Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: Confesiones

Luna de miel adelantada

Llegamos al hotel ya un poco tarde eran las 6:00 pm aproximadamente, nos instalamos y bajamos a la playa para ver el atardecer, al regresar al hotel ya servían la cena y decidimos cenar, platicamos de lo que había sucedido en el tiempo que no nos habíamos visto pues el vivía en el extranjero y habían pasado ya unos meses sin vernos, en realidad estábamos cansados y subimos a la habitación, tomé un baño, me metí en la cama, debo decir que la única habitación con buena vista al mar tenía dos camas tipo matrimonial y así la tomamos, así que yo tomé mi cama y a dormir.



Esa noche cada quien durmió en su cama y todo marchaba bien, por la mañana, ya descansada otra era la historia, tenía ganas y muchas de saber que tan bien "equipado" estaba mi prometido y puse mi plan en marcha, me levanté y me di una ducha, al salir del baño llevaba ya puesto mi traje de baño de dos piezas, ya lo he dicho en otros relatos que mis senos están de muy buen tamaño 36D y el escote los dejaba ver muy bien, la parte de la pantaleta llevaba unos nuditos a cada lado y él bromeando dijo:



-qué pasa si los jalo?



Yo solo sonreí pícaramente y me puse una faldita corta y una playera ligera, estábamos listos para bajar al desayuno, tomamos algo ligero pues el quería ir a nadar, tomamos nuestros lugares frente a la playa y le pedí que me ayudara con el bloqueador, sentí como al aplicar el bloqueador por mi espalda su manera de tocarme había cambiado, no dije nada pero al aplicarle el bloqueador yo a él pasaba muy lentamente mis manos por su espalda, su cuello y sus brazos, lo besé y le dije que fuéramos al agua. Como siempre el agua estaba helada, me dio frio y por supuesto eso causo que mis pezones se pusieran duros, él trato de disimularlo pero sus ojos no podían desviarse de mi escote y mis pezones, jugábamos en el agua, pero yo no sé nadar y el insistía en que fuéramos mas adentro y me abrazó asegurándome que él no dejaría que algo me pasara, por temor real me abracé a él y quedamos bien pegaditos, eso él lo aprovecho para pegar su cuerpo al mío y sus manos resbalaban accidentalmente hacia mi trasero por el movimiento de las olas y yo rozaba accidentalmente su verga que se sentía muy dura.



Pasamos así todo el día, llegada la noche subimos a la habitación y de nuevo tomé un baño y con todo el propósito del mundo dejé mi pijama sobre la cama, así que al salir del baño tuve que salir en toalla que solo tapaba lo necesario, tomé mi pijama pasando con cuidado delante de él y regresé al baño, salí y el entró a bañarse, él estaba haciendo su mejor esfuerzo por respetarme y yo estaba haciendo todo lo posible por seducirlo. Salí al balcón y él al terminar de bañarse me alcanzó, me abrazó por detrás y yo lo jalé para que quedara bien pegadito a mí, no lo iba a dejar escapar esa noche, nos empezamos a besar y poco a poco fui subiendo la intensidad de mis besos, seguíamos abrazados el abrazándome por detrás, así que pude sentir como iba creciendo su excitación, él intentó disimularlo y se separó de mí. Regresamos a la habitación y cada uno tomó su cama, pero yo no permitiría que eso continuara así, pero lo haría creer que el tomaría la iniciativa, recostados veíamos la tv, yo me recosté y se podía notar que no llevaba ropa interior y por supuesto él lo notó, no despegaba sus ojos de mis piernas y mis senos, con el pretexto de sentir la piel de la espalda reseca le pedí que me pusiera crema humectante y enseguida acepto, de su cama pasó a la mía y puso crema en sus manos y tal vez olvidé decir que él es quiropráctico profesional, así que en temas de masajes es un experto. Pero los tirantes de mi pijama estorbaban y le pregunté si no le molestaba que me quitara la blusa por la parte de la espalda y él me respondió que mientras yo me sintiera cómoda para él estaba bien, así que me saqué la blusita y la tomé, para "cubrirme" los senos. Qué manera de humectarme la espalda, yo empecé a soltar pequeños gemidos de placer y suspiraba, me estaba dando un delicioso masaje. Me pregunto si quería que continuara y yo respondí con una mirada picara y un beso, lo besé apasionadamente y el me pidió que me recostará y así lo hice, para lo cual me quité la blusita que estaba cubriendo solo mis senos y él siguió con el masaje, pero cada vez sus manos bajaban más y cada vez pasaban más cerca de mis senos que al estar boca abajo salían un poquito por los lados.



Yo con toda la intención tomé la blusa y me "cubrí" me giré un poco para besarlo y obvio no era una posición muy cómoda, así que él me tomó en sus brazos para girarme bien y upssss se me cayó mi blusita! Él se dio cuenta pero intentó disimular, sus manos sostenían mi espalda y con sus caricias cada vez rozaba más cerca de mi seno, yo ya estaba cachondísima, y comencé a inclinarme para recostarme sobre mi almohada y esto separó nuestros cuerpos, me miró y ya no resistió, tomó con sus manos mis senos y comenzó a acariciarlos, me erizaba la piel con cada movimiento, no hablábamos, no era necesario, se inclinó y comenzó a lamer mi seno derecho, me electrizaba la espina dorsal con cada lengüetazo, con cada mordida, en unos minutos ahí me tenía gimiendo de placer, no lo resistí y llegue hasta su verga con mi mano. Bajé su short de pijama y se la saqué, que sorpresa, la tenía gruesa, muy gruesa y grande, la tenia caliente y muy dura, comencé a masturbarlo y él gemía con cada sube y baja. No lo resistí y me levante para llevarme a la boca semejante verga, ya que la vi, era blanca y rosada como su piel blanca, me la metí toda de una vez, estaba muy caliente, me la metía y sacaba mientras mi mano masajeaba y también los testículos, lo miré a los ojos y el me miraba con esos ojos verdes preciosos y me decía en ingles “baby please don't stop” (bebe no pares) pero yo quería más. Guie su mano hacia mi vagina que él al sentirla, gimió, y fue deslizando sus dedos muy suavemente casi rozando, yo me retorcía de placer, me bajó el short y con dos de sus dedos me abrió los labios vaginales y rozó mi clítoris, “ahhhhhhhh” se escapó de entre mis gemidos, comenzó con círculos suaves y lentos fue aumentando hasta que me arranco el primer orgasmo de la noche. Yo quería sentirlo dentro de mí, y entre besos y caricias se posiciono entre mis piernas, rozaba con la punta de esa riquísima verga mi clítoris que ya estaba súper hinchadito, llegó al punto donde ya no hay retorno, estaba en la entrada de mi vagina que chorreaba de ganas de ser penetrada, yo sabía que me iba a doler pues me había estado portando muy bien durante un muy buen tiempo, introdujo solo un poco y dolió, él lo notó y me preguntó si quería que se detuviera, lo miré y le dije que no deseaba más nada en ese momento que sentirlo dentro, me besó y la metió toda de un empujón, no pude gritar porque me estaba besando, que verga, que rico. Él sintió como empecé a darle pequeños apretones a su verga con mi vagina y comenzó a meter y sacar, era rico, duro, rápido, hasta adentro, que verga tan rica me estaba metiendo, yo rodeaba su cadera con mis piernas y mis pechos rebotaban con cada metida, no tardé en tener un segundo orgasmo, que cosa tan rica, este gringo sí que me estaba haciendo gozar.



Me levanté para ponerme en cuatro, me encanta que me cojan de perrito, él tomó su verga y hasta el fondo me la metió, sentía como mis nalgas rebotaban con cada metida, mis pechos se movían al compás de cada cogida, era tan gruesa su verga que sentía como rozaba en cada borde y pliegue dentro de mi vagina, yo estaba gritando de placer, el masajeaba mis nalgas y me tomaba de la cadera y me la metía súper duro y me vine una tercera vez, me dio que me volteara y tomo mis pechos con las manos y comenzó a meter su verga entre mis pechos que rico se veía salir esa verga entre mis pechos y yo le daba lengüetazos cada vez que salía, lo miraba a los ojos y de pronto sentí como se contraía, empezó a gemir y soltó chorros de blanco y espeso semen, cayó en mi cara, cuello y pechos, lo que cayó en mis labios lo tragué, lo demás con una toalla lo limpié, nos recostamos y me quede dormida en sus brazos, nos quedaban cuatro días para disfrutar nuestra luna de miel de una boda que por cierto nunca se realizó, pero que bien la pasé.


Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 0
  • Votos: 0
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1161
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.15.4.204

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 38.445
»Autores Activos: 2.272
»Total Comentarios: 11.896
»Total Votos: 512.052
»Total Envios 21.925
»Total Lecturas 104.850.608
Últimas Búsquedas