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Categoría: Incestos

Vida moderna

Las ocho de la tarde. Sentado en el salón delante del portátil, reviso lo mails de mis amigas. No tengo novia, pero si muchas amigas. Gracias a las redes sociales ha ocurrido lo imposible. Gente en la misma onda que antes nunca se hubiera encontrado ahora lo han hecho.



- Mira Ma. Raquel ha contestado - le digo a mi madre tirando de su pelo para sacar mi polla de su boca.



- Gasp... Uf. ¿Raquel? ¿Quién es? ¿La que se follaba a su papa? - me dice babeando saliva.



- No mujer. Es la que tiene dos hijos adolescentes de mi edad y ha conseguido follarselos.



- ¡Aaah! Vale sí. La que tiene las tetas casi más grandes que las mías - me dice lamiendo con descaro mi glande.



- ¡Las tiene más grandes que tú puta! - le digo inclinándome para estrujar una de sus gigantes tetas.



- ¡Ni de coña! ¡Qué más quisiera esa puta! - dice tragándose mi polla de golpe hasta los huevos.



- ¡Que tetas más enormes guarra! - le digo gozando de su pericia comiendo pollas.



- ¿Y qué dice? - pregunta sacando el rabo de la boca derramando más saliva en la maniobra.



- Pues que está en la ciudad con sus hijos y que si queremos nos podemos pasar por su hotel.



- ¡Genial! ¿Y a que esperamos? - me dice saliendo de debajo de la mesa.



No me canso de mirarla. Desde que estamos ella y yo solos y nos descubrimos uno al otro en nuestros deseos y sexualidad, anda siempre por casa vestida de manera descomunalmente sexy. Se recoge la melena en coletitas y siempre lleva camisetas ceñidas o similar sin sujetador. Sus enormes tetas se bambolean a cada paso enormes y pesadísimas. Nunca lleva braguitas exhibiendo sus anchísimas caderas y su gordo culazo. Gordo pero atlético al tiempo. ¡Uffff!



- ¡Venga zorrita ve a vestirte! Ya le he respondido diciendo que vamos de camino - le digo mientras aprieto uno de sus enormes pechos.



Sonríe y se va moviendo ese culo descomunal.



El recepcionista nos indicó para ir a la habitación y hemos llamado a la puerta.



- Hola. Tú debes de ser Joe y tu Jenny. Encantado soy Mark - dice el chico que abre la puerta.



Mi madre suelta un gemidito al verlo. Moreno de anchísimos hombros, amplios pectorales y cuadriculado abdomen. Caderas mínimas soportando el peso de una enorme polla. Completamente desnudo delante de nosotros, tiene la polla empalmada durísima apuntando al techo con decisión. Mama no aparta la mirada de la enormidad que la desafía obscenamente.



- ¿Te gusta lo que ves guarra? Tenéis que disculparnos. Hemos empezado sin vosotros así que me temo que mama no necesita precalentamiento - dice sacudiendo su mástil provocativamente.



- Jenny tampoco necesita precalentar, la traigo guarra desde casa. ¡Mira! - le digo para luego meter la mano bajo la falda de tenis que lleva.



Saco la mano completamente pegajosa con espesos mocos colgando de los dedos. Luego restriego la mano por la cara de mi madre. Los espesos mocos se quedan allí a modo de obsceno maquillaje.



- ¡Joder Jenny! Menuda putona - dice el chico masturbándose.



Mama saca la lengua con vicio saboreando sus propios jugos. El chico se acerca y escupe con decisión sobre la ofrecida lengua. Jenny gime como una guarra.



El gemido resonó en el vacío pasillo.



- Mejor pasamos ¿no? - le digo a Mark.



- Si pero yo acompaño a Jenny - dice el chico.



Mama viste una camiseta de tenista ceñida que parece estar perforada por los gordos pezones de sus enormes tetas. La tela muestra que las enormidades están sueltas debajo y se percibe la silueta de las grandes aureolas.



El chico pone la mano en unos de los pechos de mama y aprieta como si fuera un globo de agua. Mama gime sacando la lengua mientras Mark la arrastra dentro de la habitación tirando del tetón con decisión.



Entro detrás y cierro la puerta.



- Mama, Jack. Ya están aquí Jenny y Joe - dice Mark arrastrando a mi madre a la salita tirando de la enorme teta.



¡Jodeeer! En el ordenador se veían descomunales los pechos de Raquel, pero en persona...



Estaba follando a un chico de espaldas a él subiendo y bajando un gigantesco culo sobre una polla gordísima. El chico sentado en el sofá agarraba a dos manos unas gordísimas nalgas desparramando la carne en la intensidad del agarre.



Solo vestía un sujetador con las tetas desbordadas por encima. No lo creía posible si no lo estuviera viendo.



¡Eran más grandes que las de mama!



El chico, Jack, mira a mi madre y arroja a su madre al suelo de un empujón. Se levanta con el enorme nabo babeando jugos femeninos. Se acerca a mama y si más la coge por el pelo y de un tirón la pone de rodillas.



- A ver si es verdad lo que hemos hablado por correo ¡guarra! - dice arrimando la babosa polla a los labios de mama.



Mama sonríe, saca la lengua y la pone debajo del pringoso capullo y... De un golpe la larguísima y gordísima polla desaparece en su garganta. La lengua continúa fuera y ahora está lamiendo los depilados testículos del chico. La enormidad está totalmente en la garganta de mi madre. Su nariz presiona contra el pubis del chico mientras la lengua asoma por forzada boca de mama y lame los gordos cojones.



- ¡Jodeeer! ¡Se la ha tragado entera y yo no he hecho nada! ¡Joder tío! - dice Jack mirándome alucinado.



- ¡Me toca! - dice Mark empujando a su hermano con lo que la enorme polla sale de la boca de mama soltando un rio de saliva.



Mark sin ningún miramiento hunde su polla en la boca de mi madre de un golpe hasta los huevos. Y otra vez Jenny se la traga aplastando la nariz contra otro pubis y lamiendo otros depilados testículos.



- ¡Uffff! ¡Que putísima es tu mama Joe! - dice el chico empujando la cabeza de Jenny contra su pubis con todas sus fuerzas.



Yo le sonrío y me acerco a Raquel.



No hacen falta palabras. Ya está todo dicho por mail.



La miro fijamente a los ojos y ella saca la lengua con una expresión de guarra perfecta.



Llevo un rato aguantando saliva en la boca.



Escupo con todas mis fuerzas en su preciosa cara.



- ¡Arrrrrrrg! ¡Puto criooo! - dice soltando un gemido que resuena por toda la habitación.



El escupitajo es tan abundante y espeso, que parece que dos hombres se han corrido sobre ella.



Raquel se relame con vicio mirándome a través de mi saliva.



- ¡A cuatro patas cerda asquerosa! - le digo quitándome la ropa.



Al ver mi musculatura fruto del surf y mi polla el doble de grande que la de sus hijos, sale un chorro de jugos del ofrecido coño enmarcado en el más gigantesco culo, que a cuatro patas se me ofrece descomunal.



- Te ha gustado la polla de mi Joe ¿eh cerda? A ver si eres suficiente hembra para acoger ese monstruo. ¡Uuuuf! ¡Que pollones chicos! - dice mama masturbando las enormes pollas de Jack y Mark mientras ellos la desnudan y destrozan a cuatro manos sus gigantes tetas y su descomunal culo.



No tengo ningún miramiento. De rodillas detrás del gigantesco culo agarro las nalgas y tiro a los lados. Un enorme y baboso agujero se abre en medio del culazo y de un golpe de cadera hundo toda mi polla en él. El berrido es brutal.



- ¡Arrrrg! ¡Qué pollaaa! ¡Cabrooon! - berrea loca de placer Raquel.



- ¡Uffff! ¡Que culo enorme puta! ¡Es perfecto! ¡Te tragas mi polla cerdaaaa! - le digo gozando a tope.



- Ves mama como si te entraría en el coño. ¡Eres una superputa mami! - dice Mark en el suelo debajo de mi madre mientras se la folla agarrando a puñados las enormes tetas que botan en su pecho.



- Si mama, sabía que serías capaz - dice Jak encima de mi madre follándosela por el culo con vigorosos golpes de cadera mientras se sujeta a las anchísimas caderas de Jenny.



Yo no estaba tan seguro. La experiencia me lo había demostrado. Pero esta vez sí. Mi monstruo entraba con comodidad. La estaba follando a toda potencia amasando su gigantesco culo y ella disfrutaba igual o más que yo. ¡Menudo coño enorme!



- ¡Arrrrrh! ¡Puto crio! ¡Que polla enorme! ¡Me revientaaas! - dice Raquel escupiendo literalmente las palabras al babear saliva de la excitación.



Yo estaba casi a punto.



- Chicos, ¿cómo vais? ¿Llenamos de leche la cara de la putita de mi madre - les digo a los hijos de Raquel mientras su madre berrea corriéndose con mis pollazos.



Los muchachos por toda respuesta se levantan y acercan sus pollas a la cara de Jenny. Ella de rodillas saca la lengua con la cara de ¡quiero semen en la cara! mientras rebosa las gigantes tetas en sus manos.



Yo me levanto y agarro por el pelo a Raquel poniéndola de pie. Luego me acerco a mama con ella.



- ¡Mastúrbame la polla y vacíame en su cara guarra! - le digo a Raquel.



- ¡Arrrrrg! ¡Cabroneees! - grita mama con tres enormes pollas pajeándose sobre su cara.



Los chorros empiezan a salir abundantes y espesísimos cubriendo la cara de mama a tope.



Las mujeres se corrían también y los gritos de todos llenaban la habitación.



Entonces se oyó un gemido femenino ajeno en la entrada de la habitación.



- ¡Mira papa! Mama tiene visita ¡Qué bien!


Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
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