~~Una tarde en la Universidad,
estaba conversando con unos patas, de diferentes temas, entonces recordé
que debía ponerme al día en un curso, vi a Brenda, con
su jean apretado, sus lentes, toda una intelectual, si bien no tenia
buen cuerpo exuberante, a mí me gustaba mucho, ese par de tetitas,
ese culito y esa carita de ángel me volvían loco, mas
de una vez cachaba a mi enamorada pensando que me la estaba cachando
a ella. Le pedí que me prestara las copias del curso, ella me
dijo que no las había traído, entonces me dijo que fuera
mañana (sábado) por la tarde a su casa, porque allí
me las daría, me dijo que tocara fuerte, ya que su timbre se
había malogrado y no habría nadie mas en su casa.
Mis ojos se encendieron, estaría sola en su casa, hmmm, creo
que es tiempo de que Brenda y yo nos conozcamos mejor.
Llego el sábado, eran las 5.00 pm, estaba frente a su puerta,
una bonita casa, estaba bien presentable me había puesto colonia,
por todos lados, incluso hasta en los huevos, toque fuerte, no salía
nadie, volví a tocar y no había respuesta, pensé
que no había nadie, decepcionado estaba por irme a casa, cuando.
Espera, ya bajo!!! – Era Brenda desde su ventana estaba con
la toalla y su pelo mojado, solo cubierta con la toalla. Bajo inmediatamente,
abrió un poco la puerta para que entre, entre y la vi, solo vestida
con la toalla. Espérame mientras me cambio – Ella subió
a su cuarto rápidamente. No hay nadie, siéntate, todos
están en la playa, yo iré por la noche – Grito desde
su cuarto. Yo ya estaba arrecho. Quería cacharla. Me desvestí,
quedando totalmente calato. Deje mi ropa en el sofá de su sala
y subí sigilosamente.
Mire con cuidado para que no me descubra, la vi, totalmente calatita,
secándose el agua de sus cabellos y de su hermoso cuerpo, por
primera vez. Me pare entonces frente a la puerta de su habitación.
Brenda!!! – Le dije, ella se sorprendió al verme así
de calato, mi pinga esta sumamente dura, ella instintivamente bajo la
mirada para verme la pinga, se quedo quieta un momento y luego cogió
la toalla y se cubrió. Que te pasa!!! – Me grito, sal
de aquí. dándome empujones para que bajara. Fuera de
mi casa!!! – Siguió gritando, entonces cogí la toalla
y se un tirón se la quite, estaba ella allí calatita para
mi, ella quiso correr, la sujete de los hombros y le di un apasionado
beso, ella no correspondía. Entonces la tire en la cama. .
No me hagas daño, por favor, soy virgen. – Me dijo llorando.
No te preocupes, te gustara, te voy a tratar como a una reina –
le respondí, con ternura para que no asuste.
Suavemente le abrí las piernas y deje ver su hermosa conchita,
era rosadida, sus vellos la cubrían ligeramente, su piel blanca
era toda una tentación. Me dirigí directamente a su zorrita
y empecé a darle besos, finalmente empecé a chuparle toda
esa rajita. Hmmm que rico sabor tienes Brenda – Exclame mientras
disfrutaba de los jugos que ya empezaban a salir, lo cual me daba la
seguridad de que le gustaba. Ohhhhh – Suspiro Brenda, inmediatamente
coloco sus manos sobre mi cabeza. Seguí chupando, al mismo tiempo
que cogía sus tetitas y las acariciaba suavemente. Hmmm, tu
rajita esta dándome sus jugos, que ricos son Brendita, eres toda
una putita – Entonces Brenda, se sentó, dejándome
de lado.
Me pare frente a ella, ella estaba allí sentada en la cama, mi
pinga estaba frente a la cara de Brenda, ella miro fijamente a mi verga,
luego subió su mirada a mi, cogí su cabeza con mi mano
derecha, con la izquierda la cogí de la boca, abrí un
poco su boca, mientras la acercaba a mi verga, primero la cabeza de
mi pichula toco suavemente los labios de Brenda, ella se resistía.
No, nunca lo he hecho – me dijo mientras empezaba a llorar. No
te preocupes, te va a gustar el sabor de pinga – Mientras que
la llevaba hacia mi para que me la chupara. Suavemente empecé
a meter mi pinga en su boca, ella cerro los ojos, eso me arrecho mas.
Seguidamente empecé a meter y sacar mi pinga de su boca. Ahhh,
que bien lo haces Brendita – empecé a mete y saca cada
vez mas rápido, me detuve en un momento. Ella me miro y saco
suavemente mi pinga de su boca. No te gusta, lo hago mal? – Pregunto
preocupada. No mi amor, ahora vas a sentir mas – le respondí
inmediatamente. Entonces la eche, la lleve al centro de la cama, me
pare sobre la cama, viéndola fijamente. Ella me miraba, estaba
segura de lo que iba a pasar.
Me coloque sobre ella, abrí suavemente sus piernas, ella puso
un poco de resistencia, coloque mi pinga en la entrada de su vagina,
ella presintió lo que venia. Espera, no. Agggg – La
penetre suavemente, mientras ella intentaba evitar que la siguiera penetrando,
pero ya era tarde, la tenia donde yo siempre la había querido.
Hmmm, Brenda, que estrecha eres, estas pitita, quien lo hubiera pensado
– pensé, mientras me la seguía tirando, ella empezó
a llorar cada vez que le empujaba mi pichula dentro de su chuchita.
Porque lloras amor? – Pregunte (Como si no supiera?), en un tono
muy calmado. Eres mi primer hombre. – Me respondió entre
sollozos. – Nunca pensé que doliera así. –
Volvió a decirme. No te preocupes, te voy a tratar como una
reina y como una puta, suavemente al inicio y fuertemente al final,
para que veas la diferencia – Ella inmediatamente me miro sorprendida.
Entonces, suavemente empecé a meter, mas y mas mi pinga dentro
de su conchita, Brenda empezó a abrazarme y a incrustar sus uñas
en mi espalda, yo seguía disfrutando de su cinchita, ella mantenía
los ojos cerrados, gimiendo y suspirando a cada instante. Al cabo de
unos minutos me levante un poco, sin dejar de sacar mi pichula de su
conchita. Brenda permanecía con los ojos cerrados, seguramente
pensaba que ya todo había pasado, pero no era así. Suavemente
levante sus piernas y las coloque sobre mis hombros. Ella inmediatamente
abrió los ojos. Que haces? – Brenda abrió los ojos,
eso me arrechó mucho más. Ahora vas a sentir toda la
fuerza de un hombre – Le respondí, primero metí
suavemente mi pinga, y la saque con suavidad, luego ZAS!!!! De un solo
golpe la metí, la saque y nuevamente la metía con toda
mi fuerza. Ayyy, no me duele – Gritaba, mientras yo seguía
un mete y saca cada vez más rápido, sus gritos me arrechaban
más, mientras gritaba me sujetaba de los antebrazos, lo que me
indicaba que le gustaba esa pose. Ella seguía gimiendo y gritando.
Entonces empece a cacharla con mas fuerza, el sonido de mis huevos chocando
su culo se podia escuchar mientras ella gemia de placer, me la seguia
follando, suavemente baje su pierna derecha, la hice girar un poco y
de nuevo empece a cacharla, ella estaba de costado y yo sobre ella,
me encantaba ver como sus tetas se movias mientras le metia mi pichula,
entonces suavemente baje su otra pierna, la hice girar otro poco y la
tenia boca abajo, obviamente no deje que mi pinga saliera de esa jugosa
chuchita.
Ahora podia ver mi pinga dentro de su conchita, con sus hermosas nalgas,
empece nuevamente a meter mi pinga dentro de esa chuchita, ella lo disfrutaba
cada vez mas, su conchita ya estaba empapada de tantos jugos que habia
dejado salir. Me coloque sobre ella para sentir completamente, movia
mi pinga dentro de ella, ella gemia como toda una puta. Entonces empece
a cacharla mas rapido, mi leche ya queria salir, cogi sus caderas, le
mordia el cuello, la espalda. Brenda, me vengo, mi leche va ha salir!
– Le dije mientras me la comía a besos. Que, no –
Me dijo asustada. Me pue. Ohhhh, mi leche – ya me estaba vaciando
dentro de ella. No, me puedes embarazar – me dijo asustada. Me
deje caer sobre ella, aun recuerdo su cuerpo angelical.
Suavemente se levante y me recosté junto a ella, la llene de
besos mientras le decía:
Brenda, tienes una cuchita deliciosa, no te preocupes, disfruta de
este momento.
Brenda aun seguía asustada y molesta, suavemente coloque mi brazo
debajo de su cuello y la acerque a mí, ella me abrazó
y nos quedamos dormidos hasta casi la medianoche. Al despertar, nos
bañamos juntos, hicimos otras travesuras en la ducha, decidí
quedarme a dormir con ella. A la mañana siguiente me fui a casa,
no sin antes prometerle regresar por el segundo polvo.