VIII-I. Nada del otro mundo.
Hacia una década las chicas como ella eran todo un suceso: de entre 20 y 25 años, excesivamente blancas casi al grado de confundir su piel con plástico, cabello negro con destellos azules y lacio hasta la mitad de la espalda, 1.70 m exactos de estatura, ojos azul cielo y labios sonrosados. Piernas largas y perfectas de muslos duros asomando descaradamente en el borde de un microvestido zarco de algodón sin mangas ni medias y zapatos de tacón igualmente azules. Tetas generosas sin sujetador en un escote en U aún mas generoso... mujeres como ella redefinían el concepto de perfección pero claro, al paso del tiempo los gustos cambian, las modas se olvidan y considerando que nadie había escuchado jamás de las virtudes de un synthorg no atraía demasiado la atención, cuando mucho podría decirse que era una “chica linda con un guante” pero nada del otro mundo.
Hacia el final de las escaleras distinguió el día y desvió a la izquierda como bien pudo hacerlo a la derecha, no tenía un rumbo fijo solo quería caminar y comprobar mas allá de lo que las redes de información le hubiesen podido decir cuanto había quedado del mundo que ella conocía, cuánto había cambiado desde la última vez que dejara los subterráneos del sistema de trasporte colectivo de la ciudad, hace exactamente 10 años. Cualquiera en su posición hubiese pensado y con justa razón, que tras tanto tiempo se abriría ante sus ojos un mundo nuevo, si no mejor cuando menos diferente a lo que había dejado atrás.
Para su sorpresa todo se veía exactamente igual a como lo recordaba: la gente aún tenía esa desquiciante actitud de: “no se a donde voy pero llevo mucha prisa”, el cielo no era mas que una grisácea nube tóxica, los edificios estandartes de otras épocas y que merecían ser conservados en la mejor de las restauraciones seguían ahí, agonizantes con sus inimitables fachadas sórdidamente sucias y la basura como implemento decorativo; las calles no se habían podido desembarazar de esa plaga llamada comercio informal, los autos seguían transgrediendo los reglamentos de tránsito mas elementales, todo parecía confirmar que “cuanto mas cosas cambian mas permanecen igual”... la ciudad seguía siendo una pocilga y por primera vez desde su llegada, no tenía ningún problema con eso, “había pasado tanto tiempo entre los cerdos que ya podía decir oink, oink”.
Suspiró y tras mirar su reflejo en uno de los tantos aparadores de esa calle, comprobó que el vestido seguía quedándole tan bien como antes, el vuelo era perfecto y el elástico de sus bragas delineaba la curva de las nalgas sobre la tela celeste justo como se suponía que debía hacerlo sin embargo, lucía gastado y lo que era peor, anticuado o al menos esa impresión le daba. Diez años era mucho tiempo y aunque quería hacer algo al respecto, lo cierto es que no tenía un centavo en el bolsillo y además no tardaría mucho tiempo para que “alguien” notara que ya no estaba ahí, tenía trabajo por hacer y de momento no podía confiar demasiado en su suerte.
VIII-II. Una muñeca inflable de otra dimensión.
El mensaje en su laptop a diferencia de las ocasiones precedentes no contenía antecedentes, desarrollo ni perspectivas, simplemente eran cinco palabras y un horrible concepto:
“Elvis ha abandonado el edificio”.
Haydee sabía perfectamente lo que eso significaba, de hecho apenas existían un par de personas en todo Tageslicht capaces de deducir aquella frase. En el caso de la bruja como era la única representante de un reino exterior, los asuntos concernientes a “su dimensión” eran obviamente de su exclusividad, nadie tenía mayor potestad en ese asunto, ni siquiera Tarja¡ el operativo mas experimentada; después de todo se sobreentiende que “uno debe conocer a su gente” y si en Tageslicht había alguien que supiera de synthorgs ésa era ella.
Exactamente que era un “synthorg” y por que alguien tenía que ocuparse y peor aún, preocuparse por eso?.
Literalmente significaba: organismo sintético, que no debía bajo ninguna circunstancia confundirse con un organismo cibernético, lo que una y otra vez había repetido su creadora: Minerva Duddel; un genio como nunca antes se había visto, docta en campos tan vastos como la medicina, ingeniería genética y cibernética; responsable directa de cientos de patentes en el mundo y en resumen toda una visionaria y genio creativo mas loca que una cabra. Haydee recordaba muy bien sus discursos, las entrevistas y talk shows pseudocientíficos de los que Buddel era cliente frecuente. Sobre todo aquella vez en la que al oponerse con vehemencia a la reducción de la humanidad a la calidad de objeto, (decía) servía al mundo con su mayor obra: el synthorg, la ascensión de un objeto a la calidad de humano.
En la perspectiva Buddeliana los sintéticos cumplían o mejor dicho cumplirían una función vital dentro de la sociedad: siendo organismos sintéticos con una detallada y casi indistinguible similitud a lo humano, podrían consumar todas y cada una de las expectativas del hombre (desde lo laboral hasta lo sexual, especialmente esto último) sin que se viesen socavados los derechos humanos de los verdaderos humanos. Por supuesto, los synthorgs resultaron ser mas humanos que los propios humanos y tras una “guerra de independencia”, los juguetes sexuales mas caros de la historia dejaron de producirse, adquirieron derechos y algunos, los mas afortunados lograron asilo dimensional en otros reinos, los menos terminaron por integrarse a la sociedad o peor aún, pasaron a ser carne de cañón de una de las tantas guerras por las que franqueó y sigue haciéndolo el reino Euro, nombre del mundo del que procedían tanto los sintéticos como la bruja Haydee.
Así Dite, el synthorg que desde 1993 y hasta hacía una hora habitaba la red subterránea del metro, había sido la principal instigadora de la guerra de independencia de los sintéticos, asunto que le había costado la mano izquierda y tras lo cual por intermediación de Tarja¡ ante Tageslicht, había logrado el asilo dimensional bajo la cláusula de no abandono de la red del subterráneo, sitio en el que podía conducirse con libertad y al mismo tiempo ser monitoreada permanentemente, lo que se había cumplido cabalmente hasta ese día.
Tageslicht era muy celoso en lo que concerniente a asilos dimensionales y mas aún tratándose de una figura tan particular como Dite. Pocos conocían lo que implicaba tener a una mujer sintética, revolucionaria y terrorista en potencia suelta por ahí. Era imperativo encontrarla y para entonces Haydee ya se encargaba de eso, después de todo que tan difícil sería encontrar una muñeca inflable de otra dimensión sin la piel de la mano izquierda?.
VIII-IV. Un ticket arrugado “totalmente palacio”.
Haydee no tenía tiempo y mucho menos ánimos para intentar algo glamoroso, la situación exigía resultados y las respuestas fáciles a las preguntas difíciles casi siempre se encontraban en la adivinación. Así, buscó en la bolsa izquierda de su cazadora, luego en la derecha... siguió con la trasera en su pantalón, luego en la frontal cruzando de un bolsillo a otro repitiendo en cada vez el mantra de la adivinación.
Qué esperaba conseguir con eso? Mas parecía haber perdido las llaves del auto que a una persona pero lo cierto era que la adivinación aunque era una práctica desesperada pocas veces fallaba. De hecho, si en algo era capaz de creer Haydee era que, “el grado de efectividad de un sortilegio era directamente proporcional a su aparente estupidez”. Y en efecto, tras un par de “pases mágicos” mas, sacó de su bolsillo el primer objeto que sus dedos fueron capaces de asir: un ticket arrugado pero “totalmente palacio”.
Reconoció el área tratando de ubicar si en las inmediaciones existía una tienda departamental y si, no a pocas cuadras de la estación del subterráneo en la que había sido registrado por última vez el pulso del synthorg se encontraba una tienda especializada en glamour y superficialidad. No tenía nada que perder y si no la encontraba bien podía aprovechar la ocasión y comprarse un par de botas nuevas que aunque no necesitaba tampoco podía desdeñar.
VIII-V. Un viaje muy largo hasta Inglaterra.
-No quieres un escándalo verdad, entonces cierra la maldita puerta y déjame probar esta ropa ok?. Espetó Dite con un vestido de gasa negra en las manos excesivamente revelador.
Haydee asintió con la cabeza murmurando entre dientes una maldición, por supuesto que no quería un escándalo, a ella le gustaba la ropa de esa cadena y no quería verse implicada en nada que perjudicara su membresía. La adivinación había funcionado y tras un rápido recorrido por la sección de estilo y tras preguntar a un par de anoréxicas empleadas, finalmente había encontrado a su “amiga” en el vestidor.
-Dite, mi nombre es Haydee y tenías un trato con la luz del día recuerdas?. Se animó a decir un tanto nerviosa, no era el primer sinthorg que veía pero había pasado mucho desde la última vez y ella tenía historia con esos juguetes sexuales.
-Salí de compras ya pueden recoger sus pantalones del suelo.
-Deja las putas bromas a un lado queremos saber por que saliste sin autorización.
-Esta bien... carajo¡ tu sabes para que nos construyeron, es decir a nosotros... los synthorgs?
-Placer?. Contestó Haydee con cierto dejo de repugnancia pues nunca había sido capaz de conciliar el hecho de que un synthorg era mucho mas que una muñeca inflable.
-En parte... pero ésa es la versión oficial, Buddel siempre pensó en grande: rastrear Lithiums.
-Y...?. Inquirió molesta la bruja por la palabrería. -Eso no explica por que desapareciste de la red del subterráneo. No hay Lithiums en ésta tierra, nunca han existido ni existirán en éste reino.
-Eso creía yo pero estoy sintiendo uno justo ahora y mas de donde él vino.
-Turistas?.
-No puedo saberlo hasta estar cerca y bien pueden ser endémicos. Algo que nunca se ha visto en este reino.
Haydee ya no pudo hablar mas. Por tres años había vivido relativamente en paz pues “éste” era un reino sin Lithiums, ellos nunca eran buena noticia no importaba que fueran Altima, Avatare o Armakova, todos sin excepción era basura, hasta los Arcade... una le había tatuado la cabeza y desde entonces no podía mirarse al espejo sin volver a los doce y revivir los peores años de su vida.
-Quiero saber por que hay Lithiums aquí y estoy segura que tu también, no eras la perra de una allá en Euro?. Dijo sardónicamente el synthorg mientras le señalaba la frente con el índice, justo donde se encontraba la marca escondida bajo el paliacate y que percibía como un carácter de lengua Lithium.
-Vete a la mierda¡. Contestó la bruja apretando los puños tratando de contener la furia. Ni siquiera era capaz de pronunciar el nombre de Euro, cómo iba a soportar el hecho de que le recordara que había sido poco menos que la esclava sexual de Excess Arcade?. –Al menos yo puedo decidir con quien coger. Farfulló la bruja.
-Todos tenemos nuestras excusas y nuestra naturaleza... como sea no tengo razones para engañarte, se que hay un Lithium en London.
-Esto no es nuestra tierra imbécil, aquí todavía existe Gran Bretaña.
-Como sea, podemos prolongar mas ésta retahíla estéril o puedes mover a tu gente y conseguir dos pasajes a London. Replicó Dite sabiendo de antemano qué tanto podía molestar a la bruja la insistente referencia a su reino.
Era extraño y no estaba segura de la razón pero le creía. Ella misma lo sentía desde hacia un par de semanas pero no le había dado mayor importancia, seguramente por que no tenía motivos para sospechar nada sobre Lithiums. Si Dite tenía una razón alterna para viajar a Europa y con toda seguridad era así, entonces quería tenerla cerca.
-Ok, vagina parlante iremos a Inglaterra pero primero debemos hacer algo por tu nuevo guardarropa, ese conjunto apesta.
-Y que esperabas vaca lechera, no hay muchas “ricas y famosas” allá abajo para conversar sabías?.
Haydee torció la boca en algo parecido a una sonrisa pues hacía mucho tiempo que no se referían a ella como “vaca” lo que tenía que reconocer, siempre le había divertido. Tanta agresividad quizás escondía algo de tensión sexual entre la bruja y el synthorg?.
Dite dejó cubrir su absoluta desnudez con el vestido de algodón azul y salió junto con Haydee por un guardarropa decente en donde nada quedó fuera, incluso la bruja eligió para ella un par de accesorios en plata que probablemente jamás llegaría a usar pero que no tenían desperdicio y que además le iban muy bien. Un par de horas después Haydee conducía rumbo al hangar de Tageslicht en el Edo. de Méx. Definitivamente iba a ser un viaje muy largo hasta Inglaterra.
VIII-V. Ella no era su tipo.
Eran las 1600 hrs. cuando abordaron el trasporte 16. Haydee no necesitaba autorización alguna para disponer de los equipos que juzgara necesarios. Si bien cuando concluyera la operación debería reportar por que y para que había hecho uso de tal o cual cosa, durante la ejecución los operativos de campo tenía libertad absoluta. Así, Haydee ejercía su derecho sobre la máxima: “si el comandante está al frente del ejercito no tiene que obedecer todas las ordenes del soberano”.
Quizás tendría problemas para justificar los 5 mil dólares cargados a su cuenta, pero el conjunto que en esos momentos vestía Dite, valían cada centavo. Una hora antes cuando se encontraban aún en el centro comercial, pensó por un momento en lo ridículo que le había parecido el papel que habían jugado frente al departamento de lencería. Cualquiera hubiese creído dada su cercanía y familiaridad que se trataba de una pareja compartiendo las compras. No quería prestar mucha atención a ello pero la verdad era que la experiencia le había resultado agradable. Sería acaso que deseaba tener una pareja con la cual compartir los sublimes momentos de aburrimiento cotidiano?. Sus divagaciones se esfumaron al instante.
-No te agradecí por la ropa verdad?.
-No es nada...
Había querido decir algo mas pero de momento estaba muy ocupada y sorprendida por la sutil forma en que Dite se había sentado a su lado, tan próxima a ella como no había sucedió antes sin que sintiera una fuerte aversión por su cercanía. Por un momento se dijo así misma que no era en realidad una mujer, que los labios que hábilmente habían buscado su boca y que no encontraban en esos momentos resistencia alguna de su parte, ni siquiera tenían la mínima oportunidad de excitarla... que las manos suaves que le acariciaban los hombros al mismo tiempo que jugaban con su escote desabrochando uno a uno los botones de su blusa hasta la desnudez no se distinguían mucho de “una manita rascadora”, incluso que “ella” no era su tipo. Luego y cuando comenzó a besarle el cuello, bajando lentamente por su pecho siguiendo la curva de sus senos hasta posar sus labios sobre la línea que los separaba y al mismo tiempo daba dejando su aliento muy cerca de sus pezones, reconoció que la humedad entre sus piernas era mas que real y aceptó que no existía mujer en el mundo que “no fuera su tipo”, ella amaba a todas fuesen sintéticas o no, por que no iba a disfrutar del momento y punto?.
VIII-VI. La estancia no iba a ser del todo agradable.
Con seguridad Dite volvió a besar a Haydee que sin asomo de resistencia o pasividad se entregó con su propia lengua al beso, olvidándose al menos por el momento de lo que pensaba de Dite, de los synthorgs y de su propia dimensión. La mano enguantada de Dite mimaba suavemente los pechos mientras con la otra, acariciaba las rodillas, separándolas gentilmente poco a poco y evidenciando sus intenciones para lograr una mejor posición.
Dite se colocó de rodillas frente a la bruja, así, hizo brotar de improviso los pechos de ésta por sobre las copas del bra e inclinándose sobre ellos empezó a acariciarlos con los labios, a besarlos alternativamente tributando tanto tiempo y dedicación en uno como en el otro. Los oscuros pezones de Haydee pronto alcanzaron el máximo de dureza y sensibilidad que sólo le era posible en particulares días del mes, tanto así que hubiese sido capaz de correrse de inmediato de no ser porque abandonando la maniobra, el synthorg desvió su atención hacia su parte baja jalándola por las caderas hacia el borde del asiento.
Cuando Haydee estuvo en la mejor posición según consideraciones de Dite, tiró del elástico de su bikini púrpura hacia abajo para luego abrirle las piernas. Al instante la falda quedo hecha un nudo en sus caderas coronando su coño, abierto y lampiño por completo pero rezumante de filante flujo vaginal. Dite dejó las contemplaciones para otro momento y comenzó a lamer el coño de Haydee, abriendo los labios vaginales valiéndose sólo de su lengua para catar su interior, mordiendo levemente y cercando con sus labios el clítoris.
Haydee concordó mas allá de lo que le hubiese gustado admitir públicamente, que Dite no solo lo hacia muy bien, sino además imprimía en cada uno de sus movimientos una inspiración inusitada, lamía los labios en todas y cada una de las direcciones posibles, mordisqueaba nuevos y sensitivos rincones de su coño, chupaba con fuerza lo mismo que con suavidad justo en los momentos en que se necesitaba una u otra cosa, metía ocasionalmente un dedo y lo hacía girar dentro de ella hasta hacer incontenibles las ansias por gritar. Así no pasó mucho tiempo para que los gemidos de Haydee cobraran fuerza, lo mismo que las ondas placenteras en su sexo que tras un par de lamidas mas por parte de Dite, dieron por resultado un sencillo pero intenso orgasmo, al que siguió un segundo y tercero.
-No tenías que hacerlo. Dijo Haydee recobrando torpemente la compostura.
-Ya se que no pero quería y tu también no?. Replicó Dite que entonces la ayudaba a ponerse las bragas y a componer en lo posible su falda.
-Por que estás tan segura?.
-En el centro comercial, me viste desnuda y reconozco la lujuria cuando la veo.
-Eso fue antes y lo que ahora pasó no sabes si era por ti y bien pude pensar en alguien mas mientras me tocabas y por cierto, con qué se supone que ibas a pagar?.
-No pensaba hacerlo pues sabía que iban a encontrarme antes de que llegara a la caja registradora y desde luego alguien de la luz del día sufragaría la cuenta por mi.
-Das demasiadas cosas por hecho, sabías?.
-Los synthorgs podremos parecer humanos pero somos mucho mas lógicos que ustedes...
-Arrogantes querrás decir.
-Como sea...
Tras unas horas de vuelo finalmente aterrizaron en uno de los tres puertos clandestinos de Tageslicht en Liverpool. Ahora todo dependía de Dite, si en verdad era cierto lo que ambas suponían sobre la presencia de Lithiums en la isla, la estancia no iba a ser del todo agradable.
VIII-VII. Un rastro de energía púrpura.
Habían conducido por espacio de dos horas bajo la lluvia y aún no era claro hacia donde se dirigían. Como únicas pasajeras de aquel auto americano con placas inglesas, la bruja y el synthorg seguían el rastro de una singularidad que sin realmente serlo, podía considerarse como lo mas aproximado al concepto de un dios, con que contaba este universo.
Se trataba de un rastro de energía púrpura, invisible para Haydee pero perceptible en el espectro visual de Dite, quizás era una ironía que la especie biológica mas evolucionada del universo solo pudiera ser percibida y rastreada por un organismo sintético o quizás no y en verdad existía una buena razón por la cual no debía saberse de la presencia de los Lithium de cualquier manera, eso carecía ya de importancia porque Dite parecía haber encontrado la fuente de la onda púrpura.
-Odio este maldito país... hace demasiado frío y siempre esta nublado o llueve. Farfulló Haydee al bajar el cristal del auto.
-Entonces hace frío?, en realidad yo no siento el clima.
-No sientes el clima? Creí que ustedes estaban hechos para “sentir”.
-No finjo mis orgasmos si es lo que tratas de insinuar, solo soy selectiva y puedo cerrar mis terminales nerviosas si me apetece y de momento no me interesa tener adoloridos los pezones por el frío y ya que lo menciono... estás por hacerle un par de agujeros a esa blusa.
-Vete al diablo...
-Mejor nos vamos las dos, ya llegamos.
-Aquí es?.
-Justamente es del piso 50 desde donde se emite la onda Lithium.
-Pues entonces entremos.
-Antes debo informarte que es un edificio corporativo en un área muy importante de la ciudad, hay guardias al frente y un infalible sistema de seguridad en todos y cada uno de los pisos, por si fuera poco tenemos a ambos lados un par de centros financieros, es la parte de la ciudad mas jodidamente vigilada y no va a ser fácil escabullirse así como así.
-Ni siquiera voy a preguntar como se supone que sabes todo eso, solo deja de quejarte y sígueme, ni siquiera van a notar que entramos.
-Tienes una “capa elfica” o algo así?.
-Algo así. Solo no hables, no quiero que mal vibres el asunto.
Sin decir nada mas el synthorg siguió a la bruja hacia la entrada principal del edificio corporativo en gris acero. A ambos lados del inmenso portal de cristal se asentaban un par de fuentes y el transito de casimir exclusivo y portafolios de piel era inquietante, en otras circunstancias los moderados y hasta aburridos trajes sastres que vestían ambas mujeres, las habrían puesto fuera de juego pero en esos momentos entre aquel hormiguero de prometedores corderos del status quo pasaban por completo desapercibidas. Aún así, aquel disfraz no iba a asegurarles el acceso al interior del edificio, que se supone que tenía en mente la bruja?.
VIII-VIII. Piso 50.
Un detector de metales fue la primera prueba que debían sortear, previsoramente Haydee se había desecho de todo artificio que pudiese ser cuestionable o revelado por el sistema de seguridad, por su parte Dite no llevaba debajo de la ropa mas que así misma así que pronto y sin el menor contratiempo se identificaron frente a un forzudo guardia de seguridad.
-Excuse me miss, I need your ID for...
-japan four... Interrumpió Haydee prácticamente ignorando al guardia al mismo tiempo que tomaba la mano de Dite apresurándola.
-My excuses to be disturbing you, but...
-japan four¡ japan four...
Repitió la sentencia al mismo tiempo que cuatro agentes de seguridad se aproximaban peligrosamente hacia ellas.
-japan four, japan four¡. Repitió la bruja una y otra vez sin el menor contacto visual hasta asegurarse que todo el grupo la había escuchado. Perplejos y sin la menor intención de detenerlas regresaron a sus puestos, habían conseguido entrar al edificio justo como había dicho Haydee, casi sin que se dieran cuanta de su presencia.
Una vez frente a la columna de ascensores y ante el extraño hecho de que en realidad parecía que ni siquiera estaban ahí ya que todos se ocupaban de sus asuntos, Dite aún atónita por como una frase tan estúpida les había conseguido el acceso al edificio inquirió:
-japan four? Que significa eso?.
-Honestamente no sé y dudo que lo sepa el mismo Tom Green, pero estamos adentro y eso es lo importante cierto?.
-Funciona también con las cámaras de seguridad?.
-Con la gente que monitorea las cámaras.
-Eres rara sabías?.
-Y me lo dice un juguete sexual parlante.
-No voy a perder mi tiempo contigo.
-Gracias a dios y hablando del diablo donde coños está esa cosa...
-Piso 50.
-Adelante chica... apenas puedo esperar.
VIII-IX. El espectro de la pequeña zorra.
-En esa puerta hacia el final del pasillo Haydee... voy a enfocar el espectro para husmear un poco... que extraño parece que están hablando de unos reyes o algo así, el Lithium esta ahí, estas segura de esto?.
-Ciertamente no tengo un maldito plan pero no llegamos hasta aquí para nada.
-No me refiero a eso, el carácter de tu frente esta sangrando estas segura que puedes seguir?.
-Mi frente... oh mierda ni siquiera lo había notado, al diablo con esto voy a volar esa puerta y ver que tanto daño puedo causar...
Haydee estaba lista para volar la puerta justo como había sentenciado cuando el vello en su nuca se erizó, percibía a alguien declaradamente hostil en algún lugar muy cerca de ellas.
-Problemas Dite, detrás de mi... no estamos solas.
-Muérete... no soy una víctima, puedo patearle el trasero a quien sea.
-Frezee witch¡...
Una figura se había materializado de pronto frente a la bruja franqueándole el paso. Vestía elegantemente con traje oscuro y una cazadora igualmente bruna y larga hasta casi rozar con sus bordes el piso. Era un hombre medianamente alto y de edad indeterminada, calvo con barba negra en candado perfectamente recortada y estética, que por la forma intimidante en que se conducía y mas por su gesto decidido y aquel par de ojos negros sin pupilas ni iris visibles con que las observaba fríamente, era evidente que no iba a permitirles bajo ninguna circunstancia avanzar mas.
-Me asustarte pedazo de imbecil¡ que estas haciendo aquí?.
-Soy el operativo en esta parte de Europa, que estas haciendo tú aquí?.
-Conoces al calvo Haydee?.
-Algo así... no contestaste mi pregunta Union, que haces aquí maldito desquiciado.
-Sabes que no puedes preguntar, ni siquiera tienes autorización para...
-Vete al diablo pedazo de porquería, me contestas o comienzo una masacre aquí mismo¡.
-Y luego que?, como seguramente sabes hay un Lithium detrás de mi, no tengo porque decírtelo pero es un diplomático y no puedes perturbarlo.
-Bryce Arcade cierto?... ya reconocí el espectro de la pequeña zorra.
-Tranquiliza a tu amiga Haydee, solo por ti tolero su presencia.
-Jodete, quiero respuestas.
-Respuestas? Nunca supiste hacer las preguntas adecuadas, pero ya que estás aquí no puedo restituirte con las manos vacías, solo diré que hay un asunto muy gordo y sucio aquí, asunto de reyes al que obviamente no fuiste invitada.
-Reyes?.
-Adiós bruja.
-Nooooooooooooooooooooooooo...
Las dos mujeres desaparecieron en medio de un destello apenas perceptible de oscuridad momentos antes de que la puerta al final del pasillo se abriera. En su interior cuatro personajes hasta entonces anónimos hicieron su aparición uno a uno tras la puerta. Saber quienes eran y que hacían ahí, era algo que estaba definitivamente velado para la bruja agnóstica.
VIII-X. Un par de minutos.
-Donde estamos Haydee?.
Preguntó Dite tratando de ubicarse sin mucho éxito, ya no estaban en el interior del edificio y hasta donde le era posible distinguir solo había pastizales y grandes montañas alrededor, podía ser Europa pero no estaba del todo segura.
-Como voy a saber?, ese imbecil es un transito.
-Tienes que ser mas específica porque eso no me dice absolutamente nada.
-Un teletrasportador... nos sacó del edificio, del país... al menos nos dejó la ropa, con suerte hay una ciudad cerca de aquí, como odio a ese imbecil.
-Así que tienen historia ustedes dos? Algo sucio y perverso me imagino.
-Podrías pensar con algo diferente a la vagina al menos por un jodido minuto?, me duele la cabeza.
-Seguro que eso le decías siempre... como sea tenemos que curarte la frente, ya de por si es suficientemente horrible esa marca como para que sangre.
-Estoy bien... solo dame un par de minutos y...
Acto seguido y sin que Haydee pudiera terminar la frase se desmayó, el cálido sol hacía juego perfecto con la deliciosa brisa matutina sin embargo, la bruja perdida por completo en la acogedora inconciencia fue incapaz de percibirla.
VIII-XI. Llegado el momento.
Al despertar Haydee se encontraba en un cuarto de hotel, detrás de la ventana y las gruesas cortinas estampado en flores se distinguía una ciudad, recostada justo a ella Dite le acariciaba el cabello haciéndole saber que de momento se encontraba bien. Había dejado de sangrar el carácter en su frente pero aún así, le había colocado una venda alrededor de la cabeza por si acaso.
-Donde estamos Dite?.
-Tenías razón, había una ciudad cerca de donde aparecimos así que te traje.
-Bien pudiste abandonarme ahí, gracias. Recuerdas que fue lo que escuchaste?.
Preguntó la bruja incorporándose parcialmente pero sin intención de abandonar la cama.
-No entendía gran cosa pero mencionaban algo sobre reyes y el sujeto también insinuó eso, te dice algo?.
-Maldición nada, a quien te referías allá...
-Bryce Arcade?... tengo poco que decir en realidad y la mayoría es de la última actualización de mis archivos antes de exiliarme, por eso no la reconocí de inmediato. Hija de Kum nieta de Excess... al parecer no se llevaba bien con la familia por anti-beligerante, todo un caso la pequeña zorra.
-Por que lo dices?.
-Fastidió muchas operaciones de su madre y de los Arcade en general, entonces era una niña pero aún así liberó un par de sistemas del control central de Lithium, no tengo idea de que puede estar haciendo en esta tierra pero si sigue siendo la misma chica de entonces... era muy independiente y se dice que desarrolló un sistema de protección contra dominación por caracteres Lithium.
-Quizás por eso comenzó a sangrarme la frente... No se Dite, ese calvo es un verdadero bastardo nada bueno puede estar relacionado con él y si lo enviaron a Londres es porque algo malo va a pasar o ya esta ocurriendo.
-Y que podemos hacer?.
-Tageslicht ya sabe que sabemos algo así que no podemos hacer mucho, lo mejor será reingresarte e investigar por mi cuenta después.
-Diablos, comenzaba a gustarme el estar aquí arriba.
-Puedo ir a verte un par de veces ahí abajo si quieres...
-Ya se que soy irresistible pero solo la primera vez en gratis ésta vez tienes que hacer algo por mi.
-Maldita¡... si siquiera lo haces tan bien.
-Cállate y bésame.
Llegado el momento Dite abrazó a la bruja buscando sus labios, esta vez no se trataba del reducido lugar en un trasporte aéreo, tenían una espaciosa habitación, una bonita vista, una cama inmensa en la cual hacer todo lo que quisieran... Haydee correspondió al beso de Dite y a partir de entonces se olvidó para siempre de todo cuanto había creído de los sintéticos.
VIII-XII. Tendida cuan larga era.
Metódicamente Haydee se encargó de desnudar a Dite, después de todo lo había hecho por ella e incluso se había ocupado de atenderla mientras estaba inconsciente. Así, descubrió tras la blusa la perfección de unos pechos por siempre firmes, suaves y hermosos. El delicado contacto de unos pezones sonrosados de muy buen tamaño y la línea de un vientre que nunca perdería su lozanía, el suave contacto de unas caderas por las que no debía preocuparse que fueran demasiado grandes o que en algún momento carecieran de tersura.
En un momento el núbil cuerpo de Dite quedo finalmente en la misma espléndida desnudez que Haydee y ésta se aparto lo suficiente de ella como para poder contemplarla unos instantes antes de acercarse a ella y tomarla delicadamente por los hombros hasta darle vuelta sobre la cama, así y tendida cuan larga era dejó que la bruja la inspeccionara detenidamente con las manos, que comprobara al acto el irreal refinamiento de sus muslos y la curvatura de sus nalgas.
Inmediatamente Haydee se abrazó a Dite aún de espaldas y busco los labios con su boca fundiéndose en un excitante beso al mismo tiempo que desplegaba sus manos sobre su cuerpo. Luego y tomando entre sus manos ambos pechos se dedico a acariciar la espalda de Dite con ellos, a masajearlos sobre la infinitesimal red de circuitos nerviosos bajo su piel sintética, siguiendo una precisa ruta descendente desde su cuello y la espalda hasta donde ésta se desvanecía en una dicotómica turgencia.
Fue entonces que Dite se dio la vuelta y ciñéndose a Haydee busco sus labios de la misma manera en que ésta lo había hecho momentos antes, recorriendo con su lengua el borde de los labios y las mejillas, hasta perderse profundamente en los lóbulos de sus orejas y el cuello.
Las manos de Dite tropezaron sobre los pechos de Haydee y a sus dedos pronto le siguieron sus labios, entonces la bruja tendiéndose sobre la cama se entregó por completo a la suculenta caricia de Dite.
La forma es que mordisqueaba sus pezones para luego lamerlos amorosamente la tenían demasiado cerca del orgasmo para su gusto, deseaba prolongar el placer tanto como fuese humanamente posible, retardar hasta lo insoportable esa sensación de absoluta proximidad y entrega desinteresada que percibía en Dite... así el orgasmo sorprendió a Haydee con tan solo los labios de su compañera sobre sus pechos.
VIII-XIII. Esa singular mezcla de diseño.
Tras un breve momento prudencial Dite se paro frente a Haydee quedando con su coño frente a la boca de la bruja y por unos instantes, ésta contempló la línea de sus labios complacida por como dejaba entrever cristalinas evidencias de excitación.
Suponiendo que la razón de la precipitada maniobra de Dite era justamente porque precisaba obtener el placer que su naturaleza sintética demandaba, Haydee se abrazó a sus caderas recorriendo con sus manos las largas piernas hasta la nalgas al mismo tiempo que besaba el lampiño monte de venus de la chica buscando con la lengua la calidez de su interior.
En unos instantes y ocupándose simultáneamente de buscar con la lengua en el frente y con las yemas de los dedos en la parte posterior, Haydee encontró que a cada lengüetazo, a cada caricia de sus labios, en cada ingreso y retirada de sus dedos entre las nalgas de Dite, ésta respondía con un susurro o un gemido que prodigiosamente la excitaba aún mas, motivándola a buscar entre sus piernas todo el placer que le fuera permisible. Sus propias caderas se movían rítmicamente y con sincronía respecto a su lengua sobre la humedad que afloraba de Dite.
Le parecía que había sido toda una vida desde la última vez que se había comido un coño sintético, desde que había lamido por última vez esa singular mezcla de diseño totalmente adictiva e imposible de olvidar... ese delicioso y al mismo tiempo quimérico flujo vaginal casi indistinguible del real, manando como una fuente desde el interior de una caliente vagina que en realidad no era tal.
Instantes después Haydee se apresuró a acceder a la insistencia de Dite para hacer un 69, de tal suerte que ambas pudieran acariciarse y lamer al ritmo que su excitación lo demandara y así, por espacio de largos minutos, Haydee siguió lamiendo concienzudamente el coño de Dite, consciente del placer que ella misma obtenía tanto de la experta lengua de Dite sobre su coño como del simple hecho de contribuir al goce de alguien mas.
Finalmente el orgasmo estallo en Dite casi de manera simultánea al de Haydee. Después y cuando mas que apresuradas caricias precisaban un momento de respiro y relajación Dite susurró al oído de la bruja.
-Lo que dije antes era mentira.
-A que te refieres?.
-El carácter de tu frente no es horrible, quizás un poco raro pero no mucho, creo que no deberías cubrírtelo.
-Me lo dice alguien que usa un guante en la mano.
-Es diferente, me desprendieron la piel en una explosión.
-Pues tatuarme la cabeza nunca estuvo contemplado en mi lista de cosas por hacer antes de los treinta.
-Sabes, peleamos tanto como si estuviéramos casadas o algo así.
-Si... algo así.