CARLY/

Estaba en el sofá mirando una película en la TV sin prestarle mucha atención. Estaba sumergida en mis pensamientos “¿Por qué toque así a Sam? Yo no soy así, no soy una pervertida ni nada parecido. Y también… ¿Por qué Sam no hizo nada para detenerme? ¿Por qué esta tan… tan cariñosa conmigo?”. Ella estaba precisamente a mi lado, durmiendo a causa de la aburrida película mientras yo no dejaba de observarla.

— ¡No entres allí Charlie! ¡¡NOOOO!!—Gritaba la chica tonta de la película, lo que hizo que Sam se despertara.

—Apaga eso, solo dan basura—Se acomodo otra vez para dormir; la cabeza colgando de la orilla del sofá con las piernas apoyadas en el respaldo y los brazos en el suelo.

Hay veces que la miraba y me parecía tierna, a veces dulce, linda, o adorable, claro cuando no esta tratando de matar a algo o alguien. Estaba bastante confundida con estas sensaciones y sentimientos. Me quede pensando otra vez y a los 5 minutos tocaron la puerta.

—Pasa Freddie—Dije tratando de no levantar mucho la voz—¿Qué haces tan tarde aquí? Pensé que tu mamá no te dejaba salir de casa pasadas las 10…

—Es que… yo vine por… a asegurarme que todo este listo para iCarly.

—Viniste para asegurarte de que Sam no estuviera haciéndome nada ¿Verdad?

—Nnn… si. Pero veo que esta soñando con jamón—Freddie señalo a Sam que tenia el control remoto entre las manos, mordiéndolo sin mucha fuerza.

—No, yo creo que sueña con una mazorca. ¿Te quedas a ver la película?

—No, tengo que ir a casa en 10 minutos así que, ¿para que ver una película aburrida y malgastar el tiempo?

— ¿Para no aburrirte peor?—No sabia de que hablar con Freddie. No tenía nada interesante que comentarle.

—Y ummm... ¿Cómo estas con Sam? ¿No te ha dicho nada extraño?—Pregunto Freddie fingiendo desinterés.

—¿Qué quieres decir con extraño?

—No se, algo como… fuera de lo común en ella, cosas lindas, tiernas o dulces…

—No, no me ha dicho nada de eso. ¿A ti te lo ha dicho?

—Ps, no, precisamente Sam vendrá a decirme cosas de enamorados—Miro la hora en su reloj.

—¿Te dijo algo extraño o inusual?—Quería saber a donde quería llegar.

—Si… Supongo.

—¿Qué cosa?

—Deberías preguntarle a ella. Eh, oye Carly… ¿te gust…?

—No voy a salir contigo Freddie.

—No te iba a preguntar eso…

—¿Ah, no? —Pregunte.

—No exactamente. Iba a preguntarte si te gustaría salir a ver una película conmigo y con Sam, como amigos nada más.

—¿Desde cuando me ves como amiga? ¿Con Sam, invitaste a Sam a ver una película contigo?

—¡No! ¡Jamás invitaría a Sam a…!—De la nada apareció un control remoto volador que le dio en la cabeza a Freddie haciendo que cayera al suelo.

—¿No ves que estoy durmiendo, idiota? Vete a gritar a otro lado—Dijo Sam que aun estaba patas para arriba.

—¡Por dios, Sam! ¡Casi me abres la cabeza con eso! —Grito Freddie desde el suelo—¡Mírame! ¡Estoy sangrando!

—Déjame ver—Rápidamente me arrodille al lado de Freddie y revise el golpe que tenia. Estaba sangrando bastante, pero solo era una raspadura—Solo es un rasguño, no tienes porque pre…

Mi cara estaba a centímetros de la de Freddie, así que el se aprovecho y me beso en los labios. Yo me separe y le di un golpe en la cara.

—¡¡Freddie!! —Gritamos al unísono Sam y yo.

—Lo siento, yo no quería hacerlo, fue un accidente—Se excusaba Freddie mirando con miedo a Sam mas que a mi.

—Que mi puño se estrelle con tu cara también va a ser un accidente si no sales de aquí ahora—Amenazo Sam, totalmente furiosa.

—Tranquilízate Sam, solo fue un beso.

—Carly, el sabe muy bien que jamás le corresponderás, y aun así sigue intentándolo. ¿Es que no te molesta que haga eso? ¡Mejor sal de aquí ñoño! —Freddie se incorporo y fue corriendo hacia la puerta, no sin antes recibir otro golpe de Sam con el control.

—¡Sam! ¡¿Qué rayos te pasa?! Solo fue un beso, no tienes que tratarlo así. No me gusto nada, pero es mi amigo y entiendo porque trata…

—No me gusta que se besen enfrente de mí…

—¿Acaso estas celosa por eso? ¿Por qué me bese con Freddie? —Pregunte completamente confundida.

—¡SI! ¡ES EXACTAMENTE ESO! —Dicho eso se tapo la boca con la mano.

Yo me quede helada. No sabía como reaccionar.

—Yo, Sam… ¿Por qué no me lo dijiste?

—Pensé que te enojarías.

—¿Por qué me enojaría? No me molesta en absoluto que te guste Freddie…

—¿Freddie? ¿Piensas que me gusta Freddie?

—Si, ¿Qué no es así? —La mire interrogante.

—No me gusta Freddie. Jamás me gusto Freddie—Dijo algo nerviosa.

—¿Entonces porque te pones así?

—La persona que me gusta es…

—¡CHICAS! —Grito Spencer asustándonos—¿Qué ocurrió?

—Nada. Vamos arriba Sam—Ignore la cara confundida de mi hermano que salía de su habitación y tome a Sam del brazo para que me siguiera.

Entramos en mi cuarto y me senté en mi cama.

—¿Quién es? —Pregunte.

—¿Quién es quien?

—El chico que te gusta.

—Creo que volveré a casa. Seguramente mamá quiere que cuide sus cervezas otra vez.

—No cambies de tema Sam. Soy tu amiga, puedes contarme todo.

—En serio tengo que volver. Nos vemos mañana en la escuela—Yo la tome de la mano antes de que se escapara.

—Por favor Sam. Dime.

—No te gustara—Dijo Sam apartando la mirada y viendo por donde podía escaparse—No me obligues Carly.

—¡Por favor!—Suplique haciendo que se sentara a mi lado en la cama.

Sam me miro con nerviosismo y se fue acercando, pensé que me iba a decir algo en mi oído pero no fue así. En ves de eso fue acercándose a mis labios hasta que pude sentir su aliento sobre ellos. Estaba confundida, asustada y por alguna razón con ansias. No podía mover ni un músculo.

—Sam…

Poso sus labios sobre los míos y comenzó a moverlos lentamente, tratando de que le correspondiera el beso. Estaba con los ojos fuertemente cerrados, tratando de no pensar en que mi mejor amiga me estaba besando. Lentamente fue abriéndose paso entre mis labios con su lengua, introduciéndola en mi boca para luego explorar el interior. Eso me tomo con la guardia baja y comencé a hacer lo mismo. Sentía como se entrelazaban nuestras lenguas en ese húmedo y fogoso beso, y con extrañeza sentí que me gustaba. Su boca sabía a pasta de dientes de menta, lo que me sorprendió. Nos separamos y nos miramos a los ojos.

—Te dije que no me obligaras—Me recordó.

—Eh… no se…

—Me voy—Se levanto y camino hacia la puerta.

—Espera, no te vayas Sam. Quédate.

Ella volteo a verme y luego a la puerta.

—Quiero que te quedes, por favor.

Suspiro y cerro la puerta al mismo tiempo que apagaba la luz. Yo me moví hasta el otro lado de la cama y ella se recostó al igual que yo.

—¿No estas enojada o asustada? —Pregunto sin mirarme.

—No, solo estoy… confundida…

—¿Te molestaría que lo hiciera de nuevo? —Estaba oscuro, pero pude ver que se había ruborizado.

—No creo que debas hacerlo.

—Lo siento, no tuve que preguntar.

No se porque lo hice, pero la bese de nuevo. Creo que fue por lastima, pero esa noche nos besamos varias veces. Y con cada beso estaba más confundida. Nos dormimos abrazadas con nuestros labios muy cerca el uno del otro, sintiendo nuestras respiraciones y en un par de ocasiones sonreímos.

Continuará...