...y para peor, te divierte provocarme...estúpida contradicción de querer que te respeten como persona pero que tu cuerpo responda tan favorablemente cuando te hablan sin filtros y con cierta crudeza, sin temores y algo engreído incluso, sin adoración, pero con desinhibido deseo… Te divierte, y lo conseguís, valiéndote de cierta gracia payasesca, una impulsividad aniñada y el servicial aporte de ternura en bruto que te adjudica mí imaginación... ¿y porque no lo harías? Aprovechar la libertad de la que dispones, aún cuando podría ser cuestionable desde otros ángulos, no hay un compromiso fuerte que restrinja tu entretenimiento… Interesante sería ver que tan a la altura de esas palabras estarías si yo también tuviera la posibilidad de transmutar las ideas en invitaciones, de tentarte vulgarmente a llenar las horas vacías y mi cuerpo, de provocar tu falta de responsabilidad con promesas de gozo para comprobar que tan fuertes son esas ansias que evocas ferozmente en tus amenazas… Realmente te escaparías para venir a cogerme de todos esos modos tan detallados que tenes en mente?
Yo también sé hablar, pero quizá una imagen valiera más que muchas de esas palabras y unos minutos después oyera él timbre anunciándote, te abriría sin decir nada, pero preguntándome si estás nervioso al subir, así, más cerca que nunca de esto.
Ya me tienta solo pensarte pasando esa puerta, clavarte los ojos encima desde el otro lado del pasillo para apreciar tus movimientos, ¿cómo franquearías los metros de distancia que te separan de un objetivo? Primero creo que intentando verte firme y a cargo, para que al enfrentarme sea muy creíble una actitud audaz, pero también podrías ser lento y acechante, buscando evaluar en mi mirada que acción sería mejor recibida… Eso me daría lugar a mover primero, ser más rápida y conquistar ese primer beso real, después ya daría lo mismo, imposible diferenciar que deseo preside la toma de decisiones, quien necesita más sentir la piel caliente y ajena en sus manos o tiene mayor desprecio por las prendas sobre el cuerpo del otro… Por fin, habiendo fantaseado tanto, lo único seguro que puedo nombrar es que no voy a tener paciencia para que sigas divirtiéndote con tus provocaciones; vamos a ver si te sentís tan cómodo en las sillas de mí territorio como para dejar que mis ojos te recorran libremente mientras te tocas, cómo te sentís cuando el plano lo elijo yo? quiero saber cómo se refleja el placer en tu cara mientras te masturbas; cambia cuando sentada frente a vos abra mis piernas y te deje verme hacerlo también? ¿Te gustaría que me lleve tu otra mano a la boca? ¿Que juegue con mí lengua por tus dedos hasta que, ya bien húmedos, los guie hacia mí interior? ¿Queres por fin saber qué tan rica soy? Porque yo tengo muchas ganas de aprender que tan dulce sos para chupar... No vas a refrenarme, no me interesa tu orden, las ideas previas, preferencias fríamente elegidas, quiero conocer cómo reaccionan tus instintos al momento de actuar...solo una cosa me quema la mente y es simple, descubrir si se te siente tan bien dentro mío como vengo imaginando; experimentar si satisfaces mis apetitos tan plenamente con tu cuerpo como con tus palabras de cada noche; si tenes verdaderamente la habilidad para robarme profundas quejas de placer. Quiero comprobar si la realidad también te la pone tan dura… Si podes aguantar tan orgulloso contra la "yo" terrenal, o si efectivamente tanto te calienta oírme gritar… Sabe que me da igual, tarde lo que tarde, te voy a tener al final, y ya después veremos si necesito o no mucha suerte para convencerte de que no soy como te divierte imaginar.