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Una hermosa y candente piel canela

La conocí una tarde en un centro comercial de la ciudad, gracias a un amigo que la invito pasar el rato



-mucho gusto David



-Mucho gusto Eliana



Esa fue nuestra breve presentación, y así pasaron las horas entre café y risas con nuestros amigos. No sé si ella se fijó pero desde el momento en que sentí su cálida mano cuando nos presentamos el bello de mi piel sin saber por qué comenzó a erizarse, al llegar la noche ya estando en mi cama su recuerdo vino a mi mente, Sus ojos oscuros que pocas veces se cruzaron con los míos pero que traspasaron mi alma, Su piel canela que a la vista era tan suave y delicada, y ni hablar de esos hermosos labios rosados que hacían juego perfecto con su rostro y su largo y suelto cabello negro usaba una playera blanca con escote que no permitía ver más que las leves curvaturas de sus senos sin embargo el sujetador insinuaba que debajo se encontraba algo mucho más provocativo y tentador. Llevaba puesta una cazadora negra que permitía dibujar el contorno de su figura, un pantalón azul oscuro ajustado muy bien a su cuerpo lo que realzaba sus muslos unas botas negras de invierno con combinaciones blancas.



Pasaban los minutos y tumbado en mi cama intentaba recordar cada detalle, su sonrisa encantadora sus hermosos dientes blancos su mirada, en fin sin pensar se había colado en mi mente y sin saber cómo simplemente se quedó allí pero ese no era el problema que me tenía pasando la noche en vela.



En mi mente surgían muchas preguntas como puedo hablar con ella, donde vive, que hace, que le gusta, cuáles son sus aficiones etc. Pero una de las más importantes era como lograr un acercamiento y como lo haría, pasaron los días y luego de otra salida logre verla por unos minutos que a mi modo de ver fueron tan rápidos que quise detener el tiempo. No cabe duda si algo me cautivo fue su personalidad su carisma su mirada y esa hermosa sonrisa que me alegraba el día, pero era en las noches cuando buscaba conciliar el sueño que su imagen regresaba a mi mente y surgían nuevamente esas preguntas que hacían que buscara la manera de hablar con ella y fue en una de esas noches que decidí buscarla por medio de una red social. Lo malo, era buscarla sin tener idea de cómo hacerlo. Luego recordé que fue mi amigo quien me la presento aquel día y fue por el que me puse en la tarea de conseguir su perfil y luego de revisar por unos instantes sus fotos y algunos de sus mensajes, decidí enviarle una solicitud de amistad a pesar de estar entrada la noche y luego de pasar lo que yo supongo no más de un minuto ella acepto la solicitud y sin pensarlo mucho inicie la conversación comenzando con básico "hola" y desde luego para continuar pregunte el porqué de su desvelo



—hola pues estoy teniendo un poco de vida social y tu —respondió ella.



Y así iniciamos nuestra conversación entre cosas vanas y triviales. El caso es que nuestras conversaciones no faltaban siempre en horas nocturnas, donde nuestras obligaciones cesaban y disponíamos de tiempo libre para comunicarnos.



— sabes que me dio curiosidad— preguntó —como llegaste a mi perfíl?



—mmm pues la verdad no fue tan difícil por los amigos que tenemos en común— le respondí



Y la verdad quería hablar contigo y conocerte un poco (Por no decir que me encantaba).



A partir de ese momento nuestras conversaciones eran más frecuentes a medida que los días transcurrían.



Al final terminé confesándole que me fascinaba y que eran sus labios mi mayor tentación, sus respuestas aunque no eran del todo abiertas, daban paso a seguir avanzando. Ella sabía que yo anhelaba probar sus labios y poder recorrerlos una y otra vez con los míos; Que con el pasar del tiempo y de nuestras charlas, mi deseo de estar con ella iba en aumento y que de darse el momento ella estaría entre mis brazos.



La invite a tomar un café a lo que ella accedió no sin antes advertirme que éramos sólo amigos y que no sería una cita formal, cuadramos la hora y fecha de nuestro encuentro. Sin embargo mientras esperaba al día de nuestra cita, nuestras Conversaciones no cesaron, por el contrario cada vez aumentaban de nivel y yo cada vez más sincero le decía que la deseaba y que anhelaba probar sus labios.



A lo que ella respondió:



— sabes que me debes el café de ahí en adelante es cosa de como surja todo. O es que tienes algo en mente?



—nada "Sólo esperar que todo surja"



— jajaja se sincero que tienes en mente?



-realmente quieres que sea sincero?



— claro que si, dime?



—pues bien: Quiero estar contigo, poder besarte y abrazarte sin pensar en nada más, sólo que estamos tu y yo, quiero tocar tu cuerpo, sentirlo, percibir tu aroma, quiero llenar tu cuerpo de besos mientras desnudo tu piel, quiero con mi boca tu cuerpo recorrer, en fin (suspiro) son tantos los deseos y las ganas que tengo de ti, son tantas las cosas que pasan por mi mente.



Simplemente me encantas son muchas las cosas que daría por estar contigo.



—ashhh mira te seré sincera y creo que junto a ello está la solución a todo... Mira jamás se me paso por la mente que me cruzará con una situación así en mi vida, pero ya que está presente me rodea la cabeza y me acelera el corazón, pues el único motivo o el más importante por el que estoy accediendo a esto, es por la adrenalina tan hijue... Que estoy sintiendo en este momento. Entonces evitemos pensar y nos vemos en el momento acordado. Me dirás a qué hora y donde, y bueno, nos vemos. Espero que lleves licor, tomamos algo en el lugar y ya, que pasen las cosas como tengan que pasar. — fue su respuesta.



Creo que llegado a este punto de la conversación el café que teníamos planeado tomar quedó en un segundo plano. En ese momento sólo pensaba en que mis deseos se harían realidad y que aquella mujer que en un principio se veía distante para mí, en poco tiempo estaría más cerca de lo que en algún momento imagine.



Llegó el día y como era de esperar yo sólo anhelaba que pasarán las horas y llegará la noche para verla.



Cuándo llegó ella al lugar y luego de saludarla con un beso en la mejilla nos subimos al coche y nos fuimos a un lugar reservado a las afueras de la ciudad.



Volví mi mirada hacia ella y creo que verla es de esas situaciones inefables, que te dejan sin aliento. Era la primera vez que apreciaba su belleza disfrutando el breve espacio de tiempo en el que estábamos, ella simplemente lucía hermosa.



Entramos en la habitación, mientras yo colocaba el pestillo de la puerta ella dejaba su bolso sobre un pequeño sillón beige que estaba recostado sobre una de las paredes de la habitación, luego tomó su cazadora blanca y la colgó en un pequeño perchero que colgaba de una de las paredes color crema de la habitación, luego se sentó sobre la cama y se apoyó en sus brazos. Al verla ahí, mi mente y mi cuerpo la deseaban más, incluso que en días anteriores en los que nuestras conversaciones tomaban un aire diferente en ese intercambio de mensajes que eran cada vez más sugerentes y en los que nuestras mentes volaban y nos permitían fantasear el uno con el otro y recrear cada detalle y cada cosa que se pudiera dar en nuestro encuentro.



Acto seguido me quite la cazadora y la coloque en el perchero junto a la de ella.



Luego me gire para apreciar con mis ojos la hermosa exposición que tenía tan cerca de mi, tenía una franelilla negra ceñida a su cuerpo y una falda también color negro la cuál llegaba un poco más arriba de sus rodillas, quizás no lo había detallado antes pero sus piernas gruesas y de color canela se veían realmente exquisitas, sólo de verlas sentí el deseo de tocarlas y sentir esa suavidad que describían mis ojos.



Su cabello negro, largo y liso hacia el juego perfecto con su ropa y resaltaba de una forma inexplicable la belleza de su sonrisa y el brillo de esos ojos oscuros.



Sólo al verla vestida tan elegante y provocadoramente sexy hizo que mi excitación aumentará. Me dirigí hacia ella y me ubique a su lado izquierdo y aunque de mi boca no salió palabra alguna mi mente pedía a gritos su cuerpo. Gire un poco y casi abrazándola le tome por el hombro e hice que quedará recostada en la cama, yo quede apoyado Sobre mi brazo derecho y con el izquierdo y de forma un poco tímida empecé a recorrer sus brazos los cuales noté estaban ligeramente erizados, su piel era candela pura y producía en mi interior un fuego similar que pedía que nos consumiéramos en una sola hoguera.



La luz de la habitación era tenue, pero logre ver que sus mejillas estaban un poco ruborizadas lo que la hacía ver más frágil, tierna y completamente atractiva. Sus ojos decorados por unas largas pestañas negras, tenían un brillo único, en ellos se podía ver el cielo infinito, con millones de estrellas que brillaban aún más en la profundidad de su mirada, ella seguía ahí hermosa he Inmaculada guardando silencio, tal vez porque esperaba que yo leyera todo en su mirada y así fue en sus ojos percibí lujuria, deseo, pasión. Ella en su interior es una chica mala, lo decían sus ojos, creo que no hay nada más agradable que ser preso de su mirada.



Mis dedos seguían recorriendo la fina textura de su piel mientras yo me embelesaba con lo dulce y tierna que era, los minutos pasaban y aunque moría de ganas por probar sus labios seguía sin tocarlos, me bastaba con respirar el aroma dulce y embriagador de su cuerpo.



Sus labios tan provocativos como siempre tuve que recorrerlos con mis dedos para apreciarlos y disfrutarlos aún más, luego baje mi mano a su vientre e hice varios círculos sobre su delgada franelilla seguí con un leve sube y baja con mi mano percibiendo su forma de respirar, deslice mi mano hacia sus senos y pude sentir lo duros y redondos que eran. No tarde mucho en ellos pues quería recorrer todo su cuerpo y aún me quedaba un largo camino por delante



Baje nuevamente la mano a su vientre y seguí consintiéndola mientras mis labios recorrían suavemente su rostro sin tocar sus labios.



Deseaba tanto su boca que decidí esperar un poco más para que llegado el momento fuera aún más especial el disfrute de sus besos.



Deslice mi mano un poco más abajo de su vientre y la metí en medio de la franelilla y la cinturilla de la falda, baje suavemente hasta sentir su ropa interior; no lo puedo negar el tacto con su lencería hizo que mi excitación fuese más incipiente. Explore con cautela un poco más hasta sentir la humedad proveniente de su sexo a través de la prenda.



Creo que son pocas las palabras que puedan describir esa magnífica sensación de sentirla tan excitada, hice una suave presión a su sexo para poder impregnar mis dedos con sus fluidos lo mejor posible, saque mi mano suavemente, y frote mis dedos. Con la sensación que produjo en mi aquella acción hizo que me colocará sobre ella apoyado en mis manos y respirando y sintiendo el calor que su cuerpo emanaba, continúe besando su rostro y llenando mis pulmones con el olor de su cabello, está vez rondando las comisuras de sus labios para apreciarlos poco a poco y luego volvía a recorrer su rostro.



Levante un poco mi cara y mirando fijamente esos ojos oscuros que brillaban aún con más fuerza decidí sumergirme en sus labios y llenar mi boca con su aliento, su sabor y la delicadeza de esos labios que se fusionaban con los míos para expresar el deseo ardiente que en el instante sentíamos.



No puedo describir cuanto tiempo paso desde el momento en el que inició el contacto de nuestros labios, sólo puedo decir que fue eterno el tiempo que tuve para besarla.



La ternura y delicadeza de sus labios mantenían mi mente y mi espíritu en un universo paralelo en el cual la felicidad que sentía eran algo comparado con el cielo de los creyentes.



Continúe besando su cuello y deslizándome suavemente por su pecho hasta donde su franelilla lo permitía, seguí bajando por su abdomen hasta quedar fuera de la cama y quedar de rodillas frente a ella, por unos segundos observe sus hermosas y perfectas piernas, su color y su brillo me derretían, lo más sensato que pude hacer en aquel momento fue besar cada una.



Me dispuse a soltar el amarre de sus botines para proceder a quitarlos, luego quite sus medias y teniendo sus pies entre mis manos comencé a besarlos y a deslizar mis labios de forma ascendente por sus piernas que se encontraban levemente abiertas, Permitiendo el acceso de mis labios y mi lengua, Levante suavemente su falda que ocultaba una braguita color leopardo que se mimetizaba perfectamente con el color canela de su piel, le quedaba simplemente exquisito, delineaba a la perfección la curvatura de sus caderas y le daban un toque magnífico al contorno de sus piernas. Tome con mis manos su braguita y la deslice para descubrir completamente lo que había bajo ella hasta quitársela totalmente, continúe besando nuevamente sus piernas por la parte interna de sus muslos y subiendo lo más lento posible hasta llegar completamente a su intimidad y dar unos sutiles besos e inhalar el rico y dulce aroma con el que su cuerpo me recibía, en este punto mi Excitación estaba al tope, era demasiado ya que su aroma inundaba mis sentidos y me extasiada de una manera inexplicable. Estaba totalmente disponible para mi y a la vista era supremamente tentadora ansié comérmela al instante,



Con mi lengua comencé a explorar cada centímetro de su sexo y haciendo leves pausas en aquellos puntos donde ella gemía.



Ella recostada en la cama y con los brazos abiertos a los costados y sus manos apretando con fuerza el tendido y con su rostro congestionado por el placer que le producía la forma en que yo disfrutaba del sexo oral que le hacía, su aroma era delicioso y con cada sube y baja de mi lengua podía sentir su sabor y ver que eso la hacía mojar aún más. Me fascinaba juguetear con su clítoris e introducir mi lengua una y otra vez en su vagina la recorrí completamente de abajo hacia arriba casi humedeciendo con mi lengua parte de su ano y realizando el recorrido con la mayor cautela posible y así disfrutar cada gota de sus jugos para luego levantarme un poco besarla y con mi lengua juguetear y transmitirle todo el sabor proveniente de su cuerpo y que yo degustaba de la mejor manera, esos besos eran demasiado ricos y excitantes pues su sabor agridulce y un tanto salado hacían del momento algo mucho más candente, era tan delicioso probarla y ver como su cuerpo se retorcía en la cama. Baje una vez más y al ver sus reacciones lo único coherente que pude hacer en el momento fue estirar mis manos y masajear sus senos.



Me puse de pie y le tendí la mano para que ella hiciera lo mismo, baje su falda para quitarla completamente la gire hacia el espejo que había en la pared frente a la cama, tenía una visión completa de su cuerpo, es realmente hermosa y en ese punto era algo fácil de comprobar. Tome la franelilla por la parte de abajo y ella levantó los brazos para que se la quitará, sus senos se veían tentadores por lo que con mis manos intente desabrochar su sostén, pero fracase en el intento, a lo que ella facilitó mi tortuoso tormento ayudándome a soltar. Al verlos totalmente libres y expuestos para mi, se me antojaron al instante. La abrace juntando mis manos sobre su abdomen para subirlas lentamente y apreciarlos con mis manos los masajee suavemente dando unos pequeños apretones, sus pezones estaban duros y erectos y su color era maravilloso a los ojos y aún más lo era el tacto por lo que no vacilé y empecé a pellizcarlos dulcemente.



Continúe besando su cabello, parte de su espalda y sus hombros, mientras desabrochaba mis vaqueros y los quitaba completamente incluyendo mis slips, por último saque mi playera para quedar completamente desnudo y poder así pegar mi cuerpo al de ella, para que sintiera mi erección y los fluidos que de mi salían. Ella estaba muy excitada y su cuerpo era la prueba fehaciente de ello.



Di unos pasos hacia atrás para quedar cerca a la cama sin apartar mis ojos del espejo y del reflejo de su exquisito cuerpo, me senté y la tome por las caderas haciéndola retroceder también, me acerqué y comencé a lamer su cola haciendo círculos con mi lengua y deslizándola arriba y abajo probando cada parte, su trasero redondeado y firme lo apretaba con mis manos y me deleitaba con el mientras en mi mente deseaba darle unas cuantas nalgadas para ver su reacción al momento de ser castigada el placer que producía en mi ver mis manos calentándola con cada golpe y su cola moviéndose al contacto.



Mi mente volaba y con ella mi excitación, por eso abrí ligeramente mis piernas y la traje hacia mi un paso más, la tome por sus caderas y con las manos le indique que bajara, deseaba penetrarla en ese instante y la espera hasta ese momento se había postergado demasiado, ella bajo lentamente y yo tome mi miembro con una mano para ubicarlo justo en la entrada de su vagina, tan pronto como sentí el contacto de su humedad tocando la punta de mi pene erecto lo solté y nuevamente puse mi mano en su cadera para sostenerla mientras ella recibía mi erección. Mi vista continuaba en el espejo está vez observando los gestos de su rostro que se congestionaba a medida que era penetrada, su cara me excitaba demasiado al ver el placer reflejado en ella, cuando lo sintió completamente adentro sonrió y lentamente comenzó a levantarse y luego bajaba con ímpetu, y así repitió una y otra vez esos movimientos que yo disfrutaba al ver y sentir como la penetraba. Baje mis manos y tomando sus preciosas nalgas las abría y cerraba con cada movimiento para aumentar la fricción, luego de un rato los movimientos fueron en aumento y el sube y baja me ponía a mil, era delicioso entrar una y otra vez en ella y sentir las contracciones en los músculos de su vagina apretando mi pene con más fuerza a la vez que sus fluidos lo bañaban y permitían que cada entrada fuera menos complicada.



Luego de disfrutar en esa posición salí de ella e hice que se recostara sobre la cama y me puse sobre ella tomando sus manos entrelazadas con las mías por encima de su cabeza, me acerqué a ella y empecé nuevamente a recorrer con mis labios todo su rostro disfrutando de su aroma y de esa leve capa de sudor que hacía que su piel canela tuviese un brillo excitante, me acerqué a sus labios y la bese con pasión y en la posición del misionero inicie a penetrarla tan lento como podía, disfrutando del momento y del movimiento que ella hacia levantando sus caderas para recibirme cada vez más profundo, me rodeó con sus piernas y ahora fue ella quien impuso el ritmo combinándolo con una mezcla de besos y gemidos, sus movimientos eran suaves, pero subía y bajaba desaforadamente sus caderas generando mucha fricción, esto permitía que el éxtasis en el que nos encontrábamos se intensificará con cada movimiento. El brillo de sus ojos era aún más intenso como si el calor proveniente de su cuerpo se estuviera viendo representado en pequeñas olas de fuego que brillaban al interior de sus ojos. Me apoye en mis manos y baje mi mirada para apreciar bien la forma en que la penetraba, me puse de rodillas y Levante sus caderas sin salir de ella y aumentando el ritmo en mis movimientos, ella humedeció sus dedos, bajo su mano y con bastante placer masajeo su clítoris mientras yo continuaba bombeándola cada vez más fuerte.



Me aparte de ella y le indique que se girará colocándose sobre sus rodillas, acto que realizó de la forma más obediente. Arqueo su espalda descansando su rostro sobre la almohada y abrió sus piernas para permitir mi acceso, me ubique tras ella y con mi mano izquierda tome su cadera y la embestí nuevamente con fuerza, viendo como apretaba aquella almohada y teniendo su trasero a mi disposición era difícil no estar extasiado, con mi mano derecha tome su cabello y lo enlace tirándolo hacia atrás para hacer que levantara su rostro y lo girará hacia mi, a la vez me puse de cuclillas y en esa incómoda pero placentera posición continúe follándola duro, era espectacular tenerla así y ver ese movimiento de vaivén que cada vez se hacía más fuerte y que sonaba cada que mi pelvis chocaba contra su redondas nalgas con gran ímpetu, mi cuerpo sucumbió al placer de estar dentro de ella y sin más remedio, me deje venir llevándola por dentro de todo el placer y el deseo que le tuve desde el instante en que la conocí.



Así fui terminando con unos suaves movimientos adentro y afuera una y otra vez hasta vaciar toda mi energía al interior de su vagina, fue un orgasmo que quedó plasmado en el tiempo, pasaron unos segundos hasta que decidí salir de ella totalmente exhausto.



Me acomode a su lado la abrace y nos fundimos en un beso que desee no fuera a desaparecer jamás.



Bueno este es mi primer relato estaré atento a sus comentarios para corregir y mejorar lo que pueda escribir más adelante.


Datos del Relato
  • Categoría: Hetero
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