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INFIDELIDAD CON UN MADURO 2!

La música sonaba a medio volumen, el en la cama solo con calzoncillos me miraba atento, yo bailaba sensual, movía mi cadera, hacia poses muy sugestivas y dejaba caer una a una mis prendas.

Después de la rica cogida que mi profesor Juan me dio, quede fascinada con él y me las ingenie para poder estar con el aquel viernes, le dije a mi marido que iría con mi mamá y me lleve a mis hijos, pero en realidad a ellos los lleve con una amiga la cual su hija tenía una pijamada, era la cuartada perfecta.

Una vez que deje a los niños, Juan paso por mí y nos fuimos a su casa y para no hacerla más larga, les diré que después de unas copas, unos ricos besos y caricias, me puse a hacerle un baile sensual.

JM: ¡Te mueves fantástico!

M: ¿Te gusta?

JM: ¡Si!! ¡Continua!!

Me despoje lentamente de mi ropa quedándome solo en tanga, miraba a Juan que ya tenía una carpa en su calzoncillo.

Lentamente subí a la cama y comencé a besarle sus muslos y su abdomen, sub mordiendo sus tetas y su cuello para besarnos apasionadamente en la boca como solo él podría hacerlo.

JM: Que rica estas, ¡como deseaba tenerte nuevamente!

M: ¡Y yo a ti, soñaba con estar aquí!

Juan se puso de pie y se bajó el calzoncillo, su verga esta dura, jugosa, se me hiso agua todo al verla.

JM: ¡Quiero que me hagas oral mi amor!

M: Jajá, ¡será un placer!

Me puse a cuatro patas quedando mi cara justo en verga de mi macho, comencé con besos en el glande, caricias a sus testículos, le besaba los testículos y debajo de ellos casi al llegar a su ano, el solo me acariciaba la espalda y la cabeza, yo continuaba con mi manjar.

Abrí mi boca y solo me metí la punta, con mi lengua saborea su fluido pre seminal, el jadeaba y me acariciaba las nalgas, poco a poco introduje su jugosa verga en mi boca, me encanta su sabor, su grosor, su aroma, estaba enamorada de su pito.

JM: ¡Oh!! ¡Moni que rico, uhm!

M: Me encanta tu verga nene, ¡uhm!!

Comencé a engullirla con velocidad, el me apretaba el cabello y prácticamente comenzó a follarme la boca, yo apenas si respiraba, ¡pero el embestía mi boca de una forma bestial y rica!

Me ordeno ponerme boca arriba y abriendo mi boca deje que introducir su miembro, en esa pose Juan la metía aun más, yo me ahogaba, pero no quería que lo dejara de hacer, al mismo tiempo me rompió al tanga y su boca fue directo a mi vagina, estábamos en un fantástico 69, gozando de nuestros aparatos reproductores.

Sus dedos entraban apretando mi clítoris, su lengua hacia lo suyo, mientras yo mordía sus testículos y le besaba el ano, metía su verga una y otra vez, la sentía escurrí y yo también escurría en su boca, que momento, jamás pensé hacer eso con nadie y terminé haciéndolo con mi profesor.

Estuvimos en esa pose unos minutos, una vez satisfecho de nuestro arte amatorio, me puse en cuatro y el comenzó a darse gusto metiéndomela suave y fuerte, yo gemía, ¡me encetaba sentir su dura verga dentro de mí!

JM: ¡Moni, como me gusta esta pose y más contigo!!

M: Métemela, ¡no pares amor!

Sus embestidas eran fantásticas, yo me movían en círculos y de adelante para atrás acompañando sus movimientos, me sentía en el cielo.

M: ¡Papi, que rico, uhm, que rico!!

JM: ¡Me encanta tus nalgas más cuando las mueves, muévelas muévete sola!

Comencé a moverme y ensartarme sola, sentía fenomenal, a veces solo me metía la puntita y después me ensartaba todita su verga, Juan gemía y me alentaba a seguir, la excitación era demasiada, no pude controlarme y tuve un orgasmo, él se dio cuenta y tomándome de los cabellos me embistió con fuerza haciendo más rico mi orgasmo.

M: ¡Ah!!!! Papi, uhm! ¡Eres el mejor, agh!!

JM: Eso, así nena, uhm, tómala, ¡gózala toda!!!

Apenas me dejo reposar cuando acomodo una silla a lado de la cama, se sentó y tomándose la verga me ordeno subir a ella.

Me ensarte solita mientras nos besábamos, sus manos acariciaban con desesperación mis muslos y nalgas, me dio un par de nalgadas y ambos comenzamos a movernos.

M: ¡Dios, que rico!!

JM: ¡Mami!! ¡Se siente fenomenal!!

Me tomo de la cintura y me subía y bajaba, yo me acomode de sus hombros y me daba sentones con fuerza, tratando siempre de tenerla hasta el fono, el me mordía las tetas, me apretaba las nalgas, que rico momento era ese.

JM: ¡Tu marido jamás te cogerá así!

M: Lo se amor, ¡por eso estoy aquí!

JM: ¡Date vuelta nena!

M: ¡Si mi vida lo que digas!

Me puse dándole la espalda y comencé a cabalgar de forma suave, en círculos, lo escuchaba jadear, gemía del placer de sentirme así, yo también disfrutaba de estar encima de él.

Me movía de arriba abajo a velocidad fuerte meneándome también en círculos, su verga se sentía riquísima, dura, sentía como ambos escurrimos rico.

JM: ¡Amo tus nalgas, esta buenísima nena!!

M: ¡Yo adoro tu verga, ah, uhm!!!

El me tomo de la cintura y comenzó a moverse fuerte, me la metía hasta el fondo, yo sentía que me sacaba todo, pero el placer era fantástico, sudaba, gemía, era una zorra recibiendo su dotación de metidas.

Poco a poco comencé a acelerarme, la excitación me domino, hasta que tuve mi orgasmo sacando chorros de placer que el disfrutaba sentir en su pelvis, me retorcía, gritaba, ¡de verdad que me había vuelto adicta a el!!

M: ¡Ah!!!! ¡Juan, que rico, uhm!!

JM: Así me gusta, ¡uhm!!!

Juan me acostó en la cama y me levanto las piernas comenzando a metérmela lentamente mientras lamia los dedos de mis pies, eso me calentó rico, luego coloco mis piernas en sus hombros y empezó a embestirme fuerte, rico, como un toro en brama.

JM: ¡Que patas, uhm, toma, toma!!

M: ¡Ah!! ¡Mas, dámela toda, uhm!!

Que rico era tenerlo así, se agachaba a lamerme las tetas, se movía fantástico, era un verdadero macho, ese macho que siempre quise tener en mi vida.

Se acostó detrás de mí, me levanto una pierna y empezó a meterla con fuerza, mientras nos besábamos y el me apretaba las tetas y jugaba con mi clítoris.

M: Que rico, uhm, ¡así se siente rico!!

JM: ¡Goza mi amor, goza!!

Sentía sus arremetidas con todo, yo también me movía, esa pose me encantaba, Juan sabia coger como dios, me tenía extasiada y apunto de correrme otra vez.

Se puso de pie nuevamente levantando mis piernas y metiéndomela como loco, se movía fuertísimo, yo gemía gritaba, gozaba como nunca y el igual, me movía como podía para hacerlo gozar y el hacia lo suyo.

JM: ¡Mami me vengo!! ¡Me vengo!!

M: ¡Lléname de ti amor, dame tu leche!!

Juan comenzó a venirse a cantaros, su leche era caliente me llenaba yoda, incluso escurría por mi entre pierna, yo también tuve otro orgasmo, ambos gritamos y gozamos ese momento.

Una vez que terminamos, mientras reposaba por mi cabeza recorrió la idea de dejar a mi esposo y estar con él, pero bueno les contare más adelante que paso.

Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
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