el sofá siguió con una espectacular mamada hasta que derramé todo mi placer en su boca… “me corro Elvirahhhhh ahhhhggg ahhhhhhgggg”

Nos sentamos los dos derrotados en el sofá para descansar del momento vivido… bufff

Yo: dios mío ha sido brutal Elvira. Eres una máquina sexual, jajaja

Elvira: pues tú no te quedas corto Santi.

Yo: cuando quieras repetimos y te doy esa ración de lengua en tu coño, jajaja

Elvira: de lengua y de polla, las quiero a las dos, jajaja.

Acabamos la noche y me fui con la seguridad de que cumpliríamos esa promesa.

Espero que os haya gustado y que me escribáis los comentarios que deseéis .

Datos del Relato
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