Con mís ojos bendados en que no puedo ver nada de nada en que estoy asolas igualmente junto con mí hijo adolescente de 16 años que hoy por hoy yo soy su madre especialmente puta hoy día en está decima versión y entrega qué les cuento hasta verso con todo lujo y sin pelos en mí lengua. Sintiendo muchas caricias hasta manoseadas inclusive agarradas sobre todo rosadas de las mismas yemas de los dedos atrevidos hasta buenisimas, sabrosisimas, riquisimas, deliciosisimas, deseadisimas, deleitosisimas, espectacularisimas, excitadisimas, apasionadisimas, calientisimas, provocadisimas, seducidisimas, cautivadisimas, asimismo emocionadisimas, y por supuesto dominadisimas, finalmente conquistadisimas, pero traviesisimas de mi queridisimo hijo adolescente de 16 años a lo largo y ancho de todo mi cuerpo que está agitado cómo zaceado, consentido, colmado, latente, vibrante, apetitoso, suculento, exquisito, y por supuesto jadeandose, gimiendose, asimismo suspirandose continuamente por las muestras amorosas, fascinadas, apresadas, portentosas, excitantes, y por supuesto impetuosas en que soy objeto de mí hijo adolescente de 16 años en que verdaderamente para él soy su madre y puta y mucho más hoy por hoy estando en la cama ambos.