"otra fiesta, pero en otro ambiente, eso si, mi novia emputecida..."

Al dia siguiente, al despertar, Adriana estaba callada, intentando asumir lo que habia pasado la noche anterior, y tanteando mi estado de animo. Claramente no estaba arrepentida, habia pasado la noche de sexo mas loca de su vida y se justificaba diciendome - que daba igual la pija conocida de Jair que otra, ya que si no era la mia, daba igual cualquiera, y si eran dos, daba igual que fueran mas -, con esa premisa aplastante, sanjo toda posible critica de mi parte.

Con el correr de la mañana, ya en la playa, se me fue yendo esa sensacion de molestia, celos y la incertidumbre de si era correcto lo que me estaba pasando, y me fui tranquilizando, dando paso, al cerrar los ojos, a que me vinieran imagenes de la noche anterior, con mi novia en bolas siendo cogida por varias pijas, y gozando como una verdadera perra, totalmente desatada, y se me ponia dura sin quererlo.

Estuvo dolorida varios dias, y hablamos de la suerte que habiamos tenido de salir de ahi sin muchos problemas, aunque ella no se acordaba muy bien como llego a casa esa noche. Tambien me confeso que hacia un mes que tomaba anticonceptivos, algo que me tranquilizo y me sorprendio, ya que antes no queria.

A los dias aparecio Maua, nos conto con pelos y señales todo lo que habia ocurrido aquella noche y sus consecuencias. Todo lo habia tramado Jair, le habia pagado a su hermana para tenerme entretenido, pero sin saber el fin ultimo y a ella la habian llevado lejos en busca de mas bebidas en una vuelta en coche interminable en busca de algo abierto. Al volver, recien a la hora se percato lo que estaba sucediendo y detuvo todo. Nos pidio disculpas, que nos resultaron sinceras. Jair ya no apareció.

Pasaron unos dias placidos, ibamos a la playa con Maua y entre los dos nos cogiamos a Adriana, que a esta altura se mostraba totalmente bisexual. Un dia vino con su hermana pequeña (aquella que me habia cogido muy bien) y entre las tres me hicieron el mejor trabajito que me han hecho nunca, una delicia de noche.

Maua nos propuso un dia ir a una fiesta, nosotros fruncimos el seño, no pasariamos otra vez por algo parecido, pero Maua nos tranquilizo, se trataba de un Batuque privado, y nos explico, se trataban de fiestas que se hacian en carnaval, algunas privadas y otras de entrada libre, corria el alcohol y el sexo estaba garantizado, mas en este caso que era un sitio privado, solo con invitacion. Daniela, la hermana de Maua seria la encargada de conseguir que entraramos, ya que trabajaba para el dueño de la casa donde se celebraria la fiesta, no le preguntamos como, pero podiamos imaginarlo.

El dueño acepto que fuera yo (hombres sobraban) porque iba con tres mujeres, y en un encuentro previo al ver a mi novia quedo boquiabierto y mas encantado de que fueramos.

La noche de la fiesta las chicas se vistieron, bueno, es un decir, se pusieron unas tangas diminutas, brillantina, un top muy sugerente que les dejaba ver el inicio de las tetas por debajo y un tocado de plumas, las tres iban iguales y a mi me vistieron de blanco impoluto con sombrero y todo.

La fiesta tenia lugar en un barrio alto de la ciudad, con grandes casas amuralladas. Llegamos y nos hicieron pasar por un gran salon y luego un jardin, donde habia una carpa muy grande, que era el lugar donde se celebraba la fiesta. Estaba acondicionada como una discoteca, luces, dj, barras y sillones en todo el perimetro. Ademas habia una pequeña pasarela con caño incluido, que desembocaba en un escenario.

Cuando llegamos la fiesta, ya estaba en plena ebullicion, la gente bailaba y el ambiente era muy agradable, habian elegido a la gente y no eramos mas de cien personas (con algun colado, como yo) . Ya en algun rincon se veian grupos de gente en bolas, metiendose mano y algo mas.

Al entrar, nos dirigimos a la barra a por bebidas, y ya ahi un mulato grandote (me parecio que habia algunos profecionales del sexo, tanto mujeres y hombres, para crear el ambiente adecuado, cuerpos demasiado perfectos) se acerco a mi novia por detras y sin mas la agarro de las nalgas y se la llevo a la pista, al pasar mi novia me hizo una guiñada y sonrriendo se fue con el, mientras con su mano le tanteaba el culo al mulato.

No tardo nada en dejarla en bolas en la pasarella y en cogersela delante de todos. Se formo un corro alrrededor, aplaudiendo y gritando, fue el primer acto explicito de sexo y ahi arranco la fiesta, la gente termino por deshinibirse. Volo ropa por los aires y empezo el desenfreno. Pijas, culos, conchas, tetas y bocas, con unos codigos de respeto y autorizacion empezaron a circular por mis narices.

No perdi el tiempo, me lance a todo lo apetecible, tambien vi a Maua y a Daniela que no perdian el tiempo, chupando pijas de a pares, ya solo con el tocado de plumas en la cabeza.

Veia a Adriana de lejos, a cuatro patas, con un negro clavandosela por detras y con tres pijas frente a su cara que chupaba a su gusto, mi novia se habia convertido en una verdadera perra y disfrutaba del sexo sin tapujos.

Pasaron unas horas, me cogi a unas cuantas, pero queria llenarle la boquita de lecha a mi novia. Cuando la encontre y quice arrimarme, un veterano de pelo blanco me dijo amablemente - eh! a la cola, que a esa rubia divina se la queremos meter todos - y juntos largamos una carcajada, la historia se repetia, yo queriendome coger a mi novia y tener que esperar a que una banda de pijas, se la cogieran y le llenaran la boca de lecha antes que yo.

Se la cogieron siempre de a tres, pasaron unos siete u ocho tios, mas alguna tia, que sin mas se lanzaban a chuparle la concha y comerle la boca.

Claro, el ambiente y la situacion eran muy diferentes. mientras esperaba, le conte al veterano que la rubia divina era mi novia y el me dijo que su mujer andaria por ahi, que le encantaban las pijas de los mulatos, asi que era muy localizable, - donde hay un mulato, esta mi mujer - dijo, y nos reimos.

Cuando nos toco el turno, le dije a mi novia al oido, que le hiciera un trabajito especial al veterano, y ella riendose me dijo - con mucho gusto, amor -. Nos salimos de la fiesta y nos metimos en la casa, y en un sofa nos cogimos a mi novia a gusto. El tio estaba en la gloria y entre los dos le llenamos la boca de leche, que ella relamio con descaro y mirandolo a los ojos se la trago toda.

Quedamos para un encuentro futuro con el y su mujer. Recogimos a Maua y Daniela ya cuando la fiesta languidecia y nos fuimos a casa.